- ¡Aarón deja de decir estupideces! ¡No me hace gracia nada de lo que estás diciendo!

- No estoy diciendo tonterías, Hanna, nunca había dicho algo tan en serio en toda mi vida... - por primera vez, desde que ambos salieron de la casa se miraron a los ojos a pesar de la fuerte lluvia que les caía encima.- Estoy enamorado de ti.

- Cállate. - pidió Hanna pero Aarón no obedeció sino que dio un par de pasos más hacia ella.

- Desde el primer día que te vi supe que eras la chica más bella que yo había visto ¡Mierda! ¡Hasta la fecha sigo pensando lo mismo y eso fue cuando teníamos 3 años! - Esas palabras Aarón las pronunció con cierta ironía, como si ni él mismo creyera lo que decía. Hanna solo se sintió asustada, abrumada.

- ¡LO ESTÁS ARRUINANDO TODO, AARÓN! ¡YA CALLATE! - dijo imponente, pues Aarón se seguí acercando, ella lo quería detener pero si a alguien Hanna jamás lastimaría ese sería Aarón.

- Honestamente creo que no sabía que me gustabas desde ese momento hasta ya estaba completa y locamente enamorado de ti, eso lo supe a los 12 años, cuando tuviste tu primer novio y el corazón se me partió en dos. - Hanna estaba llorando, Aarón lo sabía a pesar de que la lluvia simulada sus lágrimas. Él sabía que esto era todo, estaba poniendo todas sus cartas sobre la mesa, todo dependía de Hanna ahora, él ya había hecho todo lo que estaba en sus manos.

- Aarón... - no pudo decir nada porque él se acercó hasta que solo unos centímetros los separaban.

- Desde ese día, ahora y estoy seguro que siempre te voy a amar Hanna Parker, así tú no me correspondas. Te amo, Hanna.

Era oficial, Aarón había hecho todo lo posible, el destino de ambos, su historia y su "felices para siempre" estaba en manos de Hanna ahora, ella lo sabía y por eso estaba aterrada. No paraba de mirar a su amigo desde hace años a los ojos, las palabras no salían, no podía pensar claro con toda la situación así que sin pensarlo más ella dio un paso atrás seguido de otro y otro hasta que los centímetros que los separaban se fueron convirtiendo en metros.

En un punto Hanna se detuvo y sin apartar aún la mirada respondió.

- Aarón... - negó para sí misma.- Yo... - ella sabía que sus palabras harían que todo se fuera a la mierda así que respiró profundo antes de decirlas. - Yo no siento lo mismo por ti. Lo lamento. - Aarón se le cayó el mundo pero a pesar de eso él no quería perderla. No podía.

- Está bien, podemos... - Ella lo interrumpió.

- Nada, lo siento Aarón pero después de esto tú y yo no podemos vernos más.

- Hanna... -Aarón dio un paso adelante pero Hanna retrocedió en seguida.

- ¡NADA, AARÓN! ¡TÚ Y YO YA NO SOMOS NI SEREMOS NADA! ¡ENTIENDELO DE UNA PUTA VEZ! ¡NO TE QUIERO CERCA DE MÍ NUNCA! - y sin darle tiempo a Aarón de algo Hanna salió corriendo. Aarón quería alcanzarla pero sus pies no se movieron pues su mente no paraba de repetir las palabras de Hanna una y otra vez.

Oficialmente la historia de ambos había terminado.

O eso pensaron.