-Si, es de JianCheng –

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- Tu padre tenía todo escondido, amor.

- ¡NO LO PUEDO CREER! - el señor Xiao se llevó las manos a su rostro - Usar a su propio nieto, usar la empresa Dios, ¿Qué tipo de padre tengo?

- Papá, tranquilo.

- ¿Cómo voy a estar tranquilo? Eres mi tesoro hijo. Y ahora mírate; estás casado con alguien que no amas, con un hijo de un hombre que...

- Papá... sobre eso - cerró los ojos y respiro – Jiacheng... no es el padre de mi hijo.

- Dime qué es de Wang Yibo. ¡Por favor!

- ¿Ah? - esto provocó unas pequeñas risas dentro del despacho. Estaba el señor Song, JiYang y los señores Xiao - Cómo...

- Uno, no creo que tan rápido hayas concebido; dos, tus ojos aún brillan cuando Wang se cruza y tres, estás protegiendo a Wang. ¿Crees que no me voy a dar cuenta? - enmarcó una ceja. Realmente a los señores Xiao no se les escapaba nada relacionado a su hijo.

- Papá - se abalanzó sobre su padre como si fuera un niño de 3 años.

- Eres nuestro más preciado tesoro, cariño - su mamá le daba toquecitos en la espalda - Ahora ese pequeño o pequeña que viene en camino, también lo será y lo que más queremos es que sean felices. Es mejor traer de una vez a Wang y decirle.

- No aún no - se separó del abrazo de su padre y miró a ambos con ojos de súplica - Tengo miedo por él. Todavía no. Además, le aseguré que este hijo es de Gu.

- ¿Qué hiciste qué? - todos los presentes no lo podían creer.

-JiYang no salía de su asombro - ¿CÓMO DICES XIAO ZHAN? – Es que acaso tenía, aunque sea una neurona funcionando, ¿qué pasa por la cabeza de él?

- No puede ser Xiao Zhan. - la señora Xiao se llevó las manos a la cintura mientras negaba. No imaginó que su hijo fuera a hacer tremenda tontería.

- Bueno ya está hecho - todos voltearon a ver al señor Xiao - Song. - el nombrado volteó - ¿Puedes llevarte a trabajar a Wang a tu mansión?

- Pero papá...

- Pero nada. - interrumpió a su hijo – Song, ¿podrás? - volvió a preguntar a su gran amigo.

- No hay problema. Me lo llevo ahora mismo a Wang. Mientras menos este aquí mejor. - miró a Xiao Zhan - Sobrino no te preocupes estará a salvó. Así se negara el pelinegeo, sabía que era por su bien.

Zhan solo asintió con una suave sonrisa. Sabía que para este momento el castaño lo estaría odiando, no había más que hacer por el momento. Confiaba en el señor Song, su adorado guardaespaldas estaría en un buen ambiente y buenas manos.

- Hijo, ve a descansar. A mi nieto no le hacen bien estos sobresaltos. Aprovecharemos para hablar con Wang Yibo.

- Ok mami. - Miró al rubio - ¿Me acompañas A-Yang?

- Sí, vamos. Volteó a ver a su padre y con la mirada baja le dijo que se quedaría estos días con ellos. El señor Song respiró hondo asintiendo a la información que su hijo le daba y pidió que vayan con cuidado.

Ambos jóvenes salieron del despacho. Cuando la puerta cerró los tres adultos comenzaron a poner en marcha los planes para acabar con todo.

- Bien, ahora que ya tenemos definido esto. Hay que dar el siguiente paso.

- Tienes razón, querido. - tomó el intercomunicador - Hola. ¿Está Wang Yibo por ahí?... Ajá ... Ok lo espero en el despacho. Gracias. - cortó y miró a ambos hombres - Ya viene.

- Entonces comenzaremos con la verdad.

- Que mi sobrino nos perdone.

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- Zhannie, ¿ya estás más tranquilo?

- No sé, creo que sí ... Creo. Por lo menos ya no estará aquí - llevó una mano a su vientre. Este ya tenía una pequeña curva. - Yo... Por lo menos... Lo quería tener cerca.

- Sabemos que es por su bien. Tranquilo. Oye - llevó una mano a su mentón - ¿Dónde se metió Jiacheng?

- Ni idea, dormimos en cuartos separados. Todos los días sale temprano y no regresa hasta tarde. Ya imagino dónde debe estar.

- Mejor ni lo pensemos. No merece ni nuestros pensamientos.

- Que se compre un bosque y se pierda... No lo...- no pudo terminar de hablar ya que se llevó una mano a la boca para poder controlar las náuseas y salir corriendo al baño.

- Ahí está el bebé que tanto buscabas - comenzó a reírse el rubio.

Cuando el pelinegro terminó de asearse regresó y vio a su amigo muy metido en el celular.

- Con quién conversas tanto, que tienes una sonrisa de perro enamorado.

Todo sorprendido dio un pequeño salto de susto y bloqueó de inmediato el celular - Co-Con nadie, no me mires así. -

Sabía que era imposible mentirle a Zhan. El pelinegro se le iba acercando con sus grandes ojos acusadores.

- Me lo dirás Song JiYang.

- ...

- Bueno si no dices nada, te diré ...Respiró hondo y sin pausar las palabras, lanzó - Iré donde HaoXuan a contarle. - se dio la vuelta y camino hacia la puerta.

- No, no y no - juntó sus manos y sonrió.

- ¿Es HaoXuan verdad? - el rubio asintió. - ¿Ya están saliendo? - volvió asentir - Y no me contaste.

- Lo siento hermano. Todo esto de verdad me hizo olvidar. Además, sabes que él y Yibo son primos y créeme que en estos momentos te...

- Odian - terminó por hablar Xiao Zhan.

- Mejor vamos a descansar – rodeó los hombros del pelinegro y lo llevó a la cama.

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A la hora de almuerzo todos estaban reunidos, incluyendo el señor Song ya que este aún se había quedado para finiquitar los planes.

- Estuvo delicioso - habló – Lay, como siempre riquísimo.

El nombrado realizó una reverencia de 90 grados - Gracias señor-

- Bueno, es momento de irme - se paró de la mesa y miró al chef - Lay por favor avísale a Wang Yibo que lo encuentro en la salida.

- Está bien. Permiso.

- ¿Puedo preguntar algo? - Zhan habló con voz apagada.

- ¿Qué pasó Zhan? ¿Te sientes mal? - preguntó su mamá tomándolo de la mano.

- Yi- ... Wang Yibo ¿Aceptó? ¿Se irá hoy?

- Sí hijo. Ya hablamos con él. - Zhan solo bajó la mirada, tratando de retener una lágrima traicionera.

- Me retiro - el señor Song se dirigió hacia los señores Xiao y los dos jóvenes. – JiYang, pórtate bien por favor. -

- ¡Padre!

- Aún eres mi bebé - sonrió el mayor. - Zhan - llegó a su lado y paso su mano por los hombros del pelinegro haciendo que saliera hasta afuera - Tranquilo. Todo saldrá bien.

- Gracias Tío.

- Señor... - Zhan se congeló al escucharlo. Sin darse cuenta camino hasta la salida. Sabía a quién le pertenecía está voz. - Ya tengo todo listo en el auto.

- Muy bien Wang. Vamos.

Yibo asintió. Veía a su verdadero amor, quería ir a abrazarlo y llevárselo, pero era imposible. - Señores Xiao - caminó hacia ellos - Les agradezco por sus atenciones. Muchas gracias por todo - hizo una reverencia.

- No te preocupes Wang. Gracias a ti por tu gran servicio. - El señor Xiao estrechó la mano del castaño.

- Tranquilo hijo - la señora Xiao se acercó a él y lo abrazó. Sin duda alguna la mayor lo reconforta.

- Gracias - ahora desvío su mirada hacia su pelinegro - Joven Xiao...

- Wang - Xiao Zhan contesto la más frío posible.

- Cuídese mucho. Le deseo a usted y a s-su hijo toda la felicidad.

- Gracias - Apretó los labios con fuerza para guardar los sollozos que quería soltar.

- Tenga - Wang Yibo extendió una pequeña bolsita roja de paño. Xiao Zhan miró atentamente, extendió su mano, dudó por un momento, pero tímidamente lo aceptó. - Ábrelo por favor - le pidió.

El pelinegro obedeció. Una cadena color dorado de la cuál colgaba una pieza de rompecabezas en medio, una incrustación, salía de la pequeña bolsita. Xiao Zhan sonrió de lo más maravillado. Esto no salió desapercibido por el castaño.

- Deseo qué lo lleves siempre, siempre serás la pieza de mi rompecabezas Xiao Zhan. ¿Te lo puedo poner?

Zhan miró a sus lados. Todos les decían sí mediante asentamientos de cabezas con sonrisas en sus rostros.

- S-Sí... Sí - su cuerpo comenzaba a temblar.

Yibo tomó la cadena y se posicionó detrás del menor, a continuación, llevó sus manos hacia delante para colocar la cadena.

Se pegó lo más que pudo al cuerpo del menor, notando que el cuerpo de Xiao Zhan se tensó - Tranquilo - Susurró en el odio. - Ya está listo.

Yibo volvió a ponerse delante de él e hizo una reverencia y se giró inmediatamente para subir al auto para que no lo vea llorar.

- Ya estamos listos, Yibo.

- S-Si se-ñor. – cerró los ojos, suspiró. Encendió el auto y arrancó.

- Tranquilo Wang. Todo saldrá bien. Recuerda que el mal nunca vence.

- Lo sé señor. Mi Zhan es inteligente. Se que cuidara de nuestro hijo.- elevó la comisura de sus labios. Sin duda su niño fresa era genial.

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Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻

Sé, que lo esperaban 🤭 disculpen la demora 🫣

Así que disfruten 😊

Nos vemos!!! 💚❤️

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