*Capítulo 27 (Parte 2): Infiltrados.
8 horas antes.
AARÓN
Luego del entrenamiento no tenía nada hacer, a pesar de ser jueves por la noche todo parecía tranquilo. Había terminado mis tareas, el entrenamiento acabó relativamente temprano, mi jefe del club de comedia me dio el día libre, Hanna no me aviso que tuviéramos trabajo... prácticamente todo pintaba a ser un día aburrido para echarse en cama a ver una película. Y no me quejaba, hacía tanto que no tenía un día así.
Puse la alarma del auto y mientras camina a casa comencé a pensar que película ver, fue ahí cuando me di cuenta de que las posibilidades eran ilimitadas ¿Por qué? Porque hacía casi 3 años que no veía una película... Especifícame desde que comencé a trabajar en el club y para Matt, y cuando no hacía alguna de esas dos cosas tenía que enfocarme en hacer tareas, restaurar, o estar al pendiente del equipo de futbol.... Vaya, en verdad que yo mismo me sobreexplotaba.
Al cerrar la puerta de la casa tras de mí me dispuse a ir a la cocina para preparar unas palomitas, pero para esto tenía que cruzar por la sala de estar... la cual no estaba sola. Ahí supe que mi idea de día libre había muerto.
— Así que tú eres quien se acaba las palomitas. — me dirigí a Hanna mientras colgaba mi mochila en la pared. No se molestó en terminar el puño de palomitas que se acaba de llevar a la boca.
— ¡CLARO QUE NO! — terminó de comer antes de continuar con su defensa. — Te recuerdo que vives con otras dos personas.
— Cierto, pero las palomitas desaparecen desde que me mudé aquí.
— ¿Y? — En serio Hanna me quería dejar como idiota.
— Y... Jess tiene aquí viviendo como 4 meses y William prácticamente parece que no come, es más, no llevar mucho que comenzó a salir más seguido del sótano... A demás, tú tienes llaves de la casa. — Hanna se vio sorprendida por ese último comentario.
— ¿Cómo...?
— No soy tonto, te conozco, sabía que sacarías una copia sin que me diera cuenta, pero no me molesta, así si pierdo mis llaves solo te tengo que llamar. — Hanna rodó los ojos divertida.
— Siempre analizando todas las variables.
— Eso pasa cuando tienes una amiga que se la vive en problemas. — Al final terminé ejecutando a medias mi plan inicial; me eché sobre el sofá y le robé un puño de palomitas a Hanna. — Y ahora ¿Cuál es la nueva broma?
— ¿Por qué supones que vengo por trabajo? ¿No puedo solo venir a pasar tiempo con mi mejor amigo? — rápidamente negué.
— La verdad no te creo... — se vio ofendida. — Si no hubieras movido demasiado las manos ni parpadeado tanto, quizá, te habría creído. — frunció el ceño, molesta consigo misma. —¿Tan malo es lo que tenemos que hacer que no te animas a decirme? — suspiró.
— En realidad... lo que yo tengo que hacer. — la miré confundido. — Matt me encargó este trabajo solo a mí pero... no tiene que ver con alguien de la universidad...
— ¿La broma es fuera del campus? — ella asintió.
— Ni siquiera podría decir que es una broma.
— Ese idiota... — apreté los puños, sabía que era solo cuestión de tiempo para que comenzara a meterla en sus negocios. Ese imbécil lleva meses haciéndola hacer bromas mucho más peligrosas a personas que ni son parte de la Universidad, esto ya se veía venir desde entonces.
— Y perdón por meterte, pero en verdad no creo poder hacerlo sin tu ayuda. Me haz mal acostumbrado en los últimos 3 años. — obviamente la iba a ayudar, no importaba lo que fuera, yo estaría ahí para cualquier cosa que ella necesitara, siempre.
— Claro que estoy adentro, jamás te dejaría sola.
— Lo sé... — esas últimas palabras las dijo apenas en un susurro... pero la forma en la que me miró mientras las dijo hizo que me quedara sin aliento por unos segundos... no sabría como describir la expresión en su rostro... pero sí lo que me provocó, y fue mucho calor, que se extendía desde mi pecho hasta mi cuello... mierda, me estaba excitando...
Y antes de que ese calor se fuera a otras partes en donde no pudiera ocultarlo decidí romper nuestra conexión con algo que estaba sobre la mesa y que no había visto cuando llegué por pelear mis palomitas.
— ¿Y eso qué es? — se trataba de una mochila color negro. Que a decir verdad parecía más gris por lo sucia que estaba.
— Al aparecer es todo lo que necesitamos para cumplir con la misión.
— ¿Qué hay adentro? — comencé a ponerme nervioso solo de pensar que podría haber un cadáver ahí adentro.
—No te preocupes, son solo unos trajes de mesero... — volví a respirar. — y como diez kilos de cocaína.
—¡Qué carajo! — Y como si hubiese tenido un resorte en el trasero me puse de pie para alejarme de esa mesa. Me llevé las manos a la cabeza en un intentó vano de calmarme, no era un cadáver... pero definitivamente era muy malo.
🌼🌼🌼
6 horas antes.
HANNA
—Entonces ¿Ya sabes que hacer? — le pregunté a Aarón una vez que se acercó luego de haberle pagado al taxi. Creímos que sería más conveniente llegar así para que no hubiera forma de rastrearnos en caso de que todo saliera mal. Tampoco trajimos nuestros celulares para evitar perderlos, lo único que teníamos eran estos uniformes de meseros puestos y la mochila con la droga.
—Sí, obviamente.
—Bien... — di un largo suspiro antes de mirar al frente, justo donde todo se desarrollaría, una linda y gran mansión a las afueras de la cuidad.
—Pero... solo para confirmar...— lo miré mal. — ¿Podrías recordarme el plan de nuevo?
—¿Qué parte?
—Toda... — rodé los ojos pero volví a explicar. Prefería repetirlo otras mil veces si eso evitaba que algo saliera mal.
—El objetivo es cambiar esta droga, por un collar que van a subastar en el evento. Paso 1, infiltrarnos. Los demás no deben de notar que no somos meseros, así que para NADA te quites el antifaz ¿entendido? — Aarón asintió mientras se lo ajustaba. Para nuestra suerte el evento era esa clase de fiestas raras que la gente con dinero hacer para sentirse superiores, en esta ocasión todos usaban máscaras, incluidos los meseros. — Paso 2, buscar la oficina del dueño de la mansión, que la verdad no tengo idea de quién sea pero supongo que será la sala más vigilada porque ahí gustarán las piezas a subastar.
>>Y paso tres. Entrar a la oficina, abrir la caja donde tienen el collar, intercambiarlo y huir ¿Está todo claro?
—¿Por qué si el último paso tiene más puntos lo resumirte en uno solo? ¿No lo hace más difícil de memorizar?
—Porque es el que más rápido debemos hacer, el más importante...
—¿Y por qué si es el más importante no lo separamos? Sería menos riesgoso olvidar.
—Porque los planes tienen 3 pasos ¿¡Alguna vez haz escuchado un plan de cuatro pasos!? ¡No ¿verdad?! ¡Porque eso no existen! — Aarón levantó las manos en señal de que me calmara, al parecer ya estaba perdiendo la compostura y ni cuenta me había dado.
—Creo que ambos estamos apunto de entrar en pánico...
—¿¡Tú crees!? ¡Hay demasiada seguridad! ¡LOS GUARDIAS TIENEN PERROS! ¿¡ALGUNA VEZ HABÍAS VISTO ESO EN LA ESCUELA!? ¡NO! ¡PORQUE NO HAY TANTA SEGURIDAD! — mil escenas de perros despedazándonos comenzaron a pasar mi mente, y solo eso bastó para que me diera cuenta de que todo esto era una locura. — Creo que mejor deberíamos irnos. — di media vuelta lista para irme por donde llegué pero Aarón me lo impidió tomando mi mano.
—Si fuera una de tus tantas bromas te apoyaría al 100%, siempre he querido de desistas de hacer una... pero no dejaré que lo hagas justo ahora que está en juego tu vida ¿Todo esto es una locura? Claro que sí, pero es lo mejor que sabes hacer Hanna. — en los ojos Aarón de podía ver su confianza en mí... y eso era todo lo que necesitaba.
Una parte de mí aún dudaba de todo esto, pero ni siquiera tuve tiempo de sacarla a flote porque en ese momento algún nos llamó.
—¡Ey! ¡Ustedes dos! — Ambos nos giramos asustados, creímos que nos habían descubierto. Quien no llamaba era un señor con un uniforme muy parecido nuestro, la única diferencia era la mascara, la de él tenía detalles en dorado.—¡Que saben ahí holgazaneando! ¡No hay tiempo para los novios! ¡Hay invitados que atender! ¡RÁPIDO SI NO QUIEREN SER DESPEDIDOS!
No perdimos el tiempo y corrimos hacia donde el hombre apuntaba, que era una puerta a un costado de la casa. Prácticamente habíamos logrado burlar la seguridad.
Cuando pasé a un costado llamó mi atención.
—¡Y esa mochila!
—Ah...
—¡A la cocina pronto! — hice caso y me adentré a la casa, al parecer este sujeto estaba más frustrado que yo. — ¡NO PUEDO CREER QUE NI SIQUIERA TE HAYAS INSTALADO! ¡RÁPIDO!
Una vez Aarón y yo cruzamos un largo pasillo llegamos a la cocina, donde todo parecía estar patas arriba con gente yendo y viendo de un lado a otro.
—Paso 1, infiltrarnos. Listo.
🌼🌼🌼
2 horas antes.
Luego de cuatro horas de estar con una bandeja llena de copas con champán uno realmente logra encontrar su centro para evitar que alguna de estas caiga a pesar de las cientos de personas y borrachos que te rodean... y eso era todo, fue todo lo bueno que pude pensar de estar sirviendo champán, además de fortalecer el brazo.
Ahora bien, si el servir champán no era tu único objetivo y en cambio pensabas intercambiar cocaína por un collar de diamantes pues entonces las cosas mejoraban porque prácticamente pasas desapercibido mientras analizas todo el terreno.
Gracias a esto ahora sabía que el lugar más probable en donde guardaban los artículos era en una habitación de la planta alta. Eso lo logré averiguar cuando uno de los invitados ya borracho subió en busca de algo más para beber. Obvio tuve que ir tras él por órdenes del "frustrado". Y fue cuando noté que en una de las habitaciones del fondo estaba vigilada por dos guardias, quienes además tenían a sus amigos caninos muy atentos.
—¿Ya tienes alguna idea? — Aarón se paró junto a mí, tratando de disimular que estábamos analizando quién necesitaba más champán.
—Hay un cuarto en la parte de arriba, lo vigilan dos hombres con perros.
—Bien, tiene que ser ahí. Ahora el problema es ver como entraremos.
—Creo que eso ya lo sé.
🌼🌼🌼
—Es una broma ¿verdad? — dijo Aarón mientras observaba mi idea.
—No... de hecho es lo único que se me ocurre, no podemos entrar por la puerta.
—Trajiste gas pimienta... —negué. — ¿ polvo pica pica?
—No.
—¿Popo de elefante?
—¿Eso de que nos serviría?
—¿Yo que voy a saber? Tú eres la de las ideas. — rodé los ojos.
— Y es exactamente por eso que esta es la mejor opción.
No dejé que siguiera haciendo de lado mi idea cuando era quizá nuestra única salida. Así que me dirigí al muro pues justo a un costado de la casa una parte de esta se encontraba cubierta de plantas, lo que nos podría servir como escalera... si es que era resistente.
—Con cuidado. — comencé a subir, al principio con desconfianza, pero luego de lograr subir dos metros di por hecho que esto resistiría. Gran error. — Vas bien.— y esas palabras bastaron para que en el siguiente impulso que me ayudaría a subir el pie la planta se rompiera.
—¡CARAJO! — eso vino de parte de Aarón y mía, pues al parecer caí arriba de él. Nos quedamos enfocados en el dolor del golpe que olvidamos por completo que alguien nos podría vernos, y fue lo que pasó.
—¿¡Qué están haciendo!? — ¡Mierda!
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Hola!!!
Pues finalmente se logró! Ayer el capítulo fluyó y lo pude terminar...! Bueno, la segunda parte, pero este capítulo es uno de los más importantes... ya sabrán porque lo digo. 😉
Bueno, espero que les haya gustado, que se hayan divertido!! Sinceramente esta historia me he divertido mucho escribiéndola, espero que ustedes también al leerla. He conocido demasiado a Aarón y Hanna porque lo crean o no varias veces escribo cosas que termino borrando porque ahora sé las cosas que harían y dirían. Y es muy entretenido pensar y ver como emocionan estos personajes... pero bueno ustedes han de estar ¡¿Y eso que nos importa?! 🤣 Mejor me pongo a escribir que ya quiero que lean lo que se viene!!
Los amo, nos leemos pronto!!!!
Gracias por el apoyo!!!🥰
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