XXI. Rara
Siempre me he sentido...
diferente,
fuera de lugar.
Me esforcé
por encajar,
como un rompecabezas
sin tablero
y las damas
obstaculizaban
mi jugada.
Me esforcé
por no parecer
distinta a los demás.
¿Qué les gustará?
¿Cómo puedo caer genial?
Esto a todos les molará.
Esto me gusta
y me da igual,
pero debo esconderme,
parecer chiquita.
Me callaba
para no molestar,
reprimía
y guardaba la calma
para no pelear,
susurraba
para no vociferar,
escuchaba
y analizaba,
creía
y mi perspectiva
cambiaba.
Todo lo hacía
con, para, por
los demás,
sobre todo,
los demás,
tanto
que llevo llorando
un par de años.
Me preocupaba
por gustar,
porque no se me permitía
destacar
aunque lo hiciese sin pensar,
bajaba la cabeza
porque no tenía razón
todos sí
pero yo no,
limpiaba mis versos
para complacer,
no quiero aburrir,
no puedo repetir...
Me culpaba
por enfadarme,
estallar
después de no escucharme,
me esforzaba por cambiar
para no irritar a los demás.
Todo para, con y por
los demás,
hasta que solo quedaban
migajas
y la lava
me levantase la maraña.
Estoy cansada,
harta,
de entregarlo todo
y encontrarme con nada.
Estoy enfadada,
por dar
y no pedir
y que se aprovechen
de mí.
Pero estoy feliz
porque me estoy encontrando,
conociendo,
poco a poco
identifico
cuando mi cuerpo
quiere decirme algo
ya sabía hacerlo
pero dejé que me engañasen.
Es tan purificador,
como extraño
pero es familiar.
No hay nadie
pero, sin embargo,
me siento acompañada,
gozando,
disfrutando...
Pese a que todo me daña,
también sana
y estoy vislumbrando
la paz,
es tan hermosa,
que parece un cuento de hadas.
Ahora decido yo,
pienso yo,
quiero yo,
limito yo,
dejo entrar yo
y me esfumo... yo
aunque siempre me voy yo.
Da pavor
pero nunca antes
me había sentido mejor.
— Janny.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro