( Capítulo 26)

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Holis mi gente linda ❤️ Uff este capítulo, me ha dado pie para todo lo consiguiente y para algo que he querido escribir hace mucho, ya que es una de mis tantas teorías que tengo respecto a algunos personajes del Anime Inuyasha que nunca se ha aclarado mucho acerca de ellos. Otra loca idea jeje espero la disfruten que se viene el chisme 👀

Sin más, las dejo con la lectura 📖  y agárrensen las pelucas 😶‍🌫️

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/ 🔞 El siguiente capítulo contiene lenguaje adulto, escenas de sexo explícito y algunos comentarios pueden resultar ofensivos, dependiendo la mente de cada persona. Se recomienda discreción y queda bajo criterio de cada uno, continuar con la lectura 🔞 /

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Yacía en su pecho observándolo como de costumbre cuando mientras él, solía "dormir" o aparentaba hacerlo.

Sus agudos oídos sintieron el sonido que suele hacer su hermosa azabache con su boca cuando se muerde el labio inferior.
Y su ego se alimentó con el deseo que producía él, en su hembra.

__ Soy perfecto ¿ Lo has notado?. __

Kagome se sobresaltó y él, solo intensificó su agarre con su posesivo brazo que la rodeaba por su cintura desnuda. Su mokomoko se enredó entre las femeninas piernas y parte de su cuerpo que ya se encontraba perfectamente cubierto por este.

__ Muy humilde también. __

Las garras peinaron su ondulado cabello besando su mejilla ya colorada.

__ Eso también. __

No podía dominar ese impulso y loco deseo de que la consienta. Se dejaba hagazajar por sus besos y caricias.
Se estaba odiando porque en vano se había prometido así misma, esta vez, no dejársela tan fácil luego de su discusión y lo dicho por el peliplata pero allí se encontraba, dejándose seducir como siempre por el bello futuro esposo que tenía.

__ Recuerda que sigo enojada y tú, aún en penitencia. __

( Mi hermosa dama)

-- Cállate tú--

( No empieces cachorro)

__ ¿ Por qué? Recuerda que soy un buen niño. __

Un beso en su nariz, luego en el lóbulo de su oreja para bajar a su cuello y morderla un tanto en este. Solo hizo ganarse un delicioso gemido.

__ Un buen niño no hace eso. __ con su mano le dio una palmadita en su mejilla mientras que su demonio le sonria de manera sensual.

__ Solo falta una semana para que veamos a la obstestra. __

La acomodó mejor sobre cuerpo.

Kagome asintió apoyando su cabeza en el hombro, suspirando.

__ ¿ Qué es lo que te agobia?. __

__ Tengo miedo. __

Apoyó su mano sobre la suya que ya se encontraba en su vientre.

__ Nada sucederá y todo estará bien. __

__ Tu eres un demonio y mis poderes sagrados han regresado en su totalidad, se siente diferente. El abuelo ha dicho que yuki y reiki no se mezclan.__

__ Tu Reiki y mi Yuki por alguna extraña razón se complementan y eso es inamovible nada saldrá mal, nuestras hijas serán muy poderosas. __

La sintió suspirar nuevamente y esconder su rostro en el hueco de su cuello.

__ Tienes razón. He esperado mucho por esto sessh...
Es solo miedo. Además que es un embarazo un poco fuera de lo normal. __

__ Lo sé. __ acarició su espalda, amaba tanto a esa humana que lo volvía loco incluso el verla tan vulnerable por su estado. Lo hacía enternecer, no solo querer protegerla como un loco depredador que por si no era poco, lo era.

Se encontraba hechizado por el azul de sus ojos y su dulce aroma a vainilla que era una frangacia maldita que lo alteraba como un cachorro incontrolable.

Y en esos momentos su corazón se estrujaba junto con el de ella al saber que su hembra, su deidad, sufría por algo que suponía podría pasarle a sus bebés.

Pero sus niñas cada día se hacían más y más fuerte... ¿ Pero... ¿Cómo le haría entender ello? Ella no era un demonio para aún sentirlas y de todos modos esa mezcla de miedos y emociones eran muy normales en una futura mamá, no importara la especie.

__ Quiero que mi abdomen crezca. __ dijo, con una risita.

( Awwww)

__ Siempre pienso en como se te lucirá un abultado vientre. Creo que te verás como la mamá más sensual de todas. __

__ Sessh..

__ Me vuelves loco, mujer. Me encantas.__ Le apretó sus muslos y mordió levemente su boca.

Kagome como pudo escapó de la cama para luego recordar que estaba completamente desnuda y cubrirse con sus propias manos ante la profunda y lujuriosa mirada de su demonio.

Sesshomaru la inspeccionó de pie a cabeza para culminar en su intimidad como último punto y perder su cordura.

Sus orejas y líneas se hicieron presente y su pelaje envolvió a su mujer regresandola a la cama.

__ Eres insasiable. __ Acarició su varonil pecho con su dedo índice . Ya que se había quedado recostada sobre el colchón mientras el se econtraba arriba encerrandola entre la prisión de sus fornidos brazos.

__ Quiero..

Acarició su erecto miembro por la abertura de su intimidad. Gruñendo, mostrando sus colmillos de manera sensual y amenazante ante esa sublime tibieza que emanaba.

__ Ah..

__ Quiero pegarme a ti. __

Introdujo su pene, lentamente, torturandola, en el proceso.
Kagome no pudo evitar gritar y curvar su cuerpo.

Esa fricción...

Esa maldita fricción que le hacía perder cualquier tipo de razonamiento.
Sentir la pelvis de su amado golpeando salvajemente contra su perineo. El chapoteo obseno creado por el manantial producido ante tan delicioso y caliente coito.

Ver los gestos de Sesshomaru mientras la embestia sin piedad era un pecado difícil de no cometer.

__ Más...

Sus piernas en sus hombros, sus frágiles manos a los lados de sus mejillas mientras le profesaba palabras de amor que solo despertaban el deseo incontrolable de su bestia sexual.

Sus garras clavadas a las perfecta caderas de su mujer. Su miembro engrosandose más y más en su acojedor interior que lo acunaba, estrujado su verga con las ardientes paredes de piel.

Un embiste profundo que la dejó sin aliento para luego morder su barbilla y volver a dar una fuerte estocada pero esta vez, jalando un poco de su ondulado cabello.

Los gemidos de Kagome mezclandose junto a los gruñidos de su amado perpetuaban en el silencio de la mañana.

Pasó su gran mano por su rostro casi cubriéndolo mientras ella buscaba desesperada con su boca el dedo índice de él.

( Grrr)

No lograba detenerse. Su frenesí y la manera de arremeter contra ella se volvía inmanejable sobretodo al ver a su mujer comerse su dedo mientras sus redondos senos rebotaban tras cada estocada.

__Eres mía, humana. __

__ Tú, eres mío... __

Sonrió complacido y gimió guturalmente al sentir como era asfixiado ante la opresión de su pequeña vagina.
Su ansiado orgasmo, lo bañaba en su dulce miel y su carne respondía tomando el doble de tamaño. Siendo finalmente uno con el delicado cuerpo de su mujer.

__ Todo tuyo.. Kagome... ___

Mordió su cuello y la azabache lo refugió entre sus brazos. Ambos cuerpos perlados en sudor. Tratando de recuperar algo de oxigeno.

Y bien como lo había dicho el platinado momentos atrás, estaban unidos...

Bajó lentamente sus manos por la ancha espalda mientras el demonio no dejaba de lamer su cuello terminando por
acariciar el musculoso trasero de su hombre.

Los dorados se abrieron en par en par.

__ Mujer atrevida. __

Ella solo sonrió besando de a piquito los labios contrarios.

__ Toco lo que me pertenece. __

( Todo tuyo mi lady)

__ Te amo, humana insolente.  __

__ Yo te amo, demonio testarudo. __

Se acomodó con cuidado, invirtiendo las posiciones quedando el bajo y ella arriba. Una lágrima escapó de uno de los ojos de la joven tras el dolor que era moverse en ese estado donde el cuerpo del demonio no quería soltarla.

__ Lo siento, princesa.  __

__ No es nada. Estoy acostumbrada a tu salvaje amor. __

Se recostó en su pecho.

__ ¿ Deseas descansar ? __

Ya con sus ojos medios cerrados. Se ruborizó y asintió, bostezando.

__ Solo un poco. __

( La amo , la amo y es mía)

-- Tuya nada, es solo mía--

( Te recuerdo que nos besamos apasionadamente)

-- Te recuerdo que te mataré si vuelve a suceder--

( Soporte perro)

-- ¡Cállate! --

Para terminada las recurrente discusiones con Yako. Su mujer ya dormía nuevamente. Su plan de mantenerla aunque sea unas horas más en la cama junto a él, había funcionado. También descansaría hasta que su cuerpo decidiera soltarla.

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Una hermosa y joven demonesa caminaba por un precioso jardín repleto de diversas flores. Este, se encontraba no muy lejos de uno de los más grandes templos sagrados pero a ella, no le importaba realmente donde estaba parada, sino solo se dejaba guiar por el bello reflejo de la luna que la iluminaba aumentando su majestuosidad junto con esa deslumbrante belleza utópica con la que había sido bendecida al nacer.

Inocente, llena de alegría y vitalidad. Recorría aquel sendero, dejando que su agudo olfato se impregnase de tantas dulces fragancias que aquellas coloridas flores desprendían con la ventisca nocturna.

La más poderosa de su dinastía, la más hermosa de su raza. Una Kami pura sangre. Una hermosa y fuerte demonia a quien pese a ser muy joven aún, se le debía respeto, después de todo..

Era una Taisho...

Los Taisho junto con los de la casa de la Luna eran muy reconocidos por ser lores y princesas. Demonios pura sangre y de la realeza.

Por ende, Irazue, no tenía permitido aún vagar por cualquier lugar, menos a esas horas de la noche. Seguramente toda la guardia más sus padres y hermano andarían buscándola por doquier.  Y a decir verdad, ello ya no le importaba.

Ella no seguía reglas de ningún tipo, su alma era libre con mucho deseo de conocer lugares aún no conocidos por ella, de saber lo que nadie se animaba, en fín.

Sabía que no faltaba mucho para ello...

__ Es bueno saber que llegas. __

Aquella dulce pero masculina voz, su audición jamás le permitiría confundirla.

Allí se econtraba, como lo había prometido.

De espaldas a ella, mirando las estrellas, se encontraba sentado sobre una roca. Vestido con su habitual sotana, se econtraba el monje Kyoka.

__ Eso es porque tú, me esperas. __

La platinada se acercó lentamente mientras por momentos giraba alrededor de las flores, muy ajena a lo que estaba sucediendo en el Oeste.

Sintió como era detenida por unos fuertes brazos que la sujetaron con fuerza y anhelo.

__ Prometí siempre esperarte. __

Sus dorados analizaban aquellos azules intensos como el mar. Se impregnaba del aroma de su deseo, de su felicidad, de su amor...

Irazue tomó el rostro del Monje y comenzó a besarlo, acariciarlo y asfixiarse de su fresca fragancia varonil.

__ Creo que deberías extrañarme más seguido. __ rio contra su boca.

__ No.. por, favor. No me gusta lo que siento cuando estoy lejos de ti. __

__ A mi tampoco pero no debemos arriesgarnos a tanto. __

__ No hay que temer. No tengo dudas que soy la más poderosa aunque ellos no lo sepan nosotras las Kamis hembras no debemos pelear solo somos un objeto con un fin. ¿Puedes creer que ni se imaginan que puedo mover un solo dedo y matar a todos?. Se esconder muy bien mi aura. __

__ No hablemos de muerte, Mi princesa. __ tomó su rostro y besó su luna menguante, aquella misma, que lo hizo pecar tantas beses, cayendo en la tentación de poseerla mil veces, de amarla infinitas veces.

Era muy conciente que hace tiempo había perdido la batalla y se enamoró perdidamente de una demonia. La amaba tanto que estaba dispuesto a todo por ella así como ese encuentro clandestino, uno de tantos que había tenido junto a su amada Irazue.

Aunque ese día en particular. Sentía una extraña opresión en su pecho...
Era una intuición como si algo malo estaría por suceder.

__ Tengo un plan. Mañana espérame aquí en este lugar. Podremos empezar otra vida. Quizás en el palacio de la luna. __

__ Sabes que te esperaría toda esta vida y las veces que reencarne. __

__ No me gusta que hables de ello. __

Besó sus labios nuevamente, no podía ni imaginarselo, lo único que deseaba era ser felíz con él.

__¡Irazue!.__

Todo el cuerpo de la demonesa se puso en alerta al escuchar la voz de su hermano mayor.

__ Porfavor, kyoka huye... __

__ No lo haré.  No le tengo miedo a tu hermano, ni a tu familia. Nos amamos, ellos deben respetar nuestra unión. __

Comprendió que sería en vano luchar contra su testarudez y enfocarse que en cualquier momento llegaría su padre y todo esto se pondría feo.

El platinado caminaba a paso lento sin poder creer lo que sus ojos le mostraban.

Su hermana con un monje...

Había llegado unos minutos antes y cuando vio aquella escena de amor, se le revolvió el estómago.

Irazue se colocó delante de su amado.

__ ¿Qué haces aquí?. __

__ Debería de matarte por no respetar a nuestra raza y juntarte con lo peor. __

__ Te cortaré la lengua. __

La ojidorada sonrió dando un paso adelante. Toga no sabía porque su hermana se mostraba tan desafiante después de todo no poseía poderes. Era solo una princesa.

__ Porfavor, Zue. __

__ Quédate aquí kyoka. Hace tiempo quería hacer esto. __

La platinada miró con fuego encendido en sus ojos a su hermano.

__ ¿ No deberían de pelear los caballeros?. __

Toga se burló pero fue corta su risa porque las garras de irazue atravesaron el brazo derecho del joven general.
Haciendo que este gritase de dolor y se aleje rápidamente de quien creía una pequeña y hermosa flor.

El veneno lo iba quemando por dentro como nunca antes lo habían herido con tan poco.

La platinada al igual caminaba de manera lenta y segura.

__ No puedo perdonarte esto. Deberé matarte. __

__ ¿ Quién? ¿ Tú?. Hmph... __

Toga sacó a colmillo de acero apuntándole directo a su rostro.

Pero Irazue a una velocidad imperceptible incluso para el ojo del general, arrebató a tessaiga.

__ ¡ No vuelvas a apuntar a tu princesa ! __

Los colmillos de la bella joven se mostraron amenzadoramente y blandió con fuerza la espada, efectuando con despliegue el viento cortante como jamás antes alguien lo había realizado.

Toga llegó a esquivar como pudo algunos movimientos pero su brazo se lo impedía si seguía así el veneno recorrería todo su cuerpo.

¿ Cómo era posible que su pequeña hermana poseyera semejante poder? Eso no podía ser real, era imposible.

En un abrir y cerrar de ojos Irazue se posicionó frente suyo, arrojó la espada lejos y volvió a sonreír, encantadoramente.

__ No necesito de ninguna tonta espada. Eso es cosa de débiles. __

De su luna menguante desplegó una tenue luz púrpura inmovilizando al demonio.

El platinado trataba de moverse pero le era imposible.  ¿ Qué clase de poder era ese?. No lo sabía pero lo que estaba seguro, es que nunca antes había visto algo así, ni siquiera en su padre.

Su hermana era más que poderosa y por la mirada que poseía, tenía la certeza que lo mataría.

Irazue parecía absorta en su poder y en el resentimiento que tenía para con su hermano que la vivía tratando como un ser débil.

__ Yo que tú, no haría eso. __

Los ojos de Toga conectaron segundos con los de su hermana que volvió en sí cuando escuchó la voz de su padre.

La platinada bajó rápidamente quedando frente a un escenario muy amenazador.

Todos los de la guardia real apuntándole su padre sosteniéndolo por el cuello mientras esos hermosos ojos azules la observaban aún con una sonrisa en sus labios, sabiendo el destino.

__ No. No.. lo hagas padre.  __

Por primera vez, clamó.

__ ¿ Por qué?. __ preguntó su madre que analizaba su mirada.

__ Por que lo amo. __

Toga miraba la escena y sabía que estaba mal lo que le estában haciendo a su hermana, algo en su interior dolía por ello.

Su hermana menor se había enamorado del Monje.

Su padre sonrió y junto a ello se escuchó un último susurro" un te amo" cuando el filo de la espada cortó su cuello y la sangre comenzó a correr...

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__ ¡ No!. __

-- Porfavor.... no...--

La platinada se encontró en la soledad de su enorme habitación.
Se llevó las manos a su pecho sin poder contener las lágrimas. No lograba asimilar como es que aún dolía tanto. No importase el correr de los siglos aún aquella recurrente pesadilla le dolía como si fuera ese mismo día.

Se levantó rápidamente de su cama  acomodándose ese costoso y sensual pijama para cubrirse un poco más. Se dirigió a la cocina y de su bar personal tomó una botella de whisky junto con un sofisticado vaso.

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Sesshomaru se encontraba en su oficina trabajando. Chequeando como había transcurrido todo sin su presencia.

El día había comenzado tranquilo mientras ordenaba algunas carpetas importantes, miraba su celular para ver si había algún mensaje de su preciosura pero no había ninguno.

Frunció el seño.

Ya eran pasado el medio día y desde que la había dejado en la escuela, no había recibido ni uno.

( Me pongo celoso cachorro, ya deja de pensar en mí hembra.)

-- Cállate.--

La puerta fue abierta haciendo que Sesshomaru salga de su conversación con Yako.

Kagome ingresaba hermosa con un vestido azul a lunares blancos y unos zapatos que la hacían ver más hermosa de lo que era.

Rodeó el escritorio para luego apoyar un canasto sobre este, inclinandose  para que él  desde la comodidad de su sillón, pueda besarla.

__ ¿ Qué es esta hermosa sorpresa?.__

El platinado creyó que luego del incidente anterior, no regresaría más.

La sujetó por la cintura atrayendola para sentarla sobre sus muslos y acariciar su pierna perdiendose en lo fácil que se levantaba aquella falda.

__ Sessh... __ Besó sus labios sin dejar de sonreír. __ Eres un mano larga.__

__ No puedo resistirme. __

__ Quería almorzar contigo. __

__ No Quieres ello, es más bien porque no puedes estar alejada de mi. __

Kagome pasó sus brazos sabiendo que si no ponía mucha resistencia por su parte, terminarían haciendo el amor nuevamente. Y no era normal estar todo el día en ello pero su cuerpo se lo pedía. Era increíble, prácticamente pensaba todo el día en Sesshomaru.

__ No puedo creerlo. __

La platinada había ingresado sigilosamente al ver la puerta abierta y se encontraba de pie al lado de esta con sus brazos cruzados mirando a su hijo y aquella mujer que tantos recuerdos le traía.

No podía creerlo y lo confirmaba, no sabia como antes no había podido sentirlos pero era evidente que ese aura, eran poderes sagrados. Los creía extintos. Ahora entendía perfectamente porque su hijo estaba así de idiota pero por el momento era mejor culpar al amor que por ahí tuvo su padre con una humana...

-- Claro --

Kagome no supo como se alejó de Sesshomaru avergonzada pero el la volvió atraer con su brazo para sentarla en sus muslos.

__ ¿ No te enseñaron la privacidad o qué?. __.

__ ¿ Sacerdotiza ?. __

Los dorados analizaron los azules tan pero tan iguales a los de él.

Kagome quiso volver a levantarse pero el platinado se lo volvió a impedir esta vez acariciando su vientre para calmarla.

Odiaba esas actitudes hostiles de su madre para incomodarla.

__ Déjala en paz. __

__ ¿ No estaban extintas?. __

La segunda pregunta fue para su hijo.

__ Creí lo mismo. Pero ya vez que no. __

El demonio acomodó un azabache mechón suelto tras su oreja.

Adoraba a su mujer.

__ ¿ Qué es lo que quieres decirme, mujer? . __

Sesshomaru pasó un dedo por la mejilla sonrojada de su mujer que solo asintió.

El platinado la invitó a hablar con su cabeza. Ya que sabía que era lo que su mujer quería decirle a su madre.

__ El señor Inu-No me pidió como último decirle...

La platinada levantó una ceja sin entender que estaba diciendo la mocosa.

__Que él sintió mucho lo de Kyoka. __

La hermosa demonia quedo inmóvil totalmente desconsertada y triste. Olvidándose por primera vez en siglos su estoico carácter. Cosa que no pasó desapercibida para el demonio que sin poder creerlo estaba más atónito que ella misma.

Sentir por única vez, aura de tristeza en su madre era algo inaudito. Una emoción que jamás creyó que un ser tan perverso como su madre poseía.

De una manera extraña se giró en sus talones y con su cartera en mano se marchó sin mirar atrás cerrando la puerta.

-- Maldita mujer... ¿ cómo sabe eso?. --

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Sesshomaru miraba en dirección de la puerta. Pensando demasiadas cosas que no podía expresar.

__ Nunca voy a agradarle a tu madre creo que no debí decir eso. __

__ A ella no le agrada nadie. __ besó su hombro . Y por lo otro no debes preocuparte. Ha de ser un asunto de padre y ella. No te estreses.__

Kagome se dejó consentir sin estar muy tranquila con el asunto. Sólo esperaba no haber ofendido a la madre de Sesshomaru pese a su mal comportamiento con ella.

__ Comienzo a creer que cada vez que vendré a tu empresa. Tu madre siempre aparecerá.  __

__ Ignorala y sigamos en lo nuestro. __ acarició su cintura besando su cuello.

La azabache se dejó llevar nuevamente hasta que los volvieron a interrumpir.

El vientre de la hermosa mujer comenzó a rugir y tanto el peliplata como ella sonrieron.

__ Debemos almorzar. __

__ Esas niñas boicotean a papá.  __ besó su mejilla.

Finalmente comenzaron a almorzar amenamente entre besos y caricias.
Aunque en la mente del demonio rondaba algo y era que " Se debía una charla con su madre".

Continuará....

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