Capítulo 11: La Cabeza Y Cartas Preocupantes
Bably se acerca a un contenedor de basura, el origen de ese olor tan asqueroso que le atraía morbosamente.
Él se queda mirando allí por un largo rato, arqueando una ceja de vez en cuando, moviendo la cola de forma inquieta.
Se sentía inseguro, algo que decía que lo encontraría allí probablemente sea la cosa más horrible que haya visto.
Sin embargo, con un encogimiento de hombros, abre la tapa de una y mira su interior.
Como es de esperarse, hay basura de todo tipo, sin embargo, algo largo con un color de tono platino largo capta su atención.
Con las puntas de una de sus garras, agarra con cuidado el contenido anómalo, una vez alzado hasta la altura de su cabeza, ve que… Es una cabeza… Con orejas puntiagudas, un rostro con piel de tez clara y ojos cerrados.
Lo que más le perturba a Bably sobre esta cabeza, es que algún tipo de humo negro sale de su cuello de forma constante, ninguna gota de sangre o nada similar, solo eso.
De repente, la cabeza empieza a hacer muecas, esto tensiona bastante a Bably, haciendo que se encoja un poco y levante un poco la punta de su cola, estando atento a cada movimiento que la cabeza, aparentemente viva, hace.
Una vez que la cabeza termina de hacer muecas y parpadea un par de veces, adaptándose a la luminosidad del lugar, mira a Bably, mostrando el color de sus ojos, que son de tono carmesí, sorprendida, abriendo mucho los ojos.
- ¿¡Un dragón!?- Pregunta ella sorprendida.
Bably arquea levemente ambas cejas, retrocediendo un poco, aún más perturbado por ver que la cabeza le está hablando.
- O-oh, discúlpeme señora, no quería ofenderla, solo no me esperaba ver los de su tipo… Por aquí- Menciona la cabeza con algo de vergüenza.
- … En todo caso sería señor, no señora- Le corrige Bably, tratando de no mirarla perplejamente.
La cabeza frunce el ceño, mirando raro a Bably por unos segundos.
- Espere… ¿Usted es un macho, un dragón macho?- Ella entrecierra los ojos, mirando con más detenimiento al dragón de vida.
- … No… Soy una lagartija… - Bably se mira las alas- con alas… - el braxis se mira de reojo a sí mismo rápidamente-... Uno muy grande.
La cabeza pone una expresión neutra mientras arquea una ceja. Aunque rápidamente cambia de expresión cuando mira con más detalle su cara.
- Espere ¡Yo le conozco!- Dice la cabeza con un toque de alegría.
Ahora Bably es el que arquea la ceja.
- Disculpa, no nos hemos topado antes.
- Digo, es verdad, no nos conocemos en persona, ¡Pero usted está en muchas redes sociales, y es la polémica del mundo mamono, más específicamente en los lugares donde habitan los dragones, otros tipos de reptiles y los que se tienen algún tipo de conexión con ellos!
…
…
Lector, ¿En tu mundo tienen algún tipo de privacidad? Suena que hasta se publica una imagen contigo cagando o cogiendote a alguien.
…
No quiero saber ese último, no respondas.
- ¿Sus mundos conocen el concepto de privacidad?
- ¡Por supuesto que lo hacemos!- Responde la cabeza, sintiéndose algo ofendida por la pregunta.
- Pues no lo aparentan con todo lo que estás diciendo.
- ¡Oye! Que tengamos acceso a mucha información no significa que… ¡Whaa!
Bably coloca la cabeza de esa anormal alienígena encima de la suya, la mira de reojo un momento, acomodándola para que se estabilice, seguido de darse la vuelta y retomar su caminata, saliendo por el callejón donde entró y retomando el sendero en dirección a su casa.
- ¡Oiga! ¿Qué está haciendo?
- Caminando hacia mi casa.
- ¿Y me dejarás aquí arriba?
- ¿Prefieres el contenedor de basura?
La cabeza se queda callada, mientras hace un puchero, siendo observado parcialmente por Bably.
- Eso pensé- Responde sin más Bably, dirigiendo su mirada al frente.
En lo que camina hacia su casa, las pocas personas que transitan por ahí miran extrañados y divertidos a Bably y a la cabeza viviente encima de él.
A veces la cabeza se sonroja un poco debido a la vergüenza cuando ve alguno por ahí que la mira.
- Entonces- Comenta Bably, captando la atención de la cabeza- ¿Cómo acabaste ahí?
- Uhh… - La cabeza mira hacia el cielo con una mirada perdida, tratando de recordar lo sucedido- Creo que fue durante una borrachera, tomamos mucho y… No recuerdo más.
- Uhu… ¿Y tus acompañantes no se molestaron en venir, o te dejaron tirado por ahí?
- Eso fue hace dos meses más o menos- Contesta la cabeza, haciendo una mueca que trata expresar indiferencia, como si fuese un encogimiento de hombros.
Bably parpadea un par de veces, sorprendido por el detalle, y no puede evitar mirarla de reojo.
- Entonces has estado ahí, en ese contenedor, por poco más de 2 meses… ¿En ese estado?- Pregunta Bably, no pudiendo evitar frenar su caminata mientras alza la mirada para verla.
- Uhmm… ¿Al parecer?- Contesta la cabeza de forma insegura.
- … Me intriga el cómo has acabado ahí- Bably retoma su caminata.
- Estamos en la misma página.
.
.
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El resto de la caminata fue silenciosa, con la atención del dragón de vida en su destino y los alrededores, y con la cabeza mirando con una expresión que cambiaba entre aburrida o interesada.
Cuando llegan a la casa, la cabeza por fin vuelve a hablar, con un tono un poco sorprendido.
- Bonita impresión de tu casa.
- Uhh… gracias… - Bably se sintió extraño ante el comentario, y no sabe cómo responder exactamente.
El dragón entra a la casa y cierra la puerta detrás suyo, mientras va a la cocina, por supuesto, la cabeza inspecciona el ambiente del lugar.
- Bastante acogedor, aunque humilde.
- ¿Eso fue algún tipo de indirecta?- Bably arquea una ceja, mientras abre el armario donde tiene guardado la gran cantidad de tortillas que compró hace algún tiempo.
- O-oh, no me malinterprete, solo que esperaba un lugar más fino y con muchas cosas de lujo, ya sabes, como todo dragón suele ser.
- Tal vez en tu planeta, alienígena, aquí los dragones de vida no necesitamos de cosas tan complejas e innecesarias- Contesta Bably mientras pone los ojos en blanco, sacando lo que comería del armario, seguido de ir a la cocina a agarrar su tetera negro.
Mientras el braxis se prepara el té mediante las llamas de su cuerpo, la cabeza procesa lo que Bably dijo, primero frunciendo su ceño, luego arqueando una ceja mientras mira al techo, posteriormente intercambia con la otra ceja, para al final abrir aún más los ojos, con la vista al frente mientras infla ambas mejillas de la impresión.
- Espera, ¿¡Eres un dragón de vida!?- Interroga la cabeza mientras le mira con gran sorpresa.
- O braxis, como más gustes dirigirte hacia mí- Contesta Bably mientras se encoge de hombros.
Ella asiente con la cabeza… Perdón, la costumbre, ella asiente lentamente mientras sonríe un poco.
- Que loco… Pero en fin, volviendo al tema anterior, ¿Cómo es eso de complejo e innecesario?- Pregunta la cabeza mientras arquea la ceja, mirándolo.
- Es sencillo, cabeza parlante…
- ¡No me llames así!- Interrumpe ella, haciendo un puchero- Tengo nombre.
- Cosa que no me interesa.
- ¡Pues no me interesa el tuyo!
- … Bien por mi.
- … Mhph- Ella cierra los ojos con molestia por un momento- Como sea, reanuda lo que ibas a decir.
- Si, como te mencionaba, los braxis no necesitamos de cosas tan complejas, solo un lugar mínimamente acogedor para nosotros y nuestras crías, y nada más.
- Uhu… ¿Y qué pasa con la ambición o la codicia de tener más?
Bably se encoge de hombros, mientras se sienta en la mesa, con la taza con té en la mano y las tortitas azucaradas.
- ¿Siquiera los dragones necesitamos eso?
La cabeza se queda mirando al braxis con una expresión neutra mientras arquea una ceja.
- Tu variante es bastante rarita, he de decir.
- Y los dragones de tu planeta, además de ser los raritos aquí, son aberrantes y desagradables… Y me sorprende que tenga más de una raza de dragón.
- ¿Oh? ¿Y cuales te topaste?- Pregunta la cabeza mientras arquea ambas cejas, mirando con interés a Bably.
- La primera es una anciana de escamas negras con aspecto turbio, me da sensación de que es algo referido a las sombras.
- Mhh… Supongo que te refieres a una dragona malef.
- Malef…- Bably se queda pensativo ante el nombre de la variante por un rato-... Luego una jabberwock y una ryu.
- ¡Vaya! ¿Acaso has estudiado un poco sobre nuestros dragones?
- Por supuesto que no, ellas mismas lo mencionaron- Responde Bably mientras frunce el ceño molesto.
- Oh… bueno, aunque deberías estudiarnos un poco al menos, ya sabes, para no confundir a las mamonos.
- Todas las mamonos son la misma mierda alienígena, así que me da igual.
- … ¡Oye! Que seamos de otro mundo no significa que tengas el derecho a dirigirte así hacia nosotros - Replica ella, frunciendo el ceño con enojo.
- ¿Aún con ustedes siendo los invasores? - pregunta Bably, que aunque no la mira, arquea una ceja mientras empieza a comer.
- … ¡Nuestras intenciones son puras!
- ¿En serio vas a usar ese argumento de ‘el fin justifica los medios’?
- Los humanos… los maiíb no son mejores que nosotros; se masacran entre ellos incluso por un poco de tierra o ideologías. Nosotros, al menos, si la diplomacia no funciona, derribamos al enemigo con un mínimo de probabilidades de mortalidad- Dice la Cabeza con cierto orgullo.
- Y con la ninfomanía de por medio, ¿cómo no?- Menciona Bably, molesto y poniendo los ojos en blanco.
- No entiendo por qué sois tan mojigatos con ese tema- Dice la Cabeza, extrañada y arqueando una ceja.
- ¿Y por qué esa necesidad de santificar algo que puede afectar severamente tu psique y trastornarte a ti y a los que están a tu alrededor con consecuencias claramente negativas si se actúa en exceso? - Interroga Bably, negando con la cabeza.
- Esos son los deseos y las enseñanzas del Lord Mamono- Dice la Cabeza mientras hace una mueca de indiferencia.
Bably niega nuevamente con la cabeza mientras suspira, estas criaturas no tienen salvación. Al menos no con la tecnología que su mundo posee.
Bably termina de merendar, dándole un último sorbo a su taza y comiendo las pocas tortitas azucaradas que se trajo, seguido de levantarse a lavar en la pileta la taza.
- Por cierto- Comenta Bably, captando la atención de la Cabeza- ¿Cómo logras subsistir, siendo tú solo una mera cabeza?
- Con esencia humana, como todo mamono.
- … Me refiero a cómo consigues la esencia- Menciona Bably mientras termina de lavar la taza y va hacia uno de los sillones.
- O, bueno, los mamono tenemos productos que reponen la esencia para los individuos solteros, aunque son desagradables- Responde la Cabeza, haciendo una mueca de desagrado.
- Veo- Bably asiente lentamente con la cabeza, mientras se sienta en el sillón, con una garra en su barbilla.
- Por cierto…
Antes que la Cabeza pudiera decir más, algo golpea la puerta, haciendo que ambos volteen sus miradas hacia allí.
Sin muchas demoras, Bably se levanta y va hacia la puerta, seguido de abrirla, viendo que no es algo o alguien de su tamaño, baja la mirada, encontrándose con un maiíb.
- Oh, señor Lubuki, buenas tardes- Saluda Bably con un leve asentimiento con la cabeza.
- Buenas tardes, señor Bably- Saluda Lubuki, mientras le sonríe.
Lubuki, el esposo de Moríca, es un hombre con una constitución un poco robusta de cabello castaño medianamente largo, atado con una cola de caballo, con ojos color amarillo crema, y con piel de tez morena rozando a oscuro. Viste un uniforme de cartero marrón, con un logo grisáceo tanto en la gorra como en su ropa.
Bably puede ver que Lubuki tiene una canasta en su espalda, equipado como si fuese una mochila, el cuál está llena de cartas y paquetes, y en sus manos, hay 2 cartas y un paquete platino grisáceo, haciendo que Bably arquee la ceja de la curiosidad.
- ¿Y eso?- Pregunta Bably mientras señala lo que tiene Lubuki en la mano.
- Son para usted, de parte de ciertos personajes importantes- Responde Lubuki sonriente mientras estaba a punto de extenderle el contenido… Hasta que ve la cabeza encima de Bably-... ¿Quién es ella?
Tanto Bably como la Cabeza se miran a la vez, observándose entre sí de reojo por unos segundos, antes de dirigir su atención a Lubuki.
- Yo soy…- Iba a responder la Cabeza, pero Bably es más rápido en contestar.
- Es mi mascota, se llama Eliz- Responde Bably mientras la señala.
- ¡Oye, ni de coña soy y seré tu mascota, y mi nombre es Bárbara, no Eliz!- Replica ella con enojo.
- Pues bárbaro te queda el nombre- Dice Bably, mirándola de reojo momentáneamente.
La cabeza llamada Bárbara, ahora bautizada como Eliz, empieza a balbucear cosas que ni con el culo sudando voy a narrar, mientras Bably le ignora, haciendo que Lubuki se ría un poco en silencio, viendo imposible aguantar la risa ante tal escena.
- Como sea, ¿De quienes son?- Pregunta Bably, mientras ve el contenido con desdén.
- No lo sé, simplemente la sucursal me lo dio y ya- Comenta Lubuki, mientras se encoge de hombros.
Bably suspira mientras agarra las cosas con cuidado, asintiendo con la cabeza a Lubuki en agradecimiento.
Inspecciona el contenido con cuidado, sin ver nada anormal a la vista, por lo que lo olfatea.
…
Oh mierda, no no, no señor.
- Lo siento Lubiki, pero creo que… - Dice Bably, dirigiendo su mirada hacia el cartero… Sin embargo, ya no estaba ahí.
Bably gira su cabeza hacia uno de los lados, viendo como la silueta casi visible de Lubuki se desvanece en la distancia a una velocidad alta y constante. Por lo que suspira derrotado y se adentra a la casa, cerrando la puerta detrás suyo.
Bably se va a sentar en su sofá, mientras deja las cosas en la mesita de ahí.
Al sentarse, escucha que Eliz suspira derrotada, por fin finalizando de hablar al ver que Bably le estaba ignorando en su totalidad.
- ¿Qué es eso?- Pregunta Eliz curiosa.
- Algo que probablemente me disgustará- Responde Bably con una mueca.
Bably, con inseguridad, agarra el paquete con cuidado y lo desenvuelve con paciencia, tratando de no romperlo.
Mientras lo hace, Eliz mira impresionado como alguien semejante a Bably tenga una buena presión y una tranquilidad envidiable para desenvolver algo más casi más chico que sus garras.
Al finalizar, ve que la envoltura cubría una pequeña caja blanca, con un dibujo de un gran teléfono, y el de una dragona de escamas verdes sonriendo mientras alza el pulgar de su garra hacia arriba, haciendo que Bably arquee una ceja.
- ¡Vaya! un celular proveniente de Dragonia, ¡Y de último modelo!- Comenta Eliz sorprendida.
Bably hizo una mueca de desagrado al escuchar el nombre de ese reino, por lo que lo deja en su lugar de momento, y agarra la carta que viene junto a este.
Al abrir el sobre, ve que viene uno de papel y otro plástico, verifica que el de plástico es, al parecer, instrucciones de como usar y configurar el celular, por lo que lo deja encima de la caja y abre el de papel, para leer su contenido.
‘Querido Bably:
No me extenderé en saludos formales, ya que estoy seguro de que tu agudo sentido del olfato detectará mi presencia sin problemas.
Te había prometido un teléfono más actualizado y acorde a tus necesidades, pero debido a ciertos inconvenientes, no he podido cumplirlo hasta ahora y casi lo olvido.
Sin embargo, espero que disfrutes de la realidad virtual y de todo lo que ofrece. Aunque pueda parecer trivial, ¡es como adentrarse en otro mundo!
Espero que lo disfrutes mucho.
Con cariño,
Daris Jorgon’
Bably hace una mueca mientras tira la carta a la mesita, negando con la cabeza, visiblemente desanimado.
- ¿Espera… ¡¿Daris Jorgon!?- exclama Daris, impresionada.
- ¿Qué?- pregunta Bably, irritado.
- Oh, nada importante, solo que esa jabberwock es una de las dragonas de clase más alta de Dragonia, incluso diría que está dentro del círculo de los nobles más influyentes de su aristocracia.
Bably se queda callado por un momento, procesando lo dicho.
Prácticamente hecho a patadas de su casa a lo que parece ser algo cercano a un comandante o un general.
Vaya problemas que se metería si ella se ponía demasiado malcriada con él.
Con un suspiro resignado, agarra la otra carta y la abre, mirando que solo es un papel, por lo que empieza a leer el otro contenido.
‘Estimado Braxis o Dragón de Vida Bably:
Por la presente, desde Ar Naz Gelm, ahora conocido como Valle de Troya, se le solicita su presencia en nuestra base en un plazo máximo de tres semanas.
En caso de que no pueda acudir por sí mismo o se oponga a la convocatoria, se le asignará un séquito de élite que lo acompañará hasta la base. Tenga la seguridad de que ya contamos con información detallada sobre su ubicación y otros aspectos relevantes.
Se le ruega al señor Bably que no abandone la ciudad de Xa’ Nim, ya que en caso contrario, el séquito será enviado de inmediato.
Atentamente, Comandante Hermes Álex Thompson.
De las Fuerzas de la Reina Catalina, la 143ª hija del actual Lord Mamono Lilith’
…
La que te parió.
Bably tira la carta y apoya su barbilla en su garra, y el codo de su brazo en su pierna.
Esto es muy malo, pero malo, malo malísimo. No solo al parecer tienen espías ocultos por su tesoro, sino un séquito preparado para escoltarlo y señalar amablemente que no irá a ningún lado.
Y para condimentar el drama de este problema, su temporada de apareamiento se acercaba, y sus defensas ante los afrodisíacos se reducen cada vez más, por lo que no sería imposible incluso empezar a enloquecerse antes de tiempo.
Y si lo llevan allí, tiene ese temor que MUY probablemente lo lleven a su mundo, todo aquí es un maldito dominó que solo necesita de un pequeño empujón… Bah, más bien un soplido lo suficientemente fuerte para que se forme la bola de nieve.
Bably suspira frustrado, si algo no lo mata en estos días, se ve que una guerra incluso más devastadora y sangrienta que la Purga Divina empezará por culpa de él, sería una humillación para él ser el objetivo al que señalan.
- ¿Quieres que te vaya explicando cómo usar el celular?- Consulta Eliz, que, al parecer, siente la tensión de Bably.
- … Será lo mejor- Afirma Bably sin oponerse, usando como perfecta excusa para despejarse.
Bably agarra la caja y la abre, puede ver que, además del teléfono con un tamaño adecuado para su garra, hay también una pantalla protectora y una tapa para la parte posterior para el aparato.
Sin más vueltas, empieza a agarrar el artículo y Eliz comienza a explicarle a detalle y paso a paso.
…
…
…
…
¿Sabes lector? Puedo arreglar esta mierda.
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