Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19: Nueva Orden del Día

3 de marzo de 1996

Harrison J. Potter


Tener a Snape persiguiéndolo durante los últimos días era increíblemente, indescriptiblemente, molesto. Si el imbécil grasiento no se detenía pronto, Harry iba a darle un puñetazo. La única razón por la que aún no lo había hecho, extrañamente, era porque Ron lo había detenido, y fuera cual fuera la historia, Harry no estaba interesado en conocerla.

<< Todos van a tus espaldas. Todos están hablando de ti, susurrando, como siempre hacen... Es sólo porque eres un bicho raro >>

Harry se acurrucó en una de las sillas menos expuestas de la sala común, tratando de esconderse tan completamente como ignoraba el reloj que marcaba su próxima reunión. La idea de que sus amigos vinieran por él, lo encontraran, le provocaba tantas náuseas como la reunión que seguía acercándose sin importar lo mucho que Harry intentara evitarla. Cuando intentó simplemente saltarlos, Snape lo persiguió y lo obligó a asistir, amenazando con llevarlo a cabo dondequiera que Harry intentara esconderse en lugar de en su oficina. En ese momento, Harry estaba tomando una taza de café e ignorando todas sus tareas pendientes, esperando deshacerse de su dolor de cabeza y lucir lo suficientemente despierto para la reunión como para que Snape no lo llamara por su insomnio nuevamente.

Fallo.

En primer lugar, fue lo suficientemente humillante ser arrastrado a la oficina del director después de tener que ser calmado porque perdió por completo el piso en las sangrientas habitaciones de Snape, sin tener en cuenta que luego le dijeron que Snape iba a ser su jodido terapeuta. Era completamente insoportable, y si antes había pensado que era difícil manejar toda su mierda, que lo arrastraran para que otras personas lo vieran y le quitaran el cuchillo fue una auténtica tortura. Harry estaba perdiendo la cabeza, y ninguno de los mejores intentos de sus amigos por calmarlo o distraerlo fue de ayuda cuando estaba seguro de que sabían que algo estaba pasando (Snape o Dumbledore probablemente se lo dijeron, malditos idiotas) y sus constantes presencias sólo hacían las cosas más difíciles.

Habían dejado en claro (especialmente Snape) que sí les preocupaba que Harry se estuviera lastimando, Madame Pomphrey haría un maldito chequeo corporal. Fue por su seguridad. A raíz de eso, Harry se balanceaba entre la furia y el entumecimiento.

<< Dramático. Siempre haces que las cosas sean mucho peores de lo que son para ti, ¿no?>>

Sin poder lastimarse como necesitaba, le resultaba casi imposible controlar su ira. Harry seguía gritándoles a sus amigos y sabía que era un bicho raro. Él sabía. Pero de alguna manera, no pudo evitar seguir gritandoles a sus amigos sin ninguna maldita razón, cuando en realidad era él mismo con quien estaba enojado.

<< Lo único que haces es herir a las personas que te rodean. Mereces ser castigado >>

Estaba tan, tan enojado. Harry estuvo tentado de provocar a Umbridge para que lo castigara, como el pequeño idiota buscador de atención que era, sólo para poder poner su cabeza en orden. Pero entonces Snape podría intentar hacerlo hablar sobre ello, como lo había estado haciendo torpemente durante días cuando Harry fue obligado a bajar a su oficina para una hora de "hablar", y luego Harry tendría que encontrar una excusa.

Él sólo quería que lo dejaran en paz. Harry necesitaba estar solo.

<<Fenómeno>>

El reloj de la sala común de Gryffindor dio las cinco en punto como el traidor que era. Harry apartó la mirada y volvió a mirar el oscuro remolino de su café. Eventualmente iría, una vez que alguien lo obligara a bajar a las mazmorras. Tal vez si seguía negándose a aparecer, Snape se rendiría. De todos modos, no era como si a Snape le importara.

<< Ha visto tus recuerdos. Él sabe lo que te pasa, aunque finja no saberlo, y aun así no le importa No vales la pena el esfuerzo >>

— Oye, amigo, tienes un lugar donde estar, ¿no? — preguntó Ron, a punto de materializarse a la vuelta de la esquina.

Ginny también apareció detrás de él, a pesar de que Harry había trabajado muy duro para evitar a todos ese año. Parecía que todo lo que hizo terminó en un fracaso.

<< Ni siquiera puedes suicidarte, ¿verdad? >>

Harry se giró para no gritarles. Algo tóxico y cruel estaba en la punta de su lengua y se lo tragó con fuerza. — Eh, solo castigo con Snape. Si realmente me quiere allí, vendrá a buscarme él mismo.

— ¡Ja! — Ginny alardeó, a pesar de que Ron lo miraba con ojos muy abiertos y preocupados. — Bien por ti, Harry. ¡Ese es el espíritu!


Lo que sea que Hermione y Ron supieran, Ginny no lo sabía. Era casi reconfortante ver a alguien tener tanto entusiasmo por las malas decisiones de Harry. Si Harry no supiera ya que Ron obviamente sabía que no eran sólo detenciones, probablemente se vería tan sorprendido como Ginny por lo que Ron dijo a continuación mientras se movía hacia el pequeño nicho para acomodarse en una de las otras sillas.

— No lo sé, Harry. Creo que probablemente sea mejor que vayas, ¿no?

Sonaba incómodamente similar a todo lo que él y Hermione habían estado diciendo durante días, y su labio se frunció. — ¿Qué eres, mi mamá ? ¿A quién le importa? De todos modos, es sólo Snape.

<< Sin valor. Ni siquiera puedes convencerte de que estás bien ahora, ¿verdad? Todos los demás ven... Todos hablan de ello a tus espaldas >>

Ron, experto en mantener la calma a menos que sus propios celos fueran mencionados (y lo que sea que sabía acerca de estas "detenciones", no estaba celoso) solo exhaló por su nariz. — Simplemente no quiero que recibas más detenciones, amigo. Creo que simplemente debes ir ...

El problema era que, si fuera alguien más que Harry, Ron tendría razón. No tenía ninguna refutación, porque no podía decirles a Ron y Ginny cómo merecía cualquier castigo que pudiera recibir. En cambio, escupió:

— Vete a la mierda.

<< Mereces ser castigado >>

— Alguien está de mal humor — dijo Ginny, con las cejas levantadas y los ojos muy abiertos. — Entonces te dejo con eso. Ven a buscarme en algún momento cuando te hayas calmado, ¿sí?

<< Mereces ser castigado >>

Ron no se levantó cuando ella se fue. —No estoy tratando de molestarte.

<< Mereces ser castigado >>

— Sí, bueno, las intenciones sólo llegan hasta cierto punto, ¿no?

Harry no quiso decir nada de lo que decía, pero parecía que no podía detenerse.

<< Maldito monstruo. En primer lugar, nunca deberías haber abierto la boca>>

Aún así, Ron no hizo más que fruncir ligeramente el ceño. Si se hubiera enojado con Harry, al menos podría justificar su propia virulencia ante sí mismo. Cuando sus amigos no se defendieron, supo que era una persona terrible por criticarlos sin motivo alguno.

— Voy a estar allí — dijo Ron suavemente, señalando vagamente hacia las partes menos privadas del lugar. — Si quieres unirte a mí, ya sabes... puedes. Siempre estaré para ti, amigo. Pero creo que realmente deberías ir a tu detención con Snape.

Harry tomó un sorbo de su café demasiado frío. — Te veré en la cena.

La única señal de que Ron se sentía derrotado fue su pequeña y silenciosa exhalación. — Está bien, entonces te veré más tarde.

<< Tu culpa >>

Ron desapareció por la esquina y Harry se acurrucó aún más en su silla. Sabía que estaba lastimando a sus amigos. Sabía que los estaba decepcionando, y sabía que solo estaba tomando peores decisiones. Pasaron de las 5 en punto, pero no se movió. De alguna manera, cada vez era más fácil dejar que todos los demás se molestaran. Dejar que Ron se fuera, y Hermione suspirara, y Snape subiera al dormitorio de Harry furioso y burlón. Simplemente fue menos trabajo.

<< Es tu culpa >>

De todos modos, nunca pareció funcionar, así que ¿por qué molestarse? Después de todo, cada vez que intentaba hacer el bien, sólo parecía perjudicar absolutamente a todos. Cedric era el ejemplo más destacado y nadie parecía querer que lo olvidara.

<< Es tu culpa >>



Eran las cinco y media cuando Snape finalmente concluyó que Harry no aparecería, tomó su decisión y salió de las mazmorras. Para entonces, Harry había terminado su café y había renunciado a esa cura para el dolor de cabeza; en cambio, tenía los ojos bien cerrados como si la luz tenue del candelabro fuera el problema, y ​​estaba tratando de fingir que no sabía lo que se avecinaba.

Por supuesto que lo sabía. Después de todo, fue su culpa.

— Potter — ladró Snape, con un tono ya irritable mientras doblaba la esquina. Harry ni siquiera necesitaba estar allí para cabrearlo hoy. — ¿Qué estás haciendo?

No había absolutamente ninguna respuesta que Harry pudiera dar que no empeorara las cosas, al menos no una que estuviera dispuesto a dar. Algunos días probaba suerte de todos modos. Pero Harry estaba tan, tan cansado, y todo parecía estar en tonos grises, y solo quería su cuchillo o saltar de la maldita torre de astronomía. Todo lo que pudo reunir energía fue para un suspiro de cansancio.

Snape no esperó ninguna otra respuesta. Con una especie de murmullo sobre "adolescentes tontos", le dijo a Harry en términos muy claros que iban a las mazmorras, y prácticamente lo arrastró allí físicamente. De ahí el comienzo de la última sesión de terapia.

— Pareces cansado — dijo Snape con rigidez tan pronto como obligó a Harry a sentarse.

Con la mirada más seca que Harry pudo reunir, respondió:

— Vaya, gracias.

La lucha de Snape contra sí mismo para no decirle a Harry que se refiriera a él apropiadamente era visible en el rostro del hombre. Si a Harry le importara un carajo Snape, estaría orgulloso de haberlo ganado. — ¿Cómo has estado durmiendo?

<< No debo decir mentiras >>

Tal vez Snape le permitiría una poción para dormir sin sueños. Harry sabía que era adictivo; tal vez podría sufrir una sobredosis. Tal vez podría matarlo. Si no podía tener la torre de astronomía, podría tenerla.

Entonces no tiene sentido mentir. — No he dormido bien, supongo.

<< No debo decir mentiras >>

Snape se reclinó en su silla, en una postura como la de Petunia cada vez que le dolía la espalda. Quizás Snape también tuviera problemas de espalda. Sería apropiado, con lo mucho que parecía encorvarse y escabullirse. — ¿Y por qué es eso?

— Pesadillas — dijo Harry con la boca seca. Estaba... demasiado cerca de la verdad. Era la verdad, de verdad.

<< No debo decir mentiras >>

Pensar en eso lo enfermó. Por lo general, se despertaba sudando frío y mordiéndose la lengua para no gritar y despertar a sus compañeros de dormitorio. Una o dos veces, Ron se despertó de todos modos.

<< Fenómeno >>

— ¿De que? — Snape finalmente presionó cuando Harry no dio más detalles.

Uno de esos estúpidos e irracionales arrebatos de ira se alzó y se estrelló contra él. Si Harry hubiera podido controlar cómo su rostro se contrajo en una mueca por un momento, lo habría hecho. — No es asunto tuyo.

<< Monstruo >>

Snape parecía completamente desconcertado y tampoco afectado en absoluto. Como si la ira de Harry fuera normal. De alguna manera, eso sólo lo molestó más; Snape siempre parecía pensar que conocía a Harry, como si todo lo que Snape hubiera pensado o dicho sobre él fuera cierto.

— En realidad, lo es. ¿De qué se tratan tus pesadillas? — Dijo Snape con calma, como si Harry no estuviera mirando en absoluto. No podía decir si era mejor o peor que las reacciones obvias de Vernon, o la forma en que Petunia se veía cuando notaba algo que no le gustaba y que abordaría más tarde. Snape era... difícil de leer. Más duro de lo que Harry pensaba que era antes, al menos, y eso lo hacía sentir incómodo. Asustado, incluso, si tenía la costumbre de admitir cosas así ante sí mismo.

<< No debo decir mentiras >>

Todo lo que tenía que hacer era decirle a Snape la verdad suficiente para que Harry pudiera dormir sin sueños.

Forzar la salida de las palabras fue como nadar en melaza. Sin embargo, nada de esto fue pegajoso y dulce, solo doloroso. — Algunos de ellos son como los de las vacaciones — admitió Harry. — Como el del Sr. Weasley. Hay... una serpiente.

<< Es tu culpa >>

Que él fuera la serpiente era aún menos asunto de Snape que el sueño en primer lugar.

<< Mereces ser castigado >>

La mirada de Snape se centró en su rostro, como si no hubiera esperado escuchar eso, o hubiera algo especialmente alarmante en ello. Sin embargo, cuando habló, no le pidió a Harry que dijera más al respecto. — ¿Algunas? ¿Y las otras?

Harry se mordió la lengua, luchando contra el impulso de seguir aplicando presión hasta que saboreó la sangre. Se miró las manos, repentinamente temeroso de que su rostro expusiera demasiado sobre él. — De otras cosas, supongo. Pesadillas infantiles.

— ¿Y te parecen inquietantes, similares a las pesadillas con la serpiente?


Era extraño que Snape fuera así, como si en realidad estuviera buscando respuestas en lugar de simplemente buscar una razón para gritarle a Harry. Había estado así desde la noche en la torre, y de alguna manera, hizo que Harry se sintiera peor que haber bajado de la torre. Como si de alguna manera, la peor parte fuera ganarse la compasión de Snape.

— ¿Qué importa? Son pesadillas de cualquier manera.

Estaba siendo brusco, de esa manera totalmente fuera de lugar como lo había sido durante días. Entre los pensamientos de cómo podría usar esto para lastimarse a sí mismo, Harry sabía que estaba manejando esto tan mal como podía. Aun así, no pudo evitarlo.

— Porque cualquier cosa relacionada con lo que pasa por tu mente es actualmente asunto mío, y me gustaría saber sobre ello — dijo Snape con la voz más tensa que Harry jamás le había oído usar. Normalmente, en este punto de fricción indecisa, Snape ya habría recurrido a insultos apenas disimulados; Harry no sabía qué hacer con este cuidado.

<< Estás roto. Eso es lo que es. Todos saben que estás destrozado, que estás jodido y que deben andar con cuidado a tu alrededor. Fenómeno >>

Snape no dio marcha atrás en ese punto. No se rompió ni alejó a Harry; en cambio, se quedó mirándolo, hasta que Harry se quebró bajo la presión y dejó que algo se le escapara. Sólo una pequeña cosa, no era nada, pero tal vez le permitiría dormir sin soñar.

Su respiración podría haber sido un poco superficial y se recostó más en la dura silla de madera para convencerse de que no iba a enfermarse. — Nada, en realidad, son sólo... sueños. Cómo quedarme encerrado en la oscuridad o ser perseguido ...

Dudley lo perseguía por la cuadra con sus amigos en su juego favorito de "Cazar a Harry". Dudley lo inmovilizaría contra el suelo cuando finalmente tropezara o sus piernas cedieran después de horas de temer, correr y esconderse con el estómago vacío. Dudley hacía que sus amigos lo sujetaran mientras él torcía el brazo de Harry detrás de su espalda hasta que lloraba, hasta que su hombro se dislocaba. Dudley amenazaría con romperlo y le dejaría moretones en las muñecas.

A veces Harry soñaba con días como esos. No le gustó cómo se despertó con el pulso acelerado, no le gustó cómo llevaba la sensación de ser perseguido durante horas, como si fuera a girar y encontrarse corriendo por el pavimento caliente nuevamente.

No miró a Snape, pero podía sentir que Snape lo miraba. Podía escuchar una inhalación brusca, como si le tocara una fibra sensible. Snape lo había visto, en los recuerdos de Harry, encerrado en el armario, después de todo. Harry simplemente no veía por qué debería ser algún tipo de shock. — Y en estos sueños, ¿quién te persigue?

Harry luchó contra el impulso de decirle a Snape que se largara, o de preguntarle por qué quería saberlo. Él ya sabía la respuesta. En cambio, abrió y cerró la boca en silencio, como un pez fuera del agua. Todavía podía sentir a Snape mirándolo, probablemente impasible o molesto como siempre lo había estado.

Pero aún así, no interrumpió los varios comienzos en falso de Harry. Finalmente, pudo expulsar: — Niños de mi barrio. Nada que haya importado antes.

— Esos son recuerdos — dijo Snape, confirmando más que preguntando. Las manos de Harry se curvaron entre sí. Estaba diciendo demasiado.

— No fue gran cosa, y todavía no lo es — se defendió Harry, como si Dudley y sus amigos estuvieran en algún tipo de peligro. Como si decir algo de eso en voz alta pudiera herirlos, como si no solo lastimara a Harry.

<< Mereces ser castigado >>

¿Por qué nunca podía mantener cerrada su estúpida boca? Todo lo que Snape haría con todo esto sería ganar más municiones. ¿Qué pasaría si no le permitiera a Harry dormir sin sueños? ¿Qué pasaría si todo lo que Harry obtuviera fuera que se burlaran de él por ser tan inútil que ni siquiera su propia familia lo amaba?

Si Harry no despreciara a Snape, no pensara que todo esto era estúpido y que el bastardo grasiento solo lo estaba haciendo para burlarse de Harry más tarde, llamaría misericordiosa la transición fuera de esa línea de preguntas. Pero Harry no pensaba particularmente bien de Snape, y las siguientes preguntas no fueron mejores, incluso si no se molestó en preguntar sobre el hecho de que Harry estaba encerrado.

Después de todo, lo había visto por sí mismo.

<< Lo merecías >>

— ¿Y cómo te sientes cuando te despiertas de tus pesadillas?

<< Como si quisiera saltar de la maldita torre de astronomía. Como si todo el mundo quisiera atraparte. Siempre son así ... >>

— Mal, supongo — dijo Harry en su lugar. Levantó la vista de sus manos entrelazadas para ver qué expresión estaba poniendo Snape, y no le gustó particularmente la expresión considerada que encontró. Lo que fuera que estuviera pasando por la cabeza de Snape, cual quiera que fueran los juicios que estuviera sacando, Harry no quería tener nada que ver con eso.

— ¿Cómo se siente exactamente el mal? — preguntó Snape, ese borde de molestia volviendo a aparecer. Harry deseaba simplemente quería que le diera una maldita poción y lo dejara irse.

<< Estúpido >>

— Uh... no lo sé. Simplemente un poco enfermo — Harry vaciló, arrastrando los pies sobre la antigua alfombra. Lentamente añadió —- A veces vomito. Y... despierto gritando, supongo.

Snape exhaló audiblemente, como si estuviera conteniendo algo, probablemente algún tipo de broma acerca de que Harry es ruidoso. Harry frunció los labios y miró sus pies sobre la alfombra descolorida. No sabía de qué color era originalmente, pero ahora era gris.

<< Carga. Siempre estás molestando a todos los que te rodean. Al menos si estuvieras muerto serías menos molesto >>

— Si te concentraras en tu Oclumancia — dijo Snape impasible, y la cabeza de Harry se levantó bruscamente ya con el ceño fruncido — entonces te ayudaría con las pesadillas.

Eso no era en absoluto lo que Harry quería. Ni siquiera sabía qué decir a eso ¿La maldita Oclumancia? De mucho bien le había hecho hasta ahora. Quería escupirlo en la cara de Snape, quería estirarse sobre el escritorio y darle un puñetazo en el ojo tal como lo haría Vernon cuando Harry dijera algo equivocado.

<< Fenómeno >>

Las manos de Harry se soltaron e instintivamente se rodeó con ambos brazos. No sabía si se estaba abrazando o protegiéndose, y dio la única respuesta que sabía. — No.

La ceja de Snape se arqueó. — Si tuvieras cierto control sobre tu mente, Ocluir antes de dormir reducirá o curaria por completo tus pesadillas.

— No lo haré. No. Ya... ya terminé con eso. No puedo .

No con todo lo que Snape había visto. No con todo lo que Harry sintió al hacerlo.

— Sé razonable, Potter — dijo Snape, como si algo de esto fuera normal. Como si Snape en realidad tratar a Harry como una persona no fuera prueba de que estaba completa, absolutamente jodido.

<< No eres más que un bicho raro. Una carga. No eres deseado por nadie ... Nunca cambiarás. >>

Lo que sea que le hubiera dicho a Snape, le molesto. Snape podría perseguirlo, por lo que a él le importaba; Harry se iba.

Cerró la puerta detrás de él cuando salió sin decir una palabra más, y Snape no lo persiguió.



***



Al día siguiente, incitó a Umbridge para que lo castigará y robó un cuchillo de ingredientes en la clase de pociones. Era arriesgado, con Snape mirándolo como un halcón, pero no podía vivir sin ello. No pudo. Harry estaba gritando, arremetiendo y las pesadillas solo empeoraban. Entonces, en realidad, era natural que le respondiera a Umbridge. Era completamente normal que ella le gritara que estuviera en su oficina a las siete, y lo que se esperaba de él era que agachara la cabeza con sentimiento de culpa y se resignara a ello.

<< Mereces ser castigado. Mereces ser castigado. Mereces ser castigado >>

Ella había tenido razón todo el tiempo. Harry trató de no preguntarse cómo alguien tan equivocado en la mayoría de las cosas podía tener tanta razón en eso, y en cambio se concentró en el dolor de la pluma en su mano. El cuchillo estaba en su bolsillo. Sería muy fácil, después de esto ...

<< No debo decir mentiras. No debo decir mentiras. No debo decir mentiras >>

Presionó con más fuerza, hasta que sintió que la sangre corría por sus dedos hasta el suelo en un flujo constante. La boca de Harry estaba tan, tan seca. Tal vez podría arrodillarse en el suelo del baño o inclinarse sobre el lavabo y grabar todo lo demás en su piel. Quizás entonces, Harry sería lo que debía ser.

<< Es tu culpa. Tu culpa. Tu culpa >>

— Puedes irte — dijo remilgadamente a las ocho, sin horror ni alegría identificable por la sangre en su alfombra. Si le resultaba difícil salir, no parecía importarle; nunca hubo una mancha la siguiente vez. Harry se preguntó si las tablas del piso se estarían manchando debajo.

<< Mereces ser castigado >>

Así que Harry salió tambaleándose de la oficina rosa hacia el pasillo oscuro, por el pasillo en la vaga dirección de su dormitorio. Primero tendría que limpiar, antes de que alguien lo viera. Harían preguntas, dirían cosas que no deberían. No lo entenderían.

— Potter.

Le llevó un segundo demasiado, a pesar de su lentitud, estremecerse y girar en el pasillo; Un segundo más para identificar quién era. Harry se dio vuelta y comenzó a caminar más rápido en la dirección opuesta.

— ¡Potter! — Snape llamó de nuevo. Ya sonaba enojado, como siempre lo hacía el tío Vernon, como el tío Vernon, como un monstruo... — Detente, Potter, o te detendré físicamente. ¿A menos que prefieras estar inmóvil? — Harry se congeló solo y, odiándose aún más a sí mismo por eso, dejó que Snape se acercara. Dejo que Snape tomara su mano, con la sangre aún goteando, mientras decía — Merlín, muchacho, ¿qué le hiciste a..?

Cuando vio la mano de Harry, cortó el final de su frase con una fuerte inhalación. Esto se sintió como una horrible repetición de esa noche, incluida la extraña transición de Snape a un suave engatusamiento.

<< Fenómeno >>

Todo lo que Harry quería era escapar de todo esto.

— ¿Qué pasó? — Snape finalmente preguntó. Podría haber sido la primera pregunta genuina y normal que Snape le había hecho, y de alguna manera, eso hizo que su corazón se acelerara y quisiera alejarse como si Snape fuera de repente una amenaza. Como si no lo hubiera sido ya.

<< Patético. Mereces ser castigado >>

— No es asunto tuyo — dijo, pero fracasó. Todo esto fue solo una repetición, sólo él viviendo esos primeros momentos horribles en los que alguien lo sabía todo de nuevo.

<< Fenómeno >>

— Potter, ¿quién te hizo esto? — Snape lo estaba mirando directamente, como si no hubiera nada que Harry pudiera hacer para ocultar lo que había hecho, cómo se hizo esto a sí mismo, cómo siempre lastimaba a todos los que lo rodeaban.

<< Es tu culpa. Tu culpa. Tu culpa >>

— Para ... — susurró Harry.

<< Te hiciste esto a ti mismo. Te mereces esto >>

— ¿Quién te hizo esto? — Snape repitió — ¿Te cortaste?

— Para — dijo más fuerte, tratando de retirar la mano. Al igual que esa noche, Snape no se movió. En cambio, sacó un pañuelo y limpió la sangre, hasta que reveló la herida, profunda y rodeada de cicatrices, debajo. Hasta que reveló palabras.

— No te hiciste esto a ti mismo — dijo Snape, no fue una pregunta, y también aparentemente principalmente para sí mismo. Parecía enojado. Todavía estaba evitando que Harry se alejara con un agarre demasiado fuerte. Petunia había agarrado a Harry suficientes veces como para saber que no le lastimaría, pero no estaba muy lejos.

Miró el dorso de la mano de Harry, buscando como si encontrara al culpable en las letras. Pero había sido Harry, y todas las palabras ofrecidas fueron sus propios pecados.

<< No debo decir mentiras >>

Aún así, aparentemente algo en eso hizo clic para Snape. Sus ojos se encontraron con Harry y dijo, de nuevo sin preguntar:

— Umbridge.

El silencio de Harry fue una respuesta en sí misma.

<< No debo decir mentiras >>

Como esa noche, dejó que Snape lo guiara. Esperaba que lo enviara de regreso a su dormitorio, pero en lugar de eso descendieron a las mazmorras, hasta donde estaban las habitaciones de Snape. Harry apenas recordaba ese día, y honestamente estaba demasiado confuso en ese momento como para esperar recordar algo de ese momento más adelante; ¿Y qué importaba, de todos modos? Venir aquí fue sólo una casualidad. Sólo mala suerte.

<< No tienes más que mala suerte, ¿no? Te mereces exactamente todo lo que recibas por esto>>

Otro de sus secretos, en llamas.

Harry dejó que Snape lo sentara en el mismo viejo sofá descolorido, le dejó llevar una poción rojiza familiar, le dejó dejarla donde Harry miraba una mesa baja de café.

Snape lo sabía. Snape seguía descubriendo cosas que no debía, y Snape lo sabía.

Había trabajado muy duro para mantener este secreto. Se había escondido, puesto excusas y peleado con sus amigos, y aquí estaba Snape, envolviendo su mano con un rollo de vendas limpias.

<< Mereces ser castigado >>

Como un disco grabado una y otra vez, Harry se lanzó hacia el mismo lugar que la última vez que estuvo en las habitaciones de Snape, atrapado como un animal que va al matadero; el baño. Se apartó antes de que Snape pudiera agarrar su muñeca nuevamente y corrió, tropezando, hacia algún lugar aislado, algún lugar donde pudiera hacer lo que fuera necesario para finalmente ser libre, y Snape no pudiera detenerlo.

<< Carga >>

Que no haya funcionado la última vez no le importaba en ese momento, ni tampoco el hecho de que Snape probablemente pudiera volver a entrar, tal como lo hizo la última vez, porque Harry tenía algo más esta vez. Ahora tenía el cuchillo de pociones.

<< Carga >>

Él podría... ¿qué podría hacer? ¿Cortarse? ¿Suicidarse? Él quería. Al menos eso creía. Él podría, ¿verdad? Harry podría ser libre. Se dejó caer, podía sentir el frío azulejo en sus rodillas a través de sus pantalones. No importó.

<< Carga. Hazlo ya, loco. Mereces ser castigado >>

Sus mangas se amontonaron en sus muñecas, la izquierda todavía mojada con sangre, y Harry se las subió hasta los codos. La respiración era rápida y pesada, como si hubiera estado corriendo, y tal vez así fuera. Quizás siempre lo fue. O tal vez no era él quien respiraba en absoluto.

<< Tu culpa. Nunca debiste haber sobrevivido. No estabas destinado a vivir tanto tiempo. Lo único que haces es arruinarlo todo. Hazlo >>

Snape estaba golpeando y gritando al otro lado de la puerta, tal como lo había hecho esa noche. Harry puso el cuchillo en su muñeca– ¿qué haría? Quería grabar todas esas palabras en su piel, quería hacerlas parte de sí mismo. Pero no tuvo tiempo para hacerlo. Todo lo que pudo hacer fue presionarlo y comenzar a arrastrarlo hacia arriba.

<< Hazlo >>

La sangre brotó tras el corte, uniéndose a la sangre seca de sus dedos y el dorso de su mano. Esto era lo que se merecía. Esto era lo que necesitaba. Era como si le rascaran la picazón, y Harry sabía que eso era lo que necesitaba hacer para finalmente ser libre.

<< Hazlo >>

Y de nuevo, al igual que la historia siempre se repetía cuando Harry estaba cerca, al igual que estaba condenado a vivir el mismo destino una y otra vez, la cerradura se abrió. La puerta se abrió y se estrelló contra la pared. Harry no dejó de presionar el cuchillo.

Snape usualmente se cernía sobre él, como siempre lo hacía tío Vernon; Ahora, cayó al suelo junto a Harry. Agarrando la muñeca derecha de Harry, le arrebató el cuchillo, incluso mientras Harry pateaba, golpeaba y trataba de alejarse, intentaba mantener el cuchillo moviéndose hacia abajo sobre la piel llena de cicatrices que quería arrancar. La sangre se acumulaba un poco en sus rodillas.

<< No, no, no, no, no, no, no, no, no >>

<< Esto no es justo >>

<< Mereces ser castigado. Mereces ser castigado. Mereces ser castigado >>

Entonces, ¿por qué Snape lo detenía? ¿Por qué es más fuerte que Harry, ¿ Por que sacó el cuchillo y lo hizo desaparecer sin dudarlo, incluso mientras Harry luchaba, incluso cuando Harry gritaba? ¿Por qué Snape tomó una toalla del gabinete, todavía sujetando firmemente a Harry para que no pudiera girarla, y la presionó firmemente contra la herida? ¿Por qué arrastró a Harry, medio cargándolo, y lo llevó hasta la chimenea? ¿Por qué gritó algo que Harry no pudo escuchar por su propio pánico, por sus propios gritos, y lo arrastró por la red Flu con él?

¿Por qué Snape lo detuvo, cuando debería saber que eso era lo que Harry merecía de todos modos?

<< Es tu culpa. Mereces ser castigado. Mereces morir >>

Snape aterrizó tanto a él como a Harry más suavemente a través de la red Flu que Harry nunca lo había hecho. Incluso mientras se retorcía en el agarre de Snape, alrededor de su pecho y brazos, todavía sosteniendo la toalla en su muñeca y probablemente cubriendo su propia túnica con sangre, Snape logró arrastrarlo hacia... dondequiera que estuvieran. Olía a antiséptico.

Una voz jadeó. Snape estaba hablando, bajo y rápido, incluso si Harry no podía entenderlo todo. Luego hubo otras manos sobre él, reemplazando la toalla con otra cosa, y luego forzando pociones a tragar. Metálico, como el reabastecedor de sangre que no tomó antes; el mareo desapareció. Luego, lavanda, y luchó más hasta que se vio obligado a tragar.

Si hubiera podido vencer la somnolencia o la calma intensa, lo habría hecho; en cambio, se dejó caer contra Snape y cerró los ojos.

La enfermería. Estaba en la enfermería, y Madame Pomphrey era la otra persona, y de repente lo estaban levitando hacia una cama, donde las cortinas se cerraron a su alrededor. Ya no podía luchar más contra la corriente calmante.

Cuando abrió los ojos, se sintió como si saliera de una de esas largas y desorientadoras pesadillas. Pero su boca no sabía a sangre y no se estaba ahogando con un grito.

En cambio, había voces discutiendo más allá de una cortina. Harry no podía entender lo que estaban diciendo, pero Pomphrey y Snape definitivamente estaban allí, y sonaba como si McGonagall estuviera diciendo algo sobre lo que no iba a ceder. Era raro escucharla tan tensa así, incluso si él no sabía lo que estaba diciendo. Lo asustó un poco, como cuando pudo ver por la posición de Petunia que lo pasaría tan pronto como estuvieran fuera de la vista del público.

La boca de Harry estaba seca y cuando intentó tragar, su lengua se pegó al paladar. Con las muñecas doloridas, se incorporó sobre los codos, tratando de ver a través de la rendija de las cortinas quién estaba allí o qué estaba pasando.

Madame Pomphrey lo vio antes de que pudiera procesar nada de eso. Sus ojos se fijaron en él como un depredador fijando su presa, y Harry retrocedió tanto como pudo. Sabía que ella se acercaba, incluso cuando se perdió de vista, por el sonido de sus tacones contra el mosaico.

Los tacones de Petunia también hicieron clic así. Tal vez lo estaban enviando de regreso a ellos, de regreso a donde lo golpearían de nuevo.

<< Es tu culpa. Tu culpa. Tu culpa. Mereces ser castigado >>

Harry cerró los ojos de nuevo y se resignó a ello cuando Pomphrey abrió las cortinas, la luz del resto de la enfermería inundó el lugar. Quienquiera que estuviera allí, no tuvo la oportunidad de verlo. Quizás no quería verlos.

— Señor Potter — dijo con esa calidez que sólo acompaña a las peores cosas. — Me alegra ver que estás despierto. ¿Cómo te sientes?

<< No debo decir mentiras >>

Pero no necesitaba hacerlo, porque independientemente de lo que hubiera dicho, su boca estaba demasiado seca para que saliera algo. Se sentía como si hubiera pasado la última hora tragando arena. Ella debió darse cuenta cuando sus labios se abrieron secamente, porque cogió un vaso, lo llenó y se lo acercó a los labios .

<< Patético. Eres una carga >>

Harry se sintió como un maldito idiota, bebiendo agua que le sostenían, pero bebió desesperadamente, y cuando apuró el vaso, el dolor de cabeza que realmente no había notado con todo lo demás disminuyó un poco.

— Mal — respondió finalmente, porque ya no tenía mentiras en ese frente en particular. De todos modos, nada más sería convincente.

Ella le sonrió cuando él abrió los ojos y encontró los de ella, pero fue triste y compasivo, y Harry desvió la mirada. — Entiendo cariño. Tómate un momento y llámame si necesitas algo. Estamos solucionando algunos tecnicismos en mi oficina. No te preocupes, todo esto se arreglará.

Harry no sabía lo que eso significaba, y estaba completamente seguro de que no quería nada de eso, así que simplemente asintió y escuchó atentamente mientras ella desaparecía detrás de la cortina nuevamente, y los murmullos de antes se reanudaban.

<< Fenómeno >> La gente normal no va a la enfermera porque intentó suicidarse. << Debí haber sido más rápido >>

Aparentemente, que Harry estuviera despierto fue suficiente para que todos comenzaran a susurrar; Sabía que varias personas estaban hablando entre sí, pero sus voces se habían vuelto demasiado bajas para que él pudiera distinguirlas.

Al final de todo, la voz de la profesora McGonagall volvió a alzarse. — Ya es suficiente, Albus. La decisión es definitiva. Esto ya no puede ignorarse ni manejarse tan descuidadamente.

Harry hizo una mueca. ¿El director estuvo aquí? ¿Había visto a Harry así?

<< Eres una decepción. ¿Qué pensarían tus padres de ti? ¿Qué pasa con tus amigos? ¿Qué pensará Sirius? Nunca debiste haber vivido tanto tiempo >>

El telón se abrió de nuevo, esta vez para mostrarles a todos menos a Dumbledore. Al otro lado de la sala, una puerta se abre y se cierra; Harry lo sintió como si se abriera otro pozo en él. Un agujero negro que amenaza con consumirlo todo.

<< Decepción. Carga. Fenómeno. Todo es culpa tuya y él lo sabe. Hay una razón por la que te dejó con los Dursley. Te lo mereces >>

— Harry — comenzó McGonagall, dando un paso adelante. Pomphrey permaneció al borde de la cortina, sonriendo cortésmente; Snape aparecía justo fuera de él, como si pudiera borrar su presencia sólo con la fuerza de su voluntad. O tal vez como si pudiera borrar el de Harry. — Te debo más disculpas de las que jamás podría darte. Debería haber visto lo que estaba pasando y haberte ayudado.

Él no respondió. No era que él la culpara; si ella viera lo terrible que era en realidad, no se disculparía. Era simplemente, ¿qué podría decir a eso? ¿Cómo podría explicar que todo era culpa suya, que esto era lo que se merecía?

Cuando él permaneció en silencio, ella suspiró, como si tuviera el mundo sobre sus hombros. Eso también fue culpa de Harry. Después de todo, él lo había puesto allí. — Quiero que sepas que siempre serás uno de mis leones — comenzó McGonagall, y ahí estaba. Ahí estaba el otro zapato cayendo.

Harry cerró los ojos con fuerza. Lo estaban enviando lejos, de regreso con los Dursley. Ella le diría que le importaba y luego lo despediría, y él no podía hacer nada al respecto.

— Pero en este momento, necesitas más apoyo del que puedo brindarte en el sistema de dormitorios. Por eso lo hemos decidido ... — respiró hondo y los hombros de Harry << No. No. No>> No podía volver atrás, no así — que permanecerás bajo la supervisión del profesor Snape en el futuro previsible.

Los ojos de Harry se abrieron de golpe. Por pura sorpresa, respondió — ¿Qué? No.

La profesora McGonagall se acercó a la cama y lo miró con mucha dulzura. Eso hizo que Harry se sintiera aún peor. — Sé que quizás no quieras hacerlo, Harry, pero es lo mejor que podemos hacer en este momento. Sé que usted y el profesor Snape no siempre se han llevado bien, pero él es realmente bastante razonable y muy adecuado para satisfacer sus necesidades. Dale una oportunidad, ¿sí?

La ira, como había sido durante días, lo inundó. Su voz se elevó hasta convertirse en un grito. —¡No! No lo haré y no voy a ir.

Pomphrey salió de las cortinas y Snape entró, con una túnica oscura siguiéndolo como una sombra. — No seas irracional, Potter. Está claro que no se le puede dejar desatendido y ésta fue la mejor solución. Yo mismo no estoy muy satisfecho con el acuerdo, pero haremos lo que nos digan.

— Vete a la mierda — escupió, porque era lo más fácil de decir en ese momento. Snape no se inmutó, incluso cuando la expresión de McGonagall se volvió escandalizada. Después de todo, estaba acostumbrada al temperamento de Harry. — No lo haré y no puedes obligarme.

— Descubrirás que puedo — dijo Snape, impasible como había empezado a ponerse cada vez que Harry no podía controlar su ira.

— No lo haré — repitió Harry. Parecía desesperado, incluso para sí mismo.

Snape no dijo nada, sólo siguió de pie y mirándolo. McGonagall se disculpó en silencio y Harry se quedó mirando el espacio que ella dejó desocupado.

— No quiero — dijo después de mucho tiempo.

Snape asintió, lo más agradable que Harry jamás había visto. — Soy bastante consciente. Pero debes hacerlo.


Harry no tenía nada que decir al respecto. Quería su cuchillo.










Continuara ...







/*/*/*/*/*/*/*/

Si te gusto este capítulo dale clic a la estrella ⭐️

Dejando tu estrella en cada capítulo, sabré que este tipo de contenido es aceptado y en un futuro seguir traduciendo Fanfics de Harry Potter.



Mis redes sociales por si quieres seguirme:

Pagina de Facebook [Bijou Blog] - https://www.facebook.com/Blog.Bijou.Crown?mibextid=ZbWKwL

Instagram [queen_of_the_bijou] - https://www.instagram.com/queen_of_the_bijou/

Theards [queen_of_the_bijou] - https://www.threads.net/@queen_of_the_bijou?xmt=AQGzubWKJda2ci23SFqB8cSe8xz_aV8tarAEXMY41haQZTs

TikTok [queen_bijou7] - https://www.tiktok.com/@queen_bijou7


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro