Minutos antes...

- Gracias por olvidarme Wang - golpeó su hombro con el del castaño - Ya. Basta de chacharas, que mientras estamos aquí, afuera siguen luchando, así que listos. A mí señal. - La pareja asintió.

El celular del agente comenzó a sonar, al ver el nombre en  la pantalla no dudó en contestar.

- ¿Señor Liu?

- Bowen, estate atento, dos grupos de nuestros hombres acaban de ingresar al edificio desde arriba; uno se dirige donde se encuentra Xiao Wen y el otro, donde ustedes para ayudarlos a salir.

-Entendido jefe.

- Dame tu puesto exacto.

- Lado izquierdo del mesón de atención al cliente.

- Acabo de enviar su ubicación al grupo dos, en un minuto estarán a su lado.

- Ok señor.

- Con cuidado. - fin de la llamada

Bowen miró a la pareja - Estemos atentos en unos segundos un grupo de policías nos darán el encuentro, en ese momento salimos a pasó apresurado a la salida hasta llegar donde se encuentra tu padre y mi jefe.

- Listo. - Miró al menor - ¿Listo amor?

- Mn! –  Zhan asintió un poco nervioso.

Bowen miraba su reloj, el tiempo que le dijo su jefe estaba por llegar a su final. - 3... 2.. 1... - Y se volvieron a escuchar las ráfagas de disparos.

- Agente Li. - Grito el líder del grupo dos.

- Aquí!!! - gritó respondiendo el llamado.

Dos agentes llegaron a su lado, revisando que se encontraran bien. Vieron que solo Yibo tenía unos golpes y pequeños cortes.

- Puedes correr. - Preguntó el otro agente.

- Sin ningún problema. - El castaño respondió firme, aunque por dentro se retorcía de dolor. Tenía que ser fuerte, tenía que aparentar por su pequeño pelinegro que se encontraba agarrado de su mano.

- Bien. - Miraron que sus compañeros ya lograban contener a los pocos guardaespaldas de Xiao. - Es hora! - alzó la voz el líder del grupo – ¡Vamos, Vamos!

Comenzaron a correr hacia la puerta, al llegar a salir, Yibo y Zhan se miraron con una sonrisa, el grupo de policias que dejaron dentro del edificio logró derribar a todos los guardaespaldas.

Se abrazaron, era el principio del fin a todos sus problemas.

- ZHAN... HIJO! - gritó su padre

- PAPÁ! - miró a Yibo y este le regaló una sonrisa y comenzaron a ir a paso apresurado hacia la camioneta donde se encontraba su familia.

Una sensación extraña recorría el corazón de Yibo, se tocó el pecho sintiendo su corazón un poco acelerado - ¿Qué es esto que siento? - se preguntó a sí mismo. Acercó más al pelinegro a su cuerpo, mientras se seguía sintiendo extraño.

Cuando iban llegando al encuentro con su suegro decidió girar sobre su eje, dirigió la mirada al edificio mientras seguía su paso, una luz brillante llamó su atención hacia en uno de los ventanales del edificio. Trató de enfocar bien su visión, ya que por los golpes recibidos y el rastro de sangre que escurría por su rostro no lo dejaban ver bien, hizo todo el esfuerzo y lo que vio lo hizo reaccionar rápidamente.
Xiao Wen tenía apuntando hacia su pelinegro, cuando escuchó el disparo no dudo en jalar a Xiao Zhan haciendo que este cayera poniéndose en su lugar.

Recibiendo el disparo.

- ¡YIBO! - El grito desgarrador de Xiao Zhan retumbó por todo el lugar.

- Qué bue-bueno estás... bien - le regaló una sonrisa, poco a poco sus ojos se fueron cerrando mientras sus piernas fallaban y caía al suelo.

Xiao Zhan, su padre, el señor Song, HaoXuan, Darren, Bowen y Haikuan corrieron hacia ellos, siendo Xiao Zhan el que tomó al castaño entre sus brazos.

- Escúchame bien. No nos puedes dejar. ¡Entiendes! -  daba palmaditas en el rostro del castaño sin recibir repuesta.

- Tranquilo hijo.

- NOOOO!!!  Despierta... No me hagas esto. - tomó desde el cuello de la camisa de Yibo y decidió zarandearlo con fuerza, mientras repetía una y otra vez que no lo dejara.

- Quiero al grupo 2 subiendo al piso 6 y al grupo 1 y 3 darles el encuentro. ¡El viejo no puede salir vivo de aquí! - Ordenó muy furiosa Liu - Bowen acompáñame - El nombrado asintió.

- Yo también quiero ir - Wang HaoXuan no dejaría vivo al maldito que acaba de matar a su primo.

- Vamos Wang. Hay un maldito que tiene que pagar la vida de nuestro amigo - el agente le alcanzó un arma más y sin esperar más corrieron hacia el edificio.

Sin duda el viejo Xiao caería como a de lugar.

- ¿Hijo? Vamos a la camioneta. Deja que levanten a Yibo. - Xiao Tian estaba preocupado por su hijo. Solo lloraba y reclamaba entre sollozos al castaño.

- Sobrino - Song se arrodilló y tomó el hombro del pelinegro - Vamos. Hay una personita que necesita de tu fuerza ahora.

- Tío…él - la voz se le iba apagando - … él me dejó.

- Hijo. Vamos. - Tian se inclinó para ayudarlo a levantarse. - Demuéstrale que eres fuerte mi cielo.

Lo abrazó y comenzaron a caminar, los sollozos seguían, pero tenían que avanzar si no querían que las cosas se pusieran peor. De la nada, el llanto cesó y ante el extraño silencio, dejó de ver hacia adelante y posó sus ojos en su hijo, este comenzaba a fruncir el ceño, mientras apretaba la mandíbula y volvía a dejar salir lágrimas, con desespero se separó de su padre y a pasos torpes de nuevo llegó hacia la camilla donde los paramédicos que tenían el cuerpo de Wang, empujó a uno de los enfermeros y se aferró de nuevo a su camisa.

- Dijiste que estaríamos los tres juntos - Hablaba con rabia, con desespero - Me lo prometiste. Me dijiste que todo saldría bien.

- Joven por favor déjenos hacer nuestro trabajo. - habló uno de los paramédicos. - Necesita estar tranquilo usted también.

- ¡DÉJENME! - gritó - Escúchame... No me dejes... No me dejes... - Al ver que definitivamente no recibiría la repuesta que necesitaba, volvió a hablar - Escúchame bien gorilita. ¿Nos vas a dejar? Bien. Cuando esté con otro hombre no me reclames.

- Ni-Niño fresa - Comenzó a toser - Ni se te ocurra - seguía tosiendo.

- Yi-Yibo? - Zhan no dudó más y se tiró encima del castaño, abrazándolo fuertemente, sacando quejidos del castaño.

- Ahhgg - se quejó por el dolor en su pecho más la repentina demostración de felicidad de su niño mimado.

- Pero... - El enfermo asignado pidió subir a Wang Yibo a la ambulancia para revisarlo.

Cuando hicieron la revisión se dieron cuenta que el castaño tenía un chaleco antibalas que, junto a un dije de acero herencia de su familia, fueron los que salvaron su vida.
Solo quedó un gran golpe en el pecho que con el tiempo se volvería morado por el fuerte impacto e incluso dijeron que había tenido suerte ya que por la distancia este podría haber ocasionado un infarto.
Cuando lo terminaron de revisar pidió ver al pelinegro. Estos le dijeron que en unos momentos lo tendría con él, pues también debían revisar el estado del bebé.

Los encargados de convencer a Zhan para que se aparte de Yibo y se deje revisar, fueron señor Xiao Tían y Song.

Al ver que Zhan estaba bien, con una ligera elevación de su presión, lo dejaron ir hacia Wang, sabían que era una manera de estabilizarlo y hacerlo sentir bien. Cuando llegó a la ambulancia dónde se encontraba Yibo, se quedó estático viendo que lo estaban vendando en el pecho.

Un sollozo escapó de sus labios haciendo que el castaño y el enfermero levantaran la mirada.

- Lo siento... - lo dijo en un susurro, pero audible para el castaño.

- Los dejo - habló el enfermero al terminar de vendar y ver que la pareja necesitaba estar a solas.

- Gracias - agradeció Yibo. Dirigió su mirada hacia Xiao Zhan e inmediatamente abrió sus brazos    y sonriendo para recibir a su pequeño en ellos.

Zhan sin dudar corrió a su abrazo, claro con sumo cuidado. - Pensé que nos dejabas - absorbía su nariz.

- Y yo pensé que me ibas a cambiar por otro... Auch! - se quejó Yibo por el pequeño golpe en su pecho - Nunca los dejaré. ¿Me entiendes? Claro hasta estar viejitos. - le hablaba mientras acariciaba sus cabellos negros.

- Juro que cuando te vi tirado ahí, pensé en morir en ese momento...

- Shhhh - colocó un dedo en su boca haciendo callar - No digas eso. ¿Cómo está nuestro hijo?

- Está bien. Fue un chequeo rápido. Solo tengo levemente subida la presión.

- Sí y tiene que reposar - Continúo el señor Xiao llegando al lugar - Los estaba buscando. Ya atraparon a ... a mí padre - resopló. De verdad no se sentía bien decirle padre a alguien que ha intentado matar a su propia familia.

- Papá... - Zhan quería decirle a su padre que todo estaría bien.

- Lo sé hijo. - Se sentó - He pedido que tomen sus declaraciones en la casa. Tu madre, JiYang y los demás están preocupados por ustedes. Y volver a casa lo más rápido posible.

- Está bien papá.

- Si señor Xiao.

Cuando llegaron a la mansión, fueron recibidos por todos. Xiao Li abrazó a su hijo derramando lágrimas y prometiéndole que lo protegería más de ahora en adelante. El rubio se aferró fuertemente a su amado Wang y también a su amado amigo.

- Nuestro hijo necesita descansar, mujer.

- Está bien. ¿Vamos a tu dormitorio cariño?

- ¿Yibo, también puede venir? - Zhan preguntó un poco tímido.

- Aún no hijo. Daremos nuestras declaraciones primero y te alcanzará.

- Pero...

- Ve amor. - Tomó su mano y besó con delicadeza está. - Ve tu primero y descansa, nuestro bebé lo necesita.

- Ok.

- No te preocupes Wang. No dejaré a mi hijo hasta que llegues.

- Gracias señora Xiao.

Sin más madre e hijo subieron las escaleras. Mientras que los demás se encaminaron hacia el despacho para rendir sus declaraciones.

*
*

Zhan decidió darse un baño para relajarse, el agua corría por su cuerpo, tomo el jabón y lentamente se lo paso por el cuerpo, cuando llegó a su vientre se detuvo dándole pequeños círculos suavemente mientras sonreía, no se había dado cuenta de cuánto había crecido, tenía una pequeña curva, la cual le indicaba que ahí estaba su pequeño ser, su pequeño milagro de amor, el fruto de amor de él y su gorilita.

- Hola bebé. - saludó a su pequeña razón mientras que mentalmente pedía perdón por los nervios y sustos de hoy.

Cuando acabó su madre ya lo esperaba con una pequeña bandeja de comida para que ambos se alimentaran.

- No digas que no - advirtió al ver la cara de su hijo - Mi nieto lo necesita.

- Está bien. Solo por este pequeño.

Terminó de arreglarse con ropa cómoda, tomó la bandeja y comenzó a comer, mientras que su madre delicadamente lo ayudaba a secar su cabello negro.

- Después de mi declaración quisiera ir donde el ginecólogo para ver cómo va mi bebé - comentó mientras juntaba lo que le quedaba de la comida.

- Me parece buena idea cariño.

- Lo es. - respondió mientras se acomoda a en el respaldar de su cama - Mamá... Sobre el abuelo...yo...

- Tranquilo. Sé que te duele. Mejor no hablemos de esto. - Zhan asintió - Bueno, que acabe todo esto y te casas.

Zhan se atragantó al escuchar el abrupto cambio de tema - Ma-Mamá!

- Discúlpame hijo. - le acercó un vaso con agua - Es que no hay que perder tiempo.

- Mamá!

- Tu madre tiene razón niño fresa. - habló Yibo desde la puerta de la habitación.

- Por eso te adoro - La señora Wang llegó al encuentro del castaño para ayudarlo a llegar a la cama de su hijo. - Con cuidado hijo - lo dejó sentado en la cama. - Ahora sí, me retiro. Estás en buenas manos.

- Lo sé mamá.

- Los dejo. - guiño un ojo a Wang, acto que el pelinegro vio desde su sitio. ¿Desde cuándo se habían vuelto tan cercanos Yibo y su madre que hasta su hijo le decía?

- Ustedes... ¿Cuándo?

- ¿Cercanos?

- Me tienes que contar muchas cosas gorilita.

- Lo sé, pero ahora quiero dormir. Lo necesitamos. - se recostó mirando al techo - Ven - abrió su brazo izquierdo para que Zhan se acomodara y pegarlo lo suficiente a su cuerpo. Zhan también aprovecho para abrazarlo desde la cintura.

- Gracias por rescatarme amor. Gracias por cuidarnos.

- Es mi deber. Soy tu guardaespaldas... Tu novio... El padre de tu hijo o hija y  tu futuro esposo.

- Eso me gusta.

- Haría lo que fuera por ustedes...

- Shhhh... Vamos a dormir, tu hijo o hija también lo necesita y ahora que estás aquí ya podemos descansar.

Yibo tocó el vientre de Zhan - Oh! Este hermoso bultito está creciendo.

- Si hoy me di cuenta en la ducha. Ya serán 5 meses. - Bostezó - Ya no me da tregua.

- Los amo. Descansa.

- También te amamos. Descansa.

Zhan fue el primero en caer en el mundo de los sueños, Yibo solo lo contemplaba y acariciaba su rostro y cabeza haciéndole mimos.

- Eres mi mayor tesoro niño engreído. - Suspiró, una sonrisa se dibujó en su rostro y sus ojos se fueron cerrando para caer dormido.

.
.
.

Ya terminó la pesadilla... del abuelo 👀

Pinche Yibo que asista 🤨

Ahora sí descansarán como se debe. 🥹

.
.

Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻

Ya falta poco para el final 🥲

Gracias por los comentarios y ⭐

Las quierooo 🥰

Nos vemos!! 💚❤️

.
.
.