Cuando ambos terminaron de hacer el amor, cada uno se despidió. Uno sin un corazón y el otro llevándoselo.

- ¿Por qué tardaste tanto mi amor? - habló Jiacheng entre dientes viendo al pelinegro entrar a la mansión.

- Fui a despedirme de mi caballo -

- Ya es hora de irnos - lo tomó de la cintura, lo pegó a su cuerpo y se acercó a su oído - Espero que te hayas despedido bien - dejó un pico en los labios del pelinegro.

- Buenos hijos míos, que les vaya bien en su viaje – llegó Xiao Wen al encuentro de la pareja, miró a su nieto - Zhan ve a cambiarte rápido o... ¿Te irás así con el traje de bodas? –

- Yo...-

- Estamos apurados, tengo deseos de estar con mi Esposo a solas - Jiacheng miró a Zhan - No es así señor Gu-

- Sí - respondió secamente el pelinegro.

- Vamos saliendo hijo - la señora Xiao agarró el brazo de su hijo y lo jaló rápidamente a fuera mientras los demás se despedían de Jiacheng - ¿Estás bien? - preguntó a su hijo que tenía los ojitos rojos.

- Si mamá, ya no hay vuelta atrás – su mirada estaba fija en el piso.

- Sabes que cualquier cosa me puedes llamar e iré corriendo hacia ti - abrazó a su niño consentido - Haría cualquier cosa por tu felicidad mi Zhannie bello -

- También yo hermano - JiYang habló detrás de su madre.

- Yo también hijo - El señor Xiao palmeo el hombro de su hijo - Nosotros 3 estamos contigo -

- Zhannie te extrañaré - abrazó a su amigo.

- Ya es hora de irnos - Jiacheng apareció interrumpiendo el momento - Vamos Zhan - Miró a los demás - Yo lo cuidaré. Nos vemos. -

Zhan solo los miro una vez más, hizo una reverencia y subió al auto.

Jiacheng al entrar al auto se pudo percatar que a lo lejos una mujer lo miraba - "Estos pudimos ser tú y yo" - pensó para sí mismo y encender el auto.

.

.

.

Un día después llegaron a Corea, se quedarían en un penthouse que fue regalo del mismo abuelo de Xiao Zhan, definitivamente era hermoso, unos ventanales enormes dónde podía ver la ciudad a todo su esplendor. El departamento estaba decorado al estilo vintage, blanco, cremas, marrón, una hermosa combinación.

- Instálate en la habitación, tengo que ir a ver los papeles de la empresa - Jiacheng comenzó a sacar los papeles que tenía que llevar.

- Ok - Zhan solo tomó sus maletas y buscó la puerta de su habitación.

.

.

Los días pasaban, Zhan ya no sabía hasta cuándo podría esconder los síntomas. Cada vez se sentía más cansado, las ojeras eran tan evidentes que hasta el mismo Jiacheng se burlaba de su semblante. Definitivamente se sentía solo, mejor dicho, estaba solo.

- Por lo menos prodúcete bien, tu cara toda pálida, esa delgadez que muestras... agggg.. de verdad no quiero dar penas cuando vayamos a la reunión – Jiacheng despotricó sin compasión

- ¿Es necesario ir?, no tengo ánimos y no me siento bien por favor Jiacheng -

- Por mí, ni te llevaría, a veces no te aguanto, pero debemos ir; es pedido de tu abuelo, si no fuera por eso no te sacaría a ningún lado -

- ¿Podremos algún día hablar tranquilos sin que me estés humillando? - Zhan se levantó, pero una esquina de su manta con la que se tapaba se enredó en su pie y cayó de rodillas provocando que la mayor riera.

- ¿Ves? eres patético, pero que se va a esperar de una cabeza hueca cómo tú -

- Déjame solo - pedía entre sollozos.

- Párate - lo tomó del brazo para levantarlo - No estoy para tus dramas y cámbiate de una maldita vez.

A Zhan no le quedó otra que hacerlo, se tuvo que maquillar más de lo que hacía normalmente para poder tapar su semblante.

- ¿Estarás bien? ¿Serás feliz gorilita? - es la pregunta que repetía a cada rato, mañana, tarde y noche - Hagamos una tregua bebé - habló a su vientre.

.

.

.

Llegaron a la pequeña recepción a la que habían sido invitados para socializar con el personal de la empresa, si le preguntabas a cualquiera de los que estaba ahí que te parece el joven matrimonio Gu Xiao, les dirían que son él uno para el otro, son una belleza de pareja, que se les nota como el amor se les sale por los poros, pues en realidad sabían actuar muy bien.

Gu lo paseaba a Zhan como si fuera su más grande tesoro. Lo presentaba cómo su piedra preciosa. Su hermoso esposo. Abrazos, besos, caricias, las cuál Xiao Zhan tenía solo que aceptar y sonreír. Tenía que fingir, tenía que vender la imagen del esposo feliz para que no le fueran con chisme a su abuelo.

Cuando llegaron al departamento, Zhan no se sentía bien, sentía que su cuerpo le pesaba, tratando de llegar a la cómoda de su cuarto, de pronto todo comenzó a ponerse borroso y un fuerte  dolor en lacabeza sintió antes de caer inconsciente en el piso.

.
.
.

Jiacheng lo vió todo 👀

Zhan la está pasando realmente mal con Gu 🙁

Esperemos que no le pase nada al bebé 😢

.
.

Holaaa Holaaaaa 👋🏻

Les dejo este capítulo hoy 🫣

Me iré a "El amor no es como lo pintan" y "Amantes".

Nos vemos 💚❤️!!

.
.
.