AARÓN
El ciclo escolar terminó, pasó navidad, pasó año nuevo y no volví a ver a Hanna como cada fin año, según lo señores Parker (quienes vinieron a mi casa por las fiestas que hacen mis padres cada fin año para sus socios) Hanna se fue con Mike a California para pasar las fiestas con su familia. No sabía que el estar alejado de Hanna me afectaría tanto hasta que recibí esa noticia, todas las noches pensaba que ese idiota le estaba viendo la cara a Hanna y todo porque yo no había sido lo suficientemente valiente para contarle la verdadera razón por la que me alejé.
En parte soy consciente de que yo no tengo la culpa de que Hanna no me crea, pero no puedo evitar sentirme responsable porque… después de todo… la quiero.
En fin, todo siguió su curso con o sin Hanna en mi vida hasta que llegamos al día de voy 12 de enero, un día muy importante en la escuela pues mañana sería el último juego de la temporada, podía sentirse toda la energía positiva en los pastillos de la escuela, excepto por una persona, yo.
No me sentía alegre porque básicamente era el equipo, pero no jugué en toda la temporada, me la pasé sentado en la banca porque el entrenador mandó a la cancha a sus jugadores estrella (los de último año) mientras la mayoría de los de segundo y primero solo mirábamos.
Como sea, ya no valía la pena pesar en todo lo malo de esta situación porque de todas formas ya no puedo cambiar algo.
— ¡Excelente trabajo chicos, nos vemos mañana para la final! —Todos los que han jugado gritaron de alegría mientras aplaudían, el resto solo tomó sus cosas para irnos. — ¿Dónde está mi capitán? — con eso se refería a Mike, la verdad no presté mucha atención, simplemente me fui de las canchas porque no me sentí de humor.
Una vez llegando a lo vestidores algunos fueron a las duchas y otros, como yo, solo guardábamos nuestras cosas.
— ¿Cómo te sientes por mañana Aarón? — preguntó Peter, supongo que al notar mi seriedad.
— La verdad, tranquilo y eso me molesta. — creí que preguntaría el por qué pero terminó asintiendo.
— Te entiendo. — lo miré sorprendido.
— ¿De verdad? — asintió.
— No eres el único enfadado de sentir favoritismo en el equipo. Es decir, tú eres mejor que Mike, la verdad no sé que hace de capitán, pero en fin. — cerró su mochila luego de dejarme sorprendido por su comentario, nadie me había dicho que yo era mejor que Mike. — Nos vemos mañana.
— Adiós. — luego de eso me quedé solo, así que solo me senté a disfrutar ese momento, la verdad no sé qué me pasaba, simplemente estaba cansado de que nada me estuviera saliendo bien.
En eso nuevas voces se escucharon en los vestidores, provenían del otro pasillo de casilleros, donde están los de último año.
— ¡Hey, Mike! El entrenador te busca. — En automático rodeé los ojos y me dispuse a salir de los vestidores para evitar escuchar cualquier cosa que se relacionara con ese despreciable ser. Pero al final me detuve.
— Dile que ya me fui, tengo que ver si mi “novia” esta haciendo lo que le pide. — el chico que lo llamó rio.
— La verdad no puedo creer que la hayas convencido de hacer semejante broma, podría terminar en la correccional por eso. — ambos rieron mientras mi corazón latía al mil por hora.
— No te sorprendas, las chicas hacen lo que sea por sentía algo de cariño. — cerré lo puños con fuerza mientras lo único que pensaba es que quería golpearlo pero me contuve, tenía que averiguar qué tramaba. Una vez pararon las risas volvió a hablar. — Como sea, nos vemos.
— Tranquilo, yo te cubro. —dicho eso escucharon pisadas seguidas del abrir y cerrar de la puerta principal.
Esperé un par de minutos hasta esperando a que ese chico se marchara y una vez lo hizo salí de los vestidores en busca de Mike.
Puede que ya no hablé con Hanna pero le prometí que él y el señor Parker no volvería escuchar de sus bromas y lo voy a cumplir.
🌼🏈🌼
HANNA
Me encontraba debajo de las gradas de la cancha de futbol, finalizando con los últimos detalles de mi broma maestra. La verdad el pensar en las caras de todas al ver esta broma me hacía mucha gracia, nadie esperaría algo así.
Revisaba que todo el sistema que hacía instalado en el bote de basura se encontrara en orden cuando en eso alguien me abrazó por detrás pero esta vez no contrataqué, ya me había acostumbrado a eso así que solo sonreí.
— ¿Cómo vas con todo? ¿Necesitas que te ayudé? — rápidamente negué.
— No, ya están casi listos, solo me faltan dos más.
— ¡Wow! No puedo creer que hayas terminado con todos lo botes en solo un par de horas. — me giré para míralo y encogerme de hombros.
— No era tan difícil, además haría lo que sea por ti. — Mike sonrió.
— Lo sé, y yo por ti. — me dio un cálido beso en los labios antes de alejarse.
— Bueno, tengo que hacer unas cosas. En un rato más paso por ti ¿bien? — asentí. Me dio un último beso antes de marcharse y una vez estuve sola continúe mi tarea.
Lo qué estaba haciendo era la broma más grande que había hecho hasta el momento porque si me descubrían estaba segura que podría meterme en muchos problemas legales, por eso trataba de ser lo más limpia posible, para no dejar rastro alguno.
Luego de terminar de instalar el sistema en todos los basureros era hora de dejarlos en su lugar, como si nada hubiera pasado. Puse todos los pude en una carretilla para finalmente dejarlo en sus lugares, pero como eran bastantes tenía que dar muchas vueltas, sí, este sería un largo día.
AARÓN.
Me había dado por vencido, busqué a Mike por todos lados pero no lo entré, lo más probable es que se haya ido de aquí, quizá Hanna nunca estuvo aquí y prepara la broma en su casa, algo que duraría porque todas sus bromas las organiza aquí para instalar todo.
Caminaba de regreso a las canchas pues para mi mala suerte había olvidado mi celular en el casillero de los vestidores. Pero, justo cuando estaba por entrar, del otro lado de las canchas puede escuchar algo parecido a la carretilla que usa el de intendencia para cargar cosas, giré para ver de que trataba y me encontré con quien menos pensé, Hanna. Estaba saliendo de debajo de las gradas con esa carretilla que cargaba varios botes de basura.
Rápidamente me escondí atrás de un muro que era parte del edificio donde están lo vestidores. Esperé varios minutos mientras observaba a Hanna quien pues en ese momento se encontraba poniendo los cestos de basura en su lugar habitual. Algo bastante extraño pues nunca había visto que eso fuera uno de los castigos que ponen en detención pero, sobre todo, no sabía que a Hanna la hubieran castigado y como es del grupo popular eso se habría sabido en la escuela en cuestión de segundos. Todo esto solo podía significar una cosa, que los botes eran parte de su broma de mañana.
Luego de acomodar todos lo cestos que tenía en la carretilla, Hanna volvió a esconderse bajo las gradas; y esa fue mi señal. Corrí lo más rápido que pude hasta el bote más cercano para poder buscar donde estaba la broma, pero todo parecía en orden. Estaba por darme por vencido pues sabía que Hanna no tardaría en aparecer cuando en eso se me ocurrió quitar la bolsa negra que tenía adentro el bote y ahí lo encontré; era nada más y nada menos que un explosivo.
Miré a mi alrededor y cuando encontré otro bote fue a este solo para comprobar que efectivamente tenía el mismo sistema en el fondo. Hanna había instalado explosivos en todos los cestos de la cancha, esa era su gran broma, una broma por la cual la pueden acusar de terrorismo.
— Carajo, Hanna ¿Qué hiciste? — dije para mí mismo mientras observado todos los cestos.
En eso la carretilla se volvió a escuchar así que volví a mi escondite. La seguí vigilando y eso solo ayudó a que me preocupara pues a Hanna no le había bastado con la cancha porque estaba metiendo botes a la escuela.
No podía dejar que Hanna siguiera con esto, ya no solo por mi padre sino por ella, porque, aunque nos hayamos alejado, todavía me preocupo por ella.
Mil y una ideas cruzaron por mi mente de como podía evitar todo este desastre pero la mejor de todas vino cuando apreció alguien más para ayudar a Hanna, y era nada más ni nada menos que Mike.
La única forma de detener a Hanna era si le demostraba que yo nunca le mentí y para eso necesito buscar a sus otras novias pero eso solo lo puedo lograr si le quito su celular.
🌼🏈🌼
Luego de varios minutos Hanna y Mike se marcharon, algo no muy bueno porque para quitarle el celular necesito saber dónde están pero para mi suerte Mike se cree influencer y publica TODO en sus historias de Instagram.
Estaban en casa de Hanna, algo complicado pues su casa tiene mucha seguridad y la única forma de entrar es por la puerta principal y para eso necesito una excelente distracción.
🌼🏈🌼
HANNA
— Entonces ¿Ya todo está listo? — preguntó Mike desde la sala pues yo me encontraba en la cocina preparando todo para la noche de películas, el día de hoy tendríamos maratón de “El señor de los anillos”.
— ¿Te refieres a lo de mañana o la noche de películas?
— A lo de mañana, claro. — rodé los ojos.
— Ya te he dicho que tú solo te preocupes de no estar cerca de los botes en el medio tiempo, ya te he dicho que los tengo todo bajo control.
— Bien, no preguntaré más después de todo eres la reina de las bromas. — sonreí como tonta y estaba lista para dejar todo e ir con él para besarlo pero justo cuando salí de la cocina alguien llamó a la puerta.
Mis planes cambiaron y me dirigí hacia esta pero al hacerlo me llevé una gran sorpresa.
— Jess ¿Qué haces aquí? — se veía algo nerviosa al principio pero luego de unos segundos habló.
— Yo… quería saber si podrías explicarme unas dudas que tengo sobre mi tarea. — la miré confundida.
— Claro, Jess pero no entiendo ¿Viniste tu sola? — se encogió de hombros.
— Mamá y papá no estaban en casa, Vianey salió a hacer el super y Aarón fue con unos amigos. — Todo esto me parecía extraño pues Jess no era de irse de casa sin decir nada.
— Pero… — quise seguir con mi investigación pero en eso ella grito.
— ¡Ah! ¡SOLO AYUDAME HANNA! — abrí mucho los ojos por la sorpresa.
— ¡Hey, tranquila! — me hice a un lado dejándola pasar.
— Gracias, y lamento el grito. — sin decir nada más entró.
Realmente no sabría como resultaría esto pues en ocasiones Jess me ha explicado cosas de mi grado pero bueno, espero ayudarla, después de todo estoy molesta con Aarón no con Jess.
Al entrar a la sala Jess ya estaba comiendo palomitas mientras instalaba sus materiales en la mesa.
— Hanna ¿Puedo hablarte? — Mike no me dio ni tiempo de contestar porque luego de tomarme la mano me guió rápidamente a la cocina, con eso supe que la presencia de Jess no le agradaba.
— No quieres que ella esté aquí ¿verdad? — me crucé de brazos y lo miré mal.
— No es eso, es solo que yo vine aquí a pasar tiempo con mi novia, no a ser niñero. — eso me molesto porque Jess eran como mi hermana menor, por ende no quería nadie fue grosero con o al referirse a ella.
— Mira, en primera esa niña es más madura que tú y yo juntos, así que no necesita ninguna niñera, segundo, ella no se ira a ninguna parte hasta que la ayude y tercero, si te vas estarás siendo grosero. — Mike se encogió de hombros.
— ¿Y qué si soy grosero? — sonreí burlona.
— Lo que pasa es que si eres grosero con ella eres grosero conmigo y con eso ocurre me molesto, y si eso pasa ten por hecho que no te ayudaré mañana con tu broma. — y con esa la expresión de superioridad de Mike pasó a una de asombro pero en menos de 2 segundos ya se estaba dirigiendo a la sala mientras decía:
— ¿¡En qué te podemos ayudar princesa!?
🌼🏈🌼
No sé cuánto tiempo pasó, pero Mike y yo había leído el libro de matemáticas de Jess como treinta veces y seguíamos sin entender que era el "rectángulo típico".
— Qué que lo tengo. — dijo Mike, yo lo miré esperanza mientras que Jess algo irritada y la entendía pues no lo habíamos podido ayudar. — No, espera. — miró la libreta. — No olvídalo, no me salió.
Rodé los ojos y continué buscando en mi celular algún video que nos pudiera ayudar.
— Hanna.— miré a Jess.
— Tengo que ir al baño. — asentí.
— Claro, no te preocupes, espero que cuando regreses ya tengamos algo de información. — Jess sonrió y rápidamente se fue de la sala.
🌼🏈🌼
AARÓN
No sé cuanto tiempo llevaba aquí afuera pero ya había sido bastante, en eso la puerta principal se abrió.
— ¿Lo tienes? — fue lo primero que pregunté cuando vi a Jess.
— Tienes suerte de que me haya traído el libro de matemáticas universitarias que papá compró por error. — y del bolsillo de su sudadera sacó el celular de Mike.
— Eres la mejor. — Jess solo sonrió.
Tomé el celular y cuando lo desbloqueé me di cuenta de que tenía contraseña.
— Demonios.
— ¿Qué pasa?
— Tiene contraseña. — Jess se quedó pensativa unos segundos antes de quitarme el celular para intentarlo.
— Listo. — me lo devolvió y efectivamente, el teléfono estaba desbloqueado.
— ¿Cómo…?
— Su contraseña era cinco, cuatro, cinco, tres, o sea Mike. — reí.
— Muy lista. — se encogió de hombros y acto seguido comencé a buscar sus conversaciones para saber quienes eran las chicas. — Las encontré.
— Bien, ahora anota sus números y dame el celular que Hanna puede venir en cualquier momento.
Una vez que hice lo que me pidió le regresé el celular.
— Espero que funcione. — Jess sonrió de lado.
— Lo hará. — y sin más volvió a la casa.
Ahora seguía la fase dos, contactar a las chicas.
🌼🏈🌼
HANNA
2 horas después…
— Bueno, eso fue lo mejor que pudimos hacer, espero que no repruebes por nuestra culpa. — le dije a Jess mientras me dirige a la sala que era donde ella estaba pues Mike se acaba de ir y lo había acompañado a la puerta.
— No te preocupes, estoy segura de que todo está en orden. — lo dijo mientras guardaba su ultimo cuaderno.
— ¿Necesitas que te lleve a casa? Bob todavía está, le puedo decir que te lleve. — negó.
— Si no te molesta esperaré a que me recojan.
— Oh, creí que no sabían que estabas aquí. — en eso el timbre resonó por toda la casa. — creo que llegaron.
Me encaminé a la puerta creyendo que Jess me seguía pero una vez que abrí la puerta me di cuenta que no y supe el porque.
— Jess viene en un momento. — estaba por marcharme pero Aarón habló.
— Lo sé, pero le dije que esperaba porque quiero hablar contigo. — respiré profundo antes de mirarlo.
— ¿De qué más quieres hablar además de tu invento de que mi novio me ve la cara de tonta?
— Pues algo así… — lo miré mal. — pero a diferencia de la otra vez es que ahora sí tengo pruebas de que él te engaña.— apreté los puños.
— Aarón no quiero… — en eso sostuvo mi mano haciendo que me calmara.
— Solo escúchame, y si no te convenzo prometo no volverte a molestar. — nos miramos unos segundos y no estoy segura del por qué pero terminé aceptando.
Aarón hizo señal a un auto que estaba estacionado frente a mi casa, auto que conducía Vianey y del cual descendieron dos chicas que parecían ser nuestra edad.
— Hanna, ellas son Jennifer y Camilia, ambas novias de Mike. — en cuanto Aarón dijo ese nombre las dos chicas rodaron los ojos.
La Hanna de antes le habría creído a Aarón solo con esto pero ahora, después de que no me pudo decir el porque se alejó de mí, necesitaba más pruebas.
— Aprecio que hayas traído a las chicas aquí pero creo que será mejor que les pagues y se vayan porque ya es muy tarde. — Aarón me miró triste.
— Esperaba que esto fuera suficiente pero cómo tú quieras.— en eso una de las chicas sacó su celular y me lo tendió.
— Llámalo desde aquí, para que escuches cómo contesta. — miré el celular con desconfianza y la verdad con algo de miedo pero al final lo tomé porque confiaba en él.
Marqué y luego de tres tonos su voz se escuchó por el altavoz.
— Hola, bebé ¿Qué necesitas? — no sé como explicarlo pero en ese momento sentí como si alguien presionara mi pecho hasta que hacerme un hueco.
— Nada, amor, solo llamaba para confirmar nuestra cita del sábado. — contestó la chica para despistar.
— Claro bebé, nunca te he fallado.
— Bien, nos vemos entonces. Te quiero.
— Yo más.
Chica cortó la llamaba y finalmente le entregué sus celular.
En ese momento solo le quería encontrar una explicación a todo eso, pero dejé de hacerlo cuando la segunda chica me mostró una foto de ella y Mike besándose.
Luego de eso no supe que más pensar, solo que me habían visto la cara de tonta.
— Gracias por venir aquí chicas pero si no mes molesta ¿Podrían dejarnos solos a Aarón y a mí?
Ambas asintieron y regresaron al auto.
— ¿Cómo estás? — me encogí de hombros mientras cerraba mis ojos con fuerza.
Una vez que creí que sería lo suficientemente fuerte para aguantar las lágrimas los abrí.
— Me siento como una tonta. — Aarón soltó una risa débil.
— Eres Hanna Parker, haces cosas muy tontas pero no eres tanto.— sonreí triste por su comentario.
— Gracias por seguir intentando abrirme los ojos, a pesar de que me negaba a hacerlo. — Aarón volvió a tomar mi mano, transmitiéndome esa energía tan positiva que él siempre tenía.
— Para eso son los mejores amigos. — nuevamente sonreí pero ahora con alegría porque ahora me quedaba claro que no importaba lo que hiciera, Aarón siempre estaría a mi lado.
— Espero que los mejores amigos también estén para desinstalar explosivos. — sonreí apenada esperando la cara de sorpresa de Aarón en cambió recibí una risa.
— Esperaba esa respuesta. — lo miré sorprendida.
— ¿Cómo supiste…?
— Eso no importa, lo importante es que hace todo para evitar que mi mejor amiga se convierta en una terrorista.— reí. — ¡JESS, YA PUEDES VENIR! — gritó Aarón desde la entrada.
— ¿Así qué Jess es tú cómplice? — se encogió de hombros.
— Gracias a ella conseguí los números de Jennifer y Camilia. — me sorprendí.
— Wow, nunca creí que Jess me mentiría.
— Ella haría lo que sea por verte feliz e igual y yo. — cuando dijo eso me miró de una forma muy extraña pero a pesar de eso no pude evitar acercarme para abrazarlo con fuerza.
— Gracias por todo, Aarón.— al parecer lo sorprendí, no culpaba porque yo no soy muy afectuosa pero poco a poco me correspondió el abrazo con la misma intensidad.
— De nada, Hanna.
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Hola!!!!
Bueno, hasta aquí hemos llegado con capítulo de hoy espero les haya gustado porque al fin Hanna se dio cuenta!!!! 🤩🤩
También quería contarles algo muy importante y es que ya no voy a publicar más...
Ah!!! ¿Se lo creyeron? 🤣🤣 espero que no, pero lo que les quería decir, ya en serio, es que voy a poner un horario en los que estaré subiéndo capítulos.🥳🥳🥳
Espero poder lograrlo porque el día de hoy estuve pensado que si quiero llegar a ser escritora tengo que tomarme las cosas más en serio así que....
Mi Aferrado.
* Martes y Jueves a las 6 de la tarde (hora de México).
Plan perfecto.
*Sábados dos de la tarde. (Hora de México).
Sé que con la segunda historia la tengo muy olvidada pero es que por el momento lo le tengo pies ni cabeza. 😂😂
En fin, espero les haya gustado la noticia así que ya saben no importa no les llegue la notificación, a esa hora habrá capítulo.
(Este capítulo cuenta como el del martes, no lo puede publicar antes porque como a las 7 fue cuando me decidí a tomarme este mundo en serio 😅).
Los quiero mucho, gracias por el apoyo y nos leemos el jueves.
Instagram: @bsr.pau
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