Ragnar POV

Quería matar a alguien, me estaba costando un mundo mantener encerrado a mi lobo. Esto era mi culpa, debí estar más alerta; debí suponerlo. El hijo de puta aprovecho mi momento de descuido de la mejor manera.

Dejé en manos de mi padre y de mi beta el hablar con los alfas de todas las mandas de, salvo de Jakob y la Isak; que ya sabemos que ellos están detrás de todo esto, el problema es que han logrado que tres manadas se unan a ellos arrastrándolos a un sangriento desastre y dos manadas se mantienen neutrales, estas me preocupan, porque puede ser una jugada sucia; sin embargo, los tenemos vigilados. La puerta de mi despacho se abre dejando ver a mi madre que viene por mi hija, parece que solo yo puedo calmarla, mientras que mi hijo, se calma con los cantos de mi madre, como yo lo hacía de pequeño.

-¿Pasa algo madre? – La miro y no noto nada en su semblante.

-Tu padre aviso que tenemos visitas y creo que es mejor que te reúnas con ellos -Ella me mira con una sonrisa.

-¿Son buenas noticias? -Estoy intrigado.

-Eso lo sabremos pronto hijo -Me quita a mi hija y se marcha dejándome solo, al menos por unos minutos.

La puerta se abre dejando ver a mi beta y a mi padre, para luego ver a cuatro hombres que nunca había visto. El más viejo de ellos me mira estudiadamente, de pies a cabeza.

-¡Padre, para! O harás que su lobo salte -El segundo hombre más viejo llama la atención del padre, me percato del parecido entre los cuatro.

-Alfa, Ragnar. Disculpa a mi padre, se volvió un viejo amargado desde que mi hermana menor se le fue arrebatada -Habla el más joven.

-Si no están enterados tengo un recate que atender, mi luna... -Mi padre me interrumpe.

-Solo escúchalos -Dice mi padre. Lo miro sin entender.

-Lo siento por haber llegado de esta manera, pero fue difícil para mí que mi hija había sido asesinada. Creímos que todos lo estaban, hasta que hace poco alguien allegado a mi familia vio a tu luna, ella es igual a su madre. Tu luna es mi nieta. Apenas lo supe hicimos el viaje. Nuestra raza no es muy apreciada en las tierras de lycan.

-Pero son humanos -Dice mi padre.

-¿Dónde está el olfato de ambos? -Reprocha mi beta. Por lo que agudizo el mío y es cuando me doy cuenta de que no lo son y son la ayuda que necesito.

-¿Podemos sentarnos? -El mediano de ellos.

-Lo siento, disculpen mi falta de delicadeza. Tomemos asiento en la mesa -Mi padre y mi beta se sientan a cada lado mío. Los cuatro hombres frente a nosotros.

-Yo, nunca estuve de acuerdo con que mi hija se cazara con un lycan. Ella ya estaba prometida al hijo de otro clan. Sé que su diosa luna crea una pareja para cada lycan, pero últimamente ha estado emparejando a lycan con otras especies. Cuando me di cuenta de que mi hija había desaparecido, fue muy tarde. Nunca pudimos dar con ella. Muchos años después supimos de su muerte. Nunca supimos de Freya, hasta el día que nos informaron de su muerte. Los creímos muertos a todos -El hombre mayor llora, en silencio.

-Fue una sorpresa, darnos cuenta de que Freya vivía y llegar a la manada encontrarnos con que la habían raptado ha sido doloroso para nosotros -Comenta el mayor de los hijos.

-Alfa, sabemos que su manda es la más poderosa de este país. Sus enemigos se han aliado a nuestros enemigos, ellos mataron a nuestra herma y ahora tienen a nuestra sobrina. Déjenos luchar a nuestro lado, tenemos aliados muy poderosos

que nos ayudarán a recuperarla -Los tres me miran intensamente. Esto es un shock para mí no sabía que Freya tuviera familia por parte de su madre.

-De lo contrario iré yo solo a rescatarla. Es lo que me queda de mi niña, mi adorada hija -El hombre me mira con decisión.

-Sabemos dónde la tiene. Jakob, ha amenazado con matarla si nos ve cerca, él sabe que mandas nos están apoyando -Comenta Aksel.

-Eso no es problema, ya yo tengo espías en la manada de Jakob. Cuando supe que fue él quien mató a mi niña. Déjenos ayudarles, tenemos alianzas con otras especies y ellos nos ayudarán. Sabemos que Jakob se ha aliado con los humanos y les ha revelado a ellos cuales son nuestras debilidades. Eso va contra nuestras leyes -El ahora abuelo de Freya nos ofrece su ayuda y aunque no la aceptemos, ellos entrarán en la batalla.

-¿Con cuántos contamos? La idea es que Jakob se acobarde y la deje ir -Comenta Aksel.

-Con cuantos contamos, solo hazte a la idea de que superamos a todas las mandas de este país. Mi clan tiene aliados en toda Europa oeste, así que tranquilo. Avisen a todos sus aliados que mañana atacamos a la manada de Jakob y de paso avisen a los aliados a su manada que si lo apoyan sufrirán las consecuencias -El viejo se levanta igual que sus hijos.

-Ragnar nos alojaremos en el hotel de la ciudad. Vendremos a primera hora -Dice el hijo mayor.

-No, quédense. Somos familia. Aksel dile a mi madre y a Shelby que los traigan -Aksel sonríe igual que mi padre y los cuatro hombres se miran entre sí.

-¿Qué está sucediendo? – Pregunta el hombre mayor.

-Ya que estamos presentándonos. Yo soy Solvein, el padre de Ragnar, este joven es el beta Svein, a mi hijo ya lo han conocido -Nos presenta mi padre.

-Yo soy Jesper, mis hijos Hans el mayor, Peter el del medio y Anders mi hijo menor. Somos el padre y los hermanos de Laila. La madre de Freya -Se presenta el abuelo de mi luna. Mi madre entra con Shelby y mis bebes.

-Quiero que conozcan a mis hijos. Míos y de Freya -Los cuatro hombres miran a los mellizos y Jesper se sienta llorando.

Mis hijos pasan el resto del día con sus tíos y abuelos maternos, mientras agrupamos a nuestros ejecutores. Viken me había informado que había tratado de atacar a Frida, estaba muy molesto y estuvo feliz de saber que Freya aún tiene familia que la apoye. Le dije que nos veríamos en la frontera norte de la manda de Jakob. No iríamos con todos los guerreros. No podíamos dejar las manadas sin apoyo.

****

Dos días después estábamos en las frontera de la Manada de Jakob. Al llegar nos dimos cuenta de que el muy cobarde no da la cara lo que me preocupa es el estado de Freya y lo que le pueden estar haciendo.

-Vamos Jakob, entrega Freya o te atacaremos, no lo hemos hecho para no hacerle daño a los inocentes y a mi luna -Le advierto.

-Ataca, si puedes -Se ríe Jakob, tiene más hombres que nosotros a la vista, sin embargo, él no ha visto nuestro verdadero poder. Aquí solo estamos la manada de Viken y la mía y ellos tienen a sus aliados.

-Jakob Sorensen, recuerda mi rostro porque cuando te vuelva a ver será lo último que veas -Le promete Jesper.

Jakob y Isak se ríen, los veo muy confiados. Sé que lago traman, no obstante, ya estamos preparados para todo lo que planean.

-Trae a Freya, Jakob y te doy mi palabra de no hacerles daño -Lo miro a los ojos.

-¡NUNCA! – Frita el muy infeliz.

Ya no detengo más a mi lobo. Un sonido suena a mi lado, veo como los tíos y el abuelo de Freya se transforman y yo me quedo asombrado con lo grande que son sus animales interiores.

Ahora si puedo decir que Jakob y Isak están perdidos. Con una sonrisa en mi rostro y viendo a mis enemigos, dejo que mi lobo salga a la superficie. Es hora de hacerlos pagar.