Capítulo 6: La Agonía De Un Braxis
Lo que iba a ser una caída de lluvia, pronto se torno en una torrencial potente, combinado con el frío invernal, era para quedarse en un lugar calentito y no salirse.
Con Bably... Bueno, era diferente. Simplemente le daba igual si la lluvia estaba allí o no, ya que sus escamas son impermeables y no siente el agua en absoluto, por lo que camina tranquilamente hacia su destino.
En el camino, ve como la mayoría de las personas y alienígenas se adentran a sus hogares o encuentran un lugar con techo.
Y él sigue caminando.
A excepción de la fuerte lluvia, las calles estaban muy silenciosas cuando todos se ocultaron, hasta incluso no había nadie a la vista.
Era un día mixto para Bably, con varias emociones saliendo a la luz cuando fue a visitar al dueño de esa cafetería, o con esa extraña alienígena que visitó su casa.
Pero en fin, ya estaba empezando a salir de X'a Nim, lejos de donde están las carreteras, aunque hay una senda de tierra por donde se dirige.
Él va por el sendero, sin ninguna alma en los alrededores que lo interrumpiese.
Bastante calmo, como a él le gusta.
Mientras camina, ve que el sendero de tierra estaba inundandose, pero no le preocupa realmente, ya que conoce bien el camino.
Suspira levemente, disfrutando el helado aire que se respira.
...
Ahí está otra vez.
La sensación de ser observado, ahí estaba de nuevo. Sin embargo, esta vez no se molestó en voltearse a ver dónde estaba, le daba casi igual.
Digo, él está en la etapa en donde morir le da igual, digan lo que le digan, por lo que si el sujeto que se escolde de él quiere matarlo, que lo haga, aunque eso si, no lo haría sin luchar.
Podrá haber gente que se niegue a aceptar esta actitud (y alienigenas como esa cupido SIN nombre), aunque no podría importarle menos su opinión, es su vida y la desperdiciará como le plazca.
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Después de media hora de caminata con compañía misteriosa detrás, llega a su destino.
El lugar es un prado con montes aquí y allá, con un pequeño arroyo que termina en una laguna.
Cerca del arroyo, se encuentra un árbol inclinado hacia atrás, con muchas ramas y hojas encima, siendo escarchadas lentamente por la torrencial lluvia y el frío del ambiente.
Bably voltea la cabeza levemente, y se puede encontrar con muchas flores con los colores violeta, rosado u amarillo, siendo estas de distintos tipos, aunque, como las hojas del árbol, estaban escarchandose, pero con mayor rapidez.
Habiendo apreciado la vista, se acerca al árbol inclinado, caminando hasta estar al inicio del mismo.
Se queda mirando allí un momento, como si estuviera apreciando algo.
Seguido de ello, se agacha y aparta el césped con su garra, aunque oculto a simple vista, se podía observar un letrero de piedra pequeño y algo grueso, en él, se puede leer 'Xal y Farith'. Bably solo suspira de júbilo al verlos mientras sonríe levemente. Hasta que lo haces, hijo de pu...
Bably se levanta del suelo, y mira el arroyo, y empieza a recordar su pasado...
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Inicio Del Flash Back.
Era un día soleado y algo caluroso, y casualmente una pareja de jóvenes adultos pasaba por allí, tomados de las manos mientras se sonríen uno al otro.
- Según el dueño de la cabaña, éste es un buen lugar para relajarse un rato- Dijo el hombre alegremente energético mientras señalaba el lugar.
- Y al parecer no se equivoca- Afirmó la mujer mientras asintió con la cabeza- La tranquilidad del lugar casi me paraliza como un corte en la yugular.
El hombre se rió un poco incómodo por el comentario de su novia.
- Esos comentarios... Aún no puedes quitarte eso de allá ¿Uh?- Dijo el hombre con incomodidad mientras ambos dejaban las mochilas a los pies del árbol y empezaron a sacar algunas cosas.
- Nací siendo guerrera, amor, no es posible quitarme las raíces- Contestó ella mientras agarró un cuchillo y lo inspeccionó, seguido de mirar a su amado, con la mirada que tenía, algunos llegarían a intimidarse, pues daba la impresión de ser una loca... O más bien una psicópata.
- Yo diría más bien carnicera- Corrigió el hombre mientras se rió levemente con nerviosismo- Pero en fin, traje para hacer carne a la parrilla, pero hay mucho por cortar.
- He cortado cosas más grandes- Se burló la mujer mientras acarició levemente el cuchillo, seguido de lamerlo.
Él solo suspiró.
- Bueno Xal, creo que yo...
El comentario del hombre fue interrumpido por unos chillidos no muy lejos de ellos, ambos voltearon sus cabezas hacia allí, no vieron nada debido a una colina justo frente de ellos, al otro lado del arroyo.
Sin embargo el chillido estaba cada vez más cerca, Xal, la mujer, preparó su cuchillo mientras tomó una postura defensiva, frente a su novio, sin embargo, él entrecerró los ojos, esperando ver mejor a lo que se asomaba a la punta de la colina.
El origen de los chillidos al fin dio cara, era una cría de dragón, una cría de braxis para ser claros.
- ¡¿Una cría de dragón de vida!? ¿¡Qué hace aquí!?- Preguntó Xal tan confundida como enojada.
Sin embargo, el hombre, al ver a la cría haciendo esfuerzo por arrastrarse, tiró todo lo que tenía a mano y corrió sin dudarlo. Esto hizo que Xal bajara la guardia y mirara estupefacta a su novio.
- ¡Farith! ¿Qué haces?- Interrogó Xal molesta.
Sin embargo, el hombre llamado Farith no se molestó en voltearse a verla, y dio un brinco, aterrizando al otro lado del arroyo y empezar a escalar rápidamente.
- ¡Amor...! Ughh- Exclama y gruñe Xal con enojo mientras va hacia su amado.
Cuando Farith llegó a la cima, abrazó a la cría con fuerza, y ésta en respuesta se agitó violentamente.
En lo que Farith pudo llegar a observar, la cría tiene un aspecto humanoide, aunque con escamas y cuero cabelludo castaño aún en desarrollo, y hasta logró identificar que la cría aún estaba ciega, pues no se había desarrollado correctamente sus ojos.
¿Cómo logró identificar eso? Ni idea, en lo personal, nunca me ha tocado toparme con una persona ciega, por lo que no te sabría explicar eso.
En fin, volviendo al tema, Xal llega a su lado, mirándolo como una psicópata enojada lo haría.
- ¡Farith...!- Mencionó Xal molesta.
- Mira Xal, veo sangre en su cuerpo- Señaló Farith mientras le muestra a la cría de braxis a su pareja mientras aún se mantenía firma ante los forcejeos de la cría.
Con un gruñido con molestia, Xal observa a la cría, ve que tiene sangre verde claro tan cristalino como el agua, dando la sensación de divinidad, también hay un líquido más viscoso de color violeta, el cual es más complicado de desplazarse y secarse.
-... Que mal momento hemos venido- Comentó Xal, sintiendo un mal sabor en la boca.
- Hay que ir hacia su pariente- Contestó Farith.
- ¿¡Y yo soy la desquiciada aquí!? ¡Ni hablar!- Refutó Xal- Desconoces como pelea un Kau Lid, son armas perfectamente forjadas para la guerra.
- ¡Pero puede ser que aún el braxis viva y necesite ayuda!
- ¿Cómo? ¿Con una ayuda emocional?- Preguntó Xal sarcásticamente- ¡Olvidalo, No!
- Puede que los Kau Lid ya hayan caído...
- ¿¡Y arriesgarnos a pelear contra uno si aún hay miembros con vida!?
-... ¿Cuántos se registraron las víctimas de los Kau Lid salir con vida? - Preguntó Farith de repente.
Xal frunce el ceño, confundida.
- ¡No cambies de...!
- ¡Responde! ¿Cuántos?- Le interrumpió Farith, mirándola con firmeza.
Ella flaqueo levemente mientras dio un paso atrás, miró abajo un momento para pensarlo, seguido de volver a ver a los ojos.
- Muy pocos- Dijo Xal en un tono bajo.
- ¿Y entre ellos estaba alguna cría en solitario?
-... No.
Al ver que su novia no decía nada más, Farith voltea la mirada, y no tan lejos de ellos ve un levantamiento de humo.
- Entonces algo ha de haber ocurrido, vamos- Dijo Farith, listo para ponerse en marcha.
Sin embargo, antes siquiera poder parpadear, Xal había colocado el cuchillo en el cuello, muy cerca de la yugular.
-... ¿Xal?
- Yo seré la que te mate primero, no tú, ¿Quedó claro?- Comentó Xal con veneno en su tono.
Con toda la calma que pudo reunir, Farith asintió con la cabeza.
Xal saca su cuchillo bruscamente, no sin antes cortarle levemente el cuello, seguido de acercar el cuchillo con la sangre de su novio y lamer eso, sin apartarle la mirada psicópata y enojada.
- En marcha- Dijo Farith mientras empieza a correr con la cría en sus brazos, siendo seguido por Xal.
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Lo que se encontraron era dentro de lo esperado, sin embargo, igualmente se habían sorprendido.
Pues en esta parte del prado, donde estaba rodeado de montes, había restos de una batalla encarnizada, en donde un total de 8 de los Kau Lid habían sido despedazados por un único dragón, sin embargo, este apenas respiraba en agonía, las heridas a lo largo de su cuerpo eran mortales, y tanto su sangre como el de sus adversarios caídos manchó todo su cuerpo.
La pareja de maiíb se miraron mutuamente, y asintieron con la cabeza en sincronía. Seguido de ello, Xal se adelanta un poco mientras mantiene la guardia alta, Farith se quedaba atrás de ella, aún abrazando a la cría ya calmada.
Farith mira de reojo a uno de los fallecidos Kau Lid (el más sano al menos). Su apariencia se basa la de un hombre maiíb, sin embargo, todo su ser está compuesto por piedras y cristales. El cuero cabelludo del Kau Lid es totalmente de piedra, pero extrañamente daba la impresión de ser pelo, sus ojos, sin embargo, son meramente dos cristales ya apagados debido a la falta de vida, también se encuentra otro de esos cristales en el centro del pecho, aunque más grande y menos arraigado al cuerpo, en lo que color respecta, todo el cuerpo es de tono violeta, más oscuro en algunas zonas y más claros en otros, pero el color se mantenía.
Volviendo a su situación, Farith ve que Xal se coloca en el campo de visión del dragón, éste al verla, empieza a gruñir mientras hace un esfuerzo por levantarse, pero uno de sus brazos termina de romperse, haciendo que se separe de su cuerpo violentamente mientras cae al suelo una vez más. Debido a su debilidad, solo se limita a resoplar afligido.
Farith, viendo que es poco probable que pueda hacer algo, se acercó hacia el campo de visión del dragón y apartó un poco a Xal, ella apenas había retrocedido, vigilando aún al braxis.
El dragón de vida, al ver a su cría, resopló con alivio, mientras trató de acariciarlo, pero simplemente no podía ni mover una uña.
- Tu cría está bien, has hecho... Un buen trabajo protegiendolo- Comentó Farith mientras se arrodilló cerca de él, soltando a la cría y tratando de alentar al dragón caído.
La cría, en consecuencia, se acerca hacia su padre instintivamente mientras empieza a sacarle una de sus escamas y empezar a chupalo, aunque estando pegado a su padre.
El dragón de vida se encontaba más tranquilo, viendo de reojo a su cría a salvo. Volteó su mirada hacia Farith.
- Maiíb... - Llamó débilmente el dragón.
- ¿Si?
- ¿Crees que puedas... Criarlo... En mi ausencia... Cuando llegue... El momento?- Preguntó el braxis.
Al decir esas palabras, la pareja quedó en silencio, mirándose de reojo por un rato. Al pensarlo, dieron su respuesta.
- Lo siento braxis, pero nosotros...
- Lo criaremos como si fuera nuestro- Interrumpió Farith con firmeza mientras le agarraba con delicadeza el hombro del dragón.
Xal miró a su novio tan molesta como irritada, pero decidió no decir nada.
El dragón parpadeó débilmente como respuesta.
- Estoy agradecido Maiíb... Deberían irse... Mi pareja pronto vendrá... Pero sé que... Ella... Te dejará a cargo nuestra cría... En algún futuro... Cercano- Alcanzó a decir el dragón de vida, antes de desfallecer.
Ya sea instinto o sentimental, la cría pudo detectar qué su padre había muerto finalmente, por lo que empezó a chillar en consecuencia, golpeandolo con la cabeza.
Farith, con una mirada de lástima, acaricia la cabeza del braxis.
Con un suspiro algo pesado, se pone de pie y se voltea a mirar a Xal.
- Será mejor ponernos en marcha- Dijo Farith.
- Hasta que tomas una decisión coherente- Se quejó Xal.
Xal estaba a punto de correr, sin embargo, es detenido de golpe por el agarre firme de Farith.
- No de esa forma, nos vamos caminando- Comentó Farith mientras le soltaba el brazo y comenzaba a caminar.
- ¿Y esperar a que la hembra braxis venga a por nosotros?- Interroga Xal, arqueando una ceja- Por más amor y esmero que yo tenga hacia ti, tengo mis límites.
- No será necesario, sin embargo, empeoraríamos nuestra situación si salimos corriendo- Explicó Farith- Lo verás justo... Ahora.
De repente, un silbido fuerte empezaba a hacer presencia, y antes de que levantaran la cabeza hacia el cielo, algo aterriza violentamente frente a ellos.
El leve polvo que se levantó rápidamente se disipa, mostrando a una dragona humanoide de escamas naranjas, con esclerótica verde oscuro y cabello largo negro.
Y no, no tenía tetas, es un reptil, eso déjaselo a los mamono, ¿De acuerdo?
Regresando al tema, ella estaba furiosa, no, estaba llena de ira, sus dientes rechinan entre sí, y estaba lista para entablar un combate.
Xal estaba preparada para ponerse al frente de su novio, pero Farith, sin apartar la firme mirada hacia la dragona, la detuvo con un brazo, frenando su avance y ganándose una mirada confusa y molesta de Xal.
Sin importarle mucha esta acción, los dientes de la dragona rechinan aún más entre sí, con el fuego a punto de salir, mientras apretó fuertemente sus garras.
Farith, por otra parte, se limitó a mirarla de forma firme. Xal miró a ambos, confundida y preocupada, sin saber realmente que estaba pensando su novio.
Y antes que el desastre iniciara, los chillidos de la cría braxis resuenan por toda la zona, llegando incluso a los oídos del trío. Esto hizo que la dragona dejara lo que estaba haciendo y se volteara a ver el origen de esos sonidos, frunciendo el ceño preocupada.
La braxis se voltea a ver a ambos maiíb por un momento, pareciendo molesta, pero ya no tan hostil como antes.
Farith asiente levemente con la cabeza, en consecuencia, la dragona se le queda mirando jn rato antes de volar y dirigirse rápidamente hacia la cría.
Farith, sin haberse dado cuenta, suelta el aire que había estado reteniendo en sus pulmones.
- Realmente me pregunto si el que está mal de la cabeza es la psicópata o su novio que tiene huevos de sobra- Comenta Xal desconcertada.
Farith se ríe nerviosamente.
- Supongo que a ambos nos faltaron los tornillos que se nos cayeron en el taller- Bromea Farith mientras empieza a caminar.
-... Supongo que si
Fin Del Flash Back
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... Mira, ya sé que mencione sobre como encontraron a Bably, ¡Pero ya contaré a detalle más adelante en esta historia! ¡No seas impaciente!
Oh, y hablando de Roma, me he olvidado de detallar sus apariencias.
Xal es una mujer joven con cabello con cola de caballo de tono negro, con piel de tez morena, y con ojos color carmesí. Vestía de.... Bueno, la parte de la vestimenta me da flojera narrarla, por lo que tu imaginación debería encargarse de ello, solo ten en cuenta que era un día genial para andar en un conjunto corto.
Llendo con Farith, es un hombre joven... Era un hombre joven de tez clara, con ojos de tono marrón y cabello melena castaño.
Bien, con eso dicho, volvamos con Bably.
El suspira con tranquilidad mientras sonríe leve y brevemente al recordar ello.
Parpadea un poco y ve las figuras de sus padres, com Xal cruzandose de brazos con una expresión neutra de una loca, y con Farith sonriéndole.
...
Momento, ¿Así debería ser la cosa? Bably se dio cuenta de algunos detalles.
En primer instancia, no recordaba en absoluto de dónde vinieron sus padres adoptivos ni lo que habían dicho previamente a su aparición. Es más, ni siquiera recordaba cuando hicieron frente a su madre biológica.
... En realidad, pensandolo bien, los braxis no pueden olvidarse de nada, por lo que estas memorias en realidad no son suyas.
Bably, el braxis, el dragón de vida, o simplemente dragón, estaba dándose cuenta de algo, el lugar estaba cubierto por una neblina violeta.
Y al parecer, debido a la neblina, tanto el frío como la lluvia desaparecieron, reemplazando en su lugar un ambiente cálido y reconfortante.
... Demasiado reconfortante de hecho, estaba empezando a surgir un sentimiento que a él, aunque en el momento lo volvía loco, en general le desagradaba.
Excitación.
Si... A él no le gustaba eso, prefiere dolor antes que eso, simplemente le pare una tortura.
Porque si, los braxis también tienen temporadas de celo, aunque solo los machos, ya que las hembras estaban disponibles todo el tiempo y en el momento que ellas deseaban, muy conveniente ¿Eh?
Pero no te creas que un braxis macho se vuelve dócil o trate de lanzarse a una hembra, porque es más, su sensibilidad y locura ante estas cosas es tal, que matarían a su futura pareja en su ataque de locura.
Si, muy extraño, pero esto es como una prueba para demostrar si la hembra es realmente apta para engendrar una cría fuerte, de lo contrario... Bueno, tiene la opción de ser abono para la tierra.
En caso de que la hembra gane el combate, ahí es donde el macho se queda tieso y extiende las patas, demostrando tanto su docilidad como su aceptación a su rival... Si, algo así como los dragones estándar mamono cuando el humano les derrota en un combate uno a uno.
Y si bien la temporada de Bably aún le faltaba por comenzar, ciertamente estaba perdiendo la resistencia contra los afrodisíacos debido a que su cuerpo se preparaba para esa tortuosa temporada.
Por cierto, un detalle irrelevante, ¿Sabías que Bably sigue casto hasta el día de hoy? Aunque no lo creas, hubo braxis hembras quienes han tratado dd doblegarlo en las temporadas, pero bueno... Digamos que les salió el tiro por la culata.
Además, considerando que están en peligro de extinción, no eran muchos los que iban a tratar de ser sus pretendientes. Si tú te sentías deprimido por no tener una pareja para al menos cojertela, imaginate a un braxis macho tan poderoso, que ninguna hembra pueda derrotarlo.
Si, demasiado poder podría incluso llegar a ser un desperdicio si no hay nadie quien nivele tu poder.
Pero dejemos ya esa mierda, parezco a cierto autor de una conveniente enciclopedia.
En fin, Bably gruñe mientras empieza a caminar, con el objetivo de alejarse de esa extraña neblina.
Y esa sensación de ser observado no se había ido desde que tomó ese sendero. Al parecer su acosador era un mamono, pues si fuese otra cosa, lo hubiera asesinado directamente, siendo lenta o de forma rápida.
La sensación de excitación no era grave, sino leve, pero allí estaba, persistente, y creciendo muy lentamente. Naturalmente los braxis machos tienden a ser inmunes a los afrodisíacos, a menos que se acerque la temporada de apareamiento, y durante ese período.
Para los machos braxis, la excitación sexual y el sexo en sí, eran solo pura agonía y tortura.
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