◦❣◦𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼↠|05
05| Una Omega furiosa
La pequeña omega despierta por los rayos de luz que golpeaban su cara adormilada, soltó un quejido de molestia mientras se cubría con las sábanas.
Había estado ahí por una semana y conoció algunas personas del servicio muy amigables, lo cual es raro para un Rogue. Ellos eran muy agresivos, mucho más los machos. Nadie era amable con nadie, más que los cercanos al Alpha por obligación, más que nada los del servicio eran los que se portaban bien.
Los había tenido en otro concepto uno muy bajo y no se sabía por qué su actitud para consigo fuera tan gentil, o podría ser que ser la mate del Alpha tenga que ser atendida, y eso fue lo que descubrió.
Ayer por la noche la casa parecía estar desierta, ya había conocido la casa cuando el Alpha personalmente se la mostró. Había sido muy atenta con ella, demasiado diría, la protegía de cualquier cosa hasta de él mismo. Su celo lo llamaba, pero él se contenía para no ponerla incómoda aún, sentía su miedo y no quería tomarla así.
Lo que le preocupaba al Alpha era su próximo celo y eso era en tan solo cuatro días, su lobo la tomaría sin poder evitarlo y podría lastimarla. Al menos Jungkook tenía algo preparado, pero su lobo no lo sabía, no quería que se enterará y tomará el control para estropear su plan, así que se lo mantendría oculto hasta ese momento.
FLASHBACK
La omega salió de su habitación hasta llegar a la cocina y preparase un poco de comida para ella. Cuando la encontró comenzó a cocinar un poco de carne, nadie estaba en la mansión. Estaban en la manada viendo como el Alpha estaba matando algunos de los suyos por no atacar sus órdenes, y estaba castigando a otros. Era un juicio que tenía de días anteriores, pero al llegar su omega lo pospuso para hacer sentir a su hembra cómoda en casa.
Ella tranquila, disfrutaba de su comida muy feliz, estaba sola, muy a gusto sin tener ninguna mirada sobre ella. En ese momento el recuerdo de su hermano llegó, se preguntaba como estaba él. Lo extrañaba demasiado, nunca habían estado separados uno del otro. Comían juntos siempre a la hora de la comida, y reían pasándola bien con Jimin siendo bromista. A ambos los extrañaba.
Mientras tanto, en la manada de Jungkook, Taehyung sostenía en sus manos las cabezas que el Alpha había matado. Todos eran conscientes de que su líder era un sanguinario y no quería errores en su manada. Si había reglas tenían que ser cumplidas tanto como sus órdenes.
─ Hermano, creo que es mejor que vuelva a la mansión ─ le susurró Mi-Suk a su hermano el Beta.
─ Está bien, pero ¿Por qué no te quedarás?, tú y Jungkook disfrutan mucho esto ─ ella se encogió de hombros.
─ No lo sé, siento que algo va a ocurrirme. ─ él se acercó preocupado.
─ ¿Qué piensas que sea?. ─ uno de sus dones era que sus instintos no fallaban nunca.
─ No lo sé, mi loba está muy inquieta, pero no siento que sea algo malo ─ se acercó a su oído ─ Hye está sola dentro de la mansión, él no lo sabe ─ el Beta la miró asustado.
─ ¿Qué? Pero ¿Cómo?. Si él estipuló que quería que estuvieran las omegas del servicio con ella ─ miró a Jungkook que aún se encontraba en lo suyo. Y volteo a mirar a su hermana.
Tenían que hablar realmente bajo, para que su Alpha no escuchara nada.
─ Solamente eran dos Omegas y justo hoy tienen su celo, así que para no afectarte a ti o Jungkook se fueron con mi permiso para ir con sus parejas. Ya mandé a unas chicas que conozco en busca de Hye. ─ su hermano negó, sabía que no debía haberlo hecho.
─ Si Jungkook se entera, estará furioso. Sabes que además no aceptaría a cualquier omega en cuidado con su mate, se molestará que le hayas dado el permiso a esos omegas sin su consentimiento.─ su hermana hace un puchero.
─ Es por eso que iré antes que todo acabe, así no se dará cuenta y vigilaré a la omega personalmente. ─ pestañeo muchas veces a su hermano para parecer tierna. Y lo logró porque él sonrió.
─ Está bien y es mejor que te apresures. Esto terminará pronto ─ ella le sonrió a su hermano y beso su mejilla.
─ Nos vemos.
─ Nos vemos. ─ ambos se despidieron.
Ya en la mansión Hye disfrutaba aún de su deliciosa comida hasta que sintió un olor a café aproximarse a su lugar, se escondió debajo de la mesa tratando de controlar los latidos de su corazón para no ser encontrada.
─ Hye, ¿Dónde estás? ─ escucho la voz de la Beta y suspiró con alivio. Salió de ahí y se encontró con el ceño fruncido de Mi-Suk.─ ¿Qué hacías ahí escondida?.
─ Me asusté, lo siento. No hay nadie en esta casa. ¿Por qué nadie está? ─ la omega se sentó en una de las sillas del comedor y la beta copió su acción.
─ Están en la manada, Jungkook no quiso despertarte, me alegra que hayas cenado, aunque esto será un castigo para mí ─ la omega, bebió de su café y después habló.
─ ¿Por qué sería un castigo? ─ La Beta miraba sus uñas sobre la mesa con cierta tristeza.
─ No debes hacerte tú misma la comida. Jungkook se molestará si se entera de que lo hiciste, no contigo puedes estar tranquila, será a mi a quien reprenda. ─ la beta bajo su cabeza en la mesa y se escondió en sus brazos. ─ Dejé que se fueran las omegas encargadas para ti, era su celo y acepte que se fueran. Pedí que vinieran otras omegas, pero al parecer no han llegado.
─ No diré nada Beta. Será un secreto ─ le sonreía tomando su brazo. Ella salió de su escondite y le sonrió a la omega. A pesar de tener poco de conocerse, se habían caído y bien, ya que convivían más.
─ ¿Me escondes secretos omega? ─ las dos chicas se sobresaltaron a la voz estruendosa de Jungkook en el comedor. Voltearon a verlo, mientras él tenía su mirada puesta sobre ambas chicas con seriedad. ─ Y de ser así me molestaré mucho ─ sus manos estaban hechos puño.
─ Alpha ─ la voz dulce de su omega lo llamó mientras que soltaba sus feromonas para tranquilizarlo y así lo hizo un poco.
─ Jungkook, la culpa es mía ─ la Beta habló saliendo de la mesa parándose frente a Hye y sus ojos se fijaron en ella. Inmediatamente, Jungkook se dio cuenta de lo que pasaba, había olido el olor de su omega a productos de cocina.
─ ¿Quién cocinó? ─ habló duro, él sabía todo, solamente quería que lo confirmaran.
─ Yo Alpha ─ la omega bajo su cabeza en sumisión, soltando más feromonas para él y sentía que esta vez no habían hecho muy bien su efecto.
─ No debiste hacerlo, la mujer del Alpha solo debe ser atendida y cuidada como la Luna de esta casa. No eres del servicio. ¡Se supone que para eso les estoy pagando! ─ gritó molesto y Taehyung entro al comedor preocupado. En todo caso, que algo le pasara a su hermana no podría meterse, sería una falta de respeto para su Alpha.
─ Jungkook aceptaré mi castigo ─ decía la beta, pero la omega se puso frente a ella en forma de escudo rápidamente.
Sus manos sudaban, y sus piernas amenazaban con temblar. Su Alpha tenía los ojos rojos haciendola estremecer. Ambos estaban furiosos.
─ No, no quiero que lo hagas ─ decía Hye hacía Mi-Suk ─ Alpha ─ habló mirando a Jungkook con súplica mientras pasaba barios mechones tras sus orejas con delicadeza. ─ No volverá a pasar, en todo caso también fue mi culpa ─ El Alpha aún se sentía molesto.
─ No es solo eso Hye, di instrucciones de que tuvieras Omegas a tu cuidado y ¿Qué fue lo que pasó? ─ miró a la Beta ─ Les diste el día libre dejando a mi Omega desprotegida.
─ Asumo la responsabilidad como las consecuencias de mis actos Alpha ─ habló con respeto bajando su cabeza.
─ Te quiero en las mazmorras en este momento, creo que 20 latigazos serán suficientes ─ la omega, dejó salir un jadeo y tapó su boca de la impresión. Se sentía culpable y preocupada por la beta.
─ Si Alpha ─ camino fuera del comedor mientras fue perseguida por su hermano Taehyung.
─ Ve a tu habitación ─ ella caminó pasando de largo sin mirarlo ─ Todos deben de recibir su castigo preciosa, si no, para qué serviría yo en esta manada. ─ la Omega continuaba ignorándolo mientras que él la seguía de cerca hasta que ambos entraron a la habitación de Hye.
─ ¿Serviría usted siempre para castigar? ─ se atrevió a contestarle sin mirarlo. Pero al Alpha no le molesto en lo absoluto.
─ ¿Para qué doy órdenes si no las cumplen? A eso me refiero ─ la omega se sentó en la cama.
─ Buenas noches, Alpha ─ dijo metiéndose entre las sábanas y acomodándose para dormir.
El alpha camino hacía ella observando que había cerrado sus ojos, acercó su rostro al suyo y dejó un suave y lento beso en su frente como otro en su cabeza.
─ Buenas noches, pequeña ─ se quedó un momento observándola y escuchando a su desenfrenado corazón. Lo hacía sentir orgulloso, pues sabía que la omega se sentía nerviosa.
Se giró y camino a la salida, dejando a su hembra que descansara.
FIN DEL FLASHBACK.
Hye se levantó y se metió a la ducha lo más rápido posible, quería saber como estaba la Beta y pedirle disculpas. Así que Pensaba ir a visitarla a su habitación.
Estaba demostrado que ese Alpha Rogue era un lobo sin sentimientos hacia los suyos, temía de vez en cuando por las personas que cometían algún error en su presencia. Era normal que él solo se portará amable con ella, pero no estaba tan confiada como a que podría cambiar en el futuro. Los recuerdos de su madre golpeaban su mente, ¿Y si tenía razón? Tal vez él nunca cambie.
Salió de la ducha y se cambió por un vestido cálido color negro y una sudadera blanca, se puso un gorro y salió de la habitación. Estos días comenzó a refrescar y caía un poco de nieve a fuera, el invierno había llegado, pero no era nada para los lobos por su calor corporal. Para ellos era una simple helada.
─ Hola, Beta ¿Puedo pasar? ─ preguntó mientras tocó con sus nudillos tras la puerta.
─ Claro Hye puedes pasar ─ abrió la puerta y pudo observar a la beta acostada en su cama de un costado ─ ¿Te levantaste temprano hoy? ─ le sonreía para disimular su dolor.
─ No finjas Suk, puedo escuchar tu corazón a la perfección, ¿Te duele aún? ─ se acercó a ella para sentarse en un lado de la cama.
─ Es menos, estoy sanando rápido, supongo que tengo buena sangre ─ sonrió con una mueca en el proceso.
─ Lamento todo esto, no pude hacer nada para que esto no fuera a ocurrir ─ la Beta negaba. La omega era muy linda con ella y agradecía tener una amiga así.
─ No es tu culpa Hye, ¿Sabes algo? ─ la omega negó sonriendo ─ Tengo hambre y no quiero salir de la cama ─ la omega se levantó de inmediato.
─ Claro, te traeré algo rápido ─ se encaminó a la puerta con velocidad, pero la voz de la Beta la detuvo.
─ No lo hagas tu Hye por favor ─ suplico ─ Si Jungkook se entera esta vez te castigará a ti ─ la omega frunció el ceño molesta.
─ Me encargaré de eso, no te preocupes ─ salió de la habitación y se encaminó a la cocina.
En cuanto llegó, tomo frutas, e hizo algunas cosas para la beta, unos waffles con una taza de café para ella.
─ ¿Luna, pero qué hace? ─ una de las del servicio miró horrorizada a la omega ─ El Alpha no puede verla, así se molestará.
─ Soy la Luna de esta manada y aceptarás mis órdenes ─ decía molesta, dejando a la vista sus ojos dorados, los de la voz de su loba. Ella no era ninguna inútil y podría cocinar si quería.
─ Sí, mi Luna ─ la beta hizo una reverencia a la omega sin mirarla a la cara. Hye estaba molesta, Mi-Suk estaba en esa cama por su culpa y tenía hambre, lo menos que podía hacer era poder alimentarla y nadie la iba a detener. Tanto ella como su loba Jane estaban molestas.
─ Quiero que en cuanto yo acabe limpies todo ─ asintió bajando la cabeza ante la voz molesta de la omega ─ Bien, creo que he terminado. Limpia por favor y lamento ser dura contigo, mi ira no caerá sobre ti ─ salió de la cocina con la bandeja en sus manos y subió las escaleras.
En cuanto subió por completo, Jungkook apareció en su campo de visión, se mostraba serio, obstruyendo su camino con su cuerpo corpulento cruzado de brazos dejando mostrar su musculatura.
─ ¿Se puede saber qué estás haciendo Hye? ─ los ojos de su Alpha estaban en su totalidad rojos. Su lobo le había hablado molesto.
─ No pienso darle explicaciones Alpha, le pido que se aparte por favor, que tengo que llevar el desayuno a mi amiga. Ya que alguien decidió lastimarla por mi causa ─ pasó de largo ignorándolo por completo. Ambas habían respondido con altaneria hacia él.
Jungkook y James, su lobo, se encontraban sorprendidos, era la primera vez que su omega había alzado su voz molesta con ellos. Era algo que no podían explicar.
Bajo su ego y lo excito, lo hizo molestar un poco, sí. Pero al ver lo tierna y sexy que se vio, su molestia se esfumó. Su cuerpo pequeño y delgado enfrentó sin problemas al gran semental de tosterona e intimidante frente a ella, como si fuera cualquier lobo.
Salió de su trance y siguió a la omega, su aroma delicioso tenía ese sabor a molestia también. Su pequeña estaba furiosa y eso hizo al Alpha soltar una pequeña risa en el proceso.
─ Mi hembra adorable ─ suspiró.
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