Comienzo 💍
El omega comenzó a pensar desesperado debía hacer algo antes que perdiera para siempre su alma gemela y si lo perdía entonces, entonces el nunca sabría amar a alguien jamás sabría lo que es el verdadero amor.
Despues de todo las almas gemelas tenía un amor que nadie podía sentir, no solo porque era verdadero si no porque estaban conectados podían sentir el uno a otro. Las almas gemelas eran perfectas.
Conectados. ¡Eso era! Le mostraría mendicante su lazo que lo amaba de verdad.
Mikleo solo sonrio al alfa para acariciar la mata castaña y ver como el alfa se sobresalta.
—Te amo.
Sorey se negó mirarlo para solo centrar que su nudo bajara y poder llevar a Mikleo a su casa.
—Sorey.
—¿Mmh?.
—Me gusta, Y-Yo—No dudo gemir al sentir lo grande que estaba el miembro de su alfa—, quiero estar contigo.
—Mikleo ya hablamos.
—¿Sientes el lazo amor?
Sorey no dudo sonrojarse ante la palabra amor y ver al albino que seguia recostado en su pecho dándole una sonrisa sincera.
Sintió su lazo y era felicidad no había tristeza o peor aún, engaños pero aun así...
—Mis sentimiento por ti no cambiará.
—Mikleo.
—Te amo.
El omega termino diciendo varias veces te amo para que Sorey se diera cuenta, pudo sentir como más manos del alfa estaba en su trasero como si tratara de moverlo.
—Yo también te amo, te amo mucho Mikleo—Mordio sus labios para sentir las manos del omega limpiando sus lágrimas—Mi omega, mi Mikleo siempre te ame.
—Lo se.
El omega sonrió con cariño para sentir el nudo que bajaba no dudo darle un beso al alfa . Sorey no dudo mirar al omega en celo, se acomodo mejor para comenzar a moverse.
—¿Puedo hacerlo?—El alfa miró los ojos amatista que tanto le gustaba, desde que conoció a Mikleo siempre pensó él—, no quiero hacer algo que no quieras.
El omega se rió para seguir abrazandolo y asentir varias veces tenía un alfa tan amable a diferente de los demás. Agradecía que fuera su alma gemela e inclusive si no lo fuera lo amaría.
—Siempre seré tuyo.
[...]
Rose comenzó a caminar desesperadamente la sala mirando a su familia. Le había dado coordenadas a Sorey donde se encontraría ella, nunca llego.
Había pasado cuatro días, cuatro dias que su tía Selene estaba llorando por su hijo y que decir la madre de Mikleo aunque sabia que los lazos más fuerte de este mundo era de las almas gemelas y de las madres. Sabia que no pasó nada a Sorey, Selene no se dereumbo pero maldición. Ese idiota no dio señal de humo.
Ya había arrestado a Óscar junto a sus cómplices, el papeleo lo haría el padre de Sergei así que no había problema, el único problema era lo dos desaparecidos e inclusive la novia de su primo estaba angustiada.
—"Te mataré Sorey si no apareces hoy".
[..]
Mikleo comenzó a despertarse después de una larga jornada, no sabía donde estaba pero lo único que recordaba fue Óscar tocándolo, rompiéndole diciéndole que Sorey se casaría, la llegada de Sorey y la pelea luego todo se volvió borroso. ¡Cierto! Su celo.
—D-Duele—Susurro al moverse y sentir un dolor en sus caderas, llevo sus manos a su boca y tembló de miedo.
Sentía sus piernas un líquido que no conocía y sus caderas le dolía. Cuando se dio media vuelta aún con miedo y ver con quien se había acostado aunque fue contra su voluntad, ya que el no quería.
—Sorey—Susurro con un sonrojo al ver al alfa semidesnudo y la mitad de su cuerpo tapada con una sabanas blancas y ver como su pecho tenía marcas y chupetones.
Mikleo comenzó a temblar no de miedo si no porque lo había hecho con Sorey aunque no lo recordaba y era normal su omega interior tomó control de su cuerpo porque estaba asustado y realmente estresado.
Solo los omegas con un alto de feromonas (más conocido como clase alta) podía tener ese omega que no se dejaba dominar por nadie, sabia que si Oscar llegara a tocarlo iba a morir porque su omega interior era como solo era un escudo por protegerlo si no es que odiaba al igual que él que alguien más lo tocará.
Pero si permitió eso a Sorey podría decir que lo había aceptado. Si era así entonces Sorey también lo amaba, amaba esa pequeña parte de él, su omega que era celosa, posesiva e inclusive sobreprotectora. Sin querer llevo la mano a su cuello para sentir un ardor terrible y luego sollozo.
No fue de tristeza si no de alegría, estaba marcado. Sorey lo marco eso significaba que lo amaba que a pesar de lo hizo lo seguia amando.
Sonrio como un niño feliz, nunca antes en su vida alguien lo amaría así. Sorey era único asi que sin querer siguió tocando su marca. Ahora nadie lo separará. Nunca.
—D-Debo cocinar algo—Susurro mirando la habitación, no la conocía pero debía preparar algo tenía muchísima hambre aparte que cuando Sorey despertara también iba a tener hambre. Debía mostrarle a Sorey su gran amor que sentía por él, la había fregado antes pero ahora debía repararlo.
Cuando saco la sábana blancas, no dudo darle un mareo haciéndole recostar en la cama, no dudo gemir y hacer un puchero. Debía darse un baño apestaba a sexo pero sus piernas le temblaba y el dolor no paraba.
Tonto Sorey. Fue su primera vez y no fue compasivo.
—Tonto—Susurro dándose media vuelta para observar mejor al alfa y dormir en su pecho—, pero aún así me gusta.
Cerro sus ojos brevemente para abrirlo de golpe. No podía dormir había pensado que debía mostrarle sorey su amor ¿no?.
Uso sus manos para poder levantarse fue un poco difícil ya que le temblaban mucho. Cuatros días, cuatro días que Sorey le hizo suyo y no recordaba. Odiaba eso pero no, una vez que se mejore le pediría a Sorey que lo hiciera, él si o si quería ver los sonrojos y ronquidos de placer de su alfa, si tenía que usar una minifalda o hacerlo en un museo lo haría.
—Tu puedes...—Se dijo ánimo así mismo para bajar la cama y suspirar feliz no dudo dudo dar un paso adelante y arrastra su otra pierna. Estaba cojeando.
Mikleo comenzó ir al armario primero que fue una eternidad para él, busco toallas lo cual encontró y una bata.
Bueno a lo menos había ropa. Cuando vio tres puertas y no sabia cuál era el baño, comenzó a gruñir molesto porque solo soportaría llegar hasta la segunda puerta.
No dudo ir por la puerta lejana después de todo dudaba que el baño estuviera junto a la sala o cocina.
Cuando llegó y abrió solo sonrio era el baño. Lo había logrado, Mikleo encontró y sin querer camino rápido ignoró el dolor, quería bañarse y cocinar algo para Sorey cuando se levantara.
[...]
Sorey comenzó a parpadear varias veces sintió vacío en la cama no dudo sentarse y frotar sus ojos. ¿Dónde estaba?, cierto estaba tomando el calor de Mikleo y marcando lo suyo. Aún podía recordar los chillidos y las súplicas de Mikleo que le diera más fuerte y sin vergüenza quería hacerlo en la sala para ver si algún personal de limpieza entraba. Mikleo era muy lujurioso, se sonrojó al pensar los pedidos raros que le pedía aunque debía pensar como Mikleo sabia esas cosas.
Él no sabía nada aún podía sonrojarse cuando Mikelo le pidió cuerdas para que le amarrara las manos. Él había conocido el lado lujurioso de un omega, no quería saber cuando él entrara de celo.
Dolor. Fue lo que sintió al ver que no había nadie a su lado, no dudo sobresaltarse y buscar a Mikleo, primero agarró unos pantalones y ponérselo.
Primero fue el baño, luego fue la terraza y al final la cocina.
No dudo sonrojarse cuando su omega tarareaba una canción para seguir cocinando. Soltó un suspiros y comenzo caminar lentamente para abrazarlo por detrás.
—¡S-Sorey!.
—Huele delicioso—Sonrio para poner su nariz en el cuello del albino y comenzar a olfatearlo—, jamás me cansaré de tus comidas.
El omega solo sonrio para seguie mostrando su cuello y chilló de dolor cuando su alfa tocó su trasero.
—Sorey Seraph tiene tres segundos para soltarme o lo primero que encontraras será un golpe en tu cara.
Sorey lo soltó rápidamente ya que no era el omega que conocio en esos cuatro días si no era Mikleo Rulay.
—No pongas esa cara—El ojimorado apago la cocina para abrazarlo—Lo siento, debes estar algo raro por qué viste mi lado más feo. Yo...
—Me gustas Mikleo—Se sonrojo para tomar las manos del omega y sonreir—y me gusta el omega de Mikleo, yo los amo a los dos.
Mikleo solo sonrio para poder besarlo y luego juntar sus frente.
—Te amo, idiota—Sonrió para verlo mejor—ahora espero que tengas hambre, es lo mínimo que puedo hacer después de todo me cuidaste—Sonrio al ver las marcas en el cuello de su alfa —Tan bien.
—Mikleo yo debería disculparme después de todo abusé de ti a pesar que no estaba en tus cincos sentidos.
—No dudo mofarse de Sorey—Sorey, mi omega es realmente difícil de lidiar e inclusive si Óscar me hubiese tocado, lo hubiese matado.
—¿Eh?.
—Cargame—Ordeno para sentir los brazos del alfa y sonreir con ternura—Cuando era niño y tuve mi primer celo fue en mi colegio, no sabia que hacer pero un profesor llegó y baje la guardia pensé que me ayudaría pero fue lo contrario. Cuando me tocó y me comenzo a quitar mi ropa, sentí miedo. Solo recuerdo sus manos intentando quitar mi traje de marinero.
—Mikleo, lo siento.
—No pasó nada—Siguio jugando con el cabello del alfa—Por que cuando desperté mi mamá me dijo que me encontró parado y mi omega le contó lo que pasó. Así que bueno el profesor murió por múltiples corte, cuando me tocó estaba en una enfermería y ahí tiene armas letales, así que no me preocupe si alguien intentaba tocarme solo debi llamar a mi omega pero mi omega solo puede manejar un alfa no dos ni tres. Ya sabes la "voz".
Sorey asintió nunca uso su voz en contra Mikleo pero debió escuchado de Óscar ¿no?.
—Si lo hizo—Susurró—Fue una tortura pero eso no me dolía lo que me dolía es que cada día me decía que nunca te enmaorarias de mi.
—Me gusta Mikleo.
—Lo se—Sonrió con ternura para mirarlo—Si no, no me hubieses marcado ¿no?.
El alfa solo sonrio para darle varias vuelta y sentir la risas del omega aunque sentía que se estaba olvidando de algo.
—Vamos a comer.
—¡Si!—Grito feliz para bajar al omega y ayudarlo sentarse para él también y comenzar a comer—Tan rico. Mikleo está sumamente delicoso.
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