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Perdidos.

Dos meses, se cumplen dos meses de embarazo y Albafica sigue igual, sin saber quién es el padre de su hijo.

No logro preguntar a los gemelos ya que, parece que su padre no quiere verle ni en pintura, como tampoco quiere saber nada al respecto de ese día.

-aqui tienes.
-gracias Shion.

Sonrió y tomo un sorbo del jugo de uva, por alguna razón desde hace unos días se volvió su bebida preferida, algo raro ya que casi no le gustaba.

-y ¿Ya tienes idea de quién fue?

El chico bajo la mirada y negó, mientras un ligero carmín se apoderó de sus mejillas. Había intentado en hacer memoria de la cara del padre de su futuro hijo pero...digamos que a su mente le llegaban imágenes un tanto (muy) pecaminosas, al menos podía asegurar que tenía muy buen cuerpo y un enorme...

Movió la cabeza para sacarse la idea, bueno, eso explicaba el porque cayó en la tentación.

-ah...vamos, tenemos clase.
-si.

Podríamos decir que algo bueno salió de ésto, Albafica se había acercado de nuevo a su primo, el cual llegó de visita inesperada a su casa y sin querer escuchó todo el problema...como no hacerlo cuando Sage prácticamente lo gritaba a los cuatro vientos, prometió guardar el secreto e incluso comenzó a ser muy atento, después de todo sabía que necesitaría el apoyo familiar.

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(Lejos de ahí)

-andando enano, trae esa caja.
-ya...ah...ya voy.

Por su parte Manigoldo seguía muy tranquilo con su vida. El chico ya casi olvidaba su encuentro casual en la ciudad, no negaría que se sintió un poco desepcionado al regresar y no encontrar a su amante pero...tal vez era lo mejor.

Continuó con su trabajo, clavando unos postes para colocar una malla y así proteger al viñedo de las fuertes ráfagas de viento que llegarían el siguiente mes, era mejor adelantar a hacerlo todo con prisa.

-hermano
-mm
-¿Te puedo acompañar mañana a dejar las cosas en la ciudad?
- no lo se ¿Terminaste tus deberes?
-¡Si! Ya hice todo.
-no se si sea buena idea.
-por favor.
-mmm, me voy a ir muy temprano y después ni te quieres parar.
-anda hermano, prometo que me despertare
-...está bien
-¡Si!
-pero si te portas mal nunca más te llevaré y te dejare dormir con los puercos.
-me pórtate bien, lo prometo.

De forma paternal desacomodo su cabello, la verdad quería mucho a su mocoso.

Pasaron toda la tarde arreglando el producto que llevarían, tras recogerlo agregaron un poco de fertilizante en una zona y procedieron a guardar los animales.

Manigoldo no crei que hubiese problema al llevar a su hermano a la ciudad, su casa estaba algo alejada, aún del pueblo, y costaba trabajo acceder a ella...a parte que se las había ingeniado con unas trampas por si alguno de sus molestos vecinos se quería pasar de listo, no se iban a morir....¡Pero una mutilación si era segura!

El día llegó y Rafael se levantó muy emocionado, incluso fue él quien despertó a Manigoldo, era la primera vez que el chico viajaba a la ciudad por lo que una mezcla de adrenalina y miedo recorrían sus tripas.

-ponte una chamarra y asegúrate que las ventanas estén cerradas, yo voy a darle algo de comida a las gallinas.
-si hermano

Manigoldo tenía un poco de miedo en llevarlo, el pequeño era algo inquieto y le gustaba explorar, pero también era muy listo y cauteloso, con suerte y nada malo saldría de esto.

-y esa cosa.
-¡Es mi Death Mask!
-¿vas a llevarla?
-¡Si! Está muy bonita Verdad.

Un ligero tic en su ojo, mejor lo dejaría pasar, Rafael había quedado fascinado con las máscaras de papel maché, por lo que pasaba días haciendo muchas, el mayor tenía que darle crédito, era muy bueno en ello. La que llevaba en ese momento representaba muy bien su nombre.
Era una máscara blanca, con ojos redondos y obscuros, un par de agujeros representando la nariz y los dientes bien delineados, una perfecta calavera.

-ah, está bien, pero llegando te la quitas, no quiero que piensen que estás loco

-si hermano.

Muy temprano, el sol recién comenzaba a levantarse, la obscuridad se iba y Rafael logró ver como poco a poco el asfalto empezaba a sobresalir sin la necesidad de las luces de la camioneta, Manigoldo le había dicho que durmiera un rato pero el chiquillo se negó, no quería perderse de nada. Llegaron a la ciudad como a las ocho, al niño le sorprendió un poco todo el ruido que podía oírse, no era el del campo recién despertado, no se escuchaba el trinar de los pájaros ni el cacaraqueo de las gallinas, o el inconfundible oink de los cerdos, solo... gritos, ruidos de carro, música a todo lo que da y cosas así, se espanto un poco al verse rodeado de tantos edificios y ver a la gente correr de un lado a otro, pero no tardó en reponerse y sentarse derecho, era un hombre y no podía asustarse por pequeñeces.

A Manigoldo le dió ternura el ver sus reacciones, le recordaba tanto a él cuando su padre le llevó por vez primera.

-bien, llegamos, este es el primer restaurante.
-si.
-andando enano, hay que apresurarse...si terminamos rápido te llevaré a dar una vuelta por los juegos.
-¿De verdad?
-claro.

Los ojos del menor se iluminaron así como una gran sonrisa adorno su cara, no tardaron en bajar y el pequeño se hecho a correr a la parte trasera listo para ayudar a su hermano.

*****/////******/////
(Cerca de ahí)

La verdad es que no quería levantarse, el ligero mareo y los vómitos lo habían mantenido despierto toda la noche, con flojera se deshizo de las sábanas y partió al baño ¡Dios! Tenía unas ojeras tremendas y su piel parecía algo mas...¿grasoso?...no...incluso su piel se veía muy bien hidratada, aunque su cabello si se veía un tanto opaco.

-buenos días hijo ¿Qué tal dormiste
-hola papá... mamá...buenos días, estoy un poco cansado.
-es normal los primeros meses, pero ya te acostumbraras.
-bu-bue--no-nos días.

El más pequeño de la familia arribo, Afrodita. Al igual que su hermano él también era un Omega, con genes tan bellos como su madre y Albafica, tenía un cabello azulado y ondulado, piel blanca, pestañas largas y un coqueto lunar, violaceos y delgados labios, el niño pintaba a ser una hermosura, tal vez su único defecto era su problema para hablar, el pobre Afrodita era tartamudo.

-buenos días mi bebé ¿Dormiste bien?
-mju.

Por tal motivo el menor se la vivía respondiendo con monosílabos o movimientos de cabeza.

-cariño, ya te he dicho que tienes que intentar hablar.

-si-ma-ma-

Una sonrisa y una caricia en su cabello de parte de su familia lo hacían sentir seguro.

-bueno, Albafica, he pensado y creo que lo mejor será que dejes la escuela por un tiempo.

El chico miró sorprendido a su padre, más no tardó en bajar la cabeza.

-no te entristescas hijo, solo será por dos o tres años, en lo que mi nieto nace, nos iremos todos de viaje.

-y...¿que diremos sobre el padre?

Sage inflo el pecho mientras sonreía de oreja a oreja.

-ya lo tengo todo planeado, diremos que fue en el extranjero, tu escoges el país, al llegar ahí pasado algún tiempo te enamoraste de un fuerte,guapo y listo Alfa,así como tú padre, se hicieron novios pero yo me opuse, por lo que mantuvieron una relación secreta y terminaron casándose a escondidas, te embarazaste, nació mi hermoso nieto, yo te perdone por que soy un padre comprensivo y amoroso, todo iba bien hasta que (pausa dramática, para después hablar con un tono triste) desgraciadamente tu esposo murió en un accidente de auto mientras regresaba del trabajo, dejándote solo a ti y mi pobre nieto...¡Dios, fue tan triste! El muchacho me empezaba a caer bien! ¡Porque Dios porque!

El resto de la familia veía con una gota todo el drama que el mayor hacía...si hasta golpeaba la mesa mientras grandes lágrimas bajaban de sus ojos.

-papa...no creo que eso sea una buena idea.😅

-pero hijo es perfecto, tu dignidad se conserva y yo quedo como un excelente padre 😁

...😑😑😑...

-deja de decir idioteces Sage😡.

Al final Lugonis le dió un santo sopapo que lo dejo viendo estrellitas.

-ya después veremos qué decir, de momento solo nos concentraremos en Albafica 😡. Cariño, es mejor que comas, necesitas mucha energía.

-gracias mamá...es solo que, casi todo me produce nauseas🤢.

-es normal, suele pasar con muchos embarazos. Cuando sientas eso come galletas saladas, a mi me ayudaban mucho cuando te esperaba.

-bueno...voy a intentar.

El día pasó y los padres salieron a hacer sus labores, dejando a los pecesitos en casa. Albafica terminó sus deberes, chateo un rato con sus amigos y fue a ver qué es lo que Afrodita hacía.

Camino despacio hasta la habitación de su hermano, lo encontró parado en medio de esta, con un muñeco en manos y...¿cantando?

-du-duerme-mi-mi-ni-ño...du-erme-me-te...y-ya....

Afrodita estaba muy emocionado por su futuro sobrino o sobrina, el nene se moría de ganas porque ya naciera, ya que de esta manera tendría con quién jugar.

Con mucho cariño acostó a su payasito en la cama, arropandole. Albafica le veía desde la puerta, le produjo ternura el ver a su hermano de esa manera, en gran parte estaba agradecido por tener esa familia tan comprensiva y amorosa.

Unos ligeros toquidos para captar su atención.

-hola ¿Puedo pasar?

-s-si.

-¿Qué haces eh?

-pra-prac-c-tico para arru-arruyar al bebé.

Emocionado abrazo a su hermano acariciando el aún plano vientre del mayor.

-y-y-ya va a na-c-c-cer.

-aun faltan algunos meses, pero dentro de poco empezarás a sentirlo, cuando mi estómago crezca y me ponga como globo...¡Un gigantesco globo!

El chico comenzó a hacerle cosquillas, ocacionando las risas del menor. Pese a su fachada, en ocaciones fría, en otras de diva, Albafica era muy tierno y amoroso con sus familiares, en especial a su hermano que adoraba.

-hey, ya me aburrí de estar encerrado, quieres ir al parque un rato.

Una seña con la cabeza y una gran sonrisa fueron la respuesta.

Salieron tomados de la mano, Afrodita se balanceaba de un lado a otro mientras el mayor le sonreia.

*****/////****////.

(En otro lado)

-listo, esta es la última.

-terminamos.

-si

-¡Genial!

-bueno enano, te portaste muy bien así que...como lo prometí, te llevaré al parque.

-¡Si!

Rafael abrazo las piernas de su hermano, el pequeño había ayudado toda la mañana a Manigoldo, cargando pequeñas canastillas de uvas, se había portado cortés con los compradores y no se quejó en ningún momento, por lo que Manigoldo decidió recompensarlo. Sabía que quería ir al parque, ya que al pasar cerca de este incluso se giró en su asiento para ver mejor.

Llegaron al lugar y el niño bajo de un brinco, estaba por echarse a correr cuando recordó algo, regreso al auto para tomar su máscara y colocarsela para después salir disparado al lugar.

Manigoldo le dejo pasar,no creía que estuviera mal que jugará con esa cosa ahí.

Se adentraron un par de metros y lo vio correr a los juegos de metal y plástico que adornaban el lugar. Rafa fue directo al tobogán, subiendo las escaleras de dos en dos para después dejarse ir de panza.

-...mmm...solo espero que no se raspe la cara.

Sin mucho ánimo se sentó en una de las bancas más alejadas, pero donde podía ver a su hermano. El lugar estaba lleno de niños, algunos acompañados de sus madres y otros de sus niñeras, todas ellas platicando como cotorras.

-no puede...

Pestaño un par de veces y limpio sus ojos, se paró y esculco el lugar con la mirada, incluso elevó un poco su sombrero, por un momento se le hizo ver a ...pero cuando la gente terminó de pasar vio que no había nadie ahí, almenos no el que creyó ver.

Pese a haber estado "borracho", no había olvidado el rostro de ese chico, pero como hacerlo, si el joven era una belleza andante, jamás había visto a un Omega tan guapo, ni en su pequeño pueblo o en los viajes a la ciudad, claro que jamás volvió a verlo y de su nombre ni se acordaba.

-mph... supongo que es mi imaginación.

No le dió importancia y saco una libreta, checando los futuros pedidos, tenían que pasar a comprar abono y algunos materiales que ya hacían falta.

No muy lejos de ahí...la verdad al otro lado de los juegos. Albafica se formaba para comprar un helado para su hermano y para él. Afrodita se había encontrado a unos compañeros de la escuela, por lo que el mayor aprovecho para ir por un pequeño antojo que tenía desde hace rato.

El chico tarareaba una tonada mientras checaba sus mensajes, no había nada interesante...salvó. se sorprendió un poco al ver un mensaje de Minos, hace mucho que no hablaban, la verdad desde que terminaron, de lo cual no se acordaba del motivo. Dudo un poco si abrirlo o no, al final lo hizo. El mayor le pedía una cita para hablar con el e intentar arreglarlo todo, esto emocionó al chico ya que aún sentía algo por su ex...pero... ¿Qué pensaría cuando se enterará de su embarazo?

Con un poco de miedo accedió a verlo al día siguiente, esperando que todo saliera bien.

Compro sus helados y regreso por Afrodita, lo mejor sería regresar a casa ya que el mensaje lo había alterado un poquito.

Por desgracia sus nervios no descansarian aún, ya que al regresar se topó con la horrible sorpresa de que su hermano no estaba donde le dejo, divisó a sus amigos pero no a Afrodita.

Esto le inquieto un poco, comenzó a buscarle con la mirada pero nada, no se veía ni en los columpios, el tobogán, pasamanos,caja de arena, nada, Afrodita no estaba, asustado tiró los helados ¿Donde estaba su rosita?

Pero no era el único espantado en ese lugar, Manigoldo estaba en una situación similar, el mayor se había entretenido mirando las cuentas y cuando levantó la vista ¡Oh terrible sorpresa! ¡Rafael había desaparecido!
Esto alertó al mayor que se paró de un brinco y comenzó a buscarlo, veía a un montón de niños correr de un lado a otro, algunos colgados de los pasamanos, otros dando giros en un disco de metal, pero su mocoso no se veía en ninguna parte. Esto aterró al mayor que no tardó en guardar su cuaderno y empezar a buscar a su hermano.

¿Pues donde se metió el condenado escuincle?

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Pero que responsables son este par, ya me imagino como le irá al bebé cuando Nasca, lo pierden en el hospital 🤣.

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