( Capítulo 27)

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El platinado había tomado un rumbo diferente y por primera vez , no se dirigía a su empresa.

El día anterior, había tenido un hermoso picnic junto a su bella azabache luego de aquella interrupción tan abrupta por parte de su progenitora.

Fueron varias las faltas que le había dejado pasar durante todo ese tiempo pero se había propuesto mentalmente no perturbar la tranquilidad de su mujer, no quería agobiarla aún, más.

Estaba dispuesto a ponerle punto final a todo.
Kagome no tenía porque tolerar faltas de respeto y ningún tipo de menos precio por parte de nadie, ni siquiera de parte de su madre porque le gustase o no a la platinada, la ojiazul era la mujer a quién él, había elegido como esposa, como madre de sus hijos y por quien había esperado más de 500 años.
No existía nadie más importante en su vida que ella y se lo haría saber.

Por ningún motivo, iba a poner en riesgo su futura boda junto al gran amor de su vida mucho menos por culpa de terceros, en este caso, quien se hacía  llamar su madre.

Estacionó su lujoso auto en el porche de de la ostentosa residencia algo retirada de la ciudad y se adentró a paso firme.

Decidido tocó el timbre y rápidamente las puertas fueron abiertas, mostrando una joven de cabellos rubios y ojos castaños.

__ S.. señor. __ titubeó sorprendida al ver al joven amo frente suyo.

El platinado nunca solía visitar la casa de su madre.

No esperó invitación para pasar que ingresó sin saludar, subiendo las escaleras sin importar los murmuros de la servidumbre.

No muy lejos, en un amplio y refinado balcón se encontraba la demonesa sentada sobre un sofisticado sillón tomando algo de Sol.

__ ¿A qué se debe tan grata sorpresa?. __
Preguntó, sarcásticamente, sin voltear. Sintió el aura de su hijo desde antes de bajar de su auto. Estaba enfadado, claramente, sino ni se hubiese molestado en llegar a su hogar.

__ Deja de hostigar a mi mujer. __

La platinada no se molestó ni siquiera, en ponerse en pie. Giró su cabeza para luego bajar sus lentes de sol y terminar por arquear una de sus cejas.

__ Nunca he hecho tal cosa. __ sonrió, levemente.

__ ¡Ya deja de burlarte de mi!. __ exasperado, Sesshomaru levantó su voz .

Su madre lo estaba llevando al límite de su paciencia que de por si, ya era muy poca.

__ Vuelves a subirme el tono de voz y te cortaré la lengua. __

__ Vuelve a herir los sentimientos de Kagome, llegas a provocar tan solo una vez más, tristeza en ella, sabiendo que lleva a tus nietos en su vientre y juro que no volverás a verme la cara.

No te estoy pidiendo que la quieras, solo te exijo que la respetes porque te guste o no, es a quien yo he elegido como mi compañera.__

Esta vez, si se colocó en pie y se acercó a su hijo íntimidantemente.

__ Nunca respetaré a una sacerdotisa. __ escupió cada palabra con sorna haciendo enojar aún más a su hijo.

Sesshomaru estaba hecho una furia, juraría que deseaba batirse a duelo con quién le dio la vida pero no lo haría. Aún, había honor en él pero si su madre se atrevía a acercarse nuevamente y herir los sentimientos de su gran amor, estaba dispuesto a todo.

__ Bien, te dí la oportunidad de formar parte de la vida de mis hijas. Creí, verdaderamente, que estabas felíz por la noticia, pese a tu precaria motivación pero ya veo que me equivoqué. __

El platinado se dio media vuelta y se encaminó nuevamente para salir del cuarto de su madre.

__ ¡Traicionas tu raza!__

Frenó en seco al oír lo que acaba de decirle y cientos de recuerdos cayeron a su mente como lluvia torrencial cuando azota la Tierra.

Sesshomaru negó con su cabeza y hasta rio con su voz ronca.

Por primera vez, Irazue se sorprendió.

__¿Traicionar mi raza? ¿ Yo? Aparentemente, debo de refrescarte la memoria, ya que por lo visto, los siglos te han hecho olvidar ciertas cosas... ¿ No es así?.

¡Tú, fuiste la primera persona en traicionar su propia raza!. ¡ Tú, me traicionaste a mi! __ el peliplata se recordó siendo un cachorro, llorando pidiendo por su madre.
__ Tú fuiste quien me abandonó a la deriva. Me dejaste a cargo de un reino siendo aún un niño.
Estuve a merced de miles de demonios que quisieron acabar con mi vida... __ Se acercó a ella y la observó desde arriba. __ ¿Cómo te atreves a decir que soy quien traiciona a su propia raza?. No me hagas reír...

La mujer quedó sin emitir palabras, podía sentir el dolor en cada palabra de su hijo. Y aunque en su mente tenía muchas ganas de decir tantas cosas, simplemente no pudo.

__ Claro, eliges el silencio porque sabes que lo que estoy diciendo es verdad. __

__ Hmph. __

__ Estaba dispuesto a indagar otros asuntos pero, ¿ sabes?... Ya nada me importa de tu persona. Haz de cuenta que nunca has tenido un hijo después de todo, no será difícil para ti. __

Sesshomaru se marchó dejándola con una angustia que como siempre supo disimular en silencio.

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Kagome abría pesadamente sus párpados. Había dormido demasiado y si no fuese por su estómago que solicitaba comida, ni se hubiese despertado, aún . Mucho menos, con la gran comodidad de la inmensa cama en dónde dolía dormir junto a su demonio.

Se giró y comenzó a abrazar una almohada aspirando la colonia varonil de su peliplata que la enloquecía, la alteraba en todos los sentidos y como se había vuelto costumbre en ella, ya lo extrañaba tanto que hasta ganas de llorar le daban.

Se lo atribuía todo al embarazo y a las hormonas, así mismo, no podía darle una explicación lógica a tal dependencia emocional por su hombre.

Miró la hora en el reloj digital, sorprendiendose, llevando sus manos hacía su boca.

Si bien, ese día no era laboral para la bella ojiazul, no lograba entender como es que había dormido hasta pasada la 1 pm.

-- Ahora comprendo porque siento que tengo un vacío en mi estómago. --

Se levantó casi corriendo de la cama. Debía cocinarse algo, desayunar y almorzar todo junto al mismo tiempo para poder tomar todas las vitaminas recetadas por su obstetra.

-- ¡Oh por kami! ¡Pastelito!--

Alarmada se dirigió al living, encontrando a su pequeña peluda dormida muy plácidamente sobre su camita junto al gran leño hogar.

Sintió un gran alivio y sonrió arrodillándose para acariciar una de sus blancas patitas.

__ Pero que niña más dormilona. __ susurró, ganándose apenas un pequeño movimiento de su cachorra que siguió durmiendo de tal palo, tal astilla.

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Ni el mismo, sabía porque en vez de volver a la empresa había desviado su camino nuevamente, nunca le había gustado discutir y por una extraña razon sentía que fue rudo con su madre aunque esa mujer no tenía sentimientos para lo que él solia pensar, no sabía porque había extenuado lo que siempre llevó guardado y el dolor que le causó el abandono por parte de su madre tras la muerte de su padre.
Aunque eso no explicaba del porque había terminado en el centro comercial.

Quizás, simplemente quería sorprender a Kagome con algo delicioso. Esos pancitos con varios sabores que tanto les gustaba o esas galletas caseras que eran la perdición de su mujer.

Simplemente, quería algo de distracción, estaba de mal humor y quizás regresar al trabajo lo pondría aún peor sobretodo si algo no salía como él quería. No deseaba quedarse sin empleados por culpa de su carácter.

Además, que era consiente que nada tenían que ver con su estado de ánimo.

El bullicioso ruido de muchas mujeres lo sacó de sus pensamientos y por primera vez, no se debía a su presencia, sino que había obviado los grandes carteles que decían " Hot sale".

( Están desquiciadas)

-- No lo entenderías, Yako. --

Caminó entre la multitud esquivando, elegantemente y por momentos, recibiendo algunos golpes hasta que notó una enorme tienda de bebés, detuvo sin pensar su caminar.

Prácticamente, parecía Disney para bebés.

Si se detenía a pensar...

Aún, su mujer y él no habían comprando absolutamente nada para sus hijas que venían en camino.

No es que no estaban emocionados respecto al embarazo, todo lo contrario. Su azabache estaba prendada en el mundo de la maternidad y él, solo la acompañaba complaciendola pues, sus bebés estaban dentro de su cuerpo y ambos esperaban ansiosos a que el vientre sea al menos algo notorio para poder ir acumulando muchas cosas para su bebitas.

Lo único que habían comprando por el momento había sido obsequios para dar la noticia del embarazo a la familia de su mujer.

La azabache por su parte había comprado pilas y pilas de libros acerca de la maternidad y otros sobre como aprender a tejer ropa para bebés, lo que le robaba aún más, el corazón.

Su mujer era muy consciente que él, podría comprarle absolutamente todo y si quisiera la galaxia misma también se la compraría pero comprendía que quizás, su azabache quería sentir la emoción de hacerles algo propio, con sus hermosas manos.

Eso lo volvía loco, no tenía dudas que su mujer sería una exelente madre .

No supo en qué momento sus pies habían ingresado a aquel lugar donde todas las mamis que estaban allí quedaron prendada de su belleza y de su gran elegancia inata.
El demonio solo parecía en trance, mirando los grandes peluches. Tantos objetos de bebés que era un sin fin de diferentes mamilas, chupetes, ropas de tamaño diminuto y muchisimas cosas más.

Rápidamente, las jóvenes empleadas del local se acomodaron el busto y caminaron gatunamente, bonbardeandolo de " generosidad".

Sesshomaru solo arqueó una ceja.

Hasta que una mujer de edad media y rostro amable, corrió a sus jóvenes empleadas. Amonestandolas con la mirada y reprendiendolas por su mal comportamiento.

__ Disculpe las molestias ocasionadas. __ le brindó una reverencia. __ ¿Busca algo en especial, Señor?. __

__ No realmente. __

__ Oh .. __

Sesshomaru olió la confusión en ella.

__ Me convertiré en padre próximamente y necesito todo lo que precise un bebé.  ¿Usted podría ayudarme a encontrar lo necesario?. __

La mujer sonrió y hasta le enterneció la noticia que el hombre que tenía frente suyo sería padre primerizo y que este, no tenía la más mínima idea de lo necesario para un bebé pero allí se encontraba muy interesado en el mundo de la paternidad.

__ Claro, será un placer . Por cierto, ¿niño o niña?__ inquirió, caminando.

El platinado seguía sus pasos mientras observaba todo muy atentamente y lo atrayente que se veían las carroleas, era un mundo nuevo para él.

__ Niñas. __

__ ¿2? ¡Oh por dios! ¡Que gran bendición, lo felicito, Señor!. __ dijo, aplaudiendo.

__ Gracias. __

__ Bien, sígame. __ hizo un ademán con su mano.

( objetos para nuestras cachorras.)

-- Debemos aprender Yako. --

Sesshomaru la siguió sin perder la excursión y la explicación que la mujer le daba memorizado todo en su veloz cerebro.

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Kagome agregaba las verduras dentro de la olla que ya desde lejos se podía apreciar el exquisito aroma que desprendía su guisado de carne y verduras.

Pese a que había terminado de desayunar rápidamente, ya se encontraba con hambre de nuevo. Parecía que tras cada aroma delicioso su barriga gruñía en respuesta.

__ Tranquilas mis niñas, mamá ya está preparando algo delicioso. __ acarició su vientre descubierto con mucho amor.

Siguió concentrada en lo suyo con algo de tenue música y al compás de esta, iba moviendo sus caderas mientras condimentaba la comida.

( Sonidos de timbre)

__ ¿Quién será?__ se preguntó, curiosa, ya que las únicas que iban a visitarla eran sus amigas pero sabía que ellas, se encontraban en la escuela en ese horario.

Su amado estaba en la empresa... aunque, quizás....

Su corazón latió a prisa al creer que su platinado había abandonado la empresa para almorzar juntos. Así que corrió como una niña y de golpe sin preguntar antes, abrió la puerta quedando estática y totalmente sorprendida al ver quien se encontraba allí fuera.

Los dorados recorrieron de cabeza a pie, escaneando a la azabache que había quedado muda.

__ B.. buen día. __ hizo una reverencia.

__ Tardes, buenas tardes. __ la corrigió, mostrando su reloj de mano.

__ Lo siento, soy algo distraía. __ sonrió, amablemente.

__ Ya lo he notado, niña. ¿ Puedo ingresar?. __

La ojiazul algo temerosa se hizo a un lado y le hizo un ademan para que ingresara. Irazue no tardó mucho en hacerlo y contoneandose , caminó sin más.

-- Cuánta belleza. Espero mis niñas tengan sus genes. --

Pensó, apreciandola en silencio mientras se acariciaba el vientre.

__ Sesshomaru no se encuentra aquí pero...

__ Lo sé, no es con quién quiero hablar.

Tomó asiento de una manera muy elegante sobre el sofisticado sillón, sin apartar la mirada de esos encantadores ojos azules tan iguales a los de él.

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Sesshomaru observaba las diversas variedades de mamilas que había. Eran demasiadas, con muchas formas y colores. Anti-colicos, Anti-ahogo, con mayor resistencia a golpes, blabla y un sin fin, de cosas más.

La vendedora de manera amable seguía explicandole. Y el peliplata las miraba en su manos, algunas tan diminutas. Esas cosas estarían en las bocas de sus bebés asique debían ser las mejores.

__ Quiero todas. __

La mujer quedó confundida.

__ ¿ Todas?. __

Asintió.

__ Además quiero todo lo que me ha mostrado. Todo lo que hay en este local. Se que a mi mujer le ecantará. __

__ E.. e.. __ parpadeaba sin asimilar.

__ ¿Podría hacerme el presupuesto y enviarmelo a mi empresa luego?__

Sacó del interior del bolsillo de su saco una sofisticada chequera y escribió en el papel.

Cuando la mujer tomó aquel cheque y vio la desorbitante cifra casi se va de espalda, jamás había visto tantos ceros en su vida.

__ Como le he dicho. Le mandaré todos mis datos para que las cosas puedan llegar a mi hogar. Por ahora solo me llevaré esto. __

Tomó dos grandes osos casi de su altura ambos en un tono rosa pastel que vestian una remera donde decían " Las princesas del hogar". Luegó, agarró, un estuche precioso rosa donde dentro había dos chupetes que eran en forma de flor.

Y con ello dejó atrás a la mujer que luego de salir de su trance. Corrió saludando con su mano.

__ ¡Hoy mismo le enviaremos todo a su hogar. Sr. Nishimura, gracias!. __ gritaba, viendo como el elegante hombre se marchaba.

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__ ¿ Desea almorzar?. __ ,preguntó de manera dulce.

Kagome parecía haber olvidado todo los malos momentos que la mujer que tenía frente suyo, le había hecho pasar.

Y en vez de sentirse enojada con ella, se encontraba más que felíz de que la haya visitado.

Irazue curiosa y tratando de enmendar un poco su error con la muchacha, aceptó no tan segura.

Y si antes estaba felíz, terminó por alegrarse de sobremanera creyendo de antemano que su respuesta, sería un rotundo, no.

No podía creerlo. La madre de su Sesshomaru estaba allí con ella a punto de almorzar.

Trató de tranquilzarce y en dos tazones grandes, sirvió el contenido que olía como los mismísimos dioses.

La platinada observó el tazón, no tenía un buen aspecto pero debía admitir, que el aroma era sumamente exquisito.

__ Gracias. __

La azabache se sentó a su lado y sonrió.

__ Espero le guste. La verdad es que cociné de manera rápida porque como verá, ya la hora del almuerzo pasó hace rato.
No quiero que Sessh se enoje conmigo, se que debo seguir al pie de la letra lo que dice el doctor pero tengo mucho sueño, no soy tan irresponsable como parece.__

Irazue la observaba y por sus adentros pensaba si existia algún tipo de interruptor para callarla.

Era tediosa y bulliciosa todo lo contrario a su hijo, ahora entendía eso de;

" los opuestos se atraen".

Tomó un poco de contenido con la cuchara y sopló de manera elegante para poder probar lo más delicioso que había comido en sus siglos de vida.

__ Es aceptable. __

Los ojos azules brillaron y su rostro se iluminó mostrando una deslumbrante sonrisa que de alguna manera ablandó el duro e incomprensible corazón de una madre arrepentida.

__ Eso ha de ser mucho viniendo de su parte. __ se sintió orgullosa de su comida.

__ Lo es, niña. Aprecialo. __

( Sonidos de Timbre)

__ ¿ Esperas a alguien?. __, levantó una de sus cejas.

Se cruzó de brazos la demonesa quizás acusandola de alguna manera aunque sabía que esa mujer amaba a su hijo y solo por eso decidió ir allí para averiguar más sobre su persona.

__ Si a mi amante. __ respondió, tranquilamente y estalló en una gran, sonora carcajada al ver el rostro de espanto en su hermosa y malvada suegra. Alguien debía darle su propia medicina de vez en cuando a esa mal pensanda mujer.

¿  A quién le recordaba? Claro, a su demonio...

Cuando la vio alejarse, Irazue sonrió levemente para que no la viera hacerlo.

-- Eres perspicaz niña--

Esta vez, estaba más que desorientada la joven asique nuevamente abrió la puerta.

En pasillo se encontraba repleto de varios jóvenes con muchas cajas, muchos objetos, mucho, mucho, mucho de todo.

__ Dijiste "amante" no " amantes". __ Le siguió la corriente. Solo para hacerla pasar vergüenza delante de los evidentes repartidores.

Las bolsas y algunas cajas decían.

" El mundo del bebé ".

No hubo un solo hombre de todos ellos que no se hayan ruborizado al ver a las hermosas damas.

__ ¿ Todo esto es para mí?. __, preguntó sorprendida.

Un pelinegro le dio un bolígrafo y una planilla donde le indicaba con su dedo.

__ ¿ Usted es Higurashi Kagome, no es así?. __

__ Si, soy yo. __

__ Debe firmar allí. El Señor Nishimura, ha comprado el mundo del bebé para usted.  __

Kagome procesó la información lentamente por algunos segundos y parpadeo reiteradas veces para luego firmar.

Para luego hacer un ademán dándoles acceso para que ingresaran tantos objetos.

-- Taisho Sesshomaru eres todo un caso perdido --

__ Mi hijo está muy emocionado con tu embarazo. __

__ Ambos lo estamos. __

Se hicieron a un lado y la azabache la guió hacía la cocina para que pudiesen estar sentadas mientras se encargaban de guardar todo.

__ Si, eso está muy claro lo que no me queda claro del todo, es como se conocieron. Ya sabes, la historia de mi hijo y la tuya porque supongo que ha de haber una. ¿ No es así?. __

Asintió.

__ Pues... si la hay. Es algo larga y... __

__ Tengo tiempo... __

__ Entonces si es así...__ tomó su mano. __ Me ayudará a desenvolsar algunos paquetes y mientras miramos los regalos de su exagerado hijo que no sé de quien habrá heredado el mal hábito, le iré contando nuestra larga historia...__

Continuará...

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Holis 🤗 🤗  soy yo de nuevo en el mismo día jeje ¿vieron? ¿Vieron que tan mala no soy? Muajajaja 😈.

Tenía esta sorpresa guardada y me gustaría de a poco ir retomando mis bebés que ustedes tanto conocen. Como lo es Mi Ama, Simplemente tú y Macabro.

Espero hayan disfrutado mucho éste capítulo, personalmente me encantó escribirlo y amé el resultado de las imágenes 💕

Sesshomaru con mamilas es todo lo que está bien 🙈🙈🙈

Bien mis amigas queridas, les mando un fuerte abrazo de 🐻 y nos leemos pronto ❤️