Mentia. Era el peor mentiroso, amaba a Mikleo e inclusive si le rompía varias veces el corazón, él lo seguiría amando no por ser almas gemelas si no porque era Mikleo.

Mikleo es único. Él  es capaz de ayudar a otras personas sin recibir algo cambio al igual que él y se alegraba ser su alma gemela.

—Mientes. Mientes—Sollozo el omega para ponerse en puntas y poder besar al alfa.

Si Mikleo. Soy un terrible mentiroso, lo siento.

Tú  querías un alfa diferente que te respete y te ame tanto. Lo siento Mikleo pero no puedo seguir reteniendo. Ya no.

—Si—El alfa siguió besando para meter su lengua y ver como el omega suspiraba feliz para cerrar sus ojos.

El castaño no dudo levantarlo para seguir besando. Pasaron quizás tres o cuatros minutos pero no se detuvo en los besos.

—Vamos a lugar apartado—Susurro en el oído del omega y ver que este asentía rápidamente para agarrar la sábana que estaba en el suelo.

Sorey lo envolvió con la sábana para comenzar a caminar, se estaba volviendo loco. El aroma del omega, su miembro palpitando por ser  liberado y tocar, quería tocar el cuerpo de Mikleo.

El omega comenzó a caminar aunque sus piernas temblaba, su entrada estaba bien lubricada para que sea follada sin piedad, tenia a su alma gemela junto a él. ¡¿Por qué tenía que esperar?!.

Sorey no dudo detenerse para quitarse la camisa blanca y ponerlo al suelo.

—Recuestate—Ya no lo decía con un tono suave. Si no como una orden, su alfa interior tomó control—Mi omega.

El omega asintió complacido para recostarse en el suelo pero la camisa de su alfa lo cubría, no dudo gemir feliz al sentir el aroma del ojiverde. Sin querer abrio sus piernas mostrando su entrada, llevo sus dedos  para abrir y jugar. Adoraba como su alfa lo miraba con lujuria.

El castaño sonrió satisfecho ante la sumisión de su omega. Sorey siguió viendo el bonito espectáculo que le daba Mikleo, fue divertido pero como metía y jugaba diciéndole varias veces su nombre.

El alfa separó un poco más la piernas del albino para quitar sus dedos.

—Te amo.

Esas dos simples palabras hicieron que el omega sacara sus dedos para jalar su rostro y comenzar besarlo. Él no esperó más aceptó el beso gustoso para bajar la cremallera de su pantalon y tambien  su ropa interior, liberando su miembro duro con mucho cuidado comenzo a llevar a la entrada de su alma gemela.

—Rapido. Rápido, no te detengas por favor—El omega suspiro para seguie besando viendo como su alfa comenzaba que meterlo, cerró fuerte los ojos para sonreir.

Cuando ya estuvo dentro no dudo quedarse quieto y sentir como las paredes del interior de su omega lo apretaba de manera exquisita, sin esperar más comenzo a moverse lento viendo como el rostro del ojimorado.

—Más rapido, por favor—Gimio al sentirse muy lleno para arañar la espalda del ojiverde—Rompeme Sorey, por favor. Mi alfa.

El castaño solo gruñó de placer para sacarlo y meterlo con fuerza pudo ver como Mikleo sacó su lengua al sentir las fuerzas embestida no podía articular una palabra  correcta era "Ah" o "mmmh". El  alfa solo sonrió  al ver como el omega estaba hecho un desastre, su cuerpo sudando, su cabellos despeinado e intenta por todo los medios abrir más su pierna pero no podía. Mikleo era sumamente  único.

—Shh...—Llevo sus dedos en el labio del omega—...no querrás que alguien nos escuche pero es tan bueno. ¡Mikleo! Eres perfecto.

Sin piedad agarro con fuerzas sus caderas enbistiendolo con más fuerza que le saco un grito de placer. El aroma dulce de Mikleo se incrementó y pudo ver como mostraba su cuello.

—Alfa. Alfa— Repitio varias veces para envolverlo con sus piernas y mirarlo—Muerdeme...¡Ah!...por favor. Aquí, aquí.

Sorey solo se burló de él  lamiendo su cuello para luego besar su pecho dejándole varias marcas.

—¡N-No! S-Sorey—Comenzó sentir como marcaba su cuerpo y sin querer comenzó  a gritar de placer, no quería estar callado más bien no podía porque cada vez que queria, Sorey tocaba ese punto que lo volvía loco.

—No se—Susurro sin dejar de moverse para sentir la brisa fresca del bosque—, Mikleo fue cruel conmigo~.

El omega sigo soltando chillidos de placer para llevar su mano al rostro del alfa, aún con las lágrimas  que salia no dejo de moverse.

—¡Lo..¡Ah! Siento!.

—Pero te besaste con ese alfa y quien sabe quizás también lo hiciste con él—Fingio estar triste para ver como el omega estaba sollozando, dentro de poco se correría y él  también—, pero no te preocupes estamos iguales~

El omega abrió sus ojos para mirar al castaño.  Jalo fuertemente los cabellos del castaño para besarlo en forma brusca y luego cambiar de posición quedando encima de él.

—T-Tú—El omega comenzó a cabalgar encima del ojiverde mirándolo enojado—¡Mmmh!...h-hiciste con ella.

—¿Qué puedo decir?— El alfa se burló del omega al ver que comenzaba a incrementar los saltos sacándole un gemido.

—Mío, eres mío—Chillo para recostarse encima de él y sentir las manos grandes del alfa en su trasero para marcar un ritmo acelerado—, tonto. ¿Me amas?.

Solo pudo besar para callar al omega y sentir como se corría en su vientre, unas embestidas más se corrió dentro del omega escuchando un grito.

—Quieto—El alfa comenzo hacer el nudo y ver como el albino lloraba feliz al sentir muy lleno—, te amo pero aún sigo molesto—El alfa fue directo al omega para ver que ahora estaba en una sumisión mostrando su cuello.

Sorey cerró los ojos para abrirlo y ver como Mikleo estaba encima de él, llorando de placer y mostrando su cuello, no dudo sonrojarse lo que significaba su alfa interior tomó control.

Mikleo lo iba a matar.

Pudo sentir el nudo que estaba hecho y comenzo balbucear "Lo siento"  "perdón Mikleo".

El omega solo lo calló con besos para suspirar feliz.

—¿Me amas?.

—Mikleo yo, no puedo. No puedo hacer esto, lo siento.

El omega solo pudo seguir recostado en el pecho de sorey para mirarlo con tristeza.

—Y si yo te amo, me amarías.

—Tu amas a alguien más aunque te hizo daño lo sigues amando y yo...¡M-Mikleo!—Chillo de dolor al sentir la mordida del omega en su cuello.

—No me gusta. Lo odio.

—Eso no decías cuatro días atrás —Susurro para tocar la cintura del omega y sonrojarse—, como sea. Te llevaré a casa y terminaremos esto.

El omega suspiró feliz—Te refiere mi celo, no me importa quedarme aquí, con tal de que me llenes mucho y me hagas nudo. ¡Te amo Sorey!

El castaño se sonrojó para negar varias veces.

—Me refería a que te llevaré a casa con tu familia. ¡Si, eso!.

—El omega solo miró para bufar molesto—Bueno  si me marcas lo aceptare.

—Por favor Omega, no uses el cuerpo y voz de Mikleo a tu antojo. Se que estas en celo y solo quieres aparearte, pero digamos que debes esperar en el matrimonio.

—¿Nos casaremos?—El omega ignoro lo que dijo el alfa para sonreir féliz—Entonces me harás varias veces el amor una vez casado. ¡Te amo mucho Sorey!

Sorey no dudo morderse la lengua, quería decirle que lo amaba y si, quería estar con él por el resto de su vida tomarlo como su pareja no era mala idea.

Pero.

Lara. La dulce omega que le ayudó no podía simplemente hacerle lo mismo que a él. Jugar con sus sentimientos y luego pisotearlo.

No. Él  no era Mikleo, él  era alguien de palabras si eso significaba romper el corazón de su alma gemela.

Mikelo merecía a alguien mejor, que no esté obsesionado. No podía más, le había entregado todo a Mikleo, su corazón, sus sentimientos pero no pudo, no pudo contra el amor que le profesaba a Óscar.

Es por eso que debía verlo feliz, no con él ni con Óscar, si no con otro alfa que lo amara, que no se rindiera, que le protegiera.

—Yo te amo. Te amo muchísimo Mikleo—Agarro su rostro para besarlo y luego separarse de él—Pero yo ni soy el indicado. Hice todo lo que pude aún así no pude, lo que dices es por tu celo nada más pero estoy feliz, mi primera vez fue con la persona que amo aunque dudo mucho en tu caso. No te molestaré nunca más, ya no pasarás por esto, confía en mí. Haré cualquier cosa para que tengas tu supresor y sobretodo tu reputación de tu familia, esto sera un adiós.

El omega solo escuchó al alfa para mirarlo enojado.

—¡No! ¡Hablo enserio, me gusta! Me gusta mucho y no es por mi celo. Sorey es la persona más importante en mi vida—El omega gimió para llorar—Te dañe, lo siento  pero yo estoy seguro que te...¿Sorey?

—Sonrió muy triste para besar la frente del ojimorado—Diez minutos y seras libre.

Mikleo comenzó a sollozar para abrazar a Sorey. No podía, no podía tenerlo. ¡¿Por qué no pudo enamorarse de Sorey antes?!. ¡¿Por qué tuvo que enamorarse del estupido de Óscar?!

—Mío..—Susurro el omega para besar los labios del alfa y sentir como su corazón se rompía por segunda vez.