15 de noviembre de 1995

Severus T. Snape

— Director — dijo Severus, entrando a la oficina de Albus sin llamar. El hombre sabía que venía; no hay razón para molestarse con la pretensión — Ha habido movimiento en el suroeste.

Albus se levantó de una baratija que había estado manipulando para sonreírle amablemente a Severus. Él frunció el ceño tan poco amablemente como pudo — Ah, ¡qué bueno verte, Severus! Entra, entonces, muéstrame.

Apartando papeles al azar y chucherías para despejar un espacio en el escritorio de Albus, Severus dejó caer su bolso con todo lo relacionado con su investigación para la orden. Dispuso el mapa, ahora con un patrón más claro de formación de movimiento, y extendió las cartas que había estado intercambiando durante los últimos seis meses con contactos en todo el Reino Unido y el resto de Europa. Colocando unos extraños bloques que cambiaban de color que habían estado allí en las esquinas del mapa para mantenerlo extendido, Severus señaló Wiltshire, donde esta la mansión Malfoy.

— Nadie ha sido avistado aquí específicamente todavía, pero los mortífagos han sido vistos cerca, y una vez que estén en el terreno, sería casi imposible confirmar su ubicación. El resto de los avistamientos son más difíciles de interpretar, algunos de ellos no tienen razón, que yo sepa.

Entonces el director se inclinó hacia adelante en su silla, estirándose para ver las fechas y los nombres garabateados con cada línea a través de sus anteojos. Severus estaba seguro de que la única razón por la que Albus rechazó cualquier poción o hechizo para corregir la visión era porque los anteojos realzan su imagen — ¿Y de los que sí tienen razón?

— Escondites abandonados de los mortífagos. Creía que todos se habían ido incluso antes de que terminara la guerra, pero la actividad a su alrededor implica lo contrario — dijo Severus, con una pizca de amargura allí. Se suponía que él sabía todo esto; ¿Alguien se lo ocultó intencionalmente? El Señor Oscuro lo favorecía por encima de casi todos los demás, entonces, ¿por qué no iba a saber de un cambio como ese?

Albus se recostó de nuevo, insoportablemente alegre, especialmente por el tema — ¿Hacemos una redada?

— ¿Sin el apoyo del ministerio? — Severus se burló — Absolutamente no

— Mmm. También podría dañar su cubierta. No hay nada que hacer al respecto, aparte de seguir mirando, entonces.

Severus volvió a subir el mapa de avistamientos; Albus ya no lo miraba, y un vaso de agua colocado precariamente en el borde de una pila de libros lo estaba poniendo nervioso — Como tengo la intención de hacerlo, incluso si no lo solicita.

— ¿Hay alguna palabra de alguno de sus contactos sobre sus próximos movimientos?

Albus fue lo suficientemente educado como para nunca referirse al Señor Oscuro por su nombre en presencia de Severus. Sabía que lastimaba físicamente a Severus, pero también se negaba a llamarlo "el Señor Oscuro". Por lo tanto, durante estas reuniones, solo se refirió vagamente al Señor Oscuro. Severus entendería el punto de negarse a temer el nombre si no hubiera habido un tabú real sobre él.

Severus se aclaró la garganta y se apartó el cabello de la cara con rigidez, demasiado tiempo desde el último lavado — Uno de mis conocidos alemanes, uno de los contratistas de Malfoy, ha recibido una extraña solicitud de modificaciones a la mansión. Le da credibilidad a la teoría de que pueden estar preparándose para albergar tanto al Señor Oscuro como a sus mortífagos conocidos.

Eran malas noticias para Severus en particular. Sirvió como una confirmación esperada pero desafortunada, y aumentó las apuestas; la proximidad de todos los mortífagos y el propio Señor Oscuro con su ahijado ya no era sólo teórica. Cada momento que pasaba holgazaneando, dejando a los mortífagos con sus propios dispositivos y a Draco sin ninguna guía y vulnerable al adoctrinamiento, los momentos se le escapaban para salvar a un niño bueno.

— Ya veo — dijo Albus, aparentemente completamente indiferente a las noticias. Si Severus no hubiera visto al hombre en la primera guerra, listo para ser frío y cruel, podría haber confundido la impasibilidad con la calma o la amabilidad destinada a beneficiar a Severus. En cambio, vio el cambio en Albus desde el espectáculo de abuelo que montó para los estudiantes; este era un general de guerra, separándose de las personas reales afectadas por esta discusión. Todo esto era para el director ahora era un juego de ajedrez — He recibido noticias de algunos contactos míos sobre los movimientos de los mortífagos. Se ha visto a Yaxley buscando ingredientes raros para pociones y consultando pocionistas en Knockturn. Me han dado una lista, si pudieras identificar algunos posibles productos de ellos. Si está conectado, Macnair también ha estado hablando con sanadores internacionales.

Severus hizo una mueca cuando Albus sacó la lista de una pila de papeles y se la entregó. De hecho, reconoció algunos de los ingredientes y sabía para qué se usaban. Albus esperó pacientemente mientras Severus buscaba en su cartera un libro sobre pociones oscuras en el que había estado investigando para tratar de entender el ritual de resurrección que describió Potter, y pasó a un conjunto de páginas cerca del final.

— Pociones curativas, lo más probable, aunque no sé por qué estarían usando esta opción, o al menos esta versión de ella — dijo. Severus cerró el libro y se enderezó. No le importaba Albus, y ciertamente lo quería más que a la mayoría de las personas, pero estas reuniones eran una forma particular de tortura. El brebaje era demasiado complicado para explicarlo adecuadamente, y Severus no podía ver cuál sería la motivación detrás de él — Esto es arcaico en el mejor de los casos, y realmente solo se puede usar si uno no se preocupa mucho por su paciente o cualquier otra cosa que no sea la velocidad de recuperación de una manera básica. Pone en peligro la salud a largo plazo y la estabilidad mental para una regeneración rápida, y mata a su usuario al menos el dos por ciento del tiempo si no se hace literalmente sin problemas. No se me ocurre para qué podría necesitarlo el Señor Oscuro.

Albus se recostó en su asiento — Es posible que sea por él. ¿Su salud ha sido un problema?

Todavía con el ceño fruncido ante la lista y las cantidades solicitadas para cada artículo, exhaló con fuerza — No lo sé con certeza. Le proporcioné pociones curativas que deberían haber sido adecuadas al final del verano. Las cantidades ordenadas aquí también implican que se debe hacer una gran cantidad de poción curativa.

— Sí, tengo la sensación de que está planeando algo. Ha estado demasiado tranquilo. Hay algo en el horizonte y debemos estar preparados

— Naturalmente, director. Ninguno de mis contactos mortífagos ha tenido noticias sobre algo significativo en la planificación, pero estoy seguro de que eso cambiará eventualmente.

— Desafortunadamente, como muchas cosas, es probable que cambie demasiado tarde. Me gustaría, entonces, que busques activamente volver a su círculo íntimo. Haz lo que sea necesario para ver sus planes, Severus. Es de suma importancia que entendamos qué gran trabajo de curación o pociones pretende necesitar — le dijo Albus con seriedad — El destino de nuestro país depende de ello, así como el destino de tu ahijado. Le debes esto a Lily.

Severus se tragó la furia en su garganta ante la flagrante manipulación. Así era simplemente como trabajaba Albus; un plan y un viaje de culpa para obligar a otros a seguirlo — Por supuesto, director.

La sonrisa de abuelo volvió con toda su fuerza — ¡Maravilloso! Gracias, Severo. ¿Te importaría quedarte a tomar el té?

Estuvo de acuerdo, aunque solo fuera para aplazar la carta que tendría que escribirle a Narcissa sobre la visita. Cómo se resentía por sus antiguos amigos ahora; Narcissa y Lucius, una vez la familia que visitó para calmar las fiebres de Draco y caminar por los exuberantes jardines, los dos que lo ayudaron a actuar de clase alta y sangre pura como el resto de los Slytherins y mortífagos, quienes lo protegieron de alguna manera, ahora eran nada más que una pasiva fuente de información. ¿Cuánto tiempo pasó hasta que su ahijado siguió el mismo camino de aislamiento y arrepentimiento, o fue la versión de otra persona de Lucius y Narcissa?

— Cuídate, Severus. A menudo, nuestras soluciones son más fáciles de encontrar si uno da un paso atrás — dijo Albus, como si su sabiduría fuera alguna vez algo más que el escupitajo de un anciano.

— Por supuesto, Albus. Cuídate.

Su conversación sólo había hecho más frenética la necesidad de hablar con su ahijado; no solo era probable que el Señor Oscuro se mudara a la casa de Draco, sino que estaban al borde de algo importante.

Severus tuvo la suerte de que, como jefe de Slytherin, tenía una excusa para sacar a Draco de la sala común donde había estado leyendo solo. Del mismo modo, tuvo la suerte de que, como padrino en privado y vergonzosamente cariñoso, pudiera justificar por qué se había llevado a Draco una vez que estaban solos.

— ¡Té! por supuesto Ha pasado demasiado tiempo, tío Severus. ¡Pensé que me habías olvidado!

En lugar de cualquier tipo de respuesta verbal, Severus le dio a Draco una mirada apropiadamente crítica. Luego, después de un momento en que Draco lo observaba mientras caminaban por el pasillo y claramente esperaban que Severus hablara, dijo:

— Ridículo. No seas tonto, Draco.

Su ahijado se burló dramáticamente. Severus se alegró de ver que Slytherin le había permitido mantener su naturaleza extravagante; todas las burlas que había visto al respecto habían sido bondadosas y provenían de los amigos de Draco — ¡Bueno, naturalmente! Pero es posible que te hayas equivocado acerca de mi valor y te hayas puesto en ridículo — Luego, en un tono un poco más serio y tranquilo — últimamente has estado bastante ocupado.

Severus se detuvo en la pared donde sus aposentos privados tenían una entrada. Susurró la contraseña, dejando que Draco entrara antes que él — Sí. Siempre hay trabajo por hacer, especialmente para las personas por las que realmente preferiría no hacerlo — Eso hizo reír a Draco, que era la esperanza de Severus; mantener a Draco relajado. Sería más fácil si Draco no estuviera en guardia, y Severus necesitaba ver en qué se había estado metiendo con sus padres y compañeros de clase — Desafortunadamente, me ha impedido cumplir con mis deberes personales. Hablando de eso, hace poco quería escribirles a tus padres. ¿Están bien?

La reacción de Draco a eso fue interesante; miró hacia otro lado, hacia su pie derecho, antes de decir — Bastante bien, sí. Han estado disfrutando de los pavos reales albinos. Esta semana no ha estado tan embarrado, así que se ven mejor.

Severus siempre podía detectar una mentira, pero su ahijado era particularmente fácil de detectar; él siempre había mirado hacia abajo exactamente de esa manera, y había dado algún detalle innecesario o extraño junto con eso — ¿Oh? Entonces, ¿planean obtener más?

— No estoy seguro. Tendré que preguntárselo a mamá en mi próxima carta. Oye, ¿crees que es demasiado tarde para algo con cafeína?

Draco obviamente no había estado hablando con sus padres, al menos no regularmente. Era de esperar, y funcionó a favor de Severus; sus padres estarían demasiado ocupados, y era mejor si Draco confiaba en Severus y su palabra por ahora.

— Descafeinado a esta hora, creo. ¿Te gustaría una galleta con él?

Sentándose en el desgastado sofá de las habitaciones de Severus, un viejo mueble que había arrastrado consigo desde su primer departamento en Knockturn cuando se graduó de Hogwarts, Draco asintió y le agradeció cortésmente.

— Háblame de tus clases y eventos desde la última vez que nos vimos. Tú y tus amigos fueron a Hogsmeade el fin de semana pasado, ¿verdad? — Severus preguntó casualmente, vertiendo agua en la tetera.

Parecía un tema seguro, pero Draco se movió incómodo — Oh, bueno, teníamos la intención de hacerlo. Me quedé en el castillo la mayor parte del tiempo, sin ningún interés real en los problemas que se estaban metiendo. Todos rufianes, ya ves.

Severus tarareó en leve acuerdo. Fue interesante; con muy poca influencia externa, Draco se estaba alejando de la próxima generación de mortifagos. Severus sabía que había un puñado de estudiantes en Slytherin en su año así– él no había sido uno de ellos. Deseaba haberlo sido. — Sí, eso es lo que se espera de los adolescentes. Manten tu distancia de sus problemas. Eres demasiado digno para eso.

Draco resopló — Ese es el plan. Aunque... — se interrumpió, haciendo una pausa por un largo momento antes de continuar. Severus no rompió el silencio — No lo sé, tío Severus. Siento que algo se ha interpuesto entre todos nosotros.

Esto fue estratégica y personalmente muy, muy bueno para Severus. La última vez que su ahijado había acudido a él por problemas de amistad, el chico estaba en primer año. Había agua para el té en la estufa, pero Severus todavía tenía ganas de prepararle un chocolate caliente a Draco y sentarse con él, un gran tomo de pociones en su regazo, como solían hacer cuando discutían las emociones de Draco.

— Pasará, con el tiempo. Posiblemente, en el espacio intermedio, ¿podrías encontrar un grupo diferente con quien pasar el tiempo? — Severus le dijo desinteresadamente. Era una mentira descarada, lo que Draco estaba sintiendo probablemente, de hecho, no sería pasajero, pero escuchar eso ahora no lo ayudaría.

Suspirando dramáticamente, Draco se tiró hacia atrás para acostarse en el sofá — Supongo. Algunos de los Ravenclaw no son terribles, y un puñado de Hufflepuff son vagamente tolerables. Sin embargo, no esperes que me haga amigo de ninguno de esos Gryffindorks.

— No seas tonto — se burló Severus — Sabes muy bien cuál es mi opinión sobre ellos. Podrías considerar unirte a uno de los grupos de estudio de Ravenclaw. Aprobado por la escuela, por supuesto.

Severus recogió la tetera, silbando con el vapor, y casi se derrama el agua hirviendo sobre sí mismo cuando Draco salió disparado hacia arriba — ¡Sí! He querido preguntarte, ¿cuál es el trato con Umbridge? Ella es absolutamente insoportable, y si las clases siguen como hasta ahora, todos vamos a reprobar nuestros TIMO's

— Es la profesora Umbridge — corrigió Severus, aunque realmente no podía importarle menos si los estudiantes la respetaban o no. Quería agarrarla del cuello la mayor parte del tiempo él mismo, así que no podía culparlos. Dejó caer las hojas de té en el agua y observó cómo se extendía el color en lugar de tener que enfrentarse a su ahijado mientras le decía que no podía hacer nada para ayudar — ...Desafortunadamente, los métodos de la profesora Umbridge están aprobados por el ministerio. El personal no puede hacer nada, ni el director.

Draco hizo un ruido de frustración. Claramente, esto era algo más doloroso para Draco de lo que Severus se había dado cuenta. Se encontró lamentando la falta de contacto durante todo el comienzo del año. En lugar de seguir el pensamiento, colocó galletas en una bandeja y dejó la tetera junto a ellas — Yo solo- ¡es tan injusto! Entiendo las nuevas reglas, supongo, porque los Gryffindors y los nacidos de muggles realmente necesitan estar bajo control. Pero realmente,¿prohibir el quidditch? ¡Y sus lecciones de defensa son una absoluta mierda de hipogrifo!

— Lenguaje, Draco. No soy uno de tus amigos chusma. Y todos sus decretos son una completa tontería, pero, por desgracia, debemos cumplirlos — Severus hizo una pausa, dejó la bandeja sobre la mesa junto al sofá y miró severamente a Draco — No debes decirle a nadie mi opinión sobre los decretos.

—Sí, señor — tragó Draco — Pero ¿realmente sigue siendo una opinión si también es un hecho?

Severus resopló suavemente. Se sentó al lado de Draco, con la taza de té caliente en sus manos — Sí, sigue siendo solo mi opinión. Sin embargo, te animo a que practiques en privado los hechizos que puedas para la defensa. Si estás luchando con uno, puedes ir a un año superior o a mí. Mantén esta práctica en los dormitorios de Slytherin; como sabes, ella aún no ha podido acceder a ellos y espero que siga así. No le des razones para exigir el acceso.

— Siempre dramático — Draco se dejó caer sobre un codo, casi derramando el té en su otra mano — ¿De verdad piensas tan bajo de mí, tío Severus?

Tomando un sorbo de su té y tratando de hacer subir a su ahijado, casualmente dijo: —Absolutamente.

Draco graznó, golpeando su taza y agarrando una galleta para arrojársela a Severus — ¡Traición! ¡Calumnia! ¡Y de ti, mi propio padrino! Oh, tío Severus, ¿cómo pudiste hacerme esto? —

Como regla, Severus se negaba a reírse alguna vez. En cambio, solo miró a Draco con ojos crítico — Con tranquilidad y alegría.

Su ahijado se burló de él, poniendo los ojos en blanco como el quinceañero que era. Era fácil olvidar que Draco todavía era solo un adolescente y que no era el niño pequeño que Severus hacía "pociones" con jabón, agua y especias en el fregadero de la cocina.

Cuando Draco terminó su té y su galleta, Severus tuvo cuidado de no apresurarlo. No serviría de nada hacer que Draco se sintiera no deseado de ninguna manera; no había mejor manera de entregar a alguien al Señor Oscuro. Sin embargo, cuando se acercaba el toque de queda, Draco se puso de pie y se sacudió las migas de su suéter — Debería regresar, para que no tengas que tomar puntos por estar fuera después del toque de queda.

— Ridículo. Fue una reunión muy importante con el jefe de tu casa — dijo Severus con el tipo de falsa seriedad que a la mayoría le costaría decir si es real o no — Cualquier retraso es aceptable para eso. Sin embargo, necesitas tu descanso.

Draco se rió, fuerte y llamativo como siempre lo había hecho — Sí, mi sueño reparador solo es superado por mi rutina de cuidado de la piel. Te veré mañana, entonces.

— Por supuesto, Draco. Por favor, hazme saber cómo les va a tus padres cada vez que escriban, y por el amor de Merlín, encuentra pasatiempos que no impliquen las leyes que tus compañeros de dormitorio están violando. Eres demasiado joven para ser arrestado.

— Simplemente moriría inmediatamente en prisión. Mi cabello no está hecho para la iluminación, ya ves. Creo que me uniré a uno de los grupos de estudio de Ravenclaw este fin de semana. Con suerte, me permitirá hacerlo bien en mis TIMO's a pesar de la horrible maestra — dijo Draco, ya dirigiéndose hacia la puerta. Era cierto, los Malfoy en realidad no estaban hechos para ir a prisión. Sin duda, Lucius se habría derrumbado en su primer año de Azkaban si no hubiera podido alegar estar bajo el Imperius.

Con severidad, Severus dijo una vez más — Cuida tus modales y no hables así con nadie más. Buenas noches, Draco.

— ¡Buenas noches, tío Severus!

La puerta se cerró detrás de su ahijado, y Severus se quedó mirando la pared por un momento después de eso. Finalmente, con pensamientos sobre su propia adolescencia amenazando su presencia, Severus fue impulsado a la acción. Apartó la mirada del marco de la puerta para recoger los platos, llevarlos a la cocina y fregarlos. Era un tonto hábito muggle que evitaba tener con los demás, pero había crecido lavando platos a mano y simplemente... nunca se detuvo.

Algunos hábitos y rasgos eran peores que otros. Algunos días, Severus se preguntaba si había cambiado en algo desde que tenía diecisiete años y estaba furioso con todo el mundo. Había estado tan seguro de que lo que Lucius, el Señor Oscuro estaba diciendo era verdad. Estaba seguro de que, dado que existían muggles como su padre, todos merecían morir; estaba seguro de que la magia era superioridad.

No había crecido como Draco, pero había caído en las mismas trampas que sus amigos, que crecieron en familias inimaginablemente ricas y al menos vagamente cariñosas.

Secar los platos era la parte que menos le gustaba de lavarlos, y lo había sido desde que era pequeño y ayudaba a su madre con las tareas del hogar. Aun así, no usó magia para hacerlo, sino que alcanzó el cajón de los paños de cocina y los seco uno a la vez. Severus los había secado con magia una vez en su vida, y solo una vez.

Regulus le había enseñado el hechizo para ello. Severus se había ido a casa ese verano, unos meses después de cumplir diecisiete años y era capaz de usar magia legalmente, y la usó para secar los platos mientras su padre estaba desmayado y borracho en otra habitación. Se sentía mal de una manera tan profunda y dolorosa que después, había estado enfermo. Se limitó a las toallas de mano después de eso.

De alguna manera, se perdió toda la lección en ese momento. Incluso ahora, no estaba completamente seguro de qué sacar de eso; que la magia no lo era todo, o tal vez no podía esconder partes de sí mismo detrás de túnicas rígidas y crueldad. No se lo había dicho a Regulus, probablemente porque su amigo habría visto el mensaje, incluso con lo arraigados que estaban ambos para entonces.

El joven Severus Snape, enojado, amargado y fanático, había sido el que convenció a Regulus de la causa. Antes, cuando ocurrían los primeros murmullos de estudiantes que se unían a las crecientes tensiones políticas, Regulus había pensado de manera similar a Draco. Aun así, Severus había logrado convencerlo y eso mató a su amigo.

Arrojó el paño de cocina sobre el estante y se sirvió un vaso de whisky de fuego. Mientras las imágenes de Regulus, primero resistente a las molestias de Severus y luego sosteniendo la túnica de mortífago, vinieron a su mente con el mismo tipo de culpa que tenía al pensar en Lily, Severus vació su vaso. En lugar de volver a llenarlo, se llevó la botella entera a la sala de estar.

No podía soportar pensar en esto. Tenía que sacárselo de la cabeza.

Contra su voluntad, los recuerdos de sí mismo seguían viniendo a su mente cuando era joven, tan apasionado por algo tan horrible, y las comparaciones entre Regulus y Draco seguían surgiendo de nuevo.

Lily, Regulus... ¿Cuántos de sus seres queridos morirán por culpa de Severus? Draco también podría estarlo, si Severus no pudiera salvarlo a tiempo. El tiempo se estaba acabando. El hijo de Lily estaba prácticamente muerto, si seguía en el camino que Albus estaba despejando. Dos niños más, al igual que él, Regulus y Lily básicamente seguían siendo, perdidos en lo que bien podría haber sido la mano de Severus.

Cuando volvió a beber, lo hizo directamente de la botella.

Continuara ...

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