Capítulo 16: La Partida Del Impuro
...
Él abre los ojos lentamente, parpadeando de vez en cuando para adaptarse a la iluminación del entorno.
Una vez logrado, mira a su alrededor. Él puede ver que se encuentra en una habitación esterilizada con pocos unos pocos muebles, aparatos médicos al lado de donde él se encuentra, y una cama a su medida, en la que está acostado... También al frente hay un gran artefacto de tonos negros que le recuerda al teléfono que la dragonesa alienígena le regaló.
Si, lector, como habrás imaginado, Bably no murió... Aún, por lo que este fanfiction seguirá continuando con un par de capítulos más.
Digo, ¿Acaso no te has fijado en el estado de incompleto de esto, o por el capítulo en el que vamos?
En fin, retomemos el relato.
Bably empieza a inspeccionarse a sí mismo, viendo como algunos cables están adheridos a él por debajo de sus escamas para comprobar su vitalidad, confirmandolo en la máquina que hace un leve pitido por cada latido de su corazón.
En su mayoría, se ve completamente restaurado, como si no hubiese pasado nada, salvo una gran parte de sus escamas (en donde había recibido el ataque) que aún estaban regenerando o creciendo unas nuevas, alrededos de éstas, hay escamas rotas, fracturadas y/o quemadas que aún se estaban regenerando, teniendo un tono más oscuro o hasta negro debido a los potentes ataques eléctricos de los kau lid.
Bably resopla con molestia, mientras frunce el ceño y cierra ambas garras con fuerza.
Él escucha un leve bostezo, por lo que levanta la mirada... Y ahí está Eliz, recién despertandose.
Cuando ella despabila lo suficiente, mira hacia abajo, encontrándose con la mirada de Bably, por lo que, al rato, abre ambos ojos con sorpresa.
– ¡Bably!– Exclama Eliz con júbilo– ¡Despertaste!
– No, idiota, estoy durmiendo con los ojos abiertos– Contesta Bably sarcásticamente mientras frunce los labios.
Eliz frunce el ceño, y abre la boca, a punto de reprocharle, pero se detiene y se limita a suspirar.
– Como sea, es bueno que estés con nosotros de vuelta, ¿Cómo te sientes?– Comenta Eliz mientras frunce el ceño con preocupación.
Bably bufa, seguido de tocarse el pecho, respirando calmadamente para poder inspeccionar su estado.
Siente que su cuerpo está en buen estado, pese a la golpiza que los nemesis mortales de su especie le han dado.
Es más, siente que su renovación va más allá de lo físico, se siente más nuevo, como si hubiera rejuvenecido... Es como si... volviera a su juventud...
...
Oh?
Bably se estremece, mientras sus pupilas se achican a su punto mínimo, su respiración empieza a ser irregular, y la garra en su pecho empieza a temblar.
Está en shock, en pánico, y siente levemente adormecida la cabeza.
– ¿Bably? ¿Qué sucede?– Pregunta Eliz preocupada.
–... Esto... No puede... ser posible– No logrando escuchar o ignorando completamente a Eliz, Bably, con voz y labios temblorosos, niega lenta y levemente con la cabeza– yo... Yo...
– Oye, está bien, cálmate...– Dice Eliz mientras acaricia a Bably con su mejilla, tratando de calmarlo.
– ¡NO ESTÁ BIEN!– Ruge Bably con ira, girando violentamente su cabeza hacia un lado, como si quisiera ver a alguien detrás suyo, solo topándose con la máquina, la almohada y la pared mientras Eliz, habiendo gritado brevemente por la sorpresa, trata de estabilizarse–... yo... yo...
Se escucha abriendo bruscamente una puerta, y cuando Bably voltea a ver quién rayos entró, se topa con la vista de una dragonesa de escamas verdes y ojos violetas, vestida de una armadura radiante y acorazada que cubre la mayoría de su cuerpo, dejando a la vista convenientemente parte de su busto, muslo y vientre. También se puede notar que lleva una enorme espada envainada en su cintura y un enorme y pesado rifle en el otro lado.
Bably ve como la dragonesa, respirando levemente agitada pero manteniendo la expresión y postura estóicas, resopla con calma al ver a Bably fuera de peligro, por lo que se aparta y, en su lugar, deja entrar al extraño caballo con un cuerpo humano adherido con un cuerno en la frente, vestida con una bata blanca cubriendo el torso humano, dejando sugerentemente expuesto parte de su busto...
Estos mamono y su necesidad de andar mostrando cuero...
– ¿Qué sucede aquí?– Interroga la unicornio (creo que se le llama así, según la enciclopedia), mientras frunce el ceño.
– El braxis despertó, entonces le pregunté y... Y empezó a entrar en pánico y...– Trata de explicar Eliz, sin embargo, además de balbucear cosas incomprensibles, también estaba haciendo el esfuerzo de no caerse de la cabeza de Bably.
– ¡Por el Dios Jefe! ¿¡Qué me hicieron!?– Interroga Bably con enfado, gruñendo fuertemente y mirando fijamente a la unicornio.
Viendo la agresiva alteración del braxis, ella desiste en acercarse a Bably, pero de igual forma no retrocede, manteniéndose ahí.
– Hemos tomado las medidas necesarias acorde a la situación, y así hemos logrado mantenerte con vida.
– ¿¡A costa DE QUÉ!?– Bably ruge con rabia, temblando por la sensación de querer apalearla, mientras aprieta fuertemente tanto sus garras como su boca.
El braxis se da cuenta como la dragonesa acorazada, que se encuentra al lado de la entrada con una postura firme, se tensa levemente, mirándolo fijamente mientras apoya una garra en la empuñadura de su espada, advirtiéndole silenciosa y claramente que no haga nada brusco y se calme. Bably voltea su mirada hacia la unicornio cuando esta suspira.
– He sido notificada sobre tu... Aversión al mamono mana, y es completamente entendible tu frustración, sin embargo, he de aclarar que tus preocupaciones infundadas son innecesarias, pues traen muchos beneficios al cuerpo – Comenta la unicornio cálidamente.
Bably solo frunce el labio con disgusto mientras mira desaprobatoriamente a la unicornio, esta no puede evitar suspirar.
– Me han corrompido con su asquerosa energía– Se queja Bably.
– Nos hemos asegurado que la cantidad que hemos puesto en ti sea en cantidades mínimas, lo suficiente para que no temas volverte 'corrupto', como te gusta describirlo– Aclara la unicornio, con un leve tic en su ojo– Cabe destacar que fue necesario, pues los poderes eléctricos de estos... Kau lid han causado estragos en la capacidad de regeneración, tanto en ti como en los supervivientes que se hallaron en el asedio traicionero.
– ¿Acaso no sabes nada de los kau lid o qué?– Pregunta Bably a lo que arquea una ceja– La mayoría de sus ataques tienen la capacidad de negar la regeneración natural, por lo que la curación artificial es lo único que podría llegar a funcionar en casos como estos...
– Al parecer aún no pueden negar la magia curativa mamono, por lo que es bueno saber eso– La unicornio sonríe a la vez que asiente con la cabeza.
...
Bably se le queda mirando en silencio, sin saber que decir al respecto.
– Como sea, es bueno verlo en una condición estable, más a la noche partirás con el séquito hacia Valle de Troya– Comenta la unicornio, mirando de reojo a la dragonesa, con esta asintiendo con la cabeza.
– ¿Y quién dijo que iría con ustedes?– Interroga Bably indignado.
– El comandante Hermes Thompson, por supuesto, nos dio luz verde para traerte a la base, y en caso que te veas en dificultades o... Tengas ciertas dudas respecto el viajar con nosotras, tenemos permitido usar un poquito de 'palabras inspiradoras' para darte el empujón necesario– Responde la unicornio, sonriendo felizmente... no lo sé, esa sonrisa es más falsa que mi madre diciendo que me ama.
Bably puede escuchar como, en afirmación, la dragonesa le da unas palmaditas a la empuñadura de su espada, dándole la razón a la unicornio.
Suspirando frustradamente, Bably se recuesta con lentitud en la cama, mirando el techo, asimilando todo lo que se dijo.
– Bien, solo siga descansando, señor braxis, mi compañera aquí le despertará cuando sea el momento de irnos– Dicho eso, la unicornio se da la vuelta, empezando a irse.
–... Espere– A pedido de Bably, ella se detiene y se voltea a mirarlo de reojo– Por esta pestilencia que me inyectaron, me siento más... Juvenil...
– Oh, eso es una de los beneficios del mamono maná, restaura el cuerpo a un estado más joven, sin importar cuanto tiempo de vidas tengas hasta ahora– Contesta la unicornio con entusiasmo, mientras se voltea completamente a enfrentarlo.
–... ¿Eso significa qué...?
– Si, la extensión de su longevidad se extiende en bastantes años, y en caso de un majestuoso dragón como usted, incluso más.
–... ¿De cuánto estamos hablando?– Consulta Bably con una voz temblorosa, temiendo lo peor.
– Bueno, los dragones mamono suelen vivir un máximo de milenios, millones... Tal vez la escala incluso se incremente aún más que eso.
Bably abruptamente se levanta, lanzándole un golpe a la unicornio.
... Más no logra dar en el objetivo, pues un punzante dolor lo hace encogerse, mientras se cae al suelo, haciendo que Eliz grite de sorpresa mientras sale disparada hacia la puerta, saliendo de la habitación.
La dragonesa iba a tomar acción en consecuencia, pero la unicornio la detiene.
– Detente, Amelia, él está asustado– Menciona ella con el ceño fruncido– Dejalo descansar, pero que no se mueva de la cama.
La dragonesa caballero llamada Amelia se detiene, mirando fijamente al braxiano, que se encuentra encogido en el suelo mientras gruñe audiblemente por el dolor, por lo que, al rato, relaja su postura y ayuda bruscamente a Bably a acomodarse en la cama.
Bably se resiste en un principio, sin embargo, la golpiza breve pero precisa que ella le propina en la muela lo aturde momentáneamente, dando tiempo a Amelia para acostarlo cómodamente
En lo que Amelia retoma su posición, la unicornio suspira mientras niega con la cabeza.
– Tal vez estés sano en su mayoría, pero las heridas fueron muy profundas, afectando también tus órganos, estos aún no se recuperan del todo, y necesitan tiempo, por lo que le pido por favor que no haga sobreesfuerzos innecesarios– Comenta la unicornio que, con una leve reverencia, se da la vuelta– Lo veré más a la noche, señor Bably.
...
Bably se limita a mirar el techo, asimilando todo lo sucedido... Simplemente no lo podía creer... quiere negarse el hecho de que ahora su ser está corrupto por la decadente energía del mamono mana. Si bien es cierto que es muy poco lo que le han aplicado, no puede evitar sentir repudio, se siente asqueado y empieza a tener una leve ganas de llorar, pero se limita a respirar profundamente, mientras trata de dormir, con la esperanza que esto fuese un mal sueño...
Mientras tanto, Eliz se adentra a la habitación, mirando como la unicornio se va del lugar.
– Oiga, doctora Zoga, ¿Me podría ayudar a...? Oiga... ¡Oiga!– Eliz ve como la unicornio, con el nombre de Zoga, parece ignorarla o no se entera de su presencia, alejándose y haciendo que Eliz gruña de frustración– Ughh... Bien, ¡Bien! Lo haré por mi cuenta.
Eliz empieza a arrastrarse como puede en dirección hacia Bably, tomándose su tiempo. Amelia se limita a mirarla de reojo estoicamente, sin interferir en su travesía para llegar hasta el braxis.
– Maldita sea, si tuviera mi cuerpo aquí, las cosas serían más fáciles, y así también este estupido lagarto me dejará de llamar mascota...– Eliz empieza balbucear cosas que, aunque coherentes, estoy desinteresado en contartelas, osea, ¡Vamos! Es una de esas mujeres que te habla un largo rato y no para de hablar hasta que se le caiga la muela.
Cuando la cabeza parlanchina llega hacia la cama, alza la mirada, mirando impotente la diferencia de altura, por lo que refunfuña.
– Ughh... ¿Cómo voy a subir a esta cama? maldito y estupido lagarto...– Se queja Eliz mientras se sigue arrastrando.
Sin embargo, una gran garra la agarra, soltando un pequeño grito de sorpresa, mas no era otro que Bably, que la dirige hacia encima de su cabeza, para finalizar con un profundo suspiro.
– ¿Puedes callarte, cabeza parlante? Trato de dormir– Se queja Bably, con sus ojos aún cerrados, pero con el ceño fruncido.
– ... Si, claro, como sea...– Eliz finalmente se calla, mirando hacia otro lado, mientras se acomoda en la cabeza de su 'indeseable' dueño, resoplando y farfullando en silencio.
...
Mhhh.
¿Sábes, lector?, estas cabezas no tan huecas que tienen los mamonos solo están dándome más y más excusas para que la Purga Divina pueda dar comienzo... y para el menos espabilado de la clase, me refiero a lo que vendrían siendo las Cruzadas en tu mundo.
Pero bueno, como hay reglas en esto de ser narrador, necesito pruebas tangibles o lógicas para que los estúpidos descerebrados de mis hermanos y hermanas, y para mi papito el dios patrón del odio y el dolor puedan darme el visto bueno y creer en las mierdas que digo.
Dejando de lado mi esquizofrenia al hablarte (porque si, no tengo ni puta idea si existes siquiera), volvamos al drama.
Luego de un par de horas de descanso, Bably se despierta por un firme apretón en su hombro, abriendo sus ojos de forma abrupta pero aturdida, viendo que no era otro que Amelia.
– Honorable braxis, hemos de partir en 40 minutos– Notifica Amelia mientras se aleja para darle espacio a Bably.
Tardando más o menos un minuto para recomponerse de su aturdimiento, Bably se sienta en la cama, mientras ajusta su sombrero de carne.
– ¡Que no me voy a caer, deja de agarrarme así!-- Se queja Eliz, con su voz en parte amortiguada por las garras de Bably.
– ... Oye, mamono– Bably dirige su mirada a Amelia, quien se encuentra al lado de la puerta.
– ¿Señor?
– ¿Podemos pasar antes por mi refugio?
– ... – Amelia se queda mirándolo fijamente en silencio, encontrando una capa de melancolía en sus ojos, tirando más por depresión, pese a la expresión serena del dragón de vida– ¿Qué asuntos tienes allí?
Bably frunce el ceño, molesto.
– Eso no es asunto tuyo, alienígena.
– Si lo es, braxiano, debido a tu falta de autopreservación y el peligro que representan tanto los kau lid como los cultistas del odio, no podemos dejarte en soledad, no sabiendo que los cómplices de los amantes del resentimiento pueden infiltrarse casi al nivel como nuestros doppelgangers– Contesta Amelia con tono firme mientras coloca las manos detrás suyo.
Bably la mira consternadamente, frunciendo un poco la boca con disgusto e impotencia, sin embargo, resopla frustrado.
– Solo quiero buscar un par de cosas en mi casa, no son muchas.
– Puedo enviar a alguien para que...
– NO – Niega Bably fieramente, mostrando los dientes– ¡Es mi casa y tengo suficiente con que me obliguen a sacarme de mi tesoro!
Amelia lo mira silenciosamente, pensando estoicamente, antes de suspirar suavemente.
– Muy bien, pero espereme a que avise al lider del séquito sobre su movilización, así nos recogen hacia allí.
Bably simplemente gruñe en aprobación, mientras se voltea a ver la ventana.
Ella simplemente hace una leve reverencia y se retira de la habitación, dejando solos a la cabeza parlante y al dragón malestrecho.
– ... Entonces... ¿Qué es eso que vas a buscar?– Pregunta Eliz curiosamente, sonriendo.
– Eso no te incumbe– Responde Bably, frunciendo la boca con molestia.
– Ughh... ¡Vamos! estoy encima de tu cabeza la mayor parte del tiempo, al final lo acabaré viendo.
– Pues lo verás cuando lo vaya a recoger, mientras tanto, cierra la boca.
Eliz farfulla otro rato, pero al final se calla. Y, extrañamente, ambos suspiran a la vez.
– ... Es un artefacto de mis padres– Menciona Bably finalmente.
El braxiano frunce el ceño para sí mismo, ¿Qué mierda le está pasando, por qué de repente se siente más abierto a esta turbia e irritante cabeza parlante que apenas y sabe callarse...? Ya supone que la contaminación está empezando a afectar su psique, pero casi no puede evitarlo, no de momento.
– ¿Oh, y qué es?– Consulta Eliz, sonriendo levemente.
Bably resopla molesto, bueno, ya la cagó, ahora solo debe seguir metiéndose más adentro...
– No te creas que te diré más...
– Bueno... digamos que ya me dijiste que...
– Que NO diré más– Espeta Bably, recibiendo un suspiro de parte de la cabeza.
– Bueno, bueno, pero no te enojes, maldita lagartija con alas– Se queja Eliz, mientras voltea la mirada hacia otro lado.
Y sin hacer esperar demasiado, alguien empuja la puerta suavemente, siendo Amelia quien vuelve de nuevo hacia ellos.
– Todo listo, señor, ¿Puede levantarse?
– Claro que puedo, alienígena...– Responde Bably, bufando molesto.
Bably, lentamente, se sienta en la cama, mientras toma respiraciones prolongadas, y, levantándose lentamente, logra estabilizarse, no sin antes uno que otro quejido, sintiendo la quemadura y el dolor en sus órganos aún persistiendo, y como estos aún siguen recuperándose.
Y así, el braxiano empieza a caminar, tambaleándose un poco, pero de forma constante saliendo del lugar, siendo escoltado por la paciente y estoica Amelia, que lo mira fija y atentamente, a no más de dos pies de él de distancia.
...
Una vez que salen del hospital, no sin antes con el permiso de los doctores, Bably puede ver con mayor claridad el exterior, ver como ciertas partes de la ciudad aún estaban reparando, como la frescura del aire nocturno golpea con suavidad el cuerpo del dolorido pero viviente braxis.
Sin querer perder más tiempo, el braxiano despliega sus alas, y puede observar que hay algunos agujeros en ambas alas que, sin embargo, no serían impedimento para volar, aunque sí bastante incómodo.
– Señor Bably, una vez que lleguemos...
– ¡Ya sé, alienígena, recuerdo perfectamente lo que dijiste hace rato!– Interrumpe Bably a Amelia, mirándola de reojo con el ceño fruncido.
Amelia, mirándolo en silencio, se limita a asentir con la cabeza, por lo que, sin más que decir, ambos despegan y vuelan en dirección hacia la casa de Bably...
– Bably, me voy a caer... ¡Bably, me voy a caer...! ¡¡¡BABLYyyyyYYYY!!!
...
Después de lo que serían unos 2 minutos, ambos dragones aterrizan suavemente al frente de la casa, con Eliz cayéndose al suelo y rodando un par de veces.
– ¡Maldita sea, Bably, te dije que me caería!– Se queja Eliz, mientras se acomoda como puede– ... ¡Hey!
Bably nuevamente agarra a Eliz, con algo de brusquedad, mientras lo coloca encima de su cabeza de nuevo, para posteriormente acercarse a su casa.
...
– ... Tú no entras.
– Señor Bably, entiendo que esto es propiedad privada, sin embargo, su seguridad...
– ¡Que dije que NO!– Exclama Bably, mientras se gira bruscamente a enfrentar a Amelia– ¡Ya tengo suficiente con que me escoltes como carnicera con el ganado, dame mi privacidad por el amor de Thori!
–... – Amelia levanta levemente la mirada, viendo como Eliz le corresponde la mirada nerviosamente, con una sonrisa insegura, para luego fijar su atención en Bably– ¿Y ella si?
– Es mi mascota, es diferente.
– ¡Que no soy tu mascota, maldito lagarto con alas y testarudo de mierda!
Ignorando lo que Eliz dijo, Bably se voltea y se adentra a su casa sin más, abriendo y cerrando abruptamente la puerta, aunque midiendo lo suficiente su fuerza para no acabar rompiendo su puerta.
Suspira temblorosamente, tratando de expulsar toda la bronca que tiene acumulado.
– ... Oye, Bably.
Pese a que Eliz trata de llamar su atención, Bably simplemente empieza a caminar, en dirección a una habitación en concreto.
– Mira, sé que el mamono maná por ahí te repugna... y entiendo hasta cierto punto que quieras rechazarlo, pero te aseguro que a la larga te ayudará.
– ... Nunca podrías entenderlo si siempre mantienes esa postura, cabeza hueca– Contesta Bably, mientras ve una puerta blanca con manchas rojas... los cuales se encuentran bastante secas.
-... Podría decir lo mismo de tí.
Cuando el braxiano se acerca a la puerta y está a punto de abrirla... se detiene, con su garra a punto de agarrar la manija, pero quedándose ahí, estático, inseguro si proseguir a abrirla.
– ¿Qué es lo que te detiene?-- Pregunta Eliz, tan curiosa como preocupada.
– ... Amor...
Sin dejar espacio a que Eliz siga interrogando, Bably suspira y abre la puerta.
En el interior, no era nada anormal, simplemente una cama doble y un par de muebles, sin embargo, se demuestra su abandono con la visible tierra por todos lados, y un par de telarañas aquí y allá, por los rincones.
Bably, silenciosamente, como si no quisiera interrumpir el ruido del lugar.
– Oye Bably...
Bably silencia severamente a Eliz con un 'Shh', logrando que se calle.
Bably se acerca a la cama, que se encontraba en uso, siendo tapado por el equipo de sábanas, sin embargo, el braxiano opta por acercarse hacia la mesita de luz al lado de la cama, pudiendo ver un sobre de carta medio abierta, por lo que Bably, con cuidado, agarra la carga con ambas garras, mirándolo detenidamente.
Ambos guardan silencio, respetando el silencio sepulcral de la habitación, tan así, que ni siquiera se escuchaba el sonido del exterior, si es que había alguien o algo haciendo ruido a altas horas de la noche.
Bably mira de reojo al bulto de la cama, y frunce levemente el ceño, mirándolo con aire de nostalgia.
.
.
.
Inicio Del Flash Back.
La habitación, estando iluminada y limpia hace décadas, se encontraba Farith, leyendo con tranquilidad un libro, acostado en la cama y en plena soledad.
Sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose capta su atención, viendo a su pareja, Xal, entrando estoicamente, con un cuchillo corto en mano, mientras lo limpia meticulosamente con un trapo blanco.
Farith, sonriendo alegremente, deja el libro a un lado, mientras se sienta, apoyándose con sus codos.
– Antes que nada, ¿Bably está durmiendo?– Pregunta Farith calmadamente.
– El mocoso debería estar durmiendo ya en el sofá... creo– Responde Farith, encogiéndose de hombros mientras tira el trapo al piso, acercándose a su pareja.
– Sabes que un 'creo' y 'debería' no sirven del todo, ¿Sabes?-- Menciona Farith, riendo suavemente.
Xal gruñe brevemente, mientras se sube a la cama y gatea hacia su pareja, con el cuchillo aún en mano.
– De todos modos el mocoso duerme como tronco, no escuchará tus chillidos en lo que nos entretenemos– Contesta Xal, ya encima de Farith, con su cara a centímetros de la suya, mientras sostiene con firmeza el cuchillo, dejando que la punta de la misma pinche suavemente el codo de su pareja.
Farith puede ver como la estoica mujer, pese a su mirada firme y sus intenciones clara, no podía evitar ver un brillo hambriento en sus ojos, con un leve sonrojo pese a su inquebrantable mirada, mientras respira temblorosamente, haciendo que Farith sonría un poco más, sonrojándose igualmente y temblando un poco.
Sin embargo, antes que pudieran iniciar la sesión picante, un chillido familiar empezaba a acercarse a la pareja, haciendo que Xal cerrará lentamente los ojos, frunciendo los labios y mirando hacia el lado contrario de esos sonidos, Farith, por otro lado, gira su cabeza hacia allí, viendo a Bably, en su edad de cría, arrastrándose al suelo, en busca de ambos mientras lloriqueaba.
Farith se ríe suavemente, mientras se voltea a ver a Xal y le toca suave y juguetonamente la nariz con el dedo índice.
– Ya te lo dije, hay que asegurarse, no dejar las cosas a medias.
Xal se limita a gruñir, mientras libera a su amado, acostándose en su lugar, mientras Farith se levanta y va hacia Bably, alzándolo en sus brazos, aunque, debido a su peso, se queja un poco mientras se esfuerza.
– Vaya que estás pesadito ¿Eh?, eres todo un glotón~– Dice Farith juguetonamente, mientras le toca la nariz con su dedo, para posteriormente llevarlo a la cama junto con su pareja.
Luego de unos segundos de acomodarse, Farith se acuesta con Bably en brazos, dándole la espalda a su pareja, mientras la cría de braxis se acurruca en el pecho del joven hombre, ronroneando audiblemente.
– Buenas noches, dulzura– Se despide Farith de Xal, mientras empieza a dormir.
Xal, quien se encuentra mirando fijamente al techo, se limita a gruñir en afirmación, mientras escucha como la cría se duerme junto a su padre adoptivo, por lo que suspira amargamente, y procede a apagar la luz.
...
Fin del Flash Back
.
.
.
Bably no puede evitar reírse breve pero genuinamente, haciendo que Eliz lo mire estupefacto e incrédula, mas Bably la ignora y decide salir de la habitación, cerrando la puerta detrás suyo.
– ... Oye.. ¿Qué fue eso de ahí?
– Un recuerdo de hace tiempo– Contesta Bably, con una fugaz sonrisa, haciendo que Eliz lo mire aún más estupefacta.
Aparentemente sin necesidad de retirar nada más, Bably se dirige hacia la entrada de la casa, listo para salir, pero, al momento de agarrar la manija de la puerta, se detiene, y no puede evitar mirar de reojo la puerta del cuarto, antaño de sus padres maiíbianos adoptivos.
.
.
.
Inicio del Flash Back
Al lado de la puerta totalmente blanca, se ubica un silla, y allí estaba sentado Farith, mirando al suelo fijamente con una sonrisa irónica.
Él, ya con una edad media avanzada, con leves arrugas que extrañamente viéndose jóven, estaba al parecer meditando sobre lo sucedido en su vida.
Farith escucha un par de pasos acercarse a él, por lo que, al alzar la mirada, ve a Xal, con un estado similar al de él, caminando tranquilamente a su dirección, con un cuchillo en mano.
– Aún sigo pensando que no sería apropiado hacerlo...– Comenta Farith de repente, mirando al suelo mientras su sonrisa desaparece.
– Ya lo hemos discutido muchas veces, amor, ya le hemos enseñado al mocoso todo lo que tiene que saber, no podemos dejar de lado nuestro destino por un niño que no es de nuestra sangre– Responde Xal con el ceño fruncido, mientras procede a sentarse a horcajadas encima de Farith, agarrando firmemente el cuchillo.
– Entiendo las enseñanzas del panteón del amor de Thori, y los respeto... pero siento que Bably es muy joven para vivir solo...
Xal suspira profundamente, por lo que ella acaricia la nuca de su pareja, obligando suavemente a que él la mire a los ojos.
– Farith, él estará bien, ha sabido aprovechar lo que le enseñamos, además, nuestros vecinos están más que dispuestos a darle una mano en caso que necesite realmente ayuda– Dice Xal, mientras besa suavemente la frente de su amado– ... Además, ya estamos viejos, Farith, tú tienes 34 y yo 37, sería la bendición del último suspiro de Thori si llegamos a los 40... pero ambos sabemos que no daremos más... no con él merodeando por aquí.
– ... – Farith suspira temblorosamente, mientras acaricia el brazo de Xal con suavidad– Si, lo sé... espero que lo deje vivir y le permita morir de vejez... Bably apenas y tiene 13 años...
Xal, mientras acaricia suavemente la nuca de su amado para calmarlo, apoya la punta de su cuchillo en el hombro de Farith.
– Bueno... creo que es hora de irnos...
– ... ¿No podemos despedirnos antes de Bably?
– Ya lo hicimos... y a la larga lo entenderá... espero.
Suspirando temblorosamente por última vez, Farith agarra la cabeza la de Xal con suavidad, propinándole un suave beso en los labios, con ella correspondiendo de igual manera.
Al principio, fue una suave danza, con Xal haciendo fricción contra la cintura de Farith mientras lo besaba sin pausa, aunque, luego de un par de segundos, ella empieza a apuñalarlo profundamente con el cuchillo, asegurándose que su sangre salpique por todo el lugar mientras amortiguaba los gemidos de dolor de su amado con su boca.
La sangre del hombre empieza a salpicar por todo el lugar, principalmente a Xal, mientras siente como él empezaba a debilitarse, a morirse por las heridas que le infligía, por lo que se detiene brevemente en apuñalarlo, para posteriormente cortarse a sí misma profundamente la yugular, y reanudar sus estocadas en su amado.
Y así, luego de un par de segundos más en su beso mortal, ambos mueren en el brazo del otro, con ojos cerrados pero pacíficos, pese al cuestionable ritual.
...
Alguien abre la puerta de la casa, era Bably, nada menos, algo más alto que su estatura de cría, pero lejos de tener la altura de su actual yo. Cuando se adentra a la casa, ve la escena de sus padres muertos, y él, que tenía golosina entre sus brazos, caen al suelo, con él mirando estupefacto y aterrado la escena.
Con duda, se acerca a ellos, mientras lágrimas no derramadas en sus ojos empiezan a hacerse presente. Y cuando llega, toca con suavidad a ambos, empezando a ronronearles fuertemente, mientras los empuja a ambos suavemente, tratando de despertarlos.
Fin del Flash Back
.
.
.
La expresión de Bably se endureció ante el recuerdo, por lo que, luego de un rato más de ver la puerta, se gira rápidamente hacia la puerta y sale apuradamente, no queriendo que Eliz se de cuenta de sus emociones conflictivas.
Cuando salen, ven a Amelia esperándolos pacientemente.
– Eso ciertamente fue breve, ¿No tiene nada más para retirar?– Consulta Amelia, mientras mira de forma breve el sobre entreabierto en las garras de Bably.
– No– Contesta Bably rápidamente, quizás casi instantáneo– Nos vamos ahora.
Amelia se limita a asentir con la cabeza, mientras ve como Bably, apurada y casi nerviosamente, cierra la puerta y empieza a volar sin más, ignorando los farfullos y quejas de Eliz, por lo que la dragonesa despliega sus alas y vuela hacia Bably.
.
.
.
Un rato después, Amelia escolta a Bably hacia las afueras de Xa' Nim, donde se encuentra un grupo de mamonos ya preparados para partir.
Cuando aterrizan, Bably puede observar como la unicornio, llamada Zoga, se acerca a ellos, siendo escoltada por una Anubis, ambas hacen una leve reverencia ante el braxiano.
– Es bueno que haya llegado más temprano de lo estipulado, honorable braxis– Dice la anubis– Me presento, soy Nailah la líder y encargada de vuestra escolta hacia la base Valle de Troya, tenga la seguridad de que lo protegeremos de cualquier peligro.
Bably, de mala gana, asiente con la cabeza.
– Entonces, si no hay nada que decir o hacer, partiremos en este instante, ¿Le parece adecuado, señor Bably?– Comenta Nailah, mientras mira fijamente a Bably, esperando su respuesta.
– Si... vámonos de una buena vez.
Asintiendo con la cabeza, Nailah se da la vuelta y va hacia el grupo, mientras ladra ordenes para partir.
– Gracias por confiar en nosotros, señor Bably, le aseguro que disfrutará de su travesía a este lado de la valla– Menciona Zoga felizmente mientras le dedica una suave sonrisa al braxiano.
Bably, haciendo una mueca de disgusto, se limita a gruñir levemente mientras camina hacia el convoy, con vehículos blindados y armados, con el tamaño adecuado para los dragones.
... Sin embargo, se detiene por un momento, mirando por sobre su hombro la lejana pero apenas visible ciudad de Xa' Nim.
– ... Oye Bably, no te pongas dramático, solo serán un par de semanas, y volverás a casa– Menciona Eliz, tratando de sonar alegre para calmar al braxiano.
– ... No... no lo haré.
Sin decir y permitir ningún comentario más, Bably se sube a uno de los vehículos blindados, y ni bien subió y cerraron la puerta, el convoy se pone rápidamente en marcha hacia su destino.
...
...
Mhh...
Supongo que tendré que empezar a mover el culo ahora, si no quiero que se me adelanten.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro