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*Capítulo 13: Cosquillas.


15 años de edad.


AARÓN


Faltaban 10 minutos para que la campana sonara y le indicara al resto de los estudiantes, quienes seguían en sus aulas, que era el momento de salir a almorzar ¿Por qué digo el resto? Porque mi última clase la tuve con el señor Hilbert, mejor conocido como el maestro más buena onda de toda la escuela, quien nos dejó salir esos minutos antes luego de que la mayoría de mis compañeros le rogaran que les permitiera salir temprano para alcanzar fila y así poder comprar sus boletos para el baile de fin de curso, o mejor dicho para nuestro último baile.

Aunque al parecer mi grupo no fue el único que negoció con sus profesores porque la mayoría de los grupos de último año ya estaban en la fila. Por supuesto que no todos estaban entusiasmados y era bastante evidente porque solo algunos habían pasado de largo la fila para ir directamente a la cafetería a apartar mesa o comprar comida, ambos eran mi caso.

Tenía la mirada perdida en la fila, con mi comida enfrente enfriándose, pesando como era posible que gastaran su dinero y tiempo en eso  pero antes de que yo mismo me respondiera Hanna apareció para sacarme de mis pensamientos.

— ¿Y tú qué haces aquí? ¿Por qué no estás formado? — se vía tan sería que no pude evitar poner una expresión confundida provocando que ella se riera y así revelar su broma.

— Carajo, Hanna, por un momento creí que hablabas en serio.

— ¡Por supuesto que no!— con una sonrisa todavía en los labios se sentó a mi lado. — Tú y yo somos amigos porque estamos en desacuerdo en muchas cosas pero algo en lo que coincidimos es que los bailes escolares son aburridos. — sonreí de lado mientras la miraba de reojo.

En eso tenía razón, en cada baile escolar Hanna y yo nos reuníamos en una casa (ya sea la de Hanna o la mía) y simplemente nos dedicábamos a hacer maratones de cualquier película mientras nos atascamos de comida para nada nutritiva.

— Ya que tenemos eso claro sigue la pregunta del millón. — Me miró atenta. — ¿De qué película será el maratón? — se quedó pensativa.

— ¿Qué te parece Halloween? — lo pensé antes de asentir.

— Me parece perfecto, sirve que Jess no la ve porque simple tenemos que pelear con ella por comerse todo el helado. — Hanna rio.

— Me parece perfecto.

En eso apreció Astrid una chica que en el último año se hizo muy unida a Hanna y que por ende se había estado sentando todo este tiempo con nosotros en el almuerzo, lo cual nunca me molestó pues era bastante simpática y divertida.

— ¡¿Y ustedes dos que hacen aquí!? ¡Lo estuve buscando en la fila! — Astrid se sentó para quedar frente a nosotros.

— Aarón y yo nunca vamos a los bailes escolares, nos parecen aburridos. — asentí para confirmar lo dicho, la cara de Astrid cayó.

— Yo tampoco voy por lo mismo pero este año es diferente porque es el último ¡Ah!— colocó su cara en la mesa, mientras sus brazos la escondían, en su gesto de frustración. — ¿Ahora con quien iré? — Hanna y yo nos miramos con la misma expresión de sentirnos incomodos pero a la vez culpables por no apoyarla.

— Supongo que Kevin y Peter irán, así que no estarás sola. — Hanna trató de consolarla y en ese momento aparecieron los reyes de roma.

— ¿Estaban hablando de nosotros? — preguntó Kevin mientras se sentaban. A él lo había conocido en mi clase de química pues era mi compañero de laboratorio.

Ya había pasado más de un año desde que Kevin y Peter se sentaban con nosotros en el almuerzo pues me ayudaban a llevar mis cosas, cuando Hanna no podía hacerlo, básicamente desde que regresé a la escuela luego de estar 2 semanas ausente por lo que Mike y sus amigos me hicieron, quienes por cierto no volví a ver desde ese día. Creo que Hanna causó un profundo miedo en ellos que decidieron cambiarse de escuela y algunos hasta de cuidad, o al menos eso se dice de su repentina desaparición, nunca le he preguntado a Hanna si ella también tuvo que ver en eso y la verdad lo dudo pero prefiero no peguntar.

— De hecho sí ¿verdad que ambos irán al baile? — dijo Hanna en un intento de consolar a Astrid quien por lo menos ya había levando la cara para verlos.

— ¿Eso es una invitación? — dijo Peter sorprendido y a la ves ilusionado porque sí, a él le gustaba Hanna, en realidad no me ponía celoso porque sabía que a ella jamás le gustaría, como yo, que luego de ya más de un año en el que decidí guárdeme mis sentimientos, me pude hacer a la idea que el único lugar donde Hanna y yo estarías juntos sería en mi imaginación pero no me deprimía porque al menos seguía teniéndola cerca de ella.

— No. — dijo Hanna en un tono firme y seco.

— Bueno, al menos lo intenté. — respondió derrotado antes de darle una gran mordida a su sándwich.

— Respondiendo a tu pregunta, sí, ya compramos las entradas. — Peter asintió para confirmar la respuesta de Kevin.

— ¿Lo ves Astrid? No irás sola. — insistió Hanna.

— Esperen, dos preguntas. Uno ¿Cómo qué no van a ir? Y dos ¿Quién les dijo que no tenemos citas? — cuestionó Kevin mientras Peter se paraba tranquilamente de la mesa sin decir nada.

— Pues solo así, a Hanna y a mí no nos gustan los bailes, iremos a mi casa a ver una maratón de Halloween.

— Y a tu segunda pregunta, solo tienes un boleto en la mano y Peter creyó que lo había invitado así que hablo por la evidencia, no porque no te crea capaz de conseguir una cita, amigo.

— Bueno, eso me hace sentir mejor. — Hanna sonrió y se dirigió nuevamente a Astrid. 

— ¿Ya te sientes mejor? — Astrid suspiró antes de enderezarse.

— Eso creo pero la verdad me hubiera gustado que fueran...

— Y eso pasara porque aquí están sus boletos. — Peter apreció y unos boletos en la mesa, ambos lo miramos sorprendidos.

— Pero ¿Cuándo...?

— Para la próxima préstenme más atención y no den por hecho que voy al baño. — Peter volvió a su asiento.

— Peter en serio gracias y te pagaremos los boletos pero no vamos a ir. — dije firme antes de mirar a Hanna.— ¿Cierto, Hanna? — y al verla me arrepentí porque miraba los boletos muy atenta y eso solo significaba una cosa.

— ¡No! — exclamé haciendo que ella levantara las manos en forma de rendición.

— ¡¡Qué?¡ ¡Yo no dije nada...!

— No, pero conozco esa mirada y sé que lo estás considerando. — hizo un puchero.

— Sí...

—¡SÍ! — todos levantaron sus manos en forma de victoria, yo en cambio comencé a negar.

— Esperaba más de ti.

— Lo siento.— me miró culpable.— pero que es Astrid tiene razón en que es nuestra última oportunidad de ir a un baile porque después serán bailes en High School y ahí habrá más presión social de ir en parejas y esas cosas.

— Suena a que ya lo habías considerado. — estaba molesto pero no por el hecho de que Hanna quisiera ir sino porque no me dijo nada.

— Sí... pero dejé de lado la idea aunque ahora que tenemos los boletos... — me regaló una de sus sonrisa fingidas de niña buena la cual todos imitaron en un intento de convencerme de ir.

Y al final lo lograron pue tenían razón era nuestro último año.

— ¡Agh! Bien, iré. —

— ¡SÍ! — volvieron a hacer el mismo grito pero ahora Hanna se unió.

Rodé los ojos y por primera vez le di un bocado a mi comida la cual ya estaba muy fría.

— ¿Entonces iremos en grupo? — cuestionó Astrid.

— Pues sí, nadie tiene cita aunque aquí hay alguien que podría ir fácilmente con alguien. — levanté la vista para ver a quién se refería Peter pero me encontré con que todos me miraban a mí.

— ¿Y...Yo? — dije nervioso pues no supe en que momento todos se dieron cuenta de mi enamoramiento por Hanna.

— Pues sí, señor capitán del equipo de futbol, quien nos hizo campeones por segundo año. — y con el comentario de Astrid me relaje pues ahora tenía que no se referían a Hanna.

— Claro que no...

— ¿Claro qué no? Te recuerdo que en San Valentín te tuve que ayudar a con tus rosas, aún creo tener una astilla en el dedo por eso.— Kevin miró su dedo para confirmar su comentario

— Sí, te volviste el nuevo Mike... — todos miramos mal a Astrid por decir ese nombre. — Oh, lo siento. — se dirigió más a Hanna bien solo se encogió de hombros restándole importancia. — Pero saben a que me refiero. — quise protestar Hanna me ganó.

— Es verdad lo que dicen, tú puedes ir con quien quieras, de hecho ahora mismo quiero te gires y te apuesto a que mínimo 3 chicas te estarán mirando. — la miré incrédulo.

— Eso no pasará, me mandaron rosas pero creo que a este punto ya se les habrá pasado el "enamoramiento". — sonrió.

— ¿Apostamos 20 dólares? — negué y finalmente giré para comprobar que exageraba, pero me equivoqué.

En cuanto me giré mirada se topó con la una chica la cual no conocía, quise pensar que fue coincidencia pero luego de que su cara se pusiera roja como tomate supe que no, continúe y eso mismo pasó con otras 4 chicas más y de ellas solos conocía a una llamaba a Tina quien iba en mi clase de biología.
Rendido saqué los 20 dolores.

— No puedo crees que hayas tenido razón.

— Yo siempre tengo razón, Aarón. — dijo mientras me quitaba el billete con una gran sonrisa.

— Sí, pero no iré con nadie quiero ir con ustedes...

— De hecho, ahora que lo pienso.— Hanna se quedó mirando al vacío.— nunca te he visto salir con alguien.— ante eso todos en la mesa me miraron sorprendidos, incluida Hanna.

— Aarón ¿Nunca has tenido novia? — ante el comentario de Kevin los ojos de todos en la mesa me miraron.

No pude evitar sentirme incómodo, en realidad no entendía que había de malo en no haber tenido novia pero todo esto me hacia sentir mal así que no tuve más remedio que mentir.

— Por supuesto que sí, además he salido varias veces con diferentes chicas.— le di un sorbo a mi jugo para evitar seguir mintiendo.

— Genial.— respondió Kevin, y finalmente dejé de ser el centro de atención excepto por una persona.

— ¿Y yo por qué no lo sabía? — me miró Hanna confundida.

— Porque eso ocurrió en los meses que nos dejamos de hablar. — supe que me creyó por su siguiente broma.

— ¿Entonces es mi culpa que ya no salgas con otras chicas? — elevó una ceja en forma acusatoria. Tragué saliva y solté la verdad.

— Y parte sí.— ante mis palabras Hanna solo rio y tomó una papa de mi bandeja, ella lo había tomado a broma, podía haberle dicho la verdad en ese momento pero preferí callarme.



🌼🏈🌼

Día del baile.

HANNA



— No puedo creer que me hayas convencido de usar tenis con traje, Hanna.— Aarón miraba a todos los chicos en la pista de baile desde nuestra mesa.

— Eres el único que se queja, varias chicas han dicho que te ves muy bien. — lo sacudí de los hombros para que se relajara pues toda la noche se la había pasado quejando.

— Creo que en la cafetería quedó claro porque lo dicen. — lo miré incrédula.

— Lo dicen porque es verdad, no te quieras hacer el Don Juan ahora. — soltó una carcajada cerca.

Comencé a mirar a nuestro alrededor pues ambos nos habíamos callado. Varias chicas miraban en nuestra dirección pero Aarón solo observaba la pista y eso con la mirada perdida.

— ¿Por qué no invitas a alguien a bailar? — me miró confundido.— a Tina por ejemplo, te ha estado mirando desde la mesa al lado toda noche. — le di un sorbo a mi ponche mientras él la miraba de reojo.

— No estoy interesado...

— ¡El pedirle bailar no significa que ya sean novios, Aarón! — frunció el ceño y supe en seguida que se había molestado.

— No, pero sería ilusionarla y no quiero pórtame como un idiota así que no me pidas hacerlo. — me quedé callado con la mirada firme de Aarón sobre mí.— Ahora si me disculpas voy al baño.

Cuando se fue no pude evitar sentirme mal, creo que me estaba portando bastante intensa pero es que de verdad quería que Aarón tuviera una novia porque no soy tonta, supe que nos mintió en la cafetería la semana pasada y si nos mintió es porque eso le apenaba.

Sé que no está bien presionarlo, después de todo no es como que no haya salido con alguien, eso lo creo ciertamente, pero no lo sé... siento que de alguna manera él no se ha podido acercar a alguna otra chica porque siempre estábamos juntos. Por eso quiero que buscarle una novia digna de él, eso les demostraría lo buena amiga que soy.

En eso algo se me vino a la mente, algo que podría hacer que las cosas entre Tina y Aarón pudieran acelerarse. Tina iba conmigo en atletismo, era buena niña, estaba en el cuadro de honor y ha estado enamorada de Aarón desde segundo año, eso me gustaba bastante de ella, que le gustaba Aarón desde antes de ser el capitán del equipo de futbol. Ella era la candidata perfecta, solo necesitaban un empujón.

Me puse de pie y me apresuré a la pista de baile, específicamente a donde estaban bailando Peter, Astrid y Kevin.

— ¡Ey! ¡Hanna al fin de animo!

— ¡Sí! — celebraron Peter y Astrid pero lo frené.

— No, no vine por eso.

— Ah...— se decepcionaron.

— Necesito que me ayuden en algo, los veo el salón del señor Hilbert. — comencé a alejarme.

— ¡¿Por qué ahí?! — gritó Astrid.

— ¡Porque es el único salón que está abierto!

Ahora tenía que ir con mi segunda parte del plan, Tina, quien ahora mismo estaba la en barra sirviéndose ponche.

— Hola, Tina. — se sobresaltó al escucharme pero me sonrió.

— Hola, Hanna ¿Cómo te la estás pasando? — se dio un sorbo a ponche.

— A decir verdad mis amigos y yo ya nos aburrimos y vamos a ir al salón del señor Hilbert a divertirnos, puedes ir con tus amigos si quieres, entre más mejor. — lo pensó.

— No lo sé, no podemos meter en bromas.

— ¡Anda! Es nuestro último baile, además estaremos Astrid, Kevin, Peter, AARÓN y yo.— enfaticé en el nombre de mi amigo y cuando hice sus ojos se abrieron.

— Bueno... creo que podríamos ir un rato.

— ¡Excelente! ¡Allá nos vemos! — y antes de marcharme tomé una botella de soda vacía que se encontraba en la mesa.

Ahora solo faltaba la pieza final; Aarón.



🌼🏈🌼

AARÓN



En cuanto di el primer pasó fuera del baño pude sentir como alguien me tomaba de la mano para llevarme a no sé donde. Al instante supe quién era, el cosquilleo que mi mano sintió al ser tomada me lo dijo todo.

— ¿Ahora a dónde vamos, Hanna?

— ¡Shhh! Solo calla y sígueme.

— Siempre que hago eso las cosas nunca salen bien.

— Pues esperemos que esta vez sí.

Hanna terminó guiándome al salón del señor Hilbert.

— ¿Qué hacemos aquí? — y justo antes de abrir la puesta mi miró.

— Yo lo verás.

La puerta se abrió, dejándome ver alrededor de 15 adolescentes incluidos mis amigos. Hanna se adentró  con una botella en la mano que elevó hacia el techo gritó.

—   ¿¡Quién quiere jugar a la botella!?

— ¡Wow! — gritaron todos los presentes felices, al parecer el único amargado era yo.

— Bueno, váyanse sentando en círculo. — indicó Hanna y una vez que todos comenzaron a hacerlo aproveché para hablar con ella.

— A ti no te gustan estos juegos ¿Qué planeas? — arrugó nada.

— Yo nada, solo me quiero divertir. — se encogió de hombros pero a pesar de su excelente actuación yo no me la creí.

— A mí no me engañas.

— ¡Ay, ya para, Aarón! No todo es sobre ti. Ahora ven. — me tomó de la mano y me guió a un costado del círculo para posteriormente sentarme entre dos niñas que yo no conocía. — Solo hay que divertirnos.— dijo antes de alejarse para tomar asiento.

Suspiré rendido, dando por hecho que sabría lo que tramaba Hanna hasta que alguien me habló.

— Ho... hola, Aarón. — levanté la vista y me encontré con Tina quien estaba sentada justo frente a mí.

Y ahí fue cuando entendí todo plan, solo esperaba que la suerte jugara de mi lado.



🌼🏈🌼



No sé, cuantas rondas habían pasado pero hasta el momento no me había apuntado la botella.

— Mi turno.— dijo Peter, luego de haberse quitado la camiseta por su reto.

Giró la botella y como en cada ronda mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza pero cuando frenó lo de las anteriores rondas no pasó, mi puso no se calmó sino que siguió aumentando porque esa botella me acababa de apuntar.

— ¡Finalmente! — dijo Peter pues era él quien tenía que ponerme el reto. Las manos comenzaron a sudarme. — ¿Alguna sugerencia?

En eso su celular sonó como señal de que le habían llegado sugerencias, leyó unos segundos hasta que finalmente sus ojos se quedaron fijos en un reto que lo hizo sonreír. Levantó la vista y aún con sus sonrisa lo dijo.

— Te que beses a Tina.— Todos los presentes comenzaron a hacer ruido emocionados y no fue porque éramos los primeros haciendo este reto sino porque todos sabían que le gustaba a Tina.

Tina se había puesto roja pero no decía nada de estar en contra de esta situación, al parecer el único apático con esto era yo.

— Pero... — miré a Hanna quien gritaba emocionada como el resto.

— Nada de peros amigos, todos hemos cumplido. Tina ¿Podrías ponerte de pie si estás a favor? — Tina sonrió apenada pero al acabo de unos segundos lo hizo provocando nuevos gritos en el salón. No quería dejarla sola así que me puse de pie  acerqué.

Una vez cerca lo único que faltaba para terminar con todo esto era inclinarme... no podía... no quería...porque la verdad no quería que mi primer beso fuera de esta manera.

— Yo...

— ¡Amigo, solo bésala! — luego del gritó de Peter todos comenzaron a corear, miré a Hanna, con la esperanza de que ella se diera cuenta de mi incomodidad pero ella estaba haciendo lo mismo.

— ¡BÉ-SA-LA! ¡BÉ-SA-LA! ¡BÉ-SA-LA!... — quería que Tina dijera algo pero en cambio solo cerró los ojos.

Finalmente me di por vencido, me rendí y me comencé a inclinar hacia ella y justo antes de que nuestros labios se rozaran la puerta del salón se abrió de golpe, haciendo que Tina y yo nos alejáramos de la misma manera mientras el silencio de apoderaba del aula.

— ¿¡Qué hacen en mi salón!? — por primera vez escuché al profesor Gilbert gritar.

— Lo sentimos, profesor, estábamos jugando. — Hanna dio la cara y rápidamente el profesor se calmó.

— Bien... no levantaré un reporte pero se tienen que ir porque no tienen autorización de estar aquí.

— Gracias, profesor. — Todos se pusieron de pie y caminaron a la salir mientras agradecían al profesor, yo incluido.

Todos se dirigieron de vuelta al gimnasio excepto yo. Quería estar solo así que sin decirle a nadie me dirigí a la cancha de fútbol.




🌼🏈🌼


HANNA



Realmente el que el profesor entrara justo antes de que mi plan diera frutos había sido bastante gracioso.

Una vez llegamos al gimnasio todos se fueron con sus respectivos grupos excepto yo porque por ningún lado lograba entrar a Aarón.

— Chicos ¿Han visto a Aarón? — les pregunté a mis tres amigos mientras entraban al gimnasio.

— MMM...no.— los tres negaron.

— Ahg ¿A dónde se fue? — comencé a buscarlo entre los estudiantes hasta que una de ella se dio cuenta.

— ¿Buscas a Aarón? — me giré y me encontré con Tina.

— Sí ¿Sabes a dónde se fue?

— Lo único que sé es que no entró al gimnasio. — dicho eso se marchó con sus amigas.

Comencé a pensar en que lugar podría estar, algo de fácil acceso y al cual él se le ocurriera ir. Luego de unos segundos me di cuenta que la respuesta era muy obvia así que me dirigí a las canchas.


🌼🏈🌼



Una vez ahí, casi no podía ver nada, llegué a pensar que talvez me había equivocado y que Aarón no estaba pero luego de caminar hasta la mitad de la cancha, la luz de la luna me permitió ver una figura acostada en el piso.

— ¿Estás vivo? — pude notar como aquella figura se tensaba antes de giras su cabeza, y efectivamente era Aarón.

— Por desgracia sí. — me pareció extraña su broma pero decidí ignorarla para acostarme justo a él.

— ¿Qué hacemos? — pregunté mientras miraba el cielo que no estaba del todo estrellado por la contaminación pero al menos se vea la luna.

— Yo ver las estrellas, tú no tengo la menor idea. — y con ese comentario supe algo no estaba bien. Giré mi cabeza para mirarlo, él no me correspondió pero por la tensión en su cara supe que estaba molesto.

— ¿A qué te refieres?— finalmente me miró, su cara permaneció seria pero no me respondió. — ¿Estás enojado? — nuevamente no me contestó y en su lugar terminó sentándose, yo imité si acción. — ¿En serio me vas a ignorar como si fuéramos niños? — su mandíbula se tensó pero por fin habló.

— Es que... ¿Por qué lo hiciste? —

— ¿De qué hablas?

— No te hagas Hanna, sé que tú le dijiste a Peter que me pusiera ese reto, no soy tonto.— lo miré confundida pues no entendía cual era el problema.

— Sí, pero ¿Cuál es el problema..?

— El problema es que nunca me escuchas.— esas palabras las dijo en un tono tan firme que por un momento lo desconocí pero con eso caí en cuento de lo grave de la situación.

— Lo siento, Aarón, no creí que te molestaría tanto. Yo solo quería acercarte a Tina porque creo que seria buena para ti pero perdóname si me sobrepasé.— el asintió pensativo.

— Bien... pero ¿Por qué tu insistencia? — me encogí de hombros.

— Porque sé que metiste.— su expresión de molesta cambió a una de asombro. — Sé que nunca has tenido una novia.... Y no sé... creo que en parte es mi culpa. — abrió los ojos.

— ¿Por qué piensas eso?

— Porque todo el tiempo estoy contigo, siento que no te doy la oportunidad de conocer a más personas.— ante mi respuesta Aarón soltó una risa seca que me confundió.

— No es por eso Hanna, quítate esa idea de la cabeza porque las cosas no son así.

— ¿De verdad? — sonrió.

— ¡Claro! No tengo novia porque simplemente no he conocido a alguien.— eso me hizo sentir mejor.

— Bueno, te voy a creer.— sonrió de lado.— Tienes razón, creo que me preocupe de más, no es como sí nunca hayas tenido una cita o besado a alguien. — solté una carcajada, esperé que Aarón me acompañara pero eso no ocurrió.

— Sí.— eso que lo único que recibí haciendo que un nueva preocupación se apareciera.

En mi cabeza comencé a juntar el rompecabezas desde el momento en el que mintió en la cafetería hasta la expresión de si cara cuando estaba por besar a Tina, y una vez que lo logré armar entendí todo.
Aarón no estaba molesto porque le quise buscar una novia ni por casi besar a Tina, él hubiera estado así independientemente de la chica porque él no querría besar a alguien en esa situación, o mejor dicho, no quería dar su primer beso frente a un montón de desconocidos.

— ¿Estás bien? — la voz de Aarón fue lo que trajo a la realidad luego de que todo cobrara sentido.

— Aarón.— me miró preocupado.— No has dado tu primer beso ¿cierto? — la cara que puso me lo confirmó todo.— ¿Por qué no me dijiste?

— ¿Cómo querías que lo hiciera? El tema nunca había salido hasta ahora, y el gritarle "Ayudame Hanna, porque no he besado a nadie" no me pareció buena idea al estar rodeado de todos esos  chicos.

— Tienes razón, no era la mejor idea. — Aarón suspiró.

— En fin, llegaré a High School como el único idiota que no ha besado a nadie.

— No te pierdes de mucho. — Aarón sonrió con ironía.

— Eso no es lo que he escuchando. — pude notar la tristeza en su voz, y antes de que pudiera analizar más su rostro se puso de pie. — será mejor irnos, está haciendo frío.

Le hice caso y me pise de pie, pero aún tenía una sensación muy entraña, no me gustan verlo así,  no quería que se sintiera avergonzado por algo tan estúpido como eso, quería ayudarlo y eso iba a hacer.

Aarón estaba por caminar pero lo detuve.
— Cierra los ojos. — me miró confundido

— ¿Por qué?

— ¿Confías en mí? — me sonrió de lado pero al notar la seriedad de mis palabras esta se tornó seria.

— Claro, siempre.

— Entonces, cierra los ojos. — Aarón suspiró pero terminó haciéndolo.

Lo único que me permitía ver su rostro era la luna y al hacerlo y pude evitar sentirme sentirme nerviosa por que estaba por hacer, las manos me temblaba  y el estómago me daba cosquillas. Pero al cabo de unos segundos decidí dejar esas sensaciones de lado y finalmente tomé el valor para poner mis manos sobre sus mejillas y sin una pizca de duda lo besé.

No fue un beso muy extravagante, simplemente nuestros labios se tocaron por aproximadamente tres segundos pero a pesar de eso, no pude evitar sentir como el cosquilleo en mi estómago aumentaba, ese sentimiento era algo completamente nuevo, por eso di por hecho que era solo la sensación incómoda de besar a mi mejor amigo pues nunca sentí eso con Mike.



AARÓN.


Una vez que Hanna se alejó no supe que hacer, abrí los ojos y traté de encontrar sus cara en busca de alguna respuesta pero eso no pasó porque Hanna no levantó la vista.

— ¿Lo ves? No te pierdes de nada. — no dijo nada más, solo comenzó a alejarse.

Quería ir tras a ella y decirle que no era verdad, que si el remolino de emociones que había sentido cuando me besó era algo normal, entonces entendía todo el alboroto pero sabía que no era así, si había sentido esa sensación tan maravillosa era por Hanna. Sin embargo no lo hice porque sabía que solo lo había hecho como un favor y no porque sentirá algo por mí.

Pero ese beso y esas emociones tan intensas que sentí con un solo rose de sus labios parecieron nunca haber sucedido porque Hanna y yo no hablamos de lo que sucedió ese día, seguimos con nuestra amistad como si ese beso nunca hubiera pasado.

_____________________________

Hola!!!

¿¡QUÉ PASÓ AQUÍ!? ¡USTEDES VIERON VENIR ESO! 😱😱😱 POR QUE YO NO! 😜

¿Qué tal les pareció? Espero que con esto hayan tenido para una "introducción" con los personajes porque ahora se viene lo bueno. 😆😆

Espero les haya gustado, perdón por no haberlo subieron el martes pero es que lo lo tenía listo porque como vieron el capítulo era muy largo. 😅

Muchas gracias por su apoyo, los quiero mucho y nos seguimos leyendo!!!

Instagram:  bsr.pau

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