Capitulo 1

Oí como la punta de su boligrafo salió expulsado para comenzar a exponer su tinta en el papel de la libreta de mi terapeuta, ella escribió pocos detalles que le dí y guardamos silencio por solo unos breves segundos; jugué con mis dedos y apunté mi vista a la estantería de libros cuestionandome《¿En serio tanto fue mi dolor? Para empezar, ¿por qué no hablé desde un princio antes de que Hogarth tomara el puesto como un vigilante? ¿Qué debo hacer a parte de seguir adelante? ¿Fingir que nunca lo conocí?》

- Querida, hemos estado trabajando juntas por casi dos meses y medio. Te analicé desde que abriste mí puerta y me presenté contigo, y dejame decirte que he notado algo diferente a tú rostro -opté por concentrarme en escucharla a ella y no las voces de mí cabeza, tragué saliva y notaba su mirada como si fuese la tipica madre dulce que quiere seguir motivando a su pequeño por el hecho de que se considera un perdedor, justó como lo es la mía solo que ahora reflejada en la dra. Sharon- Te veo más fresca, veo que has seguido mís rutinas o más bien tus rutinas. Sigues estando pensativa, esta claro, pero no cabe duda de que al conocerte gracias a tus detalles sobre la experiencia que tuviste con tu trabajo toxico y los traumas que te sucedieron, no se compara con que lograste salir adelante. -¿Esta jugando? Me siento igual desde la ultima vez que yo, que mis amigos, que bueno, nosotros "sobrevivimos".

- Supongo que me está sugiriendo algo ¿Verdad? -comenté con una voz pacifica pero no muy alegre, ella sacudio su cabeza afirmandome.

- Como terminó tu hora en nuestra cita, quiero hacerte la siguiente en un mes. Es para que sigas con tus ejercicios de relajación y preocures hacer la siguiente tarea que te tengo para tí -se acomodó mucho mejor en su escritorio y firme prosiguió- Tienes que escribir todo lo que te sucedió realmente sobre los problemas que te llevaron hasta aquí y con aquel que le llamas "el cuervo" el origen basicamente. ¿Entendido? Así que cuando regreses verás que lograrás y conseguirás un excelente cambio a diferente del actual -extendió su mano como si se tratase de un pacto, no quicé causar más rodeos y la acepté.

- Comenzaré creo que hoy o mañana, no estoy segura -ella asentió con una sonrisa de orgullo, se levantó y me guío hasta la puerta de su oficina para que ambas nos despidieramos y yo saliera de su establecimiento.

El clima de mí ciudad era templado, medio nublado pero con un frio que te dan ganas de beber un café, por suerte cargué con lo neceserio y calcule bien por cargar con mí mochila -dentro estaba mi laptop y otras cosas que me ayudarán a redactar aquella tarea- y por supuesto efectivo. El único problema esque mí cafetería favorita esta a veinte minutos a pie del consultorio de mi doctora y con el trafico me iba a estresar más, el caminar no fue un problema aunque me ponia a pensar de más.
Observé mi reloj, eran las 5:12 de la tarde y el sol poco llegaba a notarse, llevo caminando por unos 10 minutos y a paso veloz talvez no tardaria los 20, prosegí esquivando peatones, deteniendome en los semaforos o altos y procuraba en que las pequeñas gotas de agua de la lluvia no me mojaran del todo; no había porque alamarse solo eran chispas de agua. A continuación había llegado a mí destino y quice sentirme más libre por observar a tanta gente dentro del sitio por lo que opté por trabajar en las mesitas a fuera del local con una sombrilla arriba de estas, fue un mesero y solo le pedí mi café favorito y dos donas de chocolate, cuando se fue me dispuse a sacar mis cosas -la laptop, dos boligrafos, unas notas de color rosa y mis audifonos inalabricos- y comenzar a trabajar, Saqué por igual mi celular para poner la musica y se reprodujo una de mis canciones al azar, este era el momento para que me llegará la concentración junto con la nostalgia ambas juntas. Hasta podría decirse que esas palabras podrian ser grandes compañeras para una alma que solo hacia su trabajo pero que al final se hartó y gracias al destino había terminado para mí y para muchos.
No podía oir el sonido de las teclas siendo tocadas por las yemas de mis dedos pero sí podía observar como la gente ahora optaba por estar disfrutando su clima templado a fuera de la cafetería como yo, tan hipster's como yo por dios ¿qué me pasa? Mi yo del pasado del seguro se golpearía por haberme convertido así pero le contenstaría: "lo siento, pero con el cielo así y este tipo de decoración me recuerda a mí ultimo viaje en esos malditos portales". De prontó ví como poco a poco el camarero se acercaba a mí con mí orden y me quite rapido los audifonos y me entregó mí pedido, le agradecí, volví a disponerme en comenzar a teclear mis memorias de mí pasado, de mis experiencias, de la gente que conocí, de la ciudad que exploré cuando estaba logrando su exito con el avance de la tecnología en aquellos tiempos. Escribí Mí llegada.

...

Marzo 00/00/0000, 2:17 p.m Centro de investigaciones "Fleeting-clock"

- ¿Qué te pasa n°21? ¿Acaso no puedes contra tu servidor bombon? -Sven sonrió picaro al ver como se divertia en arrebatarle la victoria con el juego de hockey de mesa- ¿Lista para la siguiente ronda? -Se pusó en su posición pero fue detenido quejandose entre dientes una alarma que ambos portaban en sus brazaletes.

- Parece que después, te tomas en serio estos juegos -Amber sonrió divertida mientras dejaba la paleta de hockey en la mesa y se movió para la salida- Venga hombre, talvez del viaje te derrote.

- Di lo que quieras nerd, pero sabrás que llegaré mal humorado de mí misión -comenzarón a caminar juntos del largo pasillo hasta su destino- No puedo creer que te dieron una más interesante que la mía.

- ¿Tan malo es? -lo observó de reojo y este solo gruñía.

- No es malo, solo que dejé de lado mí obseción con los vikingos. Suena más interesante el viejo Londres victoriano -Amber se encogío de hombros y Sven rascó su cabeza- Verás, extrañaré el viejo oeste. ¿Te conte que conoci una bella chica?

- Ah sí, la que tuviste sexo con ella y rompiste una de las reglas -lo miró divertida y este solo la observó acusandola- También lo hago, romper las reglas. Obvio sería asqueroso cogerme con alguien que ahora es un esqueleto ¿No lo pensaste así?

- No. Pero gracias por la imagen de Lady Catheryn esqueletica. Me siento un necrofilico -ambos se burlaron por tal ocurrencia que ni se dieron cuenta que llegaron a las camaras de su trabajo- Bien, creo que aquí cada quien su camino. Te veré despues 21 -se despidieron con el puño y tomaron las escaleras opuestas y puertas por su puesto.

Cuando Amber abrió su puerta le recibió de sorpresa su mejor amigo Hogarth, un joven apuesto con gafas y un curioso cabello de naranja. Ambos se recibieron con un abrazo y un silencio se presentó hasta que uno de los dos hablo.

- Te estaré viendo todo el tiempo, recuerdalo. Y me encargaré de tu mamá por si pasa una emergencia ¿entiendes? -la separó de el tomando con sus manos los brazos de ella.

- No sabes como te lo agradezco, creo que Raul es un suertudo contigo -sonrió sonrojado al recordarle su novio- Espero no tardar más de lo debido, no como aquella vez que...

- No necesitas decirlo, siento mucho que no tomaras el puesto de vigilante pero hiciste un buen trabajo en Boston. Sin contar el que tuviste que soportar a esos fosiles del siglo XVIII

- Sabes que nosotros hicimos un buen trabajo, somos un equipo Hogarth. Siempre -volvío a abrazarlo porque la voz que sobresalia de una pantalla ordenaba que se parara ya en el portal- Volveré pronto -ambos sonrieron juguetones y se separaron. Amber ya estaba lista para viajar.

- Suerte en tu busqueda, prontó se acabará...

Lo ultimo que escucho sobresalir de la boca de Hogarth fueron aquellas palabras, la luz emergio del suelo y comenzó a brillar como el tono del cielo azul sin nubes, la chica solo cerró sus ojos y de un momento a otro ya no se encontraba en casa. La velocidad en la que viajo años luz al pasado la había acostumbrado como hace nueve misiones atrás y esta ya contaba la decima y con las esperanzas de que fuera la ultima para su extraño trabajo.

Punto de vista en Amber

Como un abrir y cerrar de ojos, sentía en mi piel un clima distinto, los olores he incluso el ambiente, escuchaba el sonido de carruajes, caballos galopando, vendedores ambulantes y cosas así. Es común que me apareciera en un punto especifico y este extrañamente fue detrás de una iglesia que era rodeada por una pared de piedra pero con un bello jardín, supongo que era una iglesia de ricos o algo así; revisé el pasto y solo se formó un circulo que hacia notar que parte de esa zona ahora era más oscuro que el resto.

- Espero y no se molesten -bromeo y comienzo a buscar en mí maleta especial un pequeño cuadro que al momento de querer encenderlo se convertiría en un pedestal (por así decirlo) por si tendría que irme, ojala y pronto- De acuerdo Amber, según los archivos estamos en el viejo londres de 1868, tengo distintos modelos de camuflaje, debo adaptarme aunque eso requiera que no me duche por un largo tiempo y por su puesto hacer a lo que venimos aquí porque la anciana lo ordenó una vez más, primer paso: buscar un refugio o aliados -hoja tras hojas fui memorizando lo que tenia que tener en la cabeza, ví una de las fotografias de distintos modelos de vestimenta: Clase alta, media y baja. Pensé en probar primero -la de los riquillos- pero al usar el disfraz fue muy incomodo el como tenia que usar ese vestido, era lindo pero muy incomodo- Uhg no inventes, ¿cómo le hacian para ir al baño? -empecé a andar y buscar la salida del patio de esa iglesia, fue sencillo hasta que me di cuenta como 8 minutos después porque no había captado que habia un camino de piedras que le daban un toque bonito al sitio. Seguí ese camino y pude observar como a primera vista que de seguro estaba en una zona de ricos. Las mujeres vestidas a como iba disfrazada, los hombres con sombrero y traje o hasta incluso usando cosas como bastones o paraguas -obvio las damas-. Al fin pude conseguír salir del sitio y caminé a mi izquierda por la acera evitando a los peatones fosiles, observé como uno de mayor de edad junto lo que parecia ser su esposa venian a mi dirección opuesta y actue como de los suyos pero al final opté por solo ignorarlos al rodearlos.

- Disculpe señorita, se le cayo estas ¿uh? ¿Artesanias? -volteó detrás mía y no me di cuenta que se me habían caido mís audifonos, me puse roja y rapidamente le agradecí al noble caballero dejando confundidos a él y su pareja mientras que en mí cabeza me imaginaba golpearme a mí misma, no llevo ni más de veinte minutos y ya la había cagado.

Pasando por el inesperado error mio, seguía caminando por las calles por un rato tratando de analizar y mantener información a traves de que Hogarth y el resto de vigilantes que me estaban observando a traves de mí, al momento en que consiga un refugio me servirá para almacenarla en mis pantallas que me ofrecieron para trabajar. Miré de reojo a una tienda de ropa de la epoca, eran más de esos vestidos exagerados para damiselas, al menos me gusto uno de esos con un color como de rubí, miré por menos de un minuto cuando veo el reflejo de la ventana y me doy cuenta de un montón de uniformados rojos escoltando a un carruaje a un sujeto, observé la escena y me dije a mí misma ¿será de la realeza o algo así? Porque para verle con un bigote muy hipster y usar una cruz roja lo parece, oh maldición.
Me atonté al verle que incluso sus gorilas (guardespaldas) me miraron feo, no trate de que me intimidaran pero parecia hacerlos sospechar asi que fui andando una vez más.

- Espero que lo hayan visto, ¿será alguien de la historia? Porque me suena su forma de vestir -no llevaba ni la mitad de la cuadra y siento escucho un mensaje de Hogarth (por fin se pudo iniciar la comunicación) 《estate atenta y no hagas que sospechen, da la vuelta en el callejón a tu izquierda y pronto. Te estan siguiendo》 me lleva, trate de mirar de reojo y era cierto, dos tipos de uniforme rojo fingiendo no seguirme lo estaban asi que hice caso al mensaje y "fingí" el perderme como una dama tonta (lo soy pero no tanto). 《Camuflate, servirá para confundirlos si cambias el disfraz》trate de hallar un sitio poco visible y lo unico que pude ver eran unas escaleras que daban hacia abajo, mientras las iba bajando con prisa decidí por el de clase media y trate de acelerar para que no me alcanzaran, sentía nervios.
Continuando por unos minutos seguí explorando hasta que me harte pero después sentí que alguien tocó mí brazo.

- Señorita, necesitamos hacerle unas preguntas -miro tensa y ¿cómo rayos volvieron a dar conmigo si cambie la ropa?

-Disculpe, yo no entiendo lo que... -uno de ellos llevó su mano cerca de su abrigo. No dude y como pude saqué un gas pimienta de emergencia y como loca les rocie a ambos, pronto se oyeron sus quejidos y me burle al verles llorar por caerle de ese gas a sus ojos, tanto fue su escandalo que llamé la atención y era de esos mismos uniformados rojos- Carajo -corrieron hacia mí tres de ellos, un calvo enorme, una mujer y otro sujeto pero no tan grande y yo tuve que huir porque no pensé en nada. Eran rápidos pero yo también trataba de serlo, parecía un laverinto esos callejones que me tomó como casi tres largos he infinitos minutos toparme con una vía de escape y eran como una entrada a una alcantarilla o tunel -diablos pero ni modo- fuí por ahí y lo malo esque el camino me fue separado porque tenía que saltar para seguir y era muy larga la distancia, oía las voces de mis "enemigos" y no lo pensé dos veces y tuve que saltar al otro lado pero con un golpe feo en mis piernas; no quice mirar atrás y seguí corriendo hasta lo más profundo como pude con toda la adrenalina, mí respiración era agitada y por un momento mire atrás hasta que me golpeo con algo y me caigo al suelo humedo.
Hice que mis ojos dieran con el causante de mí bloqueo y inesperadamente era una persona, un hombre; pensaba que era un vago borracho o algo así hasta que noté que su piel morena y esa ropa rara no se veía como si fuera un pobre.

- ¿Se encuentra bien? -se agachó hacia a mí ofreciendome su mano, no parecia ser ingles sino como "¿indú?", me quede tiesa por segundos hasta que me pregunte que si debía confiar en el- ¿señorita? ¿entiende lo que digo? -dí algo estúpida, talvez sea de fiar más que los locos uniformados.

- Yo, eh... Ellos venian a por mí y creo que los despiste -dije rapidamente tratando de sonar lo menos preocupada y gentilmente el volvió a ofrecer su mano, yo acepté.

- Parece que los has perdido. Puedo guiarle hasta la salida si desea, o ¿dónde duermes en el tunel? Jamás te había visto por aquí, ¿eres nueva? Ya casi nadie se refugia aquí salvo a los borrachos que paran temporalmente -Lo miré y pensó que talvez seria de por aquí pero mi silencio le pudo dar una respuesta- Supongo que no, descuide puede confiar en mí. Me llamo Henry Green -se presentó conmigo con toda la nobleza mientras parecía observarme de pies a cabeza, creo que me decidí en hacerlo mi aliado, se veía distinto a todo que vi desde que llegue.

- Dime Amber....