07| Un mate vampiro.

La omega caminaba de un lado a otro pensando una vez más como escapar del encierro, su hermano y su Alpha tenían la misma costumbre de mantenerla encerrada. 

Ella era muy lista, tenía que arreglárselas una vez más para salir.

─ ¡Ayuda! ─ gritó como si le doliera algo ─ No lo soporto más me duele.

─ ¿Luna se encuentra bien? ─ uno de sus guardias entró preocupado sin mirarla.

Dixon había estipulado a que nadie pudiera verla o sería severamente castigado hasta morir. 

─ Necesito que me revisen, me duele mucho mi estómago ─ se quejó fingiendo mientras tomaba con sus manos la zona. 

─ Tranquila luna llamaré un docto… 

─ ¡No! ─ dijo de inmediato ─ necesito salir de la habitación, siento un poco mareada. Quiero aire fresco, por favor ─ fingió flaquear sus piernas.

Uno de los guardias se apresuró y tocó a la omega para sostenerla. En ese momento se lamentó en hacerlo, ya que sabía bien que tendría problemas con su Alpha. Ciertamente, cortaría su cabeza por tal atrevimiento. La mujer de un alpha nunca debe ser tocada.

Siendo muy territoriales, posesivos y sobre protectores. 

─ Pero Luna. El Alpha ordenó que no saliera de la habitación, además hay todo un caos afuera ─ la omega fingió más dolor que pronto hizo preocupar a los lobos frente a ella. 

─ Si mi Alpha se entera de que no fui atendida como se debía, los castigará ─ aunque estuviera molesta con él, tenía que usarlo a su favor. ─ ¿o acaso quieren lastimarme? ─ la omega fingió con querer llorar. 

─ No, mi Luna, lo lamentamos. Acompáñeme la llevaré a una habitación con balcón, está tras de la casa, ahí no hay nadie y estará fuera de peligro. 

─ Vamos entonces. ─ salieron fuera de la habitación y siguieron por el pasillo hasta que la beta apareció frente a ellos. 

─ ¿Jane? ─ miró como se tocaba con molestia ─ ¿qué te pasó?.

─ le duele su estómago, la llevaremos en unas de las habitaciones traseras, en un momento llamaré al doctor ─ la omega, hacía señas a la beta con su rostro muy discreta para no ser descubierta y Cindy entendió. 

─ Tranquilos me quedaré con ella a su cuidado, solo vigilen la entrada, estaré con ella en la habitación atendiéndola ─ los lobos asintieron e hicieron lo que la beta les ordenó. 

─ ¿Cielos, pero qué rayos sucede? ─ soltó ya estando dentro de la habitación, cerrando la puerta ─ ¿Por qué estás fungiendo dolor? ─ la omega miraba todo su alrededor, viendo y buscando en el closet, cajones, bajo la cama, todo ─ ¿Qué haces? Al menos necesito una respuesta. 

─ Busco cosas para poder bajar al piso de abajo, mi hermano Damon está atacando esta manada, quiere sacarme de aquí y Dixon lo va a asesinar ─ Estaba muy preocupada por él. 

Quería verlo de nuevo para que se diera cuenta de que ella estaba bien. Tener a su hermano vivo la hacía sentir viva. Pero si llegara a sucederle algo por causa de su mate la ponían muy triste. Sería capaz de quitarse la vida antes de convivir con el hombre quien lo mató. 

La omega se sentó en la cama soltando un sollozo que hizo que la beta sintiera lástima por ella.

─ Tranquila te ayudaré, Mi loba está muy inquieta, desde hace días, pero hoy es diferente, es más fuerte ─ la omega miraba con atención la angustia de Cindy.

─ ¿Y si lastima a mi hermano? ─ la omega se levantó de la cama y camino al balcón ─ Necesito bajar, la caída no será peligrosa, hay pasto ─ decía mirando y la beta camino con rapidez hacia dónde está. 

─ ¡¿Estás loca?!. Si te lastimas, si tan solo tienes un maldito rasguño, ¡Dixon enfurecerá! ─ se miraba preocupada ─ Castigaría a la manada completa si te sucede algo. 

─ Es mi hermano Beta, lo amo, siempre cuido de mi, fue una figura paterna, además de ser mi hermano ─ la omega no podía evitar derramar lágrimas cosa que había dado lástima en esa condición. 

Su rostro estaba sonrojado y aún más su nariz. Sus ojos estaban brillosos por aquellas lágrimas amargas y ese puchero tierno en sus labios le dañó el corazón. 

─ Bien, te ayudaré ─ la beta saltó del balcón hasta terminar en el suelo sin esperar respuesta. Sintió un inmenso dolor en su tobillo pero en tan solo segundos volvió a sanar ─ salta te atrapare confía en mí.

La omega no lo pensó dos veces y salto a los brazos de la beta. Cayeron al suelo y al impacto soltaron quejidos de dolor.

─ Me duele el trasero ─ la beta sobaba la zona con una mueca. 

─ eres un costal de huesos, tu rodilla se enterró en mi costilla ─ Jane se quejó. La beta dio su mano a la omega para levantarla y así lo hizo.

─ Sígueme es por aquí ─ la tomó de la mano y jalo de ella llevándola a la zona de ataque entre la manada Luna azul y la de los Rogue.

─ ¡Esto es horrible! ─ lo que miraba era un completo desastre, cuerpos de lobos muertos y heridos de ambos bandos.

Busco con la mirada a Damon y Dixon hasta que dio con ellos en su forma lobuna peleando entre sí, su hermano estaba más lastimado, Dixon lo superaba demasiado en altura, era un gigantesco lobo aterrador.

Empezó asustarse al ver esos ojos rojos que solo querían herir y derrotar. Podía oler el olor de su hermano a sangre, quería vomitar ahí mismo. La beta se paralizó a su lado observando a ese par hasta que los dos voltearon hacia ellas.

La omega sabía que su Alpha estaría molesto, sabía que de esta no saldría y que probablemente no sería amable con ella.

─ Dixon… ─ susurro y calló de rodillas al sentirse mal por todo la situación a su alrededor. 

─ Él es… ─ fue lo que dijo la beta apenas audible, pero lo suficiente para que la omega escuchara y entendiera a lo que se refería. 

Ambos lobos corrieron a su dirección y tomaron en brazos a ellas cuando volvieron a su forma humana. 

─ Mía ─ la voz del lobo de Damon se había manifestado reclamando a su pareja. Cindy 

─ Tuya ─ correspondió. Damon se llenó de felicidad abalanzándose a ella para terminar besándose. 

Dixon con Jane en brazos veían tal escena frente a él junto con la omega, quien mostraba una sonrisa viéndolos. Su hermano había encontrado a su pareja. Cindy era su cuñada y estaba feliz por ello, su hermano no estaría solo nunca más. La beta sería la próxima Luna en la manada luna azul. 

Dixon beso la sien de su omega manteniendo sus labios en ese lugar como también aprovechando calmarse con su aroma, aún estaba furioso por todo lo que había hecho Damon en su manada, nunca nadie se había atrevido a tanto y la presencia de su omega fue lo que más le molestó. La sostenía sin problemas cargada a estilo princesa. 

─ ¿Por qué saliste? ─ decía molesto. Aun sus labios en su sien dando besos ─ Estoy molesto pequeña, me desobedeciste ─ la omega se tensó en sus brazos. 

─ Lo lamento Alpha, pero estaba preocupada ─ el Alfa soltó un suspiro. 

─ hablaremos después ─ la omega asintió recibiendo un último beso sobre su sien y otro sobre su cabeza. ─ Mataré al quién puso una mano sobre ti, sé que fue un lobo ─ sentía el olor de su Alpha molesto. 

El lobo de Dixon olía a la perfección el aroma leve de un lobo macho. Estaba furioso, se iba a encargar de castigarlo severamente por su atrevimiento. 

─ No le hagas nada, me protegía ─ el ceño del Alpha se frunció ─ Yo… Yo… ─ suspiro rendido ─ Les mentí por mi salud, fingí estar mal para poder escapar de ahí y venir hacia ustedes. Iba a caerme cuando me sostuvo. Soy muy torpe a veces. 

─ De igual forma pagará ─ apretó con cuidado el pequeño cuerpo de la omega a él. 

─ ¿Puedes bajarme? ─ pidió mirándolo al rostro. 

Estaba serio mirándola, pero la bajó al suelo sosteniéndola de la cintura pegada a su cuerpo, sentía que en cualquier momento su omega sería arrebatada por su hermano. La espalda de la omega estaba pegada al pecho del Alpha, sintiendo ambos su calidez. 

─ ¿Qué piensas hacer? ─ bajo a su oído susurrando al intentar alejarse. 

─ Solo quiero hablar con mi hermano ─ Dixon no quería soltarla de ninguna manera y ella lo sentía ─ está bien ─ se dio la vuelta encontrándose con su pecho. 

Puso sus manos en él y al igual que su cabeza la recostó en su pecho. El Alpha la abrazo oliendo su delicioso aroma a rosas. 

─ Ejem… Siento interrumpir ─ Dixon gruñó al Alpha Damon. 

─ Ya lo hiciste ─ la omega, volteó a ver a su hermano con una sonrisa, realmente lo extrañó. 

─ ¿Estás bien? ─ preguntó preocupada la omega. Se acercó a él y se abrazaron recibiendo por parte de Dixon y Cindy gruñidos de molestia ─ Lo siento ─ los hermanos rieron. 

─ ¿Este imbécil, ¿te trata bien? ─ Dixon gruñe más fuerte y aparta a Damon empujándolo de la omega con un puño en su pecho. 

La omega sentía la molestia de su hermano, pero lo dejaba pasar al tener a su mate a su lado. 

─ Estoy bien, no me ha lastimado ─ los brazos de Dixon rodean a la omega para pegarla a su cuerpo con posesividad nuevamente ─ Todo está bien, hermano. 

─ Que quede claro que no te la llevarás, ¿ahora lo entiendes? ─ se refería lo último a Cindy quien estaba a su lado y la sostenía por la cintura.─ no puedo ni voy a separarme de ella, es mía. 

─ Aún no puedo confiar en ti, ustedes mataron a nuestros padres ─ Dixon negó con su cabeza. 

─ Sí, estuve presente, pero no tuve nada que ver, mi abuelo asesinó a sus padres, ¿qué edad tenías cuando eso ocurrió?, nunca te olí en ese entonces. ─ preguntó a su omega en su oído para luego depositar un beso corto ahí. 

─ Tan solo era una niña, aún no tenía mi transformación, no tenía a mi loba conmigo ─ Dixon asintió. 

─ Eso explica todo ─ Dixon miró a Damon ─ Seré honesto contigo. Te odio ─ El Alpha Damon sonrió ─ No me caerás bien jamás, si NO te he asesinado es por ella ─ abrazo con más fuerza sin lastimar a Jane para pegarla a él ─ Así que no volveré atacar, tu manda sabiendo aún más que la hermana de mi beta será tu Luna. Mi pequeña se quedará conmigo, te guste o no. Les guste o no. 

─ Eso lo decide ella, solo ella me podrá decir si se quiere quedar o la llevo conmigo, aunque no te guste ─ Damon gruñó, pero al momento de sentir a su mate abrazarlo se tranquilizó. 

─ Dile preciosa ─ Dixon Soltaba más de su aroma para ella, uno que le daba ese sentir de protección y seguridad para ella. 

─ Quiero estar aquí, él nunca me ha puesto una mano encima ─ intento zafarse de Dixon disimuladamente, pero fallo ─ Estaré bien me he alimentado bien Damon. 

─ Jane si tú estás bien yo lo estaré ─ de su saco rasgado, le entrega un pequeño collar de su madre. ─ Quiero que me escribas siempre una carta cada semana, y si es posible que sea cada cuatro días.

Su hermana lo toma admirandolo y recordando el último día que lo vio colgado en el cuello de su madre. Un hermoso collar con una gota de diamante rojo.

Un precioso rubí. Los favoritos de su madre.

─ Yo puedo comprarle uno, no es necesario ─ habló el Alpha rogue con severa molestia. 

─ Estoy hablando con mi hermana ─ dijo entre dientes molestos ahora Damon. 

─ Está bien ─ lo tomo en sus manos Jane llevándolo a su pecho. ─ Gracias hermano

─ Tal vez se haya roto en la pelea ─ la omega revisó y afortunadamente estaba intacto ─ sospechaba que dijeras esto, sé que quieres estar con el porqué es tu mate, ahora me doy cuenta ─ abraza a Cindy.

─ Gracias por entender ─ miro a la beta ─ entonces te irás ─ confirmaba la beta con la cabeza. 

─ Claro que se irá es mía ─ la beta soltó una risita. 

─ Nos enviaremos cartas, hablaremos cuando podamos, puedo venir a verte si el Alpha Dixon lo permite ─ volteó a verlo la pequeña omega y él asintió ─ También puedes visitarme. 

─ No, ella no saldrá de la manada ─ el lobo de Dixon gruñó ─ Es peligroso para mi Omega. 

─ Debo admitirlo, aunque te aborrezco, tienes razón, Jane no puede estar sin protección, es una omega y necesita ser protegida ─ miro a la pequeña omega ─ Espero que la cuides aún más de lo que la he cuidado yo, es mi hermana, pero no se compara el gran amor que le tengo. 

─ Has sido como un padre para mí, me has cuidado mucho y de tantos clanes vampíricos. ─ el ceño fruncido del Alpha Rogue se hizo notar. 

─ ¿Clanes? ─ Ella se giró en sus brazos y alzó la mirada para verlo. 

─ Los vampiros, aparte de ustedes, han atacado nuestra manada ─ Dixon levantó su mano y acarició delicadamente su mejilla mirándola con seriedad, la observaba con tanta atención, con amor. Ella era su preciosa mate ─ Y soy… Bueno, no sé si deba. 

─ Dile pequeña, tienen que saberlo ─ sonreía Damon burlista con una perfecta sonrisa de lado ─ después de todo tiene que enterarse. 

─ Dímelo preciosa ─ tomó su rostro con sus dos manos y los dos se miraron a los ojos. 

La omega dudaba en decir o no, podía sentir su molestia a través de su aroma y su voz, pero no lo demostraba en su rostro, se mantenía aún con seriedad. 

─ No sé si deba, te molestarás mucho, sé que será así ─ La omega soltaba su aroma viendo aún los ojos de su Alpha. 

─ Dímelo ahora ─ Le dijo con tranquilidad ante su voz de mando y automáticamente la Omega respondió. 

─ Soy la Tua Cantante de un vampiro. Antes de que llegarás a la manada estuvieron ahí, Damon ocultó nuestra ubicación a ellos, pero nos encontraron. Mi hermano me protegió hasta que se pudieron ir, pero sabía que yo seguía ahí y volverían. Con la ayuda de una bruja la volvió hacer oculta para ellos. ─ la mandíbula de Dixon estaba muy apretada de la furia que contenía. 

─ Estará muerto ─ su lobo habló por los dos. No podía creer lo que había escuchado. Un vampiro emparejado con su mate. No, no podía ser posible, ella era suya. 

Ese maldito vampiro jamás le pondría una sola de sus asquerosas manos sobre su omega. Lo mataría tan lentamente hasta hacerlo sufrir, lo haría con todo el gusto del mundo. Lo buscaría hasta encontrar su clan y destruirlos, ese sería su nuevo objetivo por ahora. 

Ya no habría ataques a la manada Luna Azul, y aunque no lo decía en público, por dentro estaba agradecido con Damon de a verla oculto de ese apestoso ser. Ahora, más que nunca la tendría resguardada y cuidada a cada momento, estaría al pendiente de ella. Como también de cambiar su habitación, ahora mismo dormiría con él para estar tranquilo.

NOTA

Esta frase en italiano: Tua Cantante.

hace referencia a la sangre que posee alguna persona, es una sangre extremadamente tentadora para un vampiro, como el vino más suculento, el manjar más exquisito.