un final feliz.
El suspiro salió de sus labios mientras pasa las hojas de ese álbum.
Las fotografías de todo lo que se había perdido.
Su hijo, Lancelot, se veía tan tierno de bebé, con esas mejillas regordetas y esos enigmáticos ojos rojos, los cuales había heredado de su padre, el cabello plateado era herencia de sus dos abuelos alfas, pero esa manera de sonreír, le recordaba a su mamá.
-...he perdido mucho.
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-....¿papá?
/////***"
Esa palabra lo sorprendió...¡En grande!
Manigoldo no recordaba muy bien todo lo que pasó mientras estuvo en coma, sus sueños. Tiene la vaga sensación de haber visto un lugar obscuro y frío, su viñedo y...sus... padres.
¡Ahhh! ¡Demonios! No recordaba nada después de haberse desmayado a causa de los disparos, la verdad es que le parecía haber sido ayer. Por lo que cuando Albafica le presento a su hijo...casi se nos vuelve a ir debido a un infarto ¡Su hijo ya había nacido!
-¿estas bromeando¿...verdad cariño...
Manigoldo sonreía nervioso.
-...¡Claro que NO, idiota! El es nuestro hijo, Lancelot.
Los ojos de Manigoldo se abren sorprendidos, mira al chiquillo de pelo plata y ojos rojos. El cual le mira con miedo.
-cariño, ven.
La sonrisa de Albafica le produce confianza, toma la mano de su mamá y se acerca despacio hasta la cama.
-cariño, el es tu papá, saluda hijo.
-...h-h-hola....pa...pà...
-....
Con mucha pena el nene se sube a la cama, mirando fijamente a ese hombre.
Por supuesto que conoce a Manigoldo, desde que recuerda su madre le llevaba todos los días a verlo, claro que no es lo mismo ahora que está despierto.
Manigoldo comienza a tocar su cara, sus mejillas regordetas le recuerdan a su hermano, sus enigmáticos ojos carmesí, son grandes, tiene las pestañas largas de mamá así como sus labios delgados, su cabello plateado tan brillante y suave, es su hijo, su bebe, ahora con 10 años y...
No puede evitar llorar mientras lo abraza con fuerza.
Por su parte Lancelot está igual que él, tan confundido, su cuerpo se congela cuando su padre lo abraza y pega a su pecho, su nariz se inunda con un aroma muy conocido...Papá huele al campo, fresco, fuerte, ameno, un aroma mezclado de lavanda, manzanilla, pino y...uvas, el aroma de papá le recuerda mucho a su viñedo, es el mismo aroma que lo recibe al entrar, el mismo aroma cuando corre por las Parras, ese aroma frutal de las uvas que tanto le gusta... ¡ Papá huele a casa!
Sus ojos comienzan a aguarse, sus labios tiemblan a la par que forman un puchero, aprieta con fuerza la bata de hospital mientras frota sus regordetas mejillas contra el pecho de su padre...su padre...
¡Papá... papá...despertaste... Papi!
Comienza a llorar descontrolado abrazando con fuerza, finalmente estarían juntos.
Albafica también llora de felicidad y no tarda en unirse al abrazo familiar junto a sus dos amados alfas, todo estaría bien.
****////
¡Papá!
La puerta se abrió de golpe y Lancelot entra corriendo, colgándose a su cintura.
Tiene pocos días que comenzó a caminar, su cuerpo estaba tan atrofiado por estar tanto tiempo en cama que incluso tenía cicatrices en la espalda y piernas por las llagas que se hicieron, pese a que Albafica y sus amigos siempre movían sus extremidades para que hiciera ejercicio, pero con el tiempo, una buena dieta y rutina volvería a tener su cuerpo de vuelta.
-¿Que pasa enano?
Manigoldo acaricia su cabello con cariño, su hijo era muy adorable.
-no quiero usar esa corbata ¡me extrangula!
El niño hace un puchero inflando sus mejillas.
Desde que Manigoldo despertó Lancelot no lo deja sólo, el chico se la vivía pegado a su padre, el cual lo conciente a sus anchas cual bebé.
-hermano, ya estamos listos... Lancelot, ponte la corbata.
-¡No!
-tienes que ir bien vestido.
-¡No me gusta!
-¡Ah! Manigoldo, dile algo.
-jajaja déjalo Rafa, si no quiere usarla está bien.
-¡Blll!😝
-ah, lo estás malcriado.
Los dos ríen mientras Rafael suspira derrotado, su hermano había vuelto a su sobrino en un niño malcriado.
Deja el álbum de fotos en la mesa y termina de arreglarse, sonriendo por la pelea entre su hermano y su hijo.
Su hermano... si que había crecido mucho, casi se desmaya al verlo tan grande y fuerte. La verdad la culpa aún le seguía golpeando, se sentía muy mal por haberse perdido tanto.
El nacimiento de su hijo, la infancia de su hermano y su cambio a la madurez, dejar a su Omega solo tanto tiempo, aún continua reprochando el tardar en despertar.
-¡¿Estás listo?!
-...si
-si quieres puedes echarte para atrás (bromeando)
-es lo que pensaba...tal vez si me escapó por la ventana
¡Nooo!
El pequeño Lancelot no tardó en colgarse a su cintura, mirándole enfadado.
-¡Papá! ¡Tienes que casarte con mi mamá!¡No te puedes ir!
Los dos cangrejos mayores solo rieron ante la rabieta del menor.
-no te preocupes hijo, jamás haría eso, yo siempre voy a estar con tu mamá y contigo...vamos, ya es hora.
Tomo la mano de su hijo y salieron al viñedo, era momento.
El día de hoy se casaba con Albafica y seria oficialmente su esposo...bueno...algo así ya que....
***/////****//
Jajajaja, de verdad querían mandar a Manigoldo de nuevo al coma o...la tumba.
La emoción de ver de nuevo a su amado, la sorpresa de conocer a su hijo, una sorpresa aún mayor al ver a su hermano tan grande y fuerte y una más grande al enterarse que él y Albafica estaban casados por el civil...se....¡Casados! ¡Por todos los cielos, estaban casados!...¡Dios!... Albafica si que había aprovechado su coma😖.
La cosa estuvo así.
Resulta que una empresa intento hace un par de años apropiarse de los terrenos en el pueblo, en especial de ese hermoso viñedo.
Por medio de artimañas "legales" intentaron embargar, asiendo nulo el título de propiedad de Albafica ya que solo era pareja de Manigoldo y nada más, solo su novio.
Algún Malparido en el banco les apoyo e intento negar el testamento del cangrejo. Fue un año muy duro, sus padres hacían de todo por ayudarle, Kaiser buscó pruebas para mostrar el fraude, Deuteros le puso seguridad para que nadie entrara y Dokho fue su escolta personal por meses, temían que esos bastardos sin escrúpulos le hicieran algo.
Todo parecía que iba a salir mal, solo porque Albafica no tenía una "relación" más fuerte con el cangrejo, más...definida.
¡Tsk! Porque se complican tanto, solo tienen que casarse y listo, problema resuelto.
Respondió Krest con simpleza.
...ca-sar-ce...solo eso y...¡Ahhhhh!
No era tan fácil, digo, Albafica tenía la ilusión de casarse con Manigoldo cuando esté despertara, era uno de sus sueños, pero no así, que tal y él no están de acuerdo y...
Pero esos bastardos seguían presionando por lo que...
Un miércoles 21 de marzo, justo cuando entraba la primavera (al menos eso dice el calendario) Albafica y su familia llegaron de visita, el pecesito vestía un lindo traje blanco y traía un ramo de rosas blancas en la mano.
-tú, Albafica Lemuria Ross ¿Aceptas a Manigoldo Cáncer Tortelo como tú fiel esposo?
-acepto.
-y... bueno yo creó que...
¡Yo también acepto, amo a Albafica y nada me hará más feliz que ser su...
¡Kardia!😠👊
¡Auch!😭
Santo trancaso le metió Aspros a Kardia por andar moviendo la boca de Manigoldo.
El juez solo rodó los ojos, esto era muy raro...e ilegal, pero el señor Lémuria pagaría una fuerte suma, así que...(se nota que el juez es mexicano 😅)...
-de acuerdo, por el poder que me confiere el estado, los declaro esposos, felicidades.
El pecesito sonrió tenue y beso a su esposo.
Bueno, podía contar cómo segunda boda ¿No? ¿La de la kermes cuenta?
Así fue como Manigoldo se casó....sin saberlo. No es que esto le molestará, casi, pero si le abría gustado estar conciente para verlo.
¿Estás enojado?
¿Cómo podría estar enojado con él? Lo hizo para proteger su patrimonio y...bueno, tenían un hijo.
Claro que no amor, nunca me enfadaría por algo que tú hicieras.
El anillo que tenía en su mano, fotos en el hospital donde "celebran", su hijo y...
¡Ah! Tenía que arreglar todo esto.
Regresó a casa encontrándose con la sorpresa de que ahora tenía un par de trabajadores, si bien se molestó al principio decidió que era momento de cambiar y avanzar un poco, por alguna razón creía era lo correcto.
Io y Albiore eran muy eficientes, buenos trabajadores y educados...si, porque no intentarlo.
Le costó un poco de trabajo acostumbrarse a su nueva forma de vida. Se sorprendió al conocer a los nuevos integrantes de la familia; así que esos eran los amigos de Albafica, Manigoldo les agradeció por haber ayudado en aquella ocasión, jamás podría pagarlo, no le pareció raro el hecho de que Shion y Dokho se casarán, era algo que sabía pasaría, sus hijos eran muy lindos, Mu con sus enormes ojos de cordero y Shirou tan paciente como su padre, una gran sorpresa ver de nuevo a ese gallo que luchaba todos los días con Shion, ya más viejo y gordo, era muy gracioso, se notaba que era la niñera de esos dos, siguiéndole a todos lados para evitar que hicieran travesuras o se lastimaran, también se interpone cada que Shion o Dokho intentan regañar a sus hijos y los corre a patadas...es bueno ver qué no todo cambio. Pandora y Violante, está feliz que ellas finalmente lograron hacer su vida y su hija era preciosa; jamás imagino que Youma quedaría con el amigo de Albafica, la verdad pensó que él y Deuteros estarían juntos, sorpresa, Tenma había crecido mucho, pero sus ojos seguían mostrando esa inocencia y pureza que solo un bebé tiene, sus hermanos también eran lindos, Seiya le recordaba a él cuando era bebé y Aioros era igualito a su mamá, pero algo le dice que es tan aterrador y enojón como su papá. Así que Deuteros al final se casó con su hermano...o...k...eso sí que era...raro, pero se veían muy felices, Saga y Kanon...¡Hijos de...🤬... Deuteros! Esos pinches gemelos eran el diablo, en los meses que tenía de conocerlos ya le habían jugado más de diez bromas, no los ahorcó porque hasta donde sabía eran muy amigos de su hijo, de lo contrario ¡Ya los abría colgado de un árbol! En especial a kanon. Su pequeño Afrodita se había convertido en toda una belleza, sabía que sería tan hermoso como su hermano y abuelo, se alegro al ver que había superado su tartamudeo y se alegro aún más al enterarse que había estudiado botánica solo para poder ayudar a cuidar el viñedo...ese chico era un angelito, también le daba risa el ver cómo su hermano se ponía nervioso cada que estaba con él, a leguas se notaba que le gusta. Y quién diría que Patzo, ese pequeño puerco mascota de su hermano, sería ahora una bestia de casi cien kilos y metro y medio...la verdad es que el había planeado comerselo en navidad pero...era bueno volver a verlo.
Amigos nuevos y viejos, su familia había crecido y daba gracias por ello.
****////*****///***
¡Hey, bello durmiente! ¿Como te sientes?
Kardia se acercó muy sonriente dando algunas palmadas en su espalda, de entre todos era el que mejor le caía, directo, alegre y algo loco, pero gracias a esa locura logró salvar a su familia, no le pareció extraño que Albafica le diera el honor de ser el padrino de su hijo.
Hola...algo nervioso
-jajaja, no es para menos, estás por cometer suicidio.
¡Kardia!
-oh, gracias por avisar
-jajaja, no te digo...no te enojes amor.
Degel solo frunció el seño y negó con la cabeza, su esposo a veces no sabía cuándo cerrar la boca.
-deja de decir tonterías y arregla tu corbata.
-¡Ahhh! No quiero usarla, me extrangula 😖
Manigoldo solo río al ver cómo su amigo se comporta como niño pequeño.
***///****
Seis meses después de salir del hospital, y varias terapias de recuperación, Manigoldo decidió que ya era momento de seguir con su vida y arreglar las cosas, primero lo primero...
Esa noche llevo a su amado Albafica a una cena romántica en el viñedo, exactamente en el centro. La familia de Degel había preparado una cena deliciosa, Dokho y Youma le ayudaron a arreglar todo el lugar. Una mesa con velas en el centro, rodeada por pequeños focos de colores, la vajilla más fina que tenía, música romántica reproducida en su celular, seleccionada por Deuteros y el exquisito paisaje, nada podía ser mejor.
Cenaron tranquilamente, platicando de todo lo que había pasado, a Albafica le encantaba contar cada anécdota referente a su hijo y a Manigoldo oírla, bailaron, jugaron, se sentaron en esa vieja mecedora contemplando las estrellas y...y Manigoldo tomo el valor para pedirle a Albafica que se casara con él, fue muy emotivo.
El cangrejo le agradeció por haber estado a su lado todos estos años, por cuidar a su hermano, por darle un hermoso hijo, por haber cuidado y hecho crecer el viñedo que tanto ama, Manigoldo le agradeció por todo.
-...no sabes cuánto me alegra haberte conocido, el enamorarme de tí. Albafica, tu eres lo mejor que me pudo pasar en la vida. Eres la persona más dulce y leal que e conocido, eres listo, una madre increíble, un amigo excelente, un hermano e hijo intachable. Amor mío, lamento mucho el no haber estado a tu lado cuando más me necesitabas, lamento haber sido tan débil y dejarte solo tanto tiempo, se que nunca podré compensar eso...pero, ahora, estoy aquí, a tu lado y te pido que por favor me permitas seguir así. Albafica, no te volveré a desepcionar, no me iré a ningún lado a menos que tú me lo órdenes, está vez voy a quedarme y te prometo que voy a protegerte y cuidar de ti y de nuestro hijo como debí hacerlo desde un inicio, amor mío, te amó y se muy bien que no podría vivir sin tí, tu eres mi todo Albafica, por lo que te pido me dejes ser parte de tu vida, en todo momento, Albafica Lémuria Ross, me harías el honor de ser mi esposo.
Manigoldo estaba inclinado frente a él, sujetando su mano, el cangrejo saco una pequeña caja de terciopelo roja, adentro había una bonita sortija de compromiso, de oro rosa y con un topacio azul, la sortija de su madre. Con cariño y cuál si la mano de Albafica estuviera hecha de cristal, Manigoldo deslizó la sortija en su dedo.
Albafica contenía las lágrimas de la emoción, su sueño se hacía realidad.
El chico miró la sortija, era una pieza muy simple, pero muy hermosa e incluso elegante, el picis la conocía muy bien, Rafael en una ocasión se la mostró cuando hacía la limpieza de la casa, sabía que pertecia a la mamá de Manigoldo, una joven y hermosa cantante de ópera, y su sueño siempre fue que su amado le pidiera matrimonio con ella...¡Dios, se estaba cumpliendo!
-¡Sí, por supuesto que sí, acepto ser tu esposo!
El Omega prácticamente brincó de alegría, no tardó en arrojarse a sus brazos y besarlo con desesperación y felicidad, se volverá a casar con Manigoldo, pero en esta ocasión si estará despierto.
La noticia de su boda alegro a sus familiares y amigos, todos pusieron de su parte para que está fuera espectacular.
***////****///
-¡Albafica, deja de moverte! Estás estropeando tu ropa.
Lugonis volvía a acomodar el... vestido, de su hijo. Cómo uno de los mejores diseñadores del mundo, se había encargado de los trajes de su familia.
Para Manigoldo y sus padrinos (toda la bola de colados, desde Rafa hasta Aspros) un smoking típico, el de Manigoldo negro con destellos vino y los de sus padrinos en vino con destellos negros.
En estos eventos era común ver a los Omega usar vestidos y Lugo se lució con el de su hijo, Albafica parecía un Ángel, sus "damas* de honor (Afro, Pandora, Violante, Deuteros, Shion, Degel y Sisifo) también usaban un vestido de color violeta.
La boda de celebraría en el viñedo, el lugar estaba tan hermoso como siempre, el centro había sido decorado con arcos de rosas y nardos blancos, un bonito altar tallado en madera, Manigoldo esperaba al frente, acompañado de su hermano, estaba nervioso.
La marcha nupcial sonó y los invitados se giraron a ver el pasillo.
El pequeño Mu y Shunrei entraron cargando una canasta de pétalos blancos, esparciendo con una linda sonrisa, esto ganó la empatía de los invitados que les veían cual angelitos.
Shirou se había sonrojado al ver su hermano y...su...prima, tan bonitos, en esos vestidos blancos con listones pastel.
Otro que se había sonrojado fue Kanon, el gemelo veía embobado a Mu, se veía tan lindo 😻, más su cara de bobo se le quitó cuando rechazado se paró frente a él y le miró con cara de pocos amigos, el gallo vestía un saquito y corbata, ni de broma dejaba que ese loco, que en una ocasión le hecho resistol a sus plumas, se le acerque a su borreguito.
La canción siguió y Albafica entró, todos quedaron asombrados por su belleza. Desde que Manigoldo despertó Albafica cambio, ahora sonreía más, sus ojos brillan más, era más risueño y...si bien siempre fue hermoso, parecía que de había puesto aún más bello, si eso era posible.
Llegó hasta el altar de la mano de Sage, el cual era un mar de lágrimas, incluso no quería soltar a su hijo y dar su mano a Manigoldo, Lugonis se lo tuvo que llevar de las orejas.
La ceremonia transcurrió, votos sinceros y cargados de muchos sentimientos fueron dichos, más de uno lloró al oírlos.
Albafica agradecía enormemente el haberse cruzado con Manigoldo ese día. Si bien en principio lo creyó alguien rudo, salvaje, agresivo...feo, con el pasar del tiempo se dió cuenta que su estándar de belleza y amor (no fraternal) estaba muy equivocado. Una persona es hermosa, no por su físico, nivel académico o cartera, esas cosas son banales, superficiales. Una persona te demuestra su verdadera belleza cuando te trata bien, te apoya y cuidá, cuando da todo por ti y tú estás dispuesto a dar todo por ella, eso es la verdadera belleza...el verdadero amor. Albafica lo había encontrado dónde nunca lo creyó posible, en un lugar alejado de lujos y reflectores, lo encontró en un lugar simple, cotidiano...real, encontró el verdadero amor al lado de un Alfa que no se guiaba por las modas, dinero, el que dirán, como la mayoría de los alfas a los que estaba acostumbrado. El lo encontró en un alfa totalmente opuesto a él, un grosero, gruñón y mal vestido agricultor...pero...fuerte, amable, leal, cariñoso y protector, que le ayudo a descubrir y conocer una faceta que ni el mismo sabía tenía, le hizo sentir seguro, fuerte, importante...amado. Por todo eso y más Albafica estaba agradecido.
Manigoldo también, jamás en su vida le importó agradarle a los demás o ser aceptado, para él todos eran hipócritas y traidores y lo único que importaba era su hermano, creyó que estaba solo en el mundo pero...se equivocó. Manigoldo también era alguien clasista en principio, veía a las personas que gozaban de una vida excéntrica como gente mala y tonta...quién diría que se terminaría enamorando de alguien así. Pero esto le sirvió para abrir los ojos, para darse cuenta que no todas las personas son malas y que en ocasiones tienes que tratar a aquellos que consideras tus enemigos para poder juzgar antes de hablar. Albafica era todo lo contrario a él, adoraba la moda, el dinero, la buena vida, más no por ello era malo o cruel, se asombro mucho al descubrir que bajo ese exterior hermoso había un interior aún más bello. Amable, cariñoso, sobreprotector, valiente y noble, Albafica era eso y más, tal vez en principio no se llevaban bien, pero con el paso del tiempo fue conociendo al verdadero Albafica y fue imposible no amarlo, incluso le ayudo a crecer como persona, le permitió conocer y apreciar más a sus amigos, hacer nuevos, a confiar y no juzgar antes de tiempo, Albafica fue su complemento y nuevo enfoque de esa vida que creía era gris y fría.
Ambos habían superado obstáculos juntos y lo seguirían haciendo, como la pareja fuerte en la que se habían convertido, ahora en compañía de un hermoso retoño por el cual sacrificarán todo y seguirán avanzando, una belleza creada de dos polos opuestos.
****///)***
La fiesta siguió durante toda la noche, Manigoldo y Albafica no se separaron en ningún momento, ya habían estado alejados mucho.
Ese pequeño viñedo, su hogar, fue creciendo con el tiempo, incluso se animaron a la producción del vino y en un par de ocasiones desfiles de moda.
La vida comenzó a sonreírles y ellos aprovecharían al máximo.
Fin.
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