Dedicado a: silairamrsh muchas gracias por leer y espero que poco a poco la historia te atrape. Gracias por el apoyo y disfruta el cap! 😊😊

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8 meses después.

Aarón

— Aún puedo recordar como si hubiera sido la semana pasada cuando venimos aquí por primera vez. Parecíamos un borregos asustados. — dijo Hanna una vez que nos adentramos en el puerto.

— Quizás tú, pero yo aún sigo desconfiando...

— ¡Claro, señor desconfiado! Pero te aseguro que tu billetera no piensa lo mismo. — rodé los ojos.

— Eso no tiene que ver...

— Aja, lo que pasa es que siempre le quieres encontrar el lado malo a todo...

— Se le llama ser precavido...

— Más bien paranoico..

— Tómalo como quieras pero mi paranoia ha hecho que las últimas bromas salgan más que bien. — Hanna se quedó pensativa antes de hacer un ligero puchero. Yo había ganado. — Tu silencio solo lo confirma.

— ¡PERO! Ese no era el punto. — detuve el auto frente a la bodega. — A lo que yo quería llegar es que te quejas de no confiar en Matt pero aceptas el dinero.

— Sí, porque sé que ese dinero viene de las bromas, pero ¿tú crees que el tipo tiene todo esto solo por nuestro trabajo? Sabemos que está metido en cosas turbias. Y eso me basta a mí para desconfiar.

— Tienes un punto... — hizo una mueca, yo solté un suspiro.

— Solo digo que hay que tener cuidado, no porque con nosotros haya sido amable significa que así es con todos... o todo el tiempo será así.— Hanna asintió.

— Solo hay que hacer nuestro trabajo y todo estará bien. — puse notar que ese comentario era más para ella que para mí.

Momentos después bajamos del auto, y nos encaminamos a la oficina de Matt.

— ¡Aw! ¡Mi dúo favorito! ¡Adelante! — dijo Matt en cuanto nos vio en la puerta, y una vez que nos adentramos pude notar que no estaba solo.

El chico, William, que le conseguía las cosas a Hanna para las bromas estaba ahí. Y como como siempre nos miró con frialdad. La verdad no sabía si esa era la intención o simplemente así era él, pues desde que lo vi por primera vez para la broma en la hermandad gamma, donde le consiguió a Hanna cientos de luces navideñas, ese a sido su comportamiento. Mirada fría y solo 5 palabras como máximo; era intimidante.

— ¿No crees qué son adorables, Will? — este último se encontraba sentado en un sofá leyendo un libro, del cual dejó de poner atención para mirarmos de arriba abajo antes de retomarlo.

— Diré que sí, me pagas por darte la razón. — Matt soltó una carcajada. Hanna y yo nos miramos incómodos por la situación.

— Es por su carisma que lo tengo en mi equipo. — dijo con sarcasmo Matt, o eso quise pensar. — En fin, los llamé para que vieran a recoger lo necesario para la siguiente broma, ya que ¡ALGUIEN! esta muy ocupado estudiando para sus exámenes y no quizo hacer si trabajo.

— Por muy sorprendente que te parezca, hay quienes sí vamos a la universidad a estudiar y no a hacernos idiotas.

— Yo voy a hacer negocios, técnicamente estoy cumpliendo la tarea principal de la universidad que es prepararte para el futuro. — luego de esa frase de Matt, William negó y dejó de prestarle atención. — como les iba diciendo, alguien más les consiguió las cosas pero como es nuevo en esto no lo quise enviar, además de debe dinero ¡NUEVO! — Hanna y yo nos sobresaltamos con ese último grito pero a los pocos segundos un chico apareció en la oficina.

A diferencia de todos los demás este parecía menor, como de unos 16 años, además de no tener tatuajes en ningún lado, lo que deja ver perfectamente unas marcas en sus brazos... ahí supe porque le debía dinero a Matt.

— ¿Sí señor?

— ¡Señor! Me encanta, suena importante. — dijo para sí mismo, al parecer eso era común. — ¿Conseguiste todo lo que te pedí?

— Sí, ya está todo.

— Excelente. — Se dio la vuelta para quedar frente a una caja fuerte que tenía en la pared para ingresar la contraseña y abrirla. — Ya ves Will, no eres el único capaz de conseguir 500 ratas en un día.

— ¿Ratas? — Matt estaba separando el dinero, supuse que era para darnos nuestra parte pero al escuchar al chico su espalda se tensó, y con una actitud totalmente diferente los encaró.

— Sí, era lo principal de la lista. — el chico negó con duda.

— No... en la foto que mandaste decía 500-casa universidad ¿Cómo podría conseguir 500 ratas en un día? — ahora su cara cambió, ya no era el Matt simpático de siempre... sea veo molesto, y a decir verdad, asustaba.

— Bien... si no compraste las ratas ¿qué compraste?

— Una casa cerca de la universidad...— y en cuanto dijo eso Matt golpeó molesto su escritorio. Hanna y yo nos sobresaltamos.

— ¿Compraste una casa de 500mil dólares?

— Pues eso decía en la lista... — y todo sucedió muy rápido.

De repente la lámpara que estaba sobre el escritorio salió volando hacia una de las paredes y para cuando ésta cayó al piso estaba completamente rota, Matt ya había tomado algo de su caja pero fue hasta que estuvo frente al chico que supimos lo que era, el color plata brillante no era nada discreto, se trataba de una pistola.

En cuanto la vi mi mente se bloqueó, no supe que hacer pero las cosas no fueron mejorando porque no ocurrió lo mismo con Hanna pues ella en lugar de entrar en pánico se puso a la defensiva, y lo demostró al ponerse entre la pistola y el chico. Fue hasta ese momento que mi mente fue capaz de reaccionar. 

— Quitante del camino preciosa. — dijo Matt con toda tranquilidad, se notaba que no era la primera vez que tenía una de esas entre sus manos. 

— No hasta que la bajes. 

— Hanna. — me acerqué con cuidado para tratar de tomar su mano y apartarla del camino pero en cuento hice contacto ella me rechazó. — Hanna, por favor hazte a un lado. — ni siquiera me miró. 

— Deberías hacerle caso a tu amigo. 

— No funcionamos de esa manera. — no me gustaba que Hanna tomara esa actitud pues ambos no sabíamos lo que ellos eran capaces de hacer, más estando en su territorio. 

— Mira, no es la primera vez que hago algo como esto, así que si tú no me vas a pagar 500 mil dólares en efectivo y no con las tarjetas de sus padres te aconsejo que te quites del camino. 

— Si esa es la única manera de que no le hagas nada al niño te daré el dinero. — Se echó una carcajada pero no bajó el arma. 

— Los quiero ahora, no a largo plazo o dándome el culo. 

— Mañana los tendrás. — la sonrisa burlona de Matt desapareció al ver la seguridad de Hanna y fue hasta entonces que se dignó a bajar el arma. Todos dejamos de contener el aliento. 

— Lárgate antes de que cambie de opinión. — El chico seguía asustado por todo lo sucedido, se le notaba por su palidez. Al escuchar esas palabras miró a Hanna como perrito asustado. 

— Gracias. — no perdió más el tiempo y salió corriendo de la oficina. 

Regresó el arma a la caja fuerte y para cuando nos encaró volvió el sínico Matt. 

— Se cancela el trabajo de hoy, no les daré nada hasta que tenga mi dinero, y a más tardar lo quiero mañana como dijiste. 

— Lo tendrás. — dijo Hanna sin titubear. 

— Bien, ahora si me disculpan iré a darme una ducha. — dicho eso salió de la oficina. 

Finalmente Hanna entró en pánico. 

— ¿Qué hice? — su mirada se quedó perdida, supe que apenas comenzaba a procesar todo. 

— Hiciste un trato con el diablo. — ese comentario vino del sofá, de William quien a pesar de toda la escena de hace unos segundos seguía en la misma posición, acostado con el libro en la mano.  

Verlo tan indiferente a pesar de que ese loco pudo haberle hecho algo al chico o a Hanna, no podía creer que alguien estuviera tan tranquilo luego de todo eso. El enojo ante eso y la frustración de toda esa situación me superasen al punto que de manera impulsiva me acerqué a él y sin miedo de que me pudiera hacer algo le arrebaté el libro y lo lacé al otro extremo de la habitación. 

— ¡De todos aquí el que único que podía haber hecho algo eras tú! 

— ¿Y eso me tiene que importar por...? 

— ¡Estaríamos muertos por tu culpa! ¡¿Eso no lo entiendes?! — Era la voz de Hanna y ante ese comentario el chico se molesto y se puso de pie para estar a nuestra altura. 

— Miren, en primera, sino me metí es porque quien tenía esa pistola era Matt, él nunca se ensuciaría las manos, paga para que lo hagan por él. Y segundo, si querían entrar a este mundo tenían que tener claro el no meterse en problemas de otros, por eso les traerá problemas a ustedes... como ya se pudieron dar cuenta. —Hanna y yo nos quedamos callados. — Ahora. —se dirigió a mí. —  quítate de mi camino porque solo necesito una razón más para deshacerme de ti. 

El odio con el que me miró cuando dijo eso no me hizo querer retarlo nuevamente así que me hice a un lado para que pasara. 

— Solo le lazaste su libro, no era para tanto. — comentó Hanna. 

—Solo.. vamos, tenemos que conseguir 500 mil dólares. 

🌼🌼🌼

HANNA

Aarón solo daba vueltas en la habitación de un lado a otro, yo por mi parte estaba sentada en el sofá mirando la pila de billetes en la mesa. Juntando todo lo que habíamos recolectado en los últimos meses apenas iban 200 mil dólares. 

— No sé de donde vamos a sacar los otros 300. — hablé luego de un largo rato de silencio. Aarón se aceró. 

— Los otros 400. — Lo miré confundida. 

— Pero...

— No voy a dejar que pongas el dinero que usas para pagar la escuela Hanna, esto lo resolveré yo. — ¡Oh, claro que no!

— ¡Eso no! ¡Yo nos metí en esto! Ya es mucho que me quieras ayudar. 

— Tú nos metiste y yo nos voy a sacar. No incluyas tu dinero porque aceptaste trabajar para él para pagar la escuela y eso es lo que harás. Yo ese dinero ni siquiera lo hizo, solo te quería ayudar. — y a pesar de la horrible situación no pude evitar sonreír.

Él siempre me cuidaba... era imposible no acordarme porque estaba enamorada...

— ¿Y qué haremos? 

— No tenemos de otra, le pediré dinero a mamá y papá. — abrí bastante los ojos. — lo sé, tampoco me gusta la idea pero no nos queda de otra. —  sabía lo mucho que eso le estaba constando a Aarón. 

— No van a querer... 

—Haré todo lo posible por convérselos... porque si no lo logro estábamos perdidos. 

🌼🌼🌼

2 horas después... 

Aarón se había encerrado en mi habitación para hablar con sus padres. Tardó 45 minutos con su madre quien aceptó, le hizo algunas preguntas de como pensaba pagarles, de quien era la casa y por que se quería mudar. Obviamente creamos una historia. 

Inventamos que Aarón había conseguido trabajo con el entrenador del equipo porque le vio potencial para entrenar a jugadores más jóvenes de escuelas privadas. Se quería mudar porque los dormitorios eran un asco pues siempre les robaban (eso era cierto). Y la casa era de una chica llamada Emma de la escuela quien la estaba vendiendo por que ya no iba a estudiar en la universidad (tendríamos que hablar con Emma después). 

Quien fue más difícil de convencer fue el padre de Aarón, al punto de que todavía no salía del cuarto, y eso que contaba con el apoyo de su mamá. 

Pero hable muy pronto porque ese momento Aarón salió. 

— ¿Qué pasó? — su cara se veía seria. —¿No quiso? —negó.

— Aceptó. — y fue entonces que su cara cambió a una de felicidad.

— ¡Me asustaste! — me apresuré para abrazarlo, obvio me correspondió. 

Nos quedamos así por más del tiempo del usual pero era nuestra forma de sacar todo el estrés de las últimas horas. 

Una parte de mi estaba ansiosa...lo quería besar... pero antes de que eso pasara decidí que lo mejor era alejarme para que mis sentimientos no me jugaran en contra pero no funcionó porque él no me soltó, y eso solo hizo que quedáramos cara a cara.

— Perdón. — dijo... pero no me soltó. 

— No te preocupes... — dije tranquila. 

Noté que su mirada pasaba de mis ojos a mis labios... él quería lo mismo que yo... 

Fue en ese momento que lo supe... Aarón no aguantaba mis tonterías nada más porque sí, ningún amigo podía soportar tanto, por eso no dudo en besarme cuando se lo pedí aquella vez... él sentía algo más... y con mayor razón me tenía que alejar.  

Tomé sus manos y las separé para que me soltara de una vez. 

— Creo que debemos ir por el dinero ¿no? Se hace tarde. —Aarón parpadeó un par de veces antes de asentir. 

— Tienes razón. — tomé las llaves y salimos del departamento. 

Lo mejor que podía hacer ahora era seguir como si nada, tenía que convencerme a mí misma de que Aarón no sentía nada... era la única forma de controlar a una persona tan impulsiva cómo yo. La mejor mentira es que tú mismo te crees. 

🌼🌼🌼

Al día siguiente...

AARÓN 

— No puedo creer que ese idiota nos haya hecho traerle 500 mil dorales y a una fiesta. — dije mientras miraba la casa en llena de universitarios. 

— No podría esperar menos de una personas que apenas ayer me apuntaba con un arma en la cabeza. 

— Cierto. 

Ambos bajamos del auto y nos adentramos a la casa. Todo el dinero lo llevaba en una mochila que usaba para entrenar. 

Luego de preguntar a un par de personas dimos con que Matt se encontraba en el jardín. 

— ¡Mi dúo favorito! Espero hayan traído mi dinero. 

— Claro sí. — respondí antes de tenderle la mochila. Una vez que la tubo entre sus manos ni siquiera la revisó, solo se la pasó un chico que tenía al lado. 

— Cuídalo y entrégale las llaves y los papeles. — sacó un cigarrillo, el cual encendió antes de llevárselo a la boca. El chico se acercó e hizo lo que Matt le pidió.

— ¿No lo vas a contar? — preguntó Hanna. 

— ¿Para qué? ¿A caso me robarían? — ambos negamos. — Excelente ¿Y cómo le pagaras a tus padres?  — me tomó por sorpresa. — Recuerden que lo sé todo. 

— Pues con las bromas, mi trabajo de comediante y rentaré una habitación en la nueva casa... — eso último fue idea de mis padres, y a decir verdad lo vi bien y por eso acepté.

— Sí te interesa algo más podrías ayudar recolectando el dinero de las apuestas que hacemos, podrías empezar con las de William, será muy divertido verlos trabajar juntos dada la situación. — supuse que se refería a lo de ayer, quizá le había contado, era un gran motivo para decir que no pero luego recordé que Matt le apuntó con un arma a un chico de 16 años... justo por eso me daba más miedo rechazar la oferta y por instinto asentí. 

— Perfecto, y veré si te puedo ayudar con lo del compañero. Disfruten la fiesta. — dicho eso se fue. 

— ¿Podemos irnos? —le dije a Hanna y ella asintió. 

—Claro, será mejor antes de que nos traiga a tu compañero de cuarto. 

Comenzamos a dirigirnos a la salida, había tanta gente que íbamos a paso lento. Me comencé a sentir aliviado, finalmente habíamos solucionado todo... o eso pensé.

—Tú eres Aarón ¿verdad? — de la nada apareció el mismo chico al que le aventé el libro ayer... William. Una parte de mí se sintió ofendido de que meses trabajando casi en lo mismo y apenas preguntara mi nombre. 

— Sí ¿En qué te puedo ayudar? — me puse a la defensiva, sentí que en cualquier omento me golpearía por lo de ayer.  

— Escuché que estás rentando una habitación. 

— Yo... — estaba seguro de mi respuesta ¡NO! tipos como él era lo que menos quería en mi nueva casa... pero Hanna me interrumpió.

—Claro sí, en su casa, pero ya hay muchos interesados. — quería oponerme pero todo fluyó muy rápido. 

— Puedo pagar un año por adelantado. — el chico se encogió de hombros en una actitud despreocupada antes de sacar un bajo de billetes de su bolsillo. — El resto lo daré cuando me mude. 

— Mañana mismo puedes llevar tus cosas. — Hanna le entregó un par de llaves. Ni quiera yo me había mudado pero ya tenía inquilino...genial. 

— Gracias. — le guiño un ojo a Hanna antes marcharse. Prácticamente yo había quedado afuera del trato. 

— ¡Qué mierda acabas de hacer! — Hanna se vio confundida por mi reacción. 

— Oye, cálmate. Te acaban de pagar un año por adelantado. Nadie te podrá ofrecer eso, y sabemos que él tiene dinero, no te fallara con los pagos. Ya no te tendrás que preocupar tanto por lo pagos, esto es más de lo que tú pensabas cobrar por la renta. — ella tenía un punto... y uno bueno.

— ¡No le tengo nada de confianza después de lo de ayer! — ella se encogió de hombros. 

— Tendrás que trabajar en eso porque ahora vivirá contigo. —se dirigió a la salida y yo la seguí. 

Pues además de lo de ayer no había tenido problemas con ese chico. Solo esperaba que eso fuera lo último con que tendría que lidiar. 

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Hola!!!!

Wow! Estoy feliz por que no creí que podría escribir el capítulo, esta semana he estado muy ocupada por la escuela pero se logró. 

Bueno ¿Qué tal les pareció? Se esperaban que Aarón consiguiera la casa de esta manera? Ay, esa Hanna, va mejorando pero debe dejar de ser tan impulsiva ¿O ustedes que piensan? 

¿Y qué tal nuestro Will? Aquí comenzó su venganza con los Cox y Aarón ni en cuenta de lo que pasaba. 

Espero les haya gustado el capítulo! Mil gracias por el apoyo y no seguimos leyendo!!! 

Instagram: bsr.pau

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