*Capítulo 20: ¿Iniciación o Venganza?
Dedicado a: IngridRodriguesVeneg de corazón agradezco que sigas al pendiente de la historia a pesar de que he tardado en actualizar!!! Muchísimas gracias por tu apoyo!!! Espero te guste el cap!! 🥰❣
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Semanas después.
18 años de edad.
HANNA
— ¡POR DIOS PAPÁ, CREÍ QUE SERÍAS DE MÁS AYUDA!
— ¡NO ME HABLES ASÍ! ¡ESTOY HACIENDO LO MEJOR QUE PUEDO!
— ¡PUES NO LO PARECE! — No sé si mi comentario lastimó su ego o qué fue lo que pasó, pero finalmente mi papá sacó su Hulk interior y logramos subir la cabecera por el último escalón.
— ¿Podemos tomar un descanso antes de llevarla a tu habitación, por favor? — Y antes de que pudiera responder a su petición él se sentó en el piso sucio, señal muy clara de que estaba cansado. Y no podía culparlo, subimos por 3 pisos una cabecera tamaño matrimonial.
Luego de eso solo me quedé mirando a mi papá, quien trata de recuperar el aliento, y no fue hasta ese momento que supe que lo iba a extrañar demasiado. Sé que toda mi vida no he convivido mucho él porque se la pasa en el trabajo, pero cuando mamá se fue él trató siempre de llegar "temprano" a casa para que cenáramos o solo para darme las buenas noches, y son esos momentos los que voy a extrañar.
— ¿Y cómo te sientes por la Universidad?
— Emocionada... creo. — en realidad no sabía cómo sentirme porque para empezar ni siquiera estaba segura de la carrera de derecho... pero bueno tampoco es como que tenga otra opción en mente, no creí ser buena para algo y por eso me fui a lo seguro.
— Te va a gustar la carrera de derecho, es divertida... — lo miré dudosa. — para mí lo fue.
— Eso es porque seguramente eras un cerebrito... — papá se rio.
— Lo único que diré es que si tuvieras un amigo como yo de joven no te dejaría salir de fiesta con él. — ahora yo reí.
— ¿Tan malo eras? — de un saltó se puso de pie.
—No hablaremos sobre eso, ahora vamos a dejar esto a tu departamento. — decidí no insistir a pesar de que la curiosidad por el pasado de mi padre me intrigaba.
Tomamos una vez más la cabecera y la llevamos al departamento. Ya había varias cosas mías adentro para este punto, aunque no habían sido tan pesadas como esta, pero por suerte ya era la última.
Afortunadamente el departamento ya contaba con muebles básicos como sala, comedor y algunos electrónicos de cocina. Papá fue amable y me compró lo necesario para mi dormitorio, además de una pantalla para la sala pues él creía que de esa manera podría "unir lazos" con mi roomie; a quien cabe mencionar aún no conozco, sabía que era mujer porque el edificio solo admitía chicas.
— Bueno creo que eso es todo... — miró todo el departamento mientras lo decía. Se veía angustiado.
— Sí... — comencé a hacerme adelante y atrás sobre mis talones sin saber muy bien que hacer... Hasta que luego pensé ¡Carajo! ¡Es mi papá, claro que lo voy a extrañar! Así que, tomándolo por sorpresa, me lancé a abrazarlo.
— Te voy a extrañar.
— Y yo a ti princesa. — una vez que nos alejamos él tenía los ojos algo llorosos. — cualquier cosa que necesites, ya sea para el departamento o comida no dudes en usar tus tarjetas. — asentí.
— Gracias, papá. — me dio un último abrazo y finalmente se dirigió a la puerta pero no pudo salir ya que había alguien en la entrada. A quien por cierto no le pude ver la cara porque llevaba cargando una gran caja de cartón.
— ¡Ay, gracias al cielo que había alguien porque no podía sacar las llaves de mi bolsillo! — en seguida se pasó. Supuse que era mi compañera. — ¡Realmente esta caja me estaba matando! — aventó la caja al sofá. Cuando se giró nos miró a ambos con una sonrisa, la cual era muy linda además de su cabello pelirrojo. — supongo que tú eres mi compañera. — se dirigió a mí.
— Sí, soy Hanna. Él es mi papá.
— Aw, que lindo que tu papá te ayudará... — por unos breves segundos vi que se quedó pensativa antes de volver a la realidad, me pareció raro pero quizá ella era así.— Yo soy Emma.
— Mucho gusto Emma.
— ¿No quieres que te ayudemos con tus otras cosas, Emma? —se ofreció papá pero ella negó.
— ¡Oh, no! ¡Muchas gracias! Mi familia traerá el resto de mis cosas mañana... o en el transcurso de la semana, quizá. — sonrió de forma tímida.
— De acuerdo. — dicho eso papá se dirigió a mí. — Llámame si necesitas algo y recuerda usar las tarjetas para...
— Cualquier cosa que necesite. — terminé su frase que todo el camino me estuvo repitiendo.
— Ya lo tienes... — papá no supo que más decir así que simplemente se marchó.
En serio lo extrañaría, después de todo no había decidido irme de casa porque quisiera o para estar más cerca de la universidad, para eso podría tener un chófer, sino porque la vida con mamá ahí se había vuelto realmente agotadora. Eran tantas peleas al día por cosas tan estúpidas que realmente creí que lo mejor era irme de ahí, y sabía que había sido lo mejor porque no fue difícil convencer a papá, de hecho él me ayudó a buscar el departamento.
En cuanto a papá dudé mucho en irme porque estaba segura que en cuanto me fuera las peleas serían ahora con él pero me insistió en que no me preocupara, que si era necesario se quedaría en hoteles para no estar con ella. Algo nada justo pero es que esa mujer se había vuelto tan insoportable apropósito. En verdad extrañé los tiempos en los que se iba de vacaciones por semanas... ahora solo se quedaba para joder.
— ¿Ya elegiste habitación? — me preguntó Emma, lo que me ayudó a salir de mis pensamientos y a dejar de mirar la puerta como idiota.
— Tomé la de la izquierda pero si te gusta esa podemos cambiarla. — ella negó.
— He dormido debajo de puentes, créeme, puedo lidiar con la habitación de la derecha.— me agradó su forma de romper el hielo.
Se acercó a la caja y nuevamente la levantó con mucho esfuerzo.
— Te ayudo...— di el primer paso y en ese momento mi celular comenzó a sonar. Lo saqué lista para atender pues creí que era papá pero al ver la pantalla y leer el nombre decidí ponerlo en silencio y volverlo a guardar; tal y como lo había hecho en las últimas semanas.
— ¡Si es importante atiende, no te preocupes! — me dijo mientras daba el primer paso con la caja.— rápidamente me acerqué para ayudarla.
— Tranquila, no era nadie importante. — y esa fue la primera mentira que le dije a mi compañera.
🌼🏈🌼
AARÓN
Y como ya era costumbre esperé hasta que escuché el correo de voz para cortar la llamada. No venía al caso dejar uno porque de todas formas Hanna no es la clase persona que los escucha.
Así que mejor le mandé un mensaje. Tampoco me respondía de una manera humana por ahí, solo de vez en cuando mandaba emojis o expresiones, pero por lo menos los leía.
Yo sabía que ella me estaba evitando, y también sabía por qué, porque estuvimos a punto de besarnos. Esta era su forma de hacer como si nada hubiese pasado y sabía que todo esto era culpa mía porque prácticamente dejé que mis sentimientos por ella me controlaran cuando ella estaba muy vulnerable emocionalmente... y en realidad eso no lo vi hasta que el padre de Hanna me pidió que me fuera.
Una vez que me fui de su casa me di cuenta de todo eso, y agradecí tanto que nos interrumpieran en ese preciso momento pues inconscientemente me aproveché de la vulnerabilidad de Hanna. Y el hecho de que ella me ha estado evitando por semanas solo lo confirmaba, es por eso qué tampoco he ido a buscarla, porque sé que no estoy en posición de hacerlo, quiero hablarlo con ella ¡CLARO QUE SÍ! ¡Quiero que todo dejé de ser tan incómodo! Pero eso lo tendrá que decidir Hanna, le daré su espacio como tuve que haberlo hecho en un principio.
— ¡HEY! — en ese momento alguien abrió la puerta de mi habitación haciendo que me sobresaltara y que mi celular se me fuera de las manos. — ¿Estabas viendo porno? — lo miré mal.
— No.
— Ah okay, porque si es así o quieres privacidad te aconsejo que pongas un letrero de no molestar...
— ¿Y por qué no simplemente pongo el seguro? — y esa pregunta lo hizo carcajearse por casi un minuto.
Pero al ver mi cara de confusión lo aclaro.
— Todos los dormitorios de hombres son un asco, las cerraduras no funcionan. — acto seguido puso el seguro de la puerta, la cerró y la volvió a abrir como si nada. — ¿ves?
— Mierda...
— Sí... y espera a que veas los baños. — lo dijo con cierto tono de humor pero eso solo me preocupó más. — En fin... solo venía a preguntar... ¿Perteneces a algún equipo?
— Sí... al de futbol. — Lo miré angustiado pero el solo revisó una libreta que tenía a la mano y luego de darles vueltas a unas hojas, leyó.
— Los nuevos del equipo de futbol tienen una reunión a las 6 en los vestidores de las canchas. Ahora si me disculpas tengo que terminar con mi lista. — dicho eso se marchó.
Tomé mi celular y una vez que vi que todo estaba en orden revisé la hora y mi asusté, pues solo faltan 5 minutos para las seis.
🌼🏈🌼
Por su puesto que no llegué a tiempo, porque para empezar no sabía dónde carajos estaban las canchas de futbol, tampoco pregunté porque todos sabemos que a los nuevos siempre les dan las indicaciones mal. También traté de seguir los letreros pero luego de un rato me di cuenta que solo estaba dado vueltas en círculos... otra forma de molestar a los nuevos. Finalmente se me ocurrió buscar en la página de la universidad y pude encontrar el mapa del campus pero para este punto ya habían pasado como 20 minutos y en lo que encontré los vestidores como otros 10.
Nunca había corrido tan rápido en mi vida y para cuando llegué y tomé la manija de la puerta ésta última se abrió sola, o mejor dicho por los chicos que estaban saliendo de la reunión.
Pasaron a un lado mío sin hacerme mucho caso y para cuando pude entrar solo estaban un chico que se vía casi de mi edad y un hombre como de unos 50 años que tenía puesta una gorra con el nombre del equipo de la escuela, supuse que era el entrenador.
— Hola, buenas tardes. — el hombre me barrió rápidamente pero no contestó mi saludo. — veía a la reunión de los nuevos...
— Ya terminó. — respondió seco el entrenador mientras recogía sus cosas.
— Ah... lo que pasa es que me perdí...
— Eso solo suenan a excusas para mí, sino tienes compromiso no sé qué haces aquí. — todo lo dijo sin mirarme.
"Ni yo lo sé" pensé.
— Lamento haber llegado tan tarde, no va a volver a pasar...
— ¡Mike! encárgate de él. — dicho eso se dirigió a la salida.
Miré al chico que supuse se llamaba Mike, al verlo algo en él me resultó conocido. Traté de identificar rápidamente qué era, pero al ver sus brazos, estos se veían con relieves, como si hubieran sufrido quemaduras, y de igual forma una parte de su cara estaba así. Al ver eso dejé de lado la idea de que lo conocía.
— Tienes suerte de que el entrenador haya estado de buen humor. — fue lo primero que dijo mientras revisaba una lista en el escritorio.
— ¿Hablas en serio?
— De no ser así te habría sacado del equipo sin siquiera haber empezado. — tenía un punto. — pero tranquilo, no es tan malo cuando lo conoces.
— Es bueno escucharlo... y bueno ¿De qué era la reunión de hoy?
— Solo para presentarles al equipo, ver los horarios. — me tendió una hoja, la cual tomé. — y para que vieran cuales serían sus casilleros. Dime tu nombre, por favor.
— Aarón Cox. — En cuanto dije mi nombre detuvo todo lo que estaba haciendo, frunció el ceño y finalmente me miró. Y fue en ese momento, cuando le vi los ojos que supe de donde se me hacía familiar... era Mike, el ex novio de Hanna, el mismo Mike y casi me mata a golpes con sus amigos y que después de eso no volví a ver o a saber de él hasta ahora.
— Ya se me hacía conocida esa voz. — se rio consigo mismo antes de tenderme una llave, la cual supuse que era de mi casillero. Con desconfianza la tomé.
— Oye... espero que todo esté bien... ya pasó mucho tiempo. — realmente este tipo me seguía aterrando pues Mike nunca fue conocido por ser una persona muy razonable.
— Claro, lo que pasó en el pasado queda. — me sorprendió su respuesta.
— ¿De verdad?
— Sí, claro. — su puso de pie.
— Me alegra escucharte decir eso.
— Claro... bueno, te acompaño a tu casillero. — y así lo hizo, realmente me alegraba saber que de alguna forma todo había quedado olvidado, después de todo ahora seríamos de nuevo compañeros de equipo. — Este es tu casillero.
— Muchas gracias.
— De nada... y no confíes mucho en los demás, a los nuevos siempre los encierran.
— ¿Cómo?
— Sí, así. — ocurrió tan rápido que cuando menos me di cuenta todo se volvió oscuro pues yo ya estaba adentro de mi propio casillero.
— ¡CARAJO, MIKE! ¡CREÍ QUE TODO ESTABA OLVIDADO!
— ¡ESO SOLO DEMUESTRA LO IDIOTA QUE ERES! ¿CÓMO VOY A OLVIDAR QUE POR TI Y TU AMIGA PERDÍ MI OPOTUNIDAD DE SER UN ATLETA PROFECIAL! Pero ahora... ella no está para defenderte. — por la pequeña rejilla del casillero vi cómo se alejaba.
— ¡Mike, sácame!
— ¡Tranquilo, regresaré para que recibas tu iniciación! ¡Será inolvidable!
— ¡MIKE! — comencé a golpear la puerta para llamar su atención, pero ya era tarde, él se había ido.
Saqué mi celular y le mandé un nuevo mensaje a Hanna... solo esperaba que esta vez si me contestara antes de que Mike regresara.
🌼🏈🌼
2 horas después.
HANNA
— Emma ¿Estás segura de qué sabes como usar un taladro?
— ¡Por amor de Dios! Eso es muy ofensivo. Si fuera un hombre estoy segura de que no preguntarías eso. — se cruzo de brazos y miró en otra dirección haciéndose la ofendida.
— Si fueras un hombre que no ha conectado el cable al tomacorriente y así está tratado de encender el taladro preguntaría lo mismo. — apunté el cable.
— Ah... — apenada se acercó y finalmente lo conectó. — Lo siento... pero tranquila, nunca he usado uno de estos ¡pero! He usado martillos. No creo que sea muy diferente. — eso me hizo temer más por la base que había conseguido para colgar la pantalla en la pared.
Estaba por sacar mi celular para comenzar a buscar un reemplazo pero casi de inmediato lo volví a guardar pues recordé porque lo había apagado en primer lugar.
Para mi sorpresa Emma instaló muy bien la base, o al menos esa fue la impresión que me dio.
— Lo hiciste muy bien. — admiré su trabajo.
— Gracias, estoy igual de sorprendida que tú. — y para terminar con la última cosa que nos faltaba por desempacar levantamos la pantalla y la instalamos en la base. — ¡Terminamos! — gritó Emma alegre una vez que nos alejamos con desconfianza.
— ¡Sí!
— Ahora a ver una película. — Emma sacó su celular y comenzó a revisarlo.
— Yo haré palomitas. — me encaminé a la cocina y mientras las buscaba en la alacena la risa de Emma llamó mi atención.
— ¡Hanna! ¡Tienes que ver esto!
— ¿Qué cosa? — dejé mi búsqueda para regresar a la sala.
— Deja lo comparto a la pantalla para que lo veamos. — la risa de Emma seguía y una vez que yo también lo vi me uní a ella.
— ¿Qué es eso? — pregunté entre risas.
— Es la iniciación de los del equipo de futbol, la están transmitiendo en vivo. — la escena era realmente divertida. Eran varios chicos, solo estaban en ropa interior, pero lo divertido es que estaban jugando paintball en la cancha de futbol.
Estaban corriendo por todos lados y al parecer el único objetivo era disparase pues no había donde esconderse o que tuvieran buscar una bandera o algo.
Emma y yo seguimos viendo el en vivo por un largo rato mientras nos moríamos de la risa hasta que el juego terminó y eso lo supimos porque de repente un chico con una máscara de lobo y un megáfono apareció.
— ¡VEAMOS QUIEN ES EL EQUIPO GANADOR!
Todos los chicos se pusieron una fila para que el chico de la mascara y unos más (con mascaras de otros animales) los analizaran.
El lobo apuntó a uno de ellos y acto seguido el resto se acercó con una tina llena de agua y se la echaron encima. Emma y yo no sabíamos para que era eso, solo nos reímos por las caras de los chicos. Y así fue con la mitad de ellos.
— ¡LOS QUE FUERON MOJADOS, BUEN TRABAJO! FUERON LOS QUE MENOS TIROS RECIBIERON ¡PUEDEN IRSE! — los chicos celebraron y acto seguido se fueron corriendo. — ¡EL RESTO DE USTEDES, POR SU INCOPETENCIA, ¡LES QUEDA UNA TAREA MÁS POR HACER!
— ¡Sí! — gritamos Emma y yo.
— ¡En este equipo se les exigirá lo mejor! ¡Y es por eso qué el día de hoy se les pedirá que le den una lección a alguien que fue tan incompetente que no pudo llegar a tiempo a nuestra primera reunión! ¡CON USTEDES, NUESTRO TRIBUTO!
En ese momento el resto de los chicos con máscaras aparecieron atrasando a alguien que estaba amarrado de pies y manos y que al igual que el resto solo tenía su ropa interior.
— ¡Gírenlo! — como el chico estaba en el piso uno de mascara, de una patada lo giró para que la cámara lo enfocara. Y ahí me di cuenta que ese chico que tenían atado y con una banda en la boca era Aarón. — ¡Súbanlo!
Los secuaces cargaron a Aarón y lo llevaron hasta una de las porterías en forma de Y y acto seguido lo amarraron a un arnés hasta subirlo hasta la mitad del poste central.
— ¡Que pase el excremento de caballo!
— ¡NO! — gritamos Emma y yo. Una carretilla con algo tan espeso como lodo apareció enfrente de los chicos.
— ¡ES HORA DE QUE DEMUESTREN SU PUNTERÍA! — el chico de la mascara de lobo tomo un muño y lo lanzó... Aarón lo recibió justo en la cara.
Emma comenzó a reírse... pero su risa solo se escuchó como un eco para mí, porque en mi cabeza solo estaba pasando una y otra vez esa imagen mientras la ira se apoderaba.
— ¡AHORA USTEDES! ¡NO NOS IREMOS HASTA QUE TERMINEN CON TODO! — Los chicos no perdieron el tiempo e hicieron caso a su líder.
La ira solo incrementaba a mí, pues la cámara solo enfocaba a Aarón. Él ya no podía abrir los ojos, pero aun así trataba se moverse para de alguna forma desatarse, pero claro que era inútil. Yo apretaba los puños, tratando de contenerme... no quiere hacer algo de que lo pudiera arrepentirme ya que sabía que si salía ahora, todo el esfuerzo que había hecho para estar lejos de él no había servido de nada. Pero apareció la gota que derramó el vaso.
— ¡La orina! — dos chicos que estaban arriba de la portería para cuidar el arnés también tenían unos botes, los cuales vertieron sobre Aarón.
Ahí supe que de lo único que me arrepentiría sería de no ir; así que lo hice.
🌼🏈🌼
Una vez que llegué al lugar todo se veía peor, más por el hecho de escuchar como todos reían mientras Aarón solo se retorcía para que lo dejaran ir.
— ¡Hey, no puedes estar aquí! — se acercó un chico con mascara de tigre. — es mejor que te vayas.
— ¿Y quién me va a obligar? ¿Tú? — se rio.
— Mejor ya ve... — y antes de terminara la frase lo tomé por la máscara y acto seguido lo giré para comenzar a asfixiarlo con mi brazo. — ¡Suelta! — dijo en voz baja.
— Y lo haré, pero primero dime donde están las pistolas de paintball. — rápidamente apuntó a una caja que estaba tras las gradas. — Gracias.
Y en ese momento el chico se desmayó.
— ¡Hey que está pasando ahí! — varios de los secuaces se comenzaron a acercar, corrí hasta la caja donde estaban las pistolas de paintball y una vez que tuve dos en mis manos y cambié las bolas de pintura por mis propios juguetes, me dirigí al grupo de enmascarados.
— ¡FUERA DE AQUÍ! — gritó el lobo, pero luego de unos segundos, no supe porque se alejó unos pasos. — Mierda...
Yo solo sonreí.
AARÓN
De un momento a otro los gritos y risas pararon y un su lugar comenzaron a escucharse pasos rápidos. Supuse que estaban corriendo.
Luego de unos segundos los gritos empezaron de nuevo pero a pesar de que no podía ver nada, sabía que eran diferentes, estos sonaban preocupados. Gritos de dolor, cosas que se caían y todo tipo de sonidos fuertes se hicieron presentes, eso solo me angustiaba cada vez más. Lo último que pude escuchar antes de que todo se detuviera fue el sonido de una explosión.
— ¡Hay que irnos de aquí! ¡Está loca! — dijo alguien que estaba cerca... y fue en ese momento que supe lo estaba sucediendo... Hanna había llegado.
— ¡Ustedes se quedan ahí! ¡Bájenlo si no quieren que les dispare! — esa última palabra me asustó ¿¡Hanna había traído armas!? ¿¡Cómo podré ocultar un tiroteo en la Universidad!? ¡No hay forma! Pero no tuve tiempo de preocuparme por eso porque en ese momento comenzaron a bajarme.
Una vez que sentí mis pies en el piso escuché dos disparos seguido de objetos caer... supe al final que esos no eran objetos porque gritaron de dolor.
— ¡NO CORRAN! — se escucharon más disparos. — ¡Mierda! Se fue uno. — volvió a acercarse a mí para desatarme.
— ¿Estás bien? — era Hanna.
— Estoy lleno de excremento de caballo ¿Tú qué crees?
— En serio lo siento, es mi culpa. — yo reí.
— Claro que no...
— Pon las manos. — sentí un líquido. — lávate la cara. — hice caso y luego de un par de veces pude volver a ver aunque una parte de mí lo odio porque lo primero con lo que me encontré fue con la cara de preocupación de Hanna. — ¿Ves bien? ¿Quieres más agua?
— No... estoy bien. — no me gustaba verla así por culpa mía.
— Bien, vámonos antes de que alguien venga. — y antes de que huyera la tomé del brazo, ella se vio sorprendida. — ¡¿Qué haces?!
— Primero necesito saber que todo está bien entre tú y yo.
— Aarón, no es momento, tenemos que irnos...
— Necesito saberlo. — me miró con ternura.
— Podríamos meternos en varios problemas o incluso ser golpeados si estos idiotas despiertan ¿Y a ti lo único que te importa es saber si estamos bien? — ya que lo decía en voz alta sonaba muy estúpido pero aún así mi respuesta era la misma.
— Sí. — ella sonrió.
— Por supuesto que sí...
— Entonces todo lo que pasó en tu casa... — se vio sorprendida de que tocara el tema. — ya está olvidado ¿verdad? — asintió rápidamente.
— ¡Claro sí!
— Sé que me vi como un aprovechado, pero no era mí...
— ¡HEY! — un guarda de seguridad apareció.
— ¡AARÓN EN SERIO ESTÁ OLVIDADO! ¡AHORA CORRE! — no dije nada al respecto pues tomó mi mano para que empezáramos a correr entre los cuerpos inconscientes de los estudiantes. Me detuve cuando vi que varios de ellos tenían una especie de dardos encajados.
— ¿¡Qué les hiciste!?
— ¿¡Qué importa!? ¡Corre si no quieres terminar como alguno de ellos! — no lo pensé más.
— ¡Yo la sigo mi sargento!
HANNA
Y mientras corríamos para no ser atrapados supe que Aarón había entendido mal las cosas, creyó que me había alejado por él, porque él me había hecho sentir incomoda, lo cual no era verdad... pero ya que yo no podía decir la verdadera razón dejaría esa historia para que pudiéramos seguir siendo amigos... lo único que cambiaría es que ahora sé que siento algo por Aarón y que quizá ese sentimiento es correspondido... pero eso no lo quería averiguar, prefería dar por hecho que las cosas no eran así, y que todo quedara a la imaginación para que fuera más fácil cumplir la promesa que le hice papá. No tener más que una amistad con Aarón Cox.
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Hola!!!!
Yeih!!! Ahora no me tardé con el nuevo capítulo!!! 🤣
Espero que les haya gustado!!! La verdad no sabía en qué iba acabar este capítulo pero la verdad me gustó mucho!! ¿A ustedes qué les pareció? 🤗 yo sigo amando a mi Hanna. 🤣
Ahora sí comenzamos con la universidad... 😬 a ver que les sucede a nuestros protagonistas!!
Solo para aclarar, la música que puse al inicio solo fue porque mientras escribía el capítulo me salió al azar esa pista mientras escribía la escena de Hanna rescatando a Aarón. En mi cabeza hubo una pelea súper épica pero que no quisé escribir porque no lo sentí necesario. 😂😂 ¿ustedes se imaginaron a Hanna peleando o fui solo yo?
En fin, espero les haya gustado y nos seguimos leyendo.
Instagram: bsr.pau
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