Un mes después.

AARÓN

El timbre sonó y casi al instante todos los estudiantes nos pusimos de pie listos para salir del aula y así por fin ir a casa a descansar.

— Nos vemos, Aarón. — se despidió Peter una vez que estuvimos afuera de la escuela, nos conocíamos porque estamos juntos en el equipo de football y además compartimos algunas clases.

— Adiós, Peter. — luego de despedirme lo seguí con la mirada pero al hacer esto terminé observando una pareja tomada de las manos que pasó junto a él; eran Hanna y Mike.

Ambos se encaminaron al auto del hermano de Mike quien ya los esperaba adentro y una vez se reunieron se marcharon.

Así habían sido las cosas desde hace un mes, no había hablado en lo absoluto con Hanna, sinceramente creí que las cosas serían más complicadas pero no fue el caso, talvez Mike ayudó un poco en eso pues Hanna nunca estaba sola. Por mi parte no podría decir que me la pasó solo porque no, he hablado más con mis compañeros de equipo y me llevo muy bien, pero la verdad extraña a Hanna pero también sabía que el volverle a hablar solo empeora la situación, o mejor dicho mis sentimos porque la verdad a pesar de estar alejados puedo sentir como mis sentimientos por ella siguen en aumento.

Con respecto a sus bromas no ha ocurrido ni una sola, lo cual me tiene muy sorprendido pues al parecer Mike ha sabido controlar a Hanna en eso mejor que yo, tal vez no era tan mala influencia después de todo.

En eso un claxon sonó, sacándome de mis pensamientos. Era mamá quien esta semana ha venido a buscarme a la escuela porque Vianey está de vacaciones y no quiere dejarnos a Jess y a mí solos en casa.

Caminé al auto y una vez que estuve cerca entré al asiento del copiloto.

— Hola. — salude a mamá y a Jess una vez cerré la puerta.

— Hola, Aarón ¿Qué tal la escuela? — preguntó mamá mientras arrancaba

— Bien, nada nuevo que decir.

— Genial. Bueno, ahora vamos a su tortura. — giré para ver a Jess quien había puesto una cara de entre enojo y tristeza.

— Eso no es divertido, mamá. — confesó.

— Jess tiene razón, no es nada divertido tener que esperarte como 8 horas hasta que termines.

— Bueno chicos es lo que hay, saben que su padre no le gusta que estén solos.

— Lo sabemos. — respondimos Jess y yo al mismo tiempo.

Las cosas con papá siempre habían sido así, es muy sobreprotector con nosotros puede que por su trabajo ya que ha visto casos de todo tipo.

Mamá siguió conduciendo hasta llegar al edificio Murray. Sí, mamá legalmente es Cox desde que se casó con papá pero ella comenzó su marca antes de conocerlo así que el nombre se quedó.

Una vez que estacionó el auto nos bajamos de él para que el chico encargado fuera a estacionarlo.

— Hola, Tom.— Jess, mamá y yo saludamos al guardia de seguridad antes de adentrarnos en el edificio.

— Buen día chicos, buen día señora Cox.

Luego de eso saludamos a todas las secretarias y a cada personal que nos encontrábamos en el camino al elevador. Una vez dentro apretamos el botón del penúltimo piso pues ahí estaba la oficina de mamá.

— Bien chicos, recuerden hacer su tarea y no tocar nada porque podrían ser papeles importantes ¿Okay?

— Sí, mamá. — respondimos más a fuerzas que de ganas.

— No sean insolentes. — frunció el ceño. — nos vemos en unas horas. — dicho eso oprimió otro botón y las puertas se cerraron.

Jess y yo caminamos hasta llegar a su oficina y una vez ahí ella se sentó la silla de mamá para comenzar a hacer su tarea y yo me eché en el sofá para jugar en mi celular.

— ¿No vas a hacer tu tarea como dijo mamá? — me preguntó Jess, haciendo que levantara mi mirada y yo descubriera realmente lo que hacía.

— No tengo tarea, además tú tampoco la estás haciendo.

— ¡Eso es mentira! — intentó tapar la hoja con sus manos en cuanto vio que me pude de pie, pero eso no funcionó ya que en cuestión de segundos le había quitado la hoja

— Vamos a ver qué hacías. — miré la hoja y me llevé una gran sorpresa al ver un pájaro hecho a lápiz sobre ella, se veía tan real que no pide evitar quedarme sorprendido y eso solo hizo que Jess aprovechará la situación para quitarme la hoja.

— Yo veas mis cosas, Aarón. — rápidamente lo escondió bajo su libreta.

— ¡Jess, eso es increíble! — sonrió de lado. — ¡No sabía que podías eso! ¿Desde cuándo dibujar? — se encogió de hombros.

— Desde siempre, solo que hace 2 años me decidí mejorar.

— Lo has hecho muy bien. — me sonrió.

— Gracias.

— Deberías decirles a mamá y papá que te metan a clases de dibujo, para perfeccionar aún más. — frunció el ceño.

— Sabes que mamá y papá quieren que haga un deporte como tú y Hanna. — ahora yo la mire mal.

— Si mamá y papá te inscriben en deportes es porque tú nunca has dicho que no quieres eso. — lo pensó.

— Bueno... creo que tienes razón, ellos no son adivinos.

— Exacto.

— Bueno, se los diré.

— Eso espero, porque sé que tienes futuro en eso. — su sonrisa se hizo más grande.

— Eres el mejor, Aarón. — ahora yo sonreí.

— Lo sé.

🌼🏈🌼

HANNA

Ya habían pasado casi 2 horas desde que Mike y yo llegamos a mi casa y cuando eso pasó lo primero que preguntó fue lo siguiente:

— ¿Están tus papás?

— Se supone que debería estar mamá pero ella nunca está, se la pasa con sus amigas del club y cosas así, solo procura llegar puntual a la cena para que papá no le digo algo. — asintió.

— Oh, bueno ¿Entonces qué quieres hacer? — lo pensé y no se me pudo ocurrir la idea más común de todas.

— ¿Vemos una película?

— Claro.

— Bien, haré palomitas y tú elige la película.

Y en realidad luego de dos horas las palomitas siguieron intactas y no supe de que trató la película porque Mike y yo estuvimos uno encima del otro todo el tiempo. En ocasiones él trató de meterme la mano en el pantalón pero no lo dejé, lo más que le permití fue tomarme los senos y eso porque me gustaba como se sentía pero no quería ir más lejos, apenas tengo 14 años y él es mi primer novio, así que no, no va a pasar por más que Mike me guste.

En eso algo se cruzó por mente, haciendo que alejara a Mike de golpe.

— ¿Qué pasa? — Me miró confundido.

— ¡Es que tengo una idea para mi siguiente broma! — ahora me miró mal.

— Hanna creí que ya habíamos hablando de eso...

— ¡Sí! Pero escucha. — Siguió mirándome mal.— ¿Qué te parecería una carrera de avestruces? — lo miré de una forma muy seria porque en realidad quería saber su opinión pero él siguió con su mirada.

— Hanna, en primera creo que eso podría contar como maltrato animal y segunda creo que ya habíamos llegados al acuerdo de que no harías más bromas hasta después de mi partido ¿O es qué ya ni me quieres ayudar? — él tenía razón se lo había prometido.

— Sabes que sí quiero ayudarte pero tú también tienes que entender que esto es difícil para mí, extraño hacer bromas.

— Claro que lo entiendo, Hanna, pero ya te expliqué que si queremos que esa broma en el partido salga bien tenemos que mantener un bajo perfil. — Suspiré en forma de rendición.

— Okay, tú ganas. — sonrió.

— Esa es mi chica. — me dio un corto beso en los labios antes de ponerse de pie. — me tengo que irme. — tomó su mochila y la puso sobre su hombro izquierdo. — nos vemos mañana.

— Hasta mañana. — dicho eso se marchó.

Sinceramente ahora me arrepentía demasiado de haberle hecho caso a Mike. Casi una semana después de que comenzamos a salir yo estaba planeado mi siguiente broma pero cuando Mike se dio cuenta y me pidió que no la hiciera porque él quería que lo ayudara a hacer una broma en el último juego de la temporada que es en Enero del siguiente año pero para eso él creyó conveniente que dejara de hacer mis bromas para mantener un bajo perfil porque la broma que él quería hacer sí era algo pesada.

Pero bueno, se lo prometí y haré todo lo posible para cumplir mi promesa.

🌼🏈🌼

AARON.

Ya habían pasado 5 horas desde que llegamos y Jess y yo ya estamos muy aburridos, teníamos acceso a internet y mamá nos había traído pizza pero de verdad era aburrido estar sin hacer nada en un lugar que no es tu casa.

Mis ojos ya se estaban cerrando por el cansancio pero en ese momento la puerta se abrió.

— Chicos, tengo una mala noticia y una buena. La mala es que tengo que quedarme una horas más.

— ¡NO! — gritamos Jess y yo al mismo tiempo pero mamá levanto sus manos en señal de que nos calmáramos.

— La buena es que he decidido darles dinero para que vayan al cine o a comprar un helado.

— ¡SÍ! — gritó Jess de felicidad.

— Pero por favor no se vayan muy lejos de aquí porque si su papá se entera me mata.

— Dudo mucho eso, solo se molestaría. — respondí y ella solo se limitó a sonreír mientras me daba un billete de 50 dólares y otro de 20.

— Tengan cuidado. — dicho eso se marchó.

— Bueno ¿A dónde quieres ir? — le pregunté a Jess.

— ¡Por helado!

🌼🏈🌼

En cuanto salimos del edificio le preguntamos a Tom donde había una heladería, nos respondió que a una par de cuadras así nos encaminamos allá.

Pasando como 7 minutos todavía no encontrábamos nada pero con lo que sí nos topamos fue con un cine.

— ¿No preferirías ver una película Jess? Porque la verdad no sé dónde pueda estar la heladería.

— Mmm... — miró la cartelera. — La verdad ninguna me llama la atención. — Ambos miramos las diferentes películas muy atentos pero en eso una chica pasó empujando a Jess.

— Oh, la siento mucho. ­— se disculpó la chica. Yo quería decirle que tuviera más cuidado pero Jess me ganó.

— No te preocupes. — Ambas sonrieron y la chica se fue.

— Jess, no debes ser tan buena. — se encogió de hombros.

— Fue un accidente. — Jess tenía razón pero me molestaba porque no era la primera vez que pasaba algo parecido. Miré en dirección a donde se había ido la chica solo para mirarla mal pero al encontrarla me llevé una muy mala sorpresa.

Tomé a Jess se la mano y rápidamente caminé a un auto que estaba cerca para escondernos.

— ¿Qué pasa Aarón? — preguntó Jess pero tardé en responder porque todavía no lo podía creer.

— ¿Ves a la chica que te empujó? — Jess se asomó un poco más verla.

— Sí...

— Está con un chico ¿verdad?

— Sí...

­— Bueno, ese chico es el novio de Hanna. — los ojos de Jess se hicieron muy grande en señal de preocupación.

— Bueno, puede tener un explicación, a lo mejor vienen en grupo y son los primeros en llegar. — por primera vez quise darle la razón a Jess porque la verdad no podía creer que teniendo a Hanna este imbécil le fuera infiel.

— Talvez tengas razón. — Jess me sonrió de lado antes de mirarlos otra vez pero ahora, por primera vez, pude ver molestia en sus ojos.

— ¡Retiro lo dicho, es un tonto! — me giré para ver qué pasaba, Mike estaba besando a la chica.

— Voy a golearlo. — Quise salir del escondite pero Jess me detuvo.

— ¡No, Aarón! Él es más grande que tú y si te golpea papá se molestará con mamá. — Jess tenía razón.

— Vale, entonces ¿Qué hacemos? — Jess lo pensó.

— Quizás seguirlo porque su otra novia se acaba de ir en un taxi y son las 7, dudo mucho que se vaya a su casa tan temprano. — Volví a mirarlos y efectivamente, Mike ya estaba solo y caminaba hacia el centro.

— Bien, a seguirlo.

🌼🏈🌼

Caminamos un par de cuadras más hasta que Mike entró a una heladería, al menos amataríamos dos pájaros de un tiro.

Ya habían pasado dos rondas de helado y casi media hora de espera pero Mike seguía solo en su mesa.

— Bueno, quizás me equivoqué y solo vino por un helado.— dijo Jess mientras llegaba con su tercer helado.

­— Puede ser... — Y en eso una chica entró a la tienda de helados, buscó con la mirada en las mesas hasta que encontró a su acompañante; claro que era Mike. ¡Qué imbécil! ¿En serio? ¿¡Tres chicas en un mismo día!?

— ¡Es un tonto! — lo miró Jess molesta. ­­­— ¡Teniendo a alguien como Hanna ¿Cómo se atreve a estar con otras chicas?!

— Me pregunto lo mismo, Jess. — Ambos mirábamos con molestia la mesa de esos dos enamorados. Yo apretaba mis puños bajo la mesa porque de verdad me estaba conteniendo para no pararme a golpearlo.

En eso Mike se puso de pie con la intención de ir al mostrador.

— Ahora vuelvo. — Jess se levantó tan rápido del asiento que ni me dio tiempo de preguntar que iba a hacer.

La seguí con la mirada, estaba caminando muy rápido y cuando menos lo pensé chocó contra Mike embarrándole todo su helado en el pantalón.

— ¡Oh, lo siento! — se disculpó Jess de la forma más falsa posible. No pude evitar reírme he igual todos los presentes que vieron la escena.

— ¡Niña, ten más cuidado! — pude notar que se contuvo en cómo le respondió a Jess y eso talvez de debía a la vergüenza de ser observado porque rápidamente huyó al baño.

Jess regresó a la mesa con una gran sonrisa.

— Nunca pensé que harías algo parecido. — dije entre risas y ella se encogió de hombros.

— Sí las cosas hubiera sido al revés estoy segura que Hanna habría hecho lo mismo, o más, por mí. — sonreí.

— Tienes razón. — me puse de pie. — ahora vámonos antes de regrese y me veía.

— ¿Tomaste alguna foto como prueba? Porque estoy segura que cuando le cuentes a Hanna lo que viste el tonto ese lo va a negar. — comentó Jess una vez que estuvimos lejos de la heladería.

— No, pero estoy seguro que Hanna me creerá.

— Bueno, tienes razón, un mes de noviazgo no le puede ganar a 10 años de amistad.

— Exacto. — De eso estaba seguro, Hanna no dudaría en créeme.

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Hola!!!

Sí... casi 3 semanas sin capítulo nuevo, en verdad lo siento. Ya les expliqué la situación y mil gracias por entenderme, haré todo lo posible porque eso no vuelva pasar, tengo que aprender a organizarme, lo sé.

En fin ¿Qué tal les pareció? ¿Qué creen que pase ahora? ¿Aarón le contará a Hanna o no? Y si pasa ¿Ella le creerá?

Bueno, esto es todo, espero les haya gustado. Los amo mucho y nos seguimos leyendo!!!!!!

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