HANNA

— Solo espero que esto funcione Hanna. — Dijo Emma mientras acercaba el auto a la reja eléctrica de la casa.

— Lo hará...— confirmó Aarón en voz baja. Emma suspiró.

— ¿Seguros que no tomará mucho tiempo? En serio necesito regresar el auto... — el escuchar sus dudas, después de todo este horrible día me frustró.

— ¡Yo necesito volver a sentir mis piernas! ¡Créeme que también quiero que esto sea rápido!

— ¡Bien, bien! — finalmente detuvo el auto y tocó el timbre. — Solo quiero decir que eso no es mi culpa, yo les ofrecí esconderse en la cajuela, ustedes fueron los que decidieron quedarse atrás de los asientos....

— Eso es porque sería más difícil abrir la cajuela...

— ¿Hola? — me callé de golpe al escuchar la voz, le habían respondido a Emma. Esa voz era inolvidable, se trataba de Vianey.

— Hola, buenas noches, perdón la molestia, lo que pasa es que soy amiga de Aarón y Hanna. Voy de camino a una fiesta, pero olvidé mi abrigo, y como puede ver hace algo de frio... — dijo Emma como humor, pero Vianey no respondió. — en fin... estoy algo lejos de casa, ellos me dijeron que podía llegar aquí y que podrían prestarme uno.

— ¿Eres amiga de ellos? — Vianey sonaba desconfiaba, y eso no era buena señal. Aarón y yo nos miramos angustiados.

— ¡Sí! ¡Vivo con Hanna! ¡Me llamo Emma!

— ¡AH! ¡EMMA! Sí, he escuchado de ti, pasa. — y en eso se escucharon las puertas abrirse. Aarón y yo respiramos aliviados.

— ¡Gracias!

Volvió a poner el auto en movimiento y solo cuando rodeó la fuente que se encontraba al centro del jardín para quedar justo enfrente de las escaleras que daban a la puerta de entrada detuvo el auto.

Una vez ahí Emma bajó de este, pero no sin antes abrir la puerta trasera lo más discreta posible para poder seguir su camino a la puerta principal.

La primera en salir fui yo, esperé unos segundos hasta que Aarón también lo logró. Una vez que estuvimos afuera no perdimos el tiempo y corrimos agachados hasta los arbustos antes de que Vianey saliera.

— ¡Mierda, lo logramos! — dijo Aarón con la respiración agitada.

— Sí... ahora a buscar esa manguera para no morir de hipotermia. — El jardín estaba totalmente oscuro, era imposible que alguien nos viera, fue por lo que sin temor a ser vista me puse de pie para buscarla. Esta era la segunda fase del plan.

Aarón con cuidado hizo lo mismo.

— Lo más probable es que esté frente al cuarto de Jess, tiene rosas en su balcón así que necesitan una manguera más larga... — en eso un largo bostezo salió de mí, Aarón solo sonrió divertido.

— Lo siento, estoy cansada. Creo que hoy ha sido el día más agotador de mi vida.

— En realidad me reí porque creo que fue lo más humano que te he visto hacer en las últimas horas. — no pude evitar reírme. — pero tranquila, dentro de poco podremos dormir luego de darnos una buena ducha caliente. — ante su uso de palabras, yo sabía a qué se refería, pero no pude evitar mirarlo como si insinuará que nos bañaríamos juntos. Y claro que me entendió, rápidamente si cara se puso roja. — ¡No! ¡No quise decir eso! ¡Me refería a que tú te bañarías primero y después yo...! — lo interrumpí, pues aunque todo era muy gracioso ya se estaba torturando mucho.

— Claro que entendí, Aarón. Deja de torturarte y vamos a buscar eso. — Lo rodeé antes de seguir con nuestro camino.

AARÓN

Cuando Hanna desapareció de mi campo de visión, para seguir buscando la manguera, por fin pude respirar. Ni siquiera me había dado cuenta que estaba conteniendo el aliento hasta ese momento ¿Y cómo no hacerlo? ¿Alguien podría culparme por ponerme nervioso cuando la chica que he amado por años está en ropa interior frente a mí?... y más aún si creyó que me le estaba insinuando por dar a entender que nos bañaríamos juntos... sé que no fue así, Hanna lo hizo para molestarme, pero las circunstancias no me ayudaban para estar tranquilo.

Una parte de mí piensa que está mal de mi parte ponerme así por ver a Hanna en ropa interior, pero lo siento, no soy de piedra, la amo, y eso incluye que además de pensar de manera romántica también por mi mente han pasado otras cosas... no con frecuencia, pero sí ha pasado.

A pesar de que todo eso sucedía por mi mente la noche tenía que continuar, por lo que me di vuelta, dispuesto a ayudar a Hanna con nuestra misión. Al hacer eso lo primero que vi a uno menos de distancia fue la silueta de Hanna... ¡MIERDA! ¡Ni siquiera me importaba que estuviera llena de lodo! ¡SE VEÍA PERFECTA!

Carajo, ver eso no me ayudó mucho... respiré profundo y me encaminé para ayudarla a buscar, entre más rápido consiguiéramos esa manguera, más rápido Hanna encontraría algo con que vestirse y así yo dejaría de sentirme nervioso por tenerla cerca.

🌼🌼🌼

HANNA

7 minutos después.

— ¡Hanna por favor podrías apresurarte! ¡Hace demasiado frío! — dijo Aarón en un grito ahogado, era lógico que hablara de esa manera, después de todo no queríamos que sus padres pensaran que se trataba de ladrones... o aún peor, que supieran que éramos nosotros.

— ¡Deja de quejarte! ¡Tú no eres el que está a más de dos metros del suelo casi desnudo a menos de 10°C! — Al igual que él mi voz sonaba ahogada, pero Aarón tonó mi tono molesto y obvio que así lo era. Era la tercera vez en menos de 24 horas que me encontraba trepada de una ventana, claro que cada una fue responsabilidad mía, pero no me importa, tengo derecho a quejarme.

— Tienes razón, perdóname.

— Serás perdonado cuando veía que la ventana está abierta. — ya me encontraba cerca, dos esfuerzos más y lo habré logrado.

Está era la siguiente fase, entrar a la habitación de Aarón para poder pasar la noche y no morir de hipotermia; además ya teníamos que quitarnos todo el lodo.

—Tendría que estarlo, esa ventana nunca tuvo seguro. — y para cuando dijo esa frase logré cumplir mi objetivo, estaba justo a un costado de la ventana, me estiré un poco hasta alcanzarla, y solo hizo falta un pequeño esfuerzo para que ésta se abriera por completo.

—Aarón...— miré un segundo abajo, él ya me observaba atento. — estás perdonado. — sonrió justo antes de que me adentrara a su ex‐habitación.

Una vez ahí regresé a la ventana, justo a tiempo para que Aarón me lanzara la manguera.

Todo esto lo planeamos en el auto, Emma atravesaría la reja con la excusa de querer un abrigo, en ese momento nosotros nos escabulliríamos al jardín donde buscaríamos la manguera, la cual nos ayudaría como una especie de cuerda para ayudar a Aarón a subir al cuarto donde yo me encontraba justo ahora.

Una vez que tuve la manguera la desenrollé y le lacé uno de los extremos.

— ¿Estás listo? — le pregunté a Aarón.

Él lo había amarrado alrededor de su cuerpo como le había dicho.

—Listo. — levantó los pulgares para confirmar antes de poner sus manos en le muro.

De inmediato comencé a jalar la manguera, obvio estaba pensado, Aarón media casi 1.90 y yo apenas 1.65, la diferencia era considerable. La única razón por la que lo estaba logrando es porque no me dejó del toda sola, él se apoyaba del muro, la "cuerda" solo le estaba sirviendo como impulso.

Una vez que llegó a la ventana, tuve cuidado de no soltar del todo mi agarré para poder estirar mi mano izquierda y así ayudarlo a entrar.

— Gracias. — dijo mientras se desataba la manguera del cuerpo.

— Por nada. — comencé a enrollar la manguera. Me quedé tan entretenida que ni siquiera tuve tiempo de analizar la habitación, pero quien sí lo hizo fue Aarón.

— ¡Carajo! — No supe que fue lo que pasó, solo pude ver como de manera agitada fue directamente al armario donde abrió las puertas de par en par. — ¡Mierda! — yo no estaba entendiendo nada ¿Por qué estaba tan alterado?

— Aarón, se supone que ya estamos a salvo ¿Qué te ocurre?

 
—   ¿Me puedes decir como le haremos para cubrirnos del frío al dormir? — para la respuesta más lógica se me ocurrió mirar la cama... no había nada, ni sábanas ni almohadas, solo el colchón.

Lo segundo que se me ocurrió fue usar las cortinas... miré la ventana pero no tenía.

— Bueno, no hay problema por eso, con la ropa es suficiente... — en ese momento Aarón se hizo a un lado, dejándome ver adentro del armario... nada.

Miré a todos los y fue cuando noté que la habitación estaba completamente vacía, y tenía sentido, Aarón ya tenía más de tres años de no vivir aquí.

— Bueno, tampoco es tan malo, podemos dormir así... — finalmente Aarón me miró.

— ¿Te vas a dormir con toda tu ropa llena de lodo? — lo pensé.

— De acuerdo... en realidad no es ropa...

— ¡Hanna, esto es en serio! — echó la cabeza hacia atrás con frustración. Yo sabía por qué, no había ropa y quedarnos con esto no era opción por lo mojada que estaba. Claro que entendía la frustración de Aarón porque si no había nada con que cubrirnos tendríamos que dormir completamente desnudos...

— Lo siento... pero no hay que preocuparse, iré a buscar ropa...— me dispuse a salir de la habitación pero justo antes de llegar a la puerta Aarón se interpuso.

— Ninguno de los dos saldrá de está habitación hasta mañana después de las 9 cuando mis padres no estén y Vianey esté limpiando la cocina. No nos vamos a arriesgar más de lo que ya estamos haciendo.

— Bien... — di un par de pasos hacia atrás resignada. — Para ser justos ya hemos estado desnudos antes...

— No digas eso... fue cuando teníamos como 2 meses de nacidos Hanna.— él realmente se veía muy incómodo por todo esto...  por mi mente pasó una cosa: ¿Aarón seguirá sintiendo algo por mí..? ¡No! Ya pasaron años desde que eso pasó por mi mente, más bien solo la incomodidad de estar con su mejor amiga. Aunque esa idea hizo que por unos segundos mi corazón se acelerara.

— ¿Entonces qué hacemos? — Aarón volvió a echar su cabeza hacia atrás, tenía las manos en ambos costados torso lleno de lodo, pero esto último no impedía que se notara lo marcado de su abdomen... ¡Mierda! Ya había visto a Aarón en traje de baño pero esta era la primera vez que le prestaba atención... ¡Carajo, Hanna! ¿¡Por qué ahora!?

Pude haberme quedado como idiota mucho más tiempo mirándolo pero en ese momento un estornudo salió de mí.  Con eso Aarón recobró la compostura y me prestó atención.

— Por el momento creo que será mejor que te bañes. Yo seguiré pensado.

— De acuerdo... — di media vuelta y me dirigí al baño.

Una vez adentro estaba lista para cerrar la puerta pero justo antes miré por última vez a Aarón. Ahora estaba sentado en la cama con la mirada perdida, pensando. Seguía preocupando, no pude evitar sentir que era por mi culpa... no quería verlo así...

— Si de algo sirve... — me miró. — no me pone incómoda dormir desnuda contigo a un lado, Aarón.

En cuanto dije eso cerré la puerta, ni siquiera esperé a ver su reacción porque incluso yo sentí vergüenza al escucharme decir eso  ¿Y quién no después de decirle eso a su mejor amigo? Pero lo que más me apenaba es que era verdad.

AARÓN

Sus palabras me dejaron completamente mudo, jamás pensé que diría eso. Una parte de mí creyó que solo lo dijo para que yo dejara de preocuparme, pero la otra parte, la que tomaba en cuenta como es Hanna... me decía que fue sincera.

Escucharla decir eso me quitó un peso de encima, pero  tenía otro, uno más pesado, y se trataba de mí. Me aterraba la idea de que me pusiera tan nervioso que terminara diciéndole que la amaba y que todo se fuera al demonio.

Puede que suene exagerado, eso pensé en un inicio, creí que podría controlar mi estupidez pero confirmé que las cosas no eran así cuando Hanna estaba enrollado la manguera... ¡SE VEÍA TAN HERMOSA MIENTRAS LO HACÍA! ¡Y LO PEOR ES QUE ESTUVE APUNTO DE DECIRLO EN VOZ ALTA!

Es por eso que estaba casi seguro, que aunque no la viera, el solo hecho de saber que estaba desnuda junto a mí provocaría que revelara lo que tantos años me he guardado.

Respiré profundo para calmarme, no había nada que pudiera hacer, solo controlar todo lo que saliera de mi boca.

Comencé a ver mi habitación, en un intento de despejar mi mente pero eso no fue de ayuda, no había absolutamente nada, las pocas que dejé cuando comencé la universidad me las llevé al comprar la casa. Lo único que dejé fueron los muebles por si mis padres la querían usar como cuarto de visitas.

Miré las repisas, vacías. El armario, vacío. El escritorio, vacío. La cama, vacía... en eso, algo vino a mi memoria, pero no exactamente por la cama, sino por la cabecera.

Me puse de pie y fue directo a esta. Tenía mucho curiosidad de saber si seguía ahí... metí la mano por detrás, y ya solo dependió de mi tacto para saber sí sentía algo... y sí, lo logré sentir. Lo tomé y lo saqué para saber sí estaba en lo correcto... sí, era un condón. Este era mi escondite hace tres años cuando salía con Stacy...

En ese momento pensé en toda la situación, y fue por eso que decidí dejarlo donde estaba, no quería que cuando Hanna saliera, lo viera y se mal interpretara todo. Porque incluso si pensábamos todo parecía una broma de muy mal gusto.

Por lo menos eso me sirvió de distracción, justo a tiempo para dejar de escuchar como corría el agua ¡Mierda! ¡Operación "No decir estupideces" comienza!

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Hola!!!!!

Sí, ya saben cómo soy, me tardo siglos en subirles capítulo, pero en mi defensa este capítulo sí me tomó mucho tiempo porque está algo largo, lo tuve que dividir en 2 partes... 😅

¿Qué creen que pase?!!!!! Yo ya lo sé!!! Los quiero leer!!! 🤭🤭

La segunda parte ya está lista ¿Cuándo la quieren leer? Ustedes mandan. 🙈

Bueno!!! Estoy muy emocionada!! Espero les haya gustado y nos seguimos leyendo!!

Gracias por su apoyo!!! 🥰🥰 los quiero!!!

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