Todo transcurría muy bien en la mansión Xiao, nuestros amantes aún andaban a escondidas, después de 2 meses desde la primera noche en que se juraron amor y se entregaron el uno al otro. Decidieron decirle a la familia, Wang sabía que su suegra lo aceptaba, ella comprende el amor que se tienen, al padre le costaría entender ya que Xiao Zhan es su único y más preciado hijo, pero el abuelo... el patriarca de los Xiao, Xiao Wen es un hombre recto, déspota y arrogante y no permitiría que ninguno de su descendencia se case con un don nadie que esté debajo de su estatus social.

El viejo Wen era demasiado astuto, ya se había dado cuenta de lo que sucedía con su nieto y su guardaespaldas.

Jodida mierda...

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- Zhan, ¿Qué haces?

- ¡Wangcito!, quiero salir - el pelinegro se cambiaba mirando al espejo.

- No Zhan, tú no sales, tus padres no tardan en venir y tenemos que hablar con ellos -

- A ver Yibo, lo podemos dejar para mañana - agarró el perfume - Vamos, ¿sí? - se dirigió a la puerta.

- No! - lo agarró de la muñeca - Todo este tiempo sale algo y nunca lo hablamos, seguimos a escondidas - lo soltó.

El pelinegro volteó a verlo con una mirada y sonrisa manipuladora - Prometo que mañana sí lo haremos -

-Promesas y promesas - se arregló el saco - Bien, haz lo que quieras, me cansé, iré, yo solo - dio una sonrisa falsa e hizo un lado a Zhan de la puerta.

- Wang no, no lo hagas - iba gritando por todo el camino, bajaron las escaleras, Zhan iba a toda prisa hacia el despacho siguiendo al castaño para poder detenerlo.

El contrario ignoró los gritos tras de él llegó al despacho lo más rápido que pudo - Señor...- suspiró decepcionado, no había nadie.

-Eres un idiota - el pelinegro lo hizo un lado para entrar al despacho.

- ¿Idiota? - Yibo se acercó a Zhan, el aura que desprendía era de enfado, hacia que el menor se pusiera nervioso.

Los nervios de Zhan lo hacían caminar en círculos dentro de la oficina, sabía que tenía que acabar- Yo siento... no sé qué me está pasando - se detuvo en seco frente a Yibo, tomó aire y por fin pudo decirlo- No sé quién o qué soy... Tal vez, no te guste y me dejes.- Sí, pretextos tontos.

- ¿Eso es lo que realmente quieres? - la respiración de Yibo se hacía cada vez más pesada.

-Te lo he pedido de mil maneras, pero no entiendes, ya no sé cómo explicártelo... Con manzana, con peras. Es que y...-

Un Yibo frustrado interrumpió al pelinegro. ¡NO! -

- ¿Cómo te lo explico? - Zhan ya estaba llegando a su límite, no quería hacerlo, pero el tiempo se acababa y no quería que su querido guardaespaldas pagara las consecuencias.

- No es necesario Xiao Zhan, ya capté, no soy un estúpido - suspiró - voy alejarme de ti, puedes estar tranquilo, no volveré a molestarte - se acercó al pelinegro, solo los separaban dos centímetros - Es una verdadera lástima, nunca entendiste nada - volteó y caminó hasta la puerta, de pronto Xiao Zhan soltó sin más - ¡Que alivio! Por fin voy a descansar -

Wang detuvo sus pasos de golpe y volteó confundido. - ¿Qué acabas de decir? -

-Lo que escuchaste querido, ya me estabas asfixiando, sentía como...mmm no sé, Cómo que tenía un bicho, uno de esos que están pegados a ti que son como sanguijuelas que te chupan la sangre, que asco, que asco - se limpiaba la ropa imaginariamente con mueca de asco mientras se sentaba en el sillón del despacho.

Ya estaba hecho, no había forma de regresar.

Lleno de furia, el castaño siguió caminando hacia la puerta, respiró hondo, pero palabra tras palabra que salía de la boca de Zhan, sólo lo hacían sentir de lo peor - NO SÉ POR QUÉ ME ENAMORÉ DE UN NIÑO ODIOSO Y FRESA COMO TÚ - gritó y tiró la puerta al salir.

Zhan sólo atinó a responderle la primera estupidez que se le vino a la mente... -FRESA, FRESA, PERO - agarró un bolígrafo y lo tiró hacia la puerta -NO PARA TU MERMELADA - gritó. Se puso de pie con intención de salir, pero de pronto se sintió abrumado y rompió en llanto.

Yibo que se encontraba aún afuera, estrelló su puño contra la pared tratando de sacar toda la ira contenida y así poder respirar mejor.

¿Por qué Zhan se había puesto así? ¿Él verdaderamente cambió o siquiera lo intentó? ¿Solo Fingía?, miles de preguntas rondaban por su cabeza.

- Yibo - HaoXuan lo encontró y el castaño hizo caso omiso pasando por su lado.

- ¿Y ahora?, ¿Qué le pasó a este?... - Resopló, sabía cuál era el motivo. Xiao Zhan.

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Zhan más calmado salió de la biblioteca y subió a su cuarto, cerró y se tiró directo a su cama - "Ya está hecho" - se dijo a sí mismo; lloró hasta que sus ojos no botaron ninguna lágrima, tomó su celular y llamó

- Zhannie...- contestó el rubio.

- JiYang... Porfis porfis me...- Sollozó - Me urge hablar contigo - suspiró - me urge hablar contigo - tocaron la puerta - No tardes ¿Ok? -

- Ok, Zhan tranquilo - cortó

Se secó las lágrimas que habían salido - Un segundo - gritó, agarró el cepillo para fingir que se estaba peinando - PASE- gritó.

- Estás bien Zhan? -

- Si, mami, ¿Por? -

- ¿Qué pasó? Por qué vi a Yibo tan alterado - cerró la puerta y se sentó en la cama de su hijo

- Quién sabe - se seguía acomodando el peinado - Yo creo que a esa guarura de quinta no le gusta que lo pongan en su sitio -

- Ay Zhan, hijo ¿Por qué te expresas así de él? A mí... - Zhan volteó a ver a su madre - Me parece que es una buena persona -

- ¿Sí? - levantó una ceja - Ya veo madre - cruzó sus piernas - Que ya lo llamas por su nombre -

- Querido, ven aquí - dio golpecitos a su lado en la cama y el pelinegro obedeció - ¿Crees que no me he dado cuenta? ¿Tú crees que yo no veo por tus ojos? - lo tomó de la mano - Crees que no veo como se iluminan tus ojitos cuando estás con él, igual a Wang, no soy ciega querido - lo abrazó - Sé que te hace feliz y también sé que desde hace dos meses ustedes buscaban un bebé -

- MAMÁ - sus mejillas se tiñeron de un rosita suave.

- No soy sorda, agradece que tu padre y abuelo estaban en un viaje de negocios -

- Pe..Pero mamá tú, ¿Cómo? Aishh!! - se separó del abrazo - Mamá el abuelo... Él no lo quiere - bajó la mirada - Si seguía con esto lo iba a despedir y hacer de su vida imposible -

- Zhan por qué no me lo dijiste - lo tomó de los dos brazos.

- Mamá sabes cómo es el abuelo - lágrimas caían por sus mejillas - Buscábamos el momento para decirles primero a ustedes, pero el abuelo nos descubrió, ¿cómo lo hizo? No lo sé... Sólo me mandó a llamar a la empresa y me lo dijo y me dio dos opciones - abrazó a su mamá

- Dímelo hijo -

- La que te dije o me casaba con el hijo de los Gu, sino Yibo pagaba las consecuencias -

- Hablaré con tu abuelo, tú, encárgate de recuperar a Wang - La señora Xiao ya se estaba levantando, pero su hijo la detuvo.

- No mamá, ya terminó - se levantó - Quiero estar solo -

- Pero hijo...-

- He dicho que no Mamá...terminó - señaló la puerta - Por favor déjame solo - le dejó un beso en la frente a su pequeño, se levantó y se dirigió a la puerta, antes de cerrarlo volvió a mirar a su hijo un segundo para después salir.

- "Suegro, ¿Por qué hace estas cosas?, primero nosotros y ahora mi hijo" - una lágrima rodó por las mejillas de la Sra. Xiao, mientras se dirigía a su dormitorio.