"Adorable"
Tōno se encontraba en problemas. Un beta de cabello claro lo tenía acorralado contra la pared de las escaleras. El castaño sólo podía sentir asco ante la idea de que su primera vez fuera con el otro.
-Oye, tú, ¿es cierto que estás en el Yari-bu y además eres un omega? Si es así, entonces esto está bien, ¿no? Además soy un beta, no puedo embarazarte.
Mientras tanto, el pobre omega se sentía incapaz de alejarlo, quería decirle lo que sentía: repulsión. Pero el otro chico no se lo permitía, estaba demasiado cerca suyo.
-No finjas que no quieres, o será que prefieres que sea más amable contigo. Puedo serlo, si con eso tienes sexo conmigo.
-No, no es así...- Cada vez perdía más la esperanza de salir virgen de eso.- D-Deten...
De pronto notó que el otro ya no estaba encima suyo, sorprendido volteó a ver a Kashima, lo había salvado. Al parecer lo había pateado un poco para alejarlo del omega. El más alto era una persona realmente amable, a pesar de ser un alfa, pensó por un momento, pero luego recordó que no todos eran iguales.
-Kashima...
-Hey, ¿te encuentras bien?- Estaba sonriendo, al igual que siempre.
-Sí.- Apenas pudo responder, aún afectado por lo que pudo ocurrir tan sólo unos segundos antes si Kashima no hubiera aparecido.
-Oye, eso dolió. ¡¿Cuál es tu problema?!- Su conversación se vio interrumpida por el beta, se notaba molesto al haber interferido el de cabello negro.
-Soy también un miembro del Yari-bu. ¡Si quieres puedo ser tu pareja!- Aún sin abandonar su sonrisa.
-¿Eh? ¿De verdad?
-Pero sería yo quien la metería, aparte de que soy un alfa. ¿Aún así te parece bien?
-No, gracias.- Lo detuvo automáticamente, sin más, se marchó de ahí, dejando a los dos de primer año solos.
En cuanto se perdió de vista, Kashima y Tōno se dedicaron a hablar, sobre todo temas relacionados con el Yarichin Bitch Club, "tachi", "riba" y "neko", términos que el castaño no terminaba de entender.
-¡Increíble! ¡"Tachi" y "Alfa" de verdad que son palabras increíbles!
-...Gracias...- Tōno no sabía cómo reaccionar tras todo lo que pasó previamente, nunca le había sucedido que alguien intentara tener sexo con él.
-Eh, ¡no te preocupes!- Contestó Kashima, intentando animar al omega, pero éste sólo podía sentirse patético por no defenderse a sí mismo.
-Pero igual pude habérmelas arreglado yo solo.
-¡Ayudarnos mutuamente es algo importante! ¿No lo crees?- Lo interrumpió el de cabello negro.- Ya que entramos al mismo club también deberíamos divertirnos un poco.- Hizo una corta pausa.- Además no podía dejar que un omega fuera forzado frente a mí.
-...Sí...- El más bajo quería cambiar de tema, entonces recordó algo.- Por cierto, Kashima, ¿por qué decidiste entrar al Club de Fotografía?- Realmente le causaba curiosidad conocer más a su compañero de club.
-Bueno, ¡me gustan las fotografías!
-Eh.- No sabía qué más podía decir, se sentía como un tonto por haberlo preguntado, era algo que debió pensar antes.
Tōno seguía sintiéndose preocupado por lo que había ocurrido, además de estar pensando que ese chisme había llegado a todos demasiado rápido. En la mañana, era todavía un omega normal para sus compañeros y senpai, pero tras unirse al Yari-bu, era como si sólo lo vieran como un simple objeto sexual, lo cual no le agradaba.
-¡Tōno!- Esta vez sí no lo había sentido, fue hasta que lo oyó llamarlo que se dio cuenta de que Yaguchi estaba cerca suyo. El castaño claro lucía intranquilo, probablemente ya estuviera enterado de todo.
-¡Yacchan!
-¿Es cierto que entraste al Club de Fotografía?
-Ah, sí, no lo sabía.- El omega intentó tranquilizarlo con sus palabras, lo cual no pareció dar ningún resultado.
-Perdón.- Parecía en serio arrepentido.- No pude enseñarte bien las cosas.
-¡¿Eh?! ¡Para nada, esto no fue culpa tuya, Yacchan! No te preocupes, todo está bien.- Hizo una corta pausa.- Soy un omega, estoy acostumbrado a que las personas me vean así.
-¿De verdad?- El alfa todavía no se veía nada aliviado.
A pesar de ser Tōno un omega y Yacchan, un alfa, el castaño oscuro no pudo evitar pensar por un momento que su destinado era realmente adorable.
-¡Sí!
Tanbién pasó por su mente la idea de que si se tratara de Yaguchi, estaría dispuesto a tener sexo, aunque muy seguramente fuera debido a que éste era su alfa destinado, por lo que su omega interior era el que quería eso, más no él como persona. Si fuera por Tōno, nunca estaría con Yacchan, pero muy en el fondo, una parte de él se sentía atraída por el más bajo, incluso si no era consciente de ello.
-Entonces, si llegas a tener un problema no dudes en decirme.- El otro se notaba más aliviado, hasta mostraba su usual sonrisa amable.
-¡Claro! Gracias.- Le contestó sinceramente agradecido, a pesar de que dudaba mucho decirle si surgía un problema relacionado con su club.
-Hasta luego.- Yaguchi se retiró tras esa breve conversación entre ambos, dejando al omega pensando en que era un muy buen chico.
Tōno se quedó viendo por la ventana, aún embobado pensando en lo adorable que era Yacchan, era consciente de que el alfa era muy popular entre los chicos de la clase, especialmente entre los omegas, aunque también había alfas que mostraban interés en él, mientras que los betas eran realmente pocos, dado que no creían tener oportunidad en ser amigos del chico de cabello castaño claro. Sin que se diera cuenta, Akemi se le acercó por la espalda, sonriendo traviesamente.
-¿Ya decidiste que deseas compartir tu primera experiencia con ese chico?
El castaño oscuro gritó sorprendido, no lo había sentido llegar, aunque siempre supo que su olfato no era tan bueno, por lo que rara vez notaba cuando alguien era alfa u omega.
-Qué cruel sorprendiéndote de esa manera.- Su tono de voz no había cambiado mucho.- Terminarás lastimándome.
-Akemi-senpai, apareciéndote así de la nada por mi espalda, es obvio que me sorprendería.
-Así que te interesa Yaguchi-kun. ¡Incluso fuera del Yari-bu es bastante popular!
-¿Eh? Que Yacchan es...- Pero se vio interrumpido por el rubio.
-No te preocupes, nadie le ha puesto las manos encima aún. Entre los tachi es bastante popular.- Respondió sonriendo.
-Eh, eso de "tachi", realmente no entiendo nada al respecto.
-¿Es en serio?- El presidente del club se dejó caer un poco.- Bueno, los tachi son los que toman el papel del hombre cuando se trata de tener sexo, es decir, los que la meten. Y los neko son lo contrario, les gusta que se la metan. Itome-kun, el chico nuevo y yo somos tachi. Shikatani-kun es un neko, aunque también es un poco masoquista. Ah, luego están Yuri-kun y Tamu-kun, ellos dos son riba, por lo que pueden hacer tanto de neko como de tachi; no son ni hetero ni homo, son bisexuales. También cabe decir que yo odio a las mujeres.
-¿Eh? Pero si Akemi-senpai e Itome-senpai son tachi, entonces...
-Por fuera de mí, Itome es absolutamente un tachi, pero cuando se trata de tener sexo conmigo, se convierte en un neko.
El de primer año se sentía confundido, por mucho que lo intentaba, no lograba imaginar al más alto siendo un neko, en especial porque no parecía del tipo que gimiera.
-Aunque sean novios, ¿no te molesta que Itome-senpai tenga sexo con otras personas además de ti? ¿Incluso si existe la posibilidad de terminar marcando a un omega?
-Uh, ¿para nada?- Hizo una pausa, luego continuó hablando.- Ya que el único que puede tener sexo así con Itome soy yo, así que está bien. Aunque sí me preocupa un poco que conozca a su destinado o algún otro omega y lo marque, pero es más porque quiero evitar problemas legales.
-Así que, ¿no hay problema alguno?- Cuestionó dudoso.
-No hay problema alguno.- Contestó simplemente, sin pensar mucho en la respuesta.
Mientras que Tōno se preguntaba si en realidad era así, si incluso Itome lo consideraba de esa forma, ya que lo poco que los vio le pareció que lucían enamorados el uno del otro, incluso cuando ambos eran alfas y cuando cada uno tenía a su omega destinado en algún lugar del mundo, aunque era muy poco probable que lo llegaran a conocer.
Al fin, a pesar de todo lo ocurrido, había terminado su primer día en la Academia Privada Mori Mori. Se sentía aliviado por eso, podría ir a descansar de tanto acoso por parte de los alfas y betas que iban a buscarlo con el fin de tener sexo con un omega, ya que al parecer era el único del club. En cuanto llegara a su habitación comería algo, dado que en todo el día no tuvo la oportunidad de hacerlo. De repente, le llegó otra vez el dulce olor de Yaguchi, debía estar detrás suyo de nuevo. Entonces fue cuando sintió que había sido golpeado por algún tipo de paquete de comida.
-Tu estómago, ¿no estará muriéndose de hambre?- El más bajo tenía su usual sonrisa amable.- Tōno, como no te había visto desde el descanso de la tarde, heme aquí.- Le mostró el paquete de alimento que traía en sus manos.- ¡Creí que tendrías hanbre! Te traje el legendario pan de pudín. Además no es bueno que un omega permanezca tanto sin comer estando tan cerca de su celo.- Al parecer sí lo había notado, pero no había querido mencionarlo.
-¡Yacchan!- Tōno se mostraba agradecido, a su alrededor tenía flores, realmente le hacía falta comer.- Muchas gracias.
-¡Hey, no hay problema! ¡Dentro de esta academia, el pan de pudín es bastante popular!- El castaño claro permanecía aún con su sonrisa.
El castaño oscuro quería estar más tiempo hablando con el otro, pero no sabía cómo decirlo, se sentía inseguro de comunicarle eso de manera tan directa. Le gustaría hablar acerca de que ambos eran destinados.
-Eh, verás, si aún tienes tiempo antes de ir a tu club...- Yaguchi sólo lo veía con duda.- Eh, uhm, este...- Estaba nervioso y no lograba armar una frase completa.- ¿Por qué no nos sentamos ahí y lo comemos entre los dos?- Ofrecerle comer el pan de pudín entre ambos le pareció una buena idea.
-...¡Está bien! ¡Hay que comer!
-¡Sí!
Alfa y omega se dirigieron a sentarse a una banca que se encontraba muy cerca de donde estaban parados en ese momento. Tōno estaba disfrutando de su único alimento del día.
-¡Increíble! Tiene demasiado pudín.- Le fue mordiendo poco a poco, queriendo saborear bien tan preciada comida.
-Pues se supone que tiene que estar lleno de pudín.- El más bajo parecía disfrutar de ver a Tōno comiendo.
El chico nuevo pensaba que era realmente tranquilizante estar así con Yaguchi. Aunque tal vez ya era hora de hablar acerca de si se enlazarían o lo rechazarían para ir por quien quisieran, a pesar del dolor que les pudiera ocasionar al principio.
-Uhm, Yacchan...
-¡Oye, Tōno!- La voz de Kashima lo detuvo de abarcar ese tema.- ¡¿Qué haces?!
-¡Kashima! ¿Por que estás...- Quería saber que hacía ahí, en una zona tan solitaria de la escuela, sin, aparentemente, razón alguna.
-¡Yū!- Gritó Yacchan. El omega se quedó callado, haciendo que se preguntara si acaso esos dos se conocían y eran cercanos, dado que el más bajo lo llamó por su nombre. Y en todo caso, qué clase de relación tenían.
-¿Kyōsuke?- Incluso Kashima lo llamaba por su nombre, entonces sí eran cercanos.- ¡Ha pasado tiempo! Voy para allá.- El de cabello negro se dirigía a la banca donde estaban sentados.
-¿Yacchan y Kashima se conocen?- Preguntó, como con curiosidad, aunque sí que le intrigaba saber la respuesta.
-¡Ah! Yū y yo somos primos.- Le contestó, volviendo a su sonrisa.
-Oh, ya veo.- Tōno esperaba que su alivio no fuera tan notorio. La presencia de Kashima ahí con ellos lo sacó de sus pensamientos.
-¡Buenas! Estuve buscando a Tōno todo el descanso. ¿Así que estuviste todo el tiempo con Kyōsuke?
-¡Así es! Debiste haberme avisado que te transferirías a esta academia, me tomaste por sorpresa.- Quien respondió fue Yaguchi.
-Perdón, no sabía que estabas asistiendo aquí también, Kyōsuke.- El más alto tenía también su amable sonrisa.- Eh, ¿no me digas que eso es un pan de pudín?- Se le notaba la emoción en la voz.
-Acabo de ir de compras, ¡y ya se habían agotado! Sólo obtuve este.- De nueva cuenta quien contestó fue el castaño claro.
-Recibí esto de Yacchan.- Tōno le dio su sagrado alimento a su amigo.
-¿Eh?- Este no entendió lo que pretendía el omega.
-Oh, entonces, Kyōsuke, ¿puedo darle una mordida?- Kashima lo notó, así que hizo esa pregunta tan importante.
-Sí.- El más bajo aún estaba sonriendo.
Yaguchi lo acercó un poco a Kashima, quien hizo lo mismo, con la intención de no hacer estirar tanto a su primo. Le dio una mordida al pan de pudín, causando cierta envidia en Tōno. Fue entonces cuando notó el sonrojo en el rostro de su alfa destinado, dejándolo en shock. En ese caso, no era bueno hablar de su lazo por el momento, para no terminar en ninguna situación incómoda. Se quedó pensando si para empezar estaba permitido que dos primos se volvieran pareja, independientemente de si ambos eran alfas, puesto que sí podían quedar embarazados, aunque su fertilidad era muy baja, había una posibilidad en mil o un millón de que ocurriera un fenómeno así. La voz de Yaguchi lo trajo de vuelta a la realidad.
-¡Yū! ¡No comas de más! Ya no quedará nada para Tōno.
-Perdón. Estaba delicioso.- Kashima acarició la cabeza de Kyōsuke, tras lo cual, se presentó un mayor sonrojo en este último.- ¡Gracias!
-Lo siento, Tōno, a pesar de que tenías hambre...¡aquí tienes!- Le devolvió lo que quedaba de su pan de pudín.
-Ah, sí, gracias.- El omega no sabía cómo reaccionar después de la conclusión a la que había llegado, sin embargo, continuó comiendo de su preciado alimento.
-¡Ah! ¡Lo logré! Tuve un beso indirecto con Tōno.- Exclamó el más alto, realmente feliz con eso. Incluso cuando para el mencionado no fue así.
Esa misma noche, en su cuarto, Tōno sintió por primera vez lo que era tener un celo. El efecto de la pastilla se había pasado, eso o estar tan cerca de su alfa destinado le había terminado afectando. Se sentía acalorado, sudaba a mares; por mucho que se mojaba con agua fría, no lograba disminuir su erección ni todo el calor que tenía. En un momento así deseó haber hablado con Yaguchi, pudo pasar su celo con él, pero no se atrevió a mencionarle nada del tema.
Pasó tres días con su cuarto cerrado con llave, no dejó que nadie entrara, tampoco salió. Permaneció así hasta que al fin terminó el celo; el día cuatro ya se había presentado a clases, y fue con ayuda de Yacchan que logró ponerse al corriente respecto a los trabajos y tareas.
Muchos curiosos, y pervertidos, le preguntaron cómo pasó su celo, pero obviamente no respondió nunca, eso era un asunto privado para los omegas y nadie tenía el derecho de hacer semejante pregunta. Absolutamente nadie.
° ° °
Sí, lo sé, tardé más de lo esperado en subirlo. Pero como uso el manga para escribir cada capítulo, sólo lo hago en los horarios en que mis padres no están o duermen.
Bueno, creo que por el momento no hay más aclaraciones, si tienen alguna duda o no expliqué bien algo, pueden preguntarme, intentaré dejar bien claro todo.
Ah, y también si notan algún error, ya sea de ortografía o porque omití alguna letra en cualquier palabra, no duden en decirme, como escribo en el celular a veces no me doy cuenta de cuando me equivoco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro