*Capítulo 16: Enfrentando miedos.
HANNA.
Nada de lo que estaba por hacer se sentía bien, a pesar de saber que era lo mejor. No podía seguir con ese sentimiento de culpa, sé que no soy respónsale de las acciones de mamá, también soy consciente que al hacer esto las cosa cambiaría de forma drástica pero no me puedo permitir el seguir viviendo en una burbuja, una burbuja donde mi papá está siendo engañado todos los días.
El reloj ubicado arriba de la chimenea indicaba casi la una de madrugada, la casa estaba en absoluto silencio como a cualquier hora del día y como era de costumbre me encontraba sola pues supuestamente mamá se había ido a París con unas amigas aunque esa última parte yo la duda mucho. Lo único que resonaba en la sala era el movimiento del segundero del reloj y entre más vueltas daba más nerviosa me ponía.
Pero toda esa angustia se incrementó cuando escuché la puerta abrirse. Las pisadas de mi padre resonaron y solo pararon hasta que se reunió conmigo en la sala.
— Hanna es tarde ¿Por qué sigues aquí? — nerviosa me puse de pie para mirarlo.
— Es que... — miré al piso para encontrar el valor y las palabras. — quería hablar de algo importante contigo.
— Pues adelante. — comenzó a aflojarse la corbata mientras me miraba atento.
— Es que no sé por dónde comenzar. — me sonrió.
— ¿Por dónde va a ser? Pues por el principio, si quieres ser una gran abogada tienes que aprender a decir las cosas sin rodeos. — rio al final de su broma pero yo seguía igual de tensa.
— Es que...
— Cariño, no hay nada que no haya escuchado antes ¿Qué pasa? — respiré profundo y finalmente solté.
— Mamá te es infiel. — la mirada que papá tenía antes de soltar mis palabras era imponente, de un hombre que se había encontrado con cosas inimaginables pero ahora me daba cuanta que él nunca se pudo imaginar lo que le acaba de decir.
Se quedó callado unos segundos que en realidad no supe si fueron minutos pues lo único que pasó por mi mente es que yo acababa de arruinarle la vida a mi padre.
— ¿Y cómo lo supiste? — su mirada era la un hombre al que le acababan de romper el corazón.
— La vi con otro hombre en su cama luego de que regresé del hospital por eso esa noche te dije que no era necesario que regresaras porque no quería que vieras eso.
Si no creía posible que mi papá se viera más afectado pues estaba muy equivocada porque ahora se veía irreconocible, ese hombre que estaba a unos metros de mí no era el mismo que encontró a la casa hace unos momentos. Podía notar la impotencia y la frustración en su rostro y su mirada pero a pesar de todo eso aún se preocupaba por mí.
— Lamento que hayas visto eso ¿Estás bien o te gustaría hablar con alguien? Puedo conseguirte un terapeuta mañana mismo si quieres... — rápidamente negué.
— No, estoy bien ¿Y tú? — Su rostro me decía lo contrarío de su respuesta.
— Estaré bien. — Y sin decirme nada más se encaminó a su oficina.
A pesar de ver a papá de esa manera podía sentir que me quietaba un peso de encima porque aunque era lógico que todo esto nos causaría un gran dolor sabía que tampoco estaría tranquila si mamá seguí engañando a mi papá.
Comencé a encaminar a las escaleras pero justo antes de que diera el primer paso en una de estas el silencio en la casa desapareció y en su lugar un golpe fuerte y hueco se hizo presente, a pesar de que nunca había escuchado algo parecido sabía que se trababa de un disparo.
Sentí como mi cuerpo entero se ponía frío, mis labios secos y mis piernas flojas mientras un sola persona pasaba por mi mente; papá.
No sé cuánto tiempo pasó pero al no volver a escuchar algo salí corriendo a la oficina de papá y en cuanto abrí la puerta me encontré con la escena que más temía. El cuerpo de padre en el piso con un charco de sangre a su alrededor.
Las lágrimas comenzaron a apoderarse de mí. Quería gritar pero no podía, ni un suspiro salía de mí y para cuando lo logré ya me había despertado.
🌼🏈🌼
— ¡NO! — me levanté de mi mesa sobresaltada y al parecer en mal momento porque ahora toda la clase me estaba mirando.
— ¿Todo bien señorita Parker? ¿Tuvo una pesadilla o mi clase no es suficientemente interesante? — quería decirle que ambas pero mi mente aún estaba algo aturdida. — Porque en ambos casos se encontraba dormida y eso amerita detención. — y en ese momento la campana sonó y más a fuerzas que de ganas los estudiantes de pusieron de pie, incluyéndome.
— Nos vemos mañana chicos. Hanna, ven conmigo. — Rodé los ojos pero seguí a la profesora a su escritorio. — Has estado muy distraída.
— Lo lamento. — asintió antes de mirarme.
— Y no soy la única que lo nota, tu entrenadora está igual, y es por eso que me ha pedido ayuda para que tus calificaciones no declinen porque no quiere que su mejor corredora deje el equipo por un promedio bajo. — ya había escuchado de esto y la única forma en que los profesores te ayudaban era asignándote un tutor y en este momento no estaba de humor para lidiar con un cerebrito.
— Gracias profesora pero ya tengo a un amigo que ayuda con las tareas así que no es necesario. — me dispuse a salir pero interrumpió.
— ¿Hablas de Aarón? — me giré.
— Pues de hecho a él también le vendría bien la tutora que te asigné porque en su última tarea no le fue muy bien. Y de hecho ahí viene tu tutora ¡Señorita Stacy! — un grupo de estudiantes estaba entrando en ese momento al aula y dentro de ellos salió una chica cabello rubio oscuros y ojos café profundo.
— ¿Si profesora? — respondió la chica con una sonrisa lo cual me resultó irritante.
— Ella es Hanna, la chica de la cual te hablé. — me miró, yo espera que al igual que el resto me diera una mirada asustada pero en su lugar sonrió y me tendió su mano.
— Gusto en conocerte, soy Stacy. — miré su mano con desconfianza ya que nadie de nuestra edad se presentaba de esa manera pero la acepté.
— Eso escuché. — me sonrió incómoda antes de alejar su mano.
— Bueno, el día de hoy estoy libre ¿Te gustaría que vaya a tu casa? — ambas esperaban mi respuesta pero la verdad ahora mismo tenía muchas cosas en mente como para agregar algo.
— Ah... no lo sé. Yo te aviso ¿Okay? — y sin esperar contestación de alguna salí corriendo del aula.
Comencé a dirigirme a toda prisa en dirección apuesta de mi siguiente clase, sabía que le venía como una demente pero realmente estaba frustrada, esa pesadilla se había repetido durante el último mes y por horrible que fuera el sentimiento que me producía no encontraba el valor para decirle la verdad a papá porque temía que mi pesadilla se hiciera realidad. Pues sabía que aunque papá no estaba mucho en casa él amaba a mamá, después de todo ¿Por qué otra razón soportaría a una esposa totalmente inútil?
Y en ese preciso instante algún me tiró al piso.
— Wow ¡¿Hanna estás bien?! — cuando fui consciente de todo me di cuenta que se trataba de Aarón quien ahora mismo me tendía su mano, la cual hice a un lado para ponerme de pie.
— Sí. — respondí seca.
— Pues no lo creo, yo nunca logro taclearte y además tienes la misma mirada ¿Otra vez tuviste esa pesadilla? — sabía que había sido un gran error contarle a Aarón desde la primera vez que pasó pero... Aarón era la única persona que tenía.
— Sí... y ahora la profesora de álgebra quiere ponerme u tutor porque dice que he bajado mis calcificaciones. Y Realmente no estoy de ánimo para soportar a un cerebrito.
— Pues yo te pueda ayudar...
— De hecho cree que también te ayudaría.— vi que la mirada de Aarón cayó eso por un breve momento me pareció divertido.
— Oh , bueno... dejando de lado ese tema ¿No crees que lo mejor sería contarle a tu papá? Es solo un sueño. — automáticamente me molesté.
— Sí, un sueño donde mi padre se suicida. — puede notar con su incomodidad, pero siguió.
— Sí pero ¿No crees que estás subestimando a tu papá? Él ve esos casos todo el tiempo en su trabajo...
— Tal vez lo hago pero no me quiero arriesgar, no estoy dispuesta a perder al único padre que me queda.
— ¿Entonces vas a sentirte así de miserable todo el tiempo? — me encogí de hombros.
— Eso ya es cosa mía, y tú no estás en posición de decirme que hacer, después de todo tú tienes la familia perfecta. — pude ver como su mirada caía pero no me importó, di media vuelta para continuar mi camino a las canchas.
AARÓN.
Y luego de que Hanna me dejara solo en el pasillo yo seguí ahí parado como tonto. Sus palabras de la familia perfecta resonaron en mi cabeza una y otra vez porque tenía razón, yo podía presionarla en esto, porque hasta donde yo sabía sabía mis padres no estaban ni remotamente cerca de separarse.
Sé que no me tengo que meter pero realmente odio verla así.
Suspiré frustrado antes de seguir camino a mi salón de clase pero a los pocos segundos alguien me llamó.
— ¡Ey! — sentí un ligero toque en mi hombro lo que hizo que girar para encontraba con una chica a la cual nunca había visto. — Hola, soy Stacy. Perdón por molestarte, pero ¿Tú eres Aarón? ¿El amigo de Hanna? — no sé porque me tarde en procesar su pregunta antes de responder.
— Ah... sí, soy amigo de Hanna. — ella sonrió.
— ¡Oh, qué bueno que te encontré! Bueno, la profesora Harmon me asignó como tutora de Hanna pero ella no me confirmó si quería la tutoría hoy y pues tengo otras más está semana ¿De casualidad no te dijo nada a ti? — en ese instante las palabras de Hanna vinieron a mi mente.
"Realmente no estoy de ánimo para soportar a un cerebrito."
— No... no me dijo nada. — la chica hizo una mueca de frustración, lo cual provocó que me sintiera culpable así que dice lo siguiente. — Pero... ella va a mi casa hoy, y creo que sería bien momento para que la ayudaras.
— ¿De verdad? — su expresión cambió drásticamente a una más relajada y eso me agradó.
— Claro, además también me vendría bien algo de ayuda en álgebra.
— Oh, qué bueno. Rápidamente sacó su celular.
— ¿Puedes darme tu dirección?
— ¿Y por qué no mejor te llevo? — la verdad no sabía porque le hacía esa ofer... bueno sí sabía... me parecía linda, pero solo eso, y este era mi horrible intento de coquetear. Lo único que bueno es que a ella le gustó la idea.
— Sí, por favor.
— Bueno te veo en el estacionamiento al terminar las clases.
— Muy bien ¡Gracias! — y dicho eso se marchó casi corriendo a su salón de clases mientras yo la miraba.
Por mi mente pasó que ya llevaba muchos años enamorado de Hanna y aunque sigue siendo así tal vez lo mejor era tratar de superar ese sentimiento ¿Difícil? Sí ¿Imposible? Espero que no.
🌼🏈🌼
Un par de horas después.
— La verdad creía que Hanna vendría con nosotros. — dijo Stacy mientras le entregaba el vaso de agua que me pidió al llegar a casa.
— Siempre la llevo a casa pero ahora decidí dejarla porque se molestó conmigo.
— Oh... pero si se molestó ¿Entonces vendrá?
— Sí, siempre viene, además tiene que hacerlo porque querrá reclamarme. De hecho, estoy seguro que ya no debe de tardar. — dije mientras me sentaba en el sofá más de la sala para hacerle compañía Stacy.
Sin embargo, en ese preciso momento, la puerta principal se abrió para inmediatamente cerrarse de golpe. Las fuertes pisadas que se dirigía hacía la sala me confirmaron mi teoría.
— ¡Eres un horrible amigo! ¡Me dejaste tirada!
— Me alegra saber que aún tienes las llaves que te dio mi mamá. — dije eso tratando de restarle importancia porque en cuanto viera a Stacy se pondría peor pero me ignoró.
— ¡Tuve que llamar a Bob para que fuera a recogerme!
— Creí que habías tomado un taxi porque él ya no trabaja para ti...
— ¡Lo sé pero Hanna Parker JAMÁS estará en uno de esos horribles autos amarillos! — iba a responder pero Stacy me ganó.
— ¿Qué tienen de malo los taxis? — Hanna desvió su vista a ella y solo pude notar como la ira en su interior aumentaba.
— No puedo creer que lo hayas hecho. — ahora me mira a mí. — ¡Pero sobre todo que me hayas dejado por ella!
— Sino lo hacía de esta forma tú te habrías ido a casa en el momento en que bajáramos del auto.
— En eso estás equivocado, porque en ambos casos haré lo mismo. — Hanna dio media vuelta lista para marcharse pero la voz de Stacy se lo impidió.
— Hanna, no era mi intención molestarte, solo quiero hacer mi trabajo pero si tú no quieres, perdón, pero tampoco te voy a rogar, después de todo yo no soy la está a punto de ser expulsada del equipo de atletismo por sus bajas calificaciones.
No quedamos sorprendidos, Hanna solo la miró con los ojos muy abiertos y yo también pues era la primera vez que alguien peleaba y gana contra Hanna de una manera tan sutil. Finalmente Hanna salió de su trace luego de parpadear varias veces.
— Bien, tú ganas. — Hanna se encaminó a la sala para sentarse y comenzar a sacar sus cosas. — Pero quiero que quede una cosa clara. — Stacy la miró atenta. — No me agradas en lo absoluto. — Stacy se encogió de hombros y sonrió.
— No estoy aquí para agradarte, solo para explicarte algebra, Hanna.
Y yo, con miedo de que alguien no saliera vivo de aquí, me senté entre ellas.
🌼🏈🌼
Una hora y media después.
— No, ahí la forma correcta de factorizar sería binomio conjugado, no con trinomio al cuadrado. — Hanna miró asustada la libreta luego de la explicación de Stacy.
— ¿No es lo mismo? — Stacy sonrió.
— No.
— Pero los dos tiene números con dos arriba...
— Si pero el binomio conjugado uno es negativo, además el trinomio está compuesto de tres términos, la verdad no sé de donde sacaste este número. — Stacy le señaló algo en la libreta. Hanna miró su libreta.
— La verdad ni yo sé de donde salió.
— Bueno, inténtalo de nuevo, ahora como dije. — Hanna se volvió a concentrar en su ejercicio mientras ahora Stacy venía conmigo. — ¿Cómo vas Aarón?
— No lo sé... — le entregué mis ejercicios y ella se sentó junto a mí para comenzarlos a revisar.
— Mira. — puso el cuaderno en su mesa para comenzar a explicar. — En esta parte de aquí se podría hacer un trinomio porque tienes los dos cuadrados y su producto doble.— miré la libreta pero la verdad seguía sin entender como sabía la diferencia. Ella al ver mi confusión continuó. — ¡Piensa en el trinomio como una familia! Cada uno depende del otro, y si no tiene un elemento de estos quiere decir que no es una familia, o sea un trinomio... — y gracias a la analogía de Stacy Hanna habló.
— Pero a veces uno piensa que tiene un trinomio pero al parecer uno de los elementos no encaja y tú piensas que sí, y cuando tú piensas que tienes todo bien te das cuenta que en realidad ese término era de un binomio y no un trinomio. — Yo claramente entendí que Hanna se refería a su familia pero eso no lo sabía Stacy.
— ¡Exacto Hanna! Pero no te preocupes, con un poco más de práctica créeme que veras esas diferencias más rápido y no tendrás más problemas con eso. — Hanna la miró con enojo pero no dijo nada, solo guardó su libreta y se puso de pie molesta antes de comenzar a caminar a la salida.
— ¿Dije algo malo? — preguntó Stacy luego de escuchar la puerta azotarse.
— No, solo es complicado. — rápidamente me puse de pie y salí corriendo tras Hanna.
— ¡HANNA! — en cuanto me escuchó se detuvo y se giró para encararme. — No era la intención de Stacy...
— Eso lo sé es solo que.... En serio estoy harta de esta mentira. — Yo sabía que Hanna quería gritar, romper cosas y sobre todo llorar pero no lo hacía, Hanna siempre se guardaba todos sus sentimientos.
— Lo creo... pero solamente tú sabes cómo arreglar las cosas contigo misma. — Hanna asintió luego de un suspiro profundo.
— Tengo que hablar con papá. — me dio un sonrisa forzada antes de girase pero luego de dar dos pasos volvió a mirarme. — Aarón lamento lo que te dije en la escuela.
— No importa, soy el único que sabe lo que estás pasando y lo entiendo. — se regresó y luego de darme un fuerte abrazo el cual le correspondí se marchó.
Volví a entrar a casa y justo cuando abrí la puerta me encontré con Stacy, quien ya tenía todas sus cosas en la mochila.
— ¿Ya te vas? — se encogió de hombros.
— Creo que Hanna de verdad no quiere mi ayuda. Gracias por el intento Aarón. — pasó a un lado mío.
— Sé que no es justificación. — giró y me miró. — pero Hanna está pasando por mucho ahora. — asintió. — Aunque yo la verdad sí necito ayuda con álgebra, creó que pudiste notarlo con todos los ejercicios incorrectos que tuve. — Stacy rio y la verdad eso me agradó.
— Bueno, hablaré con la profesora para que te pueda asignar un tutor.
— ¿Y crees que sea alguien que sea tan bueno explicando como tú? — Stacy se quedó pensativa.
— Yo creo que sí. — Ambos sonreímos. — Bueno, nos vemos mañana en la escuela.
La verdad no quería que se fuera, quería seguir hablando con ella.
— Te llevo a tu casa. — tomé las llaves y cerré la puerta.
— No es necesario....
— Es lo minio que puedo hacer luego de que mi amiga te trata como lo hizo. — sonrió.
— Solo estás poniendo escusas pero... creo que resultó.
Su respuesta me causó una sensación muy agradable y fui con eso que me di cuenta que luego de varios años logré finalmente sacarme a Hanna del cabeza.
🌼🏈🌼
HANNA
Y en un solo día estaba por hacer e hice una de mis más grandes pesadillas, la primera fue tomar un taxi para llegar a mi destino y la segunda era la que estaba por hacer. Me encontraba tan asustada que no podía dar un solo paso hacia el edificio, llevaba tanto tiempo en esta posición que el portero ya me estaba mirando raro. Pero luego de mi sentencio suspiro tuve el valor de entrar.
Hacía tanto tiempo que no podía un pie en el trabajo de papá pero todo seguía como lo recordaba, muebles modernos con tonos fríos que te hacían sentir pequeño de tan profesional y serio que lucía todo.
Luego de pasar con la chica de recepción, a la que por cierto casi le da un infarto cuando supo que era hija de uno de los jefes pues no me quería déjame pasar, me dio un pase y me dejó entrar una vez que papá lo autorizó. El saber que ya se encontraba esperando en la oficina no mejoraba las cosas. La razón por la que no esperé a que llegara a casa era porque ya quería terminar con este sufrimiento pero creo que ahora me siento peor que hace 5 minutos atrás. Además quería evitar a toda costa el escenario de mi sueño por el miedo a que este se pudiera hacer realidad.
Una vez que salí del elevador creí que me iría sola hasta la oficina de papá y que ese momento sería mi oportunidad de huir si es que me arrepentía pero una cuando las puertas se abrieron me di cuenta que mi tiempo se había terminado porque papá ya me estaba esperando.
— Fue una grata sorpresa que mi niña estaba de visita, y también algo angustiante a decir verdad. — me sonrió y como puse le correspondí.
— Gracias por recibirme, sé que estás muy ocupado.
— Para ti siempre tendré tiempo. — se hizo a un lado y luego de hacer un ademan con la mano que indicaba que me cedía pasar comenzamos a caminar a su oficina.
Ya que estuvimos adentro tomamos asiento en una sala que tenía a unos metros de su escritorio.
— ¿A qué debo tu visita? — Automáticamente me puse nerviosa. — Sé bien que no vienes solo a verme, supongo que se trata de algo importante porque nunca habías venido.
— De hecho estás en lo correcto. Quería hablar contigo de algo importante pero no sé por dónde empezar... — movía mis manos con nerviosismo. Papá sonrió de lado.
— Puedes empezar por donde te sientas cómoda. — respiré profundo.
— Es sobre mamá...— pude ver que su mirada se ponía algo tensa pero creía que solo eran alucinaciones mías así que seguí. — Y no sé cómo decirlo pero creo... No, sé que ella te está...
— ¿Me está siendo infiel con otra persona? — lo dijo con trata tranquilidad que no pude evitar sentirme confundida.
— Sí... — me quedé sorprendida de que lo supiera. — ¿Ya lo sabías? — asintió triste.
— Sí, ya lo sabía. — y ahora me sentía molesta.
— ¿Desde cuándo lo sabías? — papá suspiró y se recargó en su asiento antes de comenzar a contarme todo.
— Desde principios de año lo comencé a sospechar, porque tu madre compró dos trajes en navidad, creí tal vez era mi regalo pero no, no recibí nada pues ya sabes que se fue a Brasil con "unas amigas". Pasó el tiempo y seguía viendo esas compras que parecían ser regalos para hombres pero nunca me daba nada así que contraté a una detective privada para que siguiera a tu mamá. Y ella me lo confirmó el día de tu cumpleaños, me llevó a una de las tiendas donde tu mamá hizo unas compras y me mostraron las cámaras de seguridad. Desde entonces lo sé. — no sabía cómo sentirme porque por una parte ahora entendía porque había visto a papá con otra mujer ese día pero por otra él me había estado mintiendo desde hace meses.
— ¿Por qué no me lo dijiste?
— No quería verte mal, sé cómo se ponen los hijos ante estás situaciones y no quería ver así...
— ¿Así que por eso decidiste callarte y seguir con alguien que solo está usándote?
— No quería verte afectada...
— Si me conocieras lo suficiente sabrías que yo habría sido la primera en decirte que te divorciaras de mamá. — al escuchar esas palabras papá me miró sorprendido.
— ¿Realmente quieres eso? — asentí firme.
— No quiero que estés con mamá si ella ya no te ama y solo está por el dinero. — papá se puso de pie para acercarse a mí y abrazarme, yo le correspondí.
— Gracias cariño. Te prometo que tú y yo nos las arreglaremos sin ella.
— Eso ya lo hemos hecho desde hace mucho, papá.
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Hola!!!
Sé que ya han pasado como 500 años desde publiqué, solo espero que aun estén interesados en el historia. No pondré escusas porque simplemente es falta de organización mía, nunca pensé que las clases en línea serían tan difíciles pero lo son.
Trataré de estar más activa lo prometo, espero no tardarme tanto porque realmente yo también odio cuando las escritoras se tardan y pues... no quiere hacerles lo mismo.
Gracias infinitas por tanto apoyo, en serio que ver cuanto les interesan mis historias es lo que más me motiva a no dejar de escribir!! en serio gracias!!
Y bueno ¿Qué tal les pareció el capítulo? ¿Qué creen que pase ahora con Aarón y Hanna?
Los amo y nos seguimos leyendo!!!
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