Frida POV

Freya se había ido a descansar, al saber que el causante de la muerte de sus padres pudiera asistir a la reunión de alfas, la tenía muy estresada y cansada, por lo que se había ido a descansar.

Ingrid se había unido a mi insistiendo de que tenemos que organizar el enlace matrimonial de su hijo con Freya y el mío con Svein. Su iniciativa tenía a las mariposas de mi estómago revoloteando. Nadie imaginaba el deseo de cerrar el enlace con Viken. Lo miré hablar con Ragnar, Solvein y otros alfas; Svein debió sentir mi mirada sobre él, me sonrió, luego su mirada se volvió de fuego, algo pasaba detrás de mí, también la postura de Ingrid cambio.

La tentación de mirar sobre mi hombro, vi como esa maldita mujer y su hija se acercaban a mí. Mi cuerpo se estremeció, su esposo hablaba con otros alfas, lo más seguro pidiendo que se aliaran con él y su manada. Una mano se posó en mi hombro, mi cuerpo automáticamente estremeció. Mire sobre mi hombro en el lado donde estaba esa mano.

-No se atreva a tocarme -Le gruñí enseñándoles mis dientes, la chica a su lado saltó del susto cayendo de culo.

Por el sonido algunos dejaron de hablar, posando sus ojos sobre nosotras.

-Deberías de ser más respetuosa con tus mayores -Siseó la mujer.

-Lo siento el orfanato donde me criaron no me enseñaron modales y mi respeto, yo veré a quien se lo brindo -Le mostré más los dientes mi loba gruñía en mi interior pidiéndome salir y arrancarles la cabeza.

-Tida, es mejor que te vayas. Frida no tiene nada de qué hablar contigo -Le pidió Ingrid a la asesina de mis padres.

-Soy su luna Ingrid, ella debe de volver a nuestra manada -Me reí en su cara, guardé silencio y dejé a Ingrid hablar.

-No eres la luna de Frida, Tida. Ella es la luna de la manda Frost River -Increpa Ingrid a la mujer que trata de hablar conmigo.

-A tu edad mujer deberías saber la diferenciar quien es de tu manada y quien no -Le vuelvo a gruñir, manteniendo mi control sobre mi loba.

-Damas todos las están mirando -Solvein trata de calmarnos al intervenir con la sutil información.

-Lo siento, alfa. Iré a buscar a mi hermana -Me disculpo con los padres de Ragnar mas no con las otras dos mujeres. No son nada mío.

-Hola, nena. ¿Has descansado? -Le hablo a Freya al entrar a sus dormitorio.

-Un poco. ¿Qué haces aquí? Deberías estar al lado de Viken -Me pregunta Freya e Ingrid entra a la habitación detrás de mí, cerrando la puerta.

-Si me quedaba mi loba mataría a alguien y la guerra iniciaría por mi culpa -Le respondo al sentarme en el sillón a un lado de su cama.

-Si, vi cómo le gruñía a Tida. Ella le pidió respeto a Frida, como luna de su mana. Esa mujer se cree mejor que los demás y algún día alguien la pondrá en su lugar -Cuenta Ingrid a Freya.

-Esto está peor de lo que pensamos -Inquiere Freya, preocupada.

- ¿Qué hay del hermano de mi padre? ¿Se acerco a nuestros chicos? -Miro preocupación en mi amiga.

-No, hija. Se han mantenido alejados de ellos. Solo se han acercado a los alfas más viejos del concejo. Lo más probable es que buscan su apoyo -Responde Ingrid.

-Solvein es uno de los viejos alfas -Replica mi amiga.

-Pero, ya no es el alfa de la manada, ahora es Ragnar. Ragnar es de un pensamiento abierto, además de una mejor visión del futuro -Comenta la mujer adulta.

-Lo que implicaría que los alfas más jóvenes se alíen a él, los jóvenes no están interesados en pelear -Lo he visto con Viken al relacionarse con alfas de su misma edad.

La reunión de alfas se acaba muy entrada la noche, algunos de ellos optaron por quedarse en el hotel de la manada, incluyendo los asesinos de Isak y Jakob. Sus esposas trataron de acercarse a Ingrid en algún momento, sin embargo, ella sutilmente se alejó de ellas, no son personas que ella desee tener a su alrededor.

Por la madrugada me sentí enferma, todo lo que había estado comiendo durante la reunión lo devolví en el sanitario, me dolía el estómago y estaba muy mareada; por suerte Viken ni se enteró de lo contrario habría mandado a llamar al médico de la familia de Ragnar.

La debilidad me mantuvo en la cama más tiempo de lo usual. Unas manos grandes, conocidas me despertaron y me excitaron en partes iguales.

-Buenos días, dormilona -Viken me besa el cuello para luego meter su mano en mi entrepierna.

-Buenos días, cariño. ¿Qué hora es? Te has bañado sin mi -Le hago un puchero.

-Estás muy mojada y son las once. Estoy necesitado, nena -Yo también pero no estamos en casa.

-Yo también amor. El asunto es que no estamos en casa y me da vergüenza que nos escuchen -Él me sonríe con maldad.

-Sólo no grites -Me muerdo el labio. Nos desvestimos en tiempo récord.

-Esto será rápido Frida -Me penetra de una sola vez apoderándose de mi boca para acallar mis gritos de placer. Al nos lleva al baño y ahí vuelve a hacerme el amor, para casi una hora después salimos a almorzar.

Tomamos el almuerzo en el salón principal de la casa de la manada, donde las mujeres conversamos de temas femeninos y de los bebes que vienen de camino, en medio de la comida salgo disparada hacia el baño, expulsando en inodoro todo lo que había comido hasta el momento. Las manos de Viken masajean mi espalda, lo que sirve como calmante en mi cuerpo adolorido, por la fuerza al vomitar.

-¿Estás bien, amor? -Viken me pregunta preocupado.

-Ya, ya lo estoy. Algo de la comida de anoche debe haberme caído mal -Le digo y el queda dudoso.

-Pensaba en que nos fuéramos hoy. Sin embargo, le pediré a Ragnar que, si nos permite quedarnos dos días más, mientras descubrimos ¿qué te pasa? -Mi alfa me lleva entre sus brazos, llevándome a la habitación que nos asignaron mientras estemos de visita.

Por la tarde me mi estómago en esta en guerra, las náuseas han incrementado, algunos olores que me agradan ahora me desagradan, guardo silencio para no preocupar a nadie, de hecho, estoy guardando distancia con Freya por si acaso es algún virus y no sea que se lo trasmita a ella y a los bebes. En la cena solo como una ensalada. Antes de irme a dormir antes que todos, Ingrid, Freya y yo quedamos en ir a comprar algunas cosas par a los bebes al centro comercial.

***

Estamos haciendo un descanso entre compras, me siento igual de cansada que mi amiga, mientras Freya va con Ingrid al sanitario y me quedo tomándome me jugo, las gaseosas no can conmigo. Mientras pienso en que estarán haciendo nuestros hombre, mi estómago se vuelve a revolver cuando veo a uno de los asesinos de mis padres, mi loba quiere salir a arrancarle la cabeza a la mujer, pero me la calmo para no dejarla surgir, espero que no me vean trato de recostarme en la pared para que no me vean, sin embargo, fracaso.

-¡Hola, Frida! -La vieja loba toma asiento sin esperar la invitación a hacerlo, de todos, modos no haría. Cierro mis ojos ignorando a las dos mujeres. No tengo nada en contra de la chica, ella no eligió a sus padres. La muerte de mis padres fue antes que ella naciera.

-Eduque mejor a tu madre, y veo que ella no lo hizo contigo -Está mierda me enerva y estallo.

-No, mi madre no me educó bien. Porque tú y tu esposo la mandaron a matar junto a mi padre, si fuese porque alguien me salvó ahorita usted no estaría aquí. Le pido que se larguen antes que no pueda controlar a mi loba y las destroce a ambas -La chica me ve aterrorizada.

-Madre, es mejor que nos vallamos, recuerda que esta no es nuestra manada -La chica tiene sentido común.

-¡LARGO! -Grita Freya, sobresaltándonos a las tres. Las mujeres se levantan como si tuvieran hormigas en el culo y salen huyendo.

-Esa mujer no aprende -Inquiere Freya.

-Tienen miedo, chicas. La manada de Viken es poderosa, es una de las más grandes de esta nación y sobre todo le temen a ese poder que irradias al lado de tu pareja, ellos creen que reclamarás el puesto de alfa -Ingrid comenta sobre la realidad.

-Saben que no me interesa -Les confirmo otra vez mi sentir.

Alrededor de las dos de la tarde decidimos regresar a la casa, de camino al parqueo, se ve interrumpido por dos ejecutores que no son de nuestras manadas.

-Luna Frida, acompáñenos -Exigen los dos hombres.

-¿Por qué mi luna debe acompañarte? -Viken aparece no sé de dónde.

Veamos que tienen que responder estos dos.