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◦❣◦𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼↠|14

14 | La unión

Un fuerte rugido se escuchó en su despacho, uno de frustración, de impotencia, de ira. Tiró todo lo que había en su escritorio y levantó este tirándole por la ventana cayendo abajo a primera planta. 

─ ¿Qué ocurre Alpha? ─ decía Taehyung entrando a su despacho con tono de preocupación. 

─ ¡Necesito matar, necesito desquitarme! ¡Ese estúpido niño tienen su atención! ─ gritó al final.

Sale de su despacho con una ira incontrolable, todos los que veían los ojos negros de él corrían como locos en busca de protección cuando se percataron que su demonio estaba presente. Incluso venas negras se apoderaban al rededor de sus ojos, siendo muy escalofriantes. Jungkook era un lobo sádico por generaciones, pero el que estuviera en su mate en la manada lo había hecho un poco más cuerdo. Al no obtener la atención de su hembra lo enfureció, prefirió primero a ese chico que a él y su lobo. Estaba tan molesto que en cualquier momento su autocontrol estaba cayendo cuesta abajo. 

Su mirada calló en un lobo de su seguridad, quien intento huir al ver al Alpha acercarse, presenciaba lo peor y lo mejor fue escapar lo más rápido posible, pero la rapidez de jungkook fue demasiada alta, consiguiendo atraparlo. Justo como le gustaba, cazarlo. Como un depredador y su presa. 

Le divertía. 
Le encantaba. 
Sangre, mucha sangre. 

─ Alpha, por favor no me mate ─ decía con temblor en su voz. 

─ ¡¿Creíste que no te reconocería o que no recordaría que tocaste con tus asquerosas manos a mi mujer?! ─ el hombre pasaba saliva con dificultad al recordar aquella vez en su habitación.

Su pulso estaba acelerado, cosa que a jungkook le fascinaba más. Le encantaba el miedo en sus víctimas. 

Por otro lado, Hye en su habitación escuchaba gritos y pasos rápidos de personas por los pasillos. 

─ ¿Qué está pasando? ─ preguntó la omega, bajándose de la cama con cuidado, tomando con su mano la pequeña herida que estaba comenzando a sanar cerrándose. 

Félix demostraba preocupación al mirarla, a lo que la omega le sonrió mostrándole que estaba bien. Solo era un poco de dolor, pero gracias a la sangre de su Alpha estaba recuperándose rápido. 

Salieron de la habitación caminando con precaución, escuchando gritos y llantos de mujeres, mientras bajaron las escaleras despacio. Cada vez que bajaban miraban cuerpos inertes, la omega soltó un jadeo al ver lo que sucedía. 

Jungkook se encontraba destrozando cuerpos al azar, disfrutaba en hacerlo, podía verlo en su sonrisa, en esos labios, con sangre. Hye estaba temblando en su lugar, era una faceta de jungkook que no conocía. Ahora entendía por qué era el Alpha más sanguinario y temido por manadas enteras. Estaba matando a su propia manada, a los suyos sin misericordia, y ella, observando como arrancaba las extremidades de los lobos que suplicaba que parase, la hacían sentirse muy mal, con ganas de vomitar y llorar al mismo tiempo al ver a su Alpha siendo de esa manera. 

El Alpha sintió el aroma de su preciosa omega y fijó sus ojos hacia ella. Se veía hermosa como siempre, su pequeño cuerpo con aquellas curvas tentadoras que deseaba, como cada vez que la veía queriendo hacerla suya donde fuera. 

─ Eres un monstruo ─ Susurro al viento. Pero fue escuchado por los oídos de su pareja. 

En ese momento algo dentro de él se rompió y logró reaccionar, miró a su alrededor y vio todo el desastre que había. Jungkook no se había dado cuenta de sus acciones, solo hacía caso a su bestia interior, su parte animal. Lo que no quería que ella viera en él, ahora estaba frente a sus ojos. Estaba preocupado, aunque no lo demostraba. Su postura era la misma, dominante e imponente, su mirada sería que no dejaba reflejar sus sentimientos ante nadie en su rostro. 

Fuera todos ─ decía con voz dura sin dejar de ver el rostro de su mujer ─ ¡Largo! ─ todos salieron corriendo por sus vidas ante la voz del Alpha. 

La omega quiso avanzar para irse, pero él habló antes de que diera un paso. 

Tú no ─ la omega miraba todos los cuerpos sin vida en el suelo. El hombre con el que sentía amor, era de verdad un ser perverso asesino. 

─ No, no me toques ─ ella se apartó cuando él avanzó hacia ella en busca de su calor y eso enfureció a su lobo interior, nadie puede rechazarlo y NADIE huye de él. 

Soy tu Alpha y me obedecerás. Si digo ven conmigo, vienes. Si te pido que te detengas lo haces, y si te hago mía, aceptarás sin rechistar ─ ella podía sentir el olor de su enojo. 

─ ¿Por qué hace esto? ─  sus palabras le golpearon el pecho, ahora le hablaba de usted y eso solo significaba que no lo veía más como antes estaban. Habían regresado al principio, se había perdido el avance que él pudo construir. Pero no demostraba nada en su semblante, por fuera era una simple roca. ─ No haga más cosas como estas, ellos no le han hecho nada y solo hace que yo tenga miedo hacia usted. 

─ Ese bastardo te tocó aquel día y merecía su castigo. Al igual que los otros por entrometerse ─ tomó de la cintura a Hye antes de que se apartara ─ Odio que huelas a ese crío ─ se refería al joven rubio. ─ tú debes oler a mí, no a ese bastardo. ─ se restriega en ella haciendo notar lo duro que estaba. Jungkook quería que oliera solamente a él y que mejor con fundirse en su interior, llenándola de su semen. Así todos sabrían a quién le pertenece y de las consecuencias que habría si tocarán a su hembra. 

El Alpha acerca su rostro a su cuello, dando unas fuertes respiraciones en él, disfrutando de su dulce aroma y con posesividad abrazando su cuerpo para pegarlo al suyo con cuidado de no lastimarla al recordar que estaba herida. Haría de todos una mierda sin importarle nada, pero si se trataba de su preciosa y pequeña mate, jamás le tocaría un pelo, solo su instinto de protegerla de todos que represente una amenaza para ella. 

─ Él es mi hijo, y, por lo tanto, tienen derecho a estar junto a mi ─ Jungkook gruñe en el hueco de su cuello, rozando su nariz en su precioso marca hecha por él. Dejó un par de besos en ese lugar, haciendo temblar a su pequeña en sus brazos por las grandes corrientes de placer. 

Sentía tantos celos al recordar al chico tan cerca de ella. 

Los contenía para no ir y matarlo con sus propias manos, se sentía furioso una vez más, al no poder tocarle un solo pelo, así como la misma situación anterior con su hermano. Otro hombre que no puede tocar. 

Pero la sola idea de que pasara tiempo junto a ella le revuelve el estómago, no estaba dispuesto a compartir, su pequeña era suya y de nadie más. Era demasiado posesivo con ella. Pero no lo podía evitar, era su instinto. Estaba decidido en hacer un plan para alejar al bastardo de su mate. Tal vez lo mandaría a matar o haría algo para que abandonase la manada. Tenía más ideas macabras en su cabeza, pero en el fondo no podía hacerlas, al ver en su mente los hermosos ojos de su alma gemela. 

Tú eres mía ─ sonreía satisfecho al saber que no podía resistirse, Hye se estremecía en sus brazos ─ Siempre lo serás, puedo sentirte omega. No puedes con mi cercanía. ─ una de sus manos baja a su trasero apretujándolo, eso hizo a la omega soltar un gemido, el aroma de Jungkook no ayudaba en nada su postura y lo hacía a propósito. Él quería hacer a su pequeña ceder. ─ No te resistas más mi pequeñita. ─ Dio besos en su cuello y clavícula. 

─ Alpha, por favor ─ todo el miedo y decepción estaba yéndose a causa de su aroma, la estaba excitando. ─ Estoy adolorida ─ Fue la escusa más rápida que llegó a su mente.

Aunque fuera verdad la omega no quería de todas maneras entregarse, era más fuerte su orgullo y si el celo estuviera en ambos poco le hubiera importado la herida. El celo sería algo que ambos se sintieran obligados hacer para sentirse bien. Pero el Alpha únicamente quería tener su atención, solo para él. 

En el pecho de él Alpha resuena un gruñido, su lobo salió enfurecido para hablarle. 

¡Basta jungkook! 

No me hables mierda, ¿cómo es que te detuviste?, Ella estaba con él.─ Tenía tanta rabia su demonio interior. ¿Cómo podía aceptar el que otro lobo estuviera cerca de ella?. Lo posesivo y celoso estaba en jungkook y no en el Alpha en ese momento.  

Tú no lo entiendes, lo reconocí. Es mi hijo Jungkook. ¡Nuestro!. 

¡¿Qué?! ─ eso lo desconcertó. 

Lo que escuchas, tan solo huele su esencia, está aquí. Nuestro cachorro es ese chico. 

Su olor es familiar, pero no sé de dónde. ¿Cómo diablos está aquí?, perdimos uno James.

Pero el regreso Jungkook, es nuestro cachorro, nuestro pequeño Alpha. Es nuestro hijo en la vida pasada, así como Hye también lo fue, en otro lugar, en otra época. 

Siento que me asfixio.─ Todo era una locura para él. 

Dale una oportunidad. Sé que es difícil de asimilar, pero lo es. Es nuestro cachorro, un Alpha. Por eso el que estuvo en el vientre de Hye murió, porque él estaba aquí, el destino ya lo tenía con nosotros. 

Entonces, ¿es mi hijo

Sí, Jungkook. Lo es. 

Su lobo se va… 

─ Lo siento mucho ─ tomó su cabello de la nuca enredándolo en su mano, mientras que con la otra rodeaba su cintura uniendo sus frentes.

La omega podía sentir como su respiración comenzaba hacerse tranquila, respiraba ese aroma a protección e hizo acomodar su cabeza en su pecho respondiendo a su abrazo. 

─ ¿Qué sucede contigo? ─ extrañamente su humor al sentir un poco de desprecio por él había desaparecido. Dejó pasar el inconveniente hace un momento solo para disfrutar de su cercanía y su aroma a seguridad. 

Se sentía en paz cuando él hacía brotar ese aroma. 

─ A veces no puedo controlarme, siempre eres tú la que me estabiliza ─ besó su cabeza ─ Félix… 

La omega se tensó al escuchar el nombre de su hijo. Empezó a temer por él. Se había olvidado por completo que el chico estaba con ella. El joven simplemente se quedó por instinto al cuidado de la omega. 

─ Por favor Jungkook no le hagas nada a mi hijo ─ él soltó más de su aroma para tranquilizar su pulso que se empezó a descontrolar. 

─ No Hye, Nuestro ─ la omega alzó su rostro viéndolo sorprendida 

─ ¿Cómo? ─ se apartó un poco de ella sin soltarla. 

─ Mi lobo me lo acaba de decir, esto es una locura para mí. — se dejó mostrar irritado — ¿Pero qué nos podemos esperar de este mundo sobrenatural?. ─ le sonreía a su pequeña tomada su rostro con sus manos ─ siempre hay sorpresas. ─ beso sus labios lentamente, pero se separaron al escuchar pasos que se detuvieron a lo lejos. ─ Félix sal de ahí y ven con nosotros. ─ habló fuerte haciendo que la omega volteara a donde jungkook observaba. 

Se giró aun así con los brazos fuertes de Jungkook rodeándola. No quería apartarla de él, la necesitaba para sentirla consigo. El chico salió con su mirada en el suelo en sumisión, no quería faltarle el respeto a su Alpha. 

─ Lo lamento no quería interrumpirlos ─ la omega sonreía viéndolo. Extrañamente, tenía rasgos de ambos mezclados en él. Y Jungkook también lo notaba. 

─ No bajes tu cabeza, hijo, ven conmigo ─ obedeció a su madre ─ Él, es tu papá. ─ el chico asintió, pues sabía que era él desde un principio, porque su lobo se lo había confesado cuando salió de la habitación enfurecido. 

─ vivirás con nosotros ─ El Alpha tocó su hombro y los tres empezaron a ver como flashes y cortantes imágenes de su vida pasada a través de la conexión que acaban de unir al tocarse. Al tener este círculo en contacto pudieron notar las sensaciones dentro de su corazón. Se sentían bien los tres juntos, algo que habían sentido antes y que ahora se hacían sentirse completos ─ Estamos juntos de nuevo.

Era verdad, ellos habían tenido una vida pasada juntos. Cuando un hijo es nacido antes que sus padres se reclamen. Es por la causa de que sus padres no se conocen en la fecha que deberían, para poderlo concebir. En el caso de Hye y Jungkook, el bebé que murió tenía que morir, pues, Félix ya estaría en sus vidas. 

Las palabras del Alpha provocaron a la omega soltar una pequeña risa y abrazar el cuerpo del joven, cosa que ahora ya no le molestaba al Alpha, ahora podía oler su aroma y reconocer que era suyo. Un varón fuerte tanto como él. 

Un Alpha de su sangre.
Un pura sangre. 

─ Serás mi orgullo, te entrenaré para que seas un hombre fuerte y respetado ─ la omega negaba ante sus palabras. 

─ Él es muy joven para esas cosas. No quiero que se lastime. Suficiente ha tenido con lo de hace unos días. 

─ Cariño es un Alpha. Uno como su padre, es fuerte y lo entrenaré, quieras o no ─ beso su cien para volver a mirar el chico. ─ Te dejaré estar con tu madre solo por un rato ─ su lado posesivo había salido de nuevo ─ tengo trabajo que he dejado a un lado y tu madre necesita seguridad. ¿Estarás dispuesto a cuidar de ella en mi ausencia? 

─ Cuanta con ello Alpha ─ jungkook gruñó. 

─ Soy tu padre imbécil ─ el chico río y Jungkook desordeno su cabello haciendo a la omega sonreír de alegría haber tal hermosa escena como padre e hijo. ─ Te llevaré a tu cuarto. ─ se refería a ella. 

La tomó en brazos y camino con ella hasta llegar a su habitación. La dejó delicadamente sobre esta para después sentarse a su lado. 

─ Solo por hoy no te are nada preciosa ─ escondió su cara en su cuello ─ tengo tantas ganas de arrancarte esa ropa y hacerte mía ─ su voz ronca y varonil hacía estremecer a la omega. 

─ Pero no lo harás ─ decía tocado su pecho dando leves caricias ─ Tengo que recuperarme. 

─ Y hasta ese entonces, te haré gritar mi nombre, penetrándote tan duro que me pedirás más. ─ beso su cuello, en especial su marca. Hye tomó de su camisa haciéndola puño ─ Mm~ hueles tan bien. Tal vez no pueda follarte, pero si puedo tocar lo que es mío ─ metió su mano dentro de su pantalón de pijama, pero antes de llegar a su interior ella lo detuvo. 

─ Después puedes hacerlo, ahora tienes que irte y ayudar a tu beta ─ rodó los ojos pensando en Taehyung, quien también estaba herido por tratar de detener, lo que hacía. 

─ No sé si aun este consciente ─ Hye frunció su ceño ─ lo lancé hasta estrellarse encima de nuestra vitrina de licor. ─ ella soltó un jadeo asustada. ─ tranquila debe estar bien. 

─ Deberías apreciar lo que hace por ti, él ha sido un buen beta. Sé que ha estado contigo desde siempre. Te ha apoyado en todo, siendo hasta en las malas. ─ Él se acercó a su rostro mirando sus labios y sus ojos un par de veces, hasta que dejó un corto beso en su boca y barbilla. 

─ ¿Cómo sabes todo eso? ─ daba caricias delicadamente sobre su vientre aún vendado. 

─ Mi-Suk me lo dijo, sé algunas cosas de ti ─ él asintió comprendiendo. 

─ Crecimos juntos, son casi como mis hermanos ─ ella miraba los músculos de sus brazos que se apoyaban a cada lado de su cuerpo sin aplastarla. Unas venas negras se marcaban hasta llegar a su cuello y era extraño porque antes no lo había visto. ─ ¿Qué cosas sabes sobre mí? ─ junto sus frentes. 

─ Se algunas cosas que me incomodan, y sabiendo que estoy aquí estás permitiéndolo ─ él frunce su entrecejo sin entender a qué se refería. 

─ ¿De qué hablas pequeña?. ─ ella dio un leve empujón en su pecho para apartarlo. 

─ Hablo de la Alpha. Sé que te has acostado con ella antes y me molesta que siga en la misma casa donde estoy. ─ Contuvo su respiración ante sus palabras, nunca creyó que ella se enteraría. En algún momento claro que sí, pero no por otra persona, sino que fuera el mismo el que se lo dijera. ─ ¿O es acaso que la quieres cerca?…

Estaba en problemas ahora, ¿que podría decirle?


Su vestir no significa que sea la misma en la historia, solo que me gusta subir edits de lo hemoso que se ve 😍💋👌

Pero si es su apariencia en la historia LA MUJER DE COBRA que estará en mi perfil. Está en pausa, en proceso. Porque no llevo mucho. Pero les aseguro que les gustará. 💞🔥

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