Como todos los días, estaba trotando. Pero ahora me acompañaba Fernanda, se le notaba de mal humor por algo que le paso.

No quise preguntar pero aun así lo hice.

—¿Por qué ese animo?—Pregunte con calma, con algo de curiosidad en mi voz.

Fernanda dejo salir un bufido visiblemente molesta, pero aun así se mostro abierta a hablarme.—Nada, una de las amigas de mi mamá se mudo con su hija y todos parecen encantados con ella. No entiendo que le ven, es una antipática y vieja, no entiendo que le ve Nicolás.

—¿Vieja?—Dije con el seño fruncido, estaba confundida, ¿Qué no Luciana tenia la misma edad que Nicolás o Fernanda?, logro recordar con exactitud nada.

—¿Pues cuantos años tiene?—Pregunte confundida.

Fernanda resoplo y se puso a pensar.—No lo se con exactitud pero, debe tener 19 o 20 creo. E incluso creo que más.—Declaro girando los ojos con molestia.

Me quede en silencio algo confundida, entonces si Luciana tiene al rededor de 20, ¿Qué edad tiene Nicolás?, porque si yo en estos momentos tengo 17 años. Como la Grace antes que yo, ¿dejaban que persiguiera enamorada de alguien mayor de edad?, ¡Qué edad!, ¿mayor de 20?

—Bueno, en términos de edad ella esta un poquito alejada de nosotras.—Comente, sacudiendo mi cabeza tratando de no darle muchas vueltas al asunto para no marearme.

—¿Poco?, son tres o cuatro años más. Incluso puede ser que mas, porque era muy chiquita y mis recuerdos de ella son vagos.—Menciono algo cansada.

—Bueno, que gran día.—Dije siguiendo trotando, por lo que pude notar la mueca y el característico blanquear de ojos de Fernanda en vivo y en directo.

—Grandísimo, espero no encontrarme con tu hermano de "casualidad" de nuevo.—Exclamo con sarcasmo Fernanda, soltando un bufido.

Yo solamente la mire confundida, pero luego recordé que Joel no descanso nadita en perseguir a Fernanda hasta hacerla su "amiga".

Esto va a ser largo.

El día no podía ser peor, hoy no fui a correr luego de clases porque me pegue un resfriado. Me dolía la garganta, moqueaba, me sentía cansada y no tenia apetito. En clases me sentía horrible, no se porque tengo que ir si estoy así de mal, pero si o si iba.

Y allí, no me daban nada mas que paracetamol.

Yo creo que me resfrié luego de correr con Fernanda, porque más tarde hizo mucho frio y más encima comenzó a serenar un poco cuando estaba llegando a la casa.

Afuera estaba haciendo un poco de frio, soportable. Pero mamá si o si me hizo ponerme unas chamarras y chompas que eran de mi antes yo, y ahora ando cubierta de todo con una bufanda en el cuello. Ni yo me reconozco.

Estaba apunto de salir de la casa e ir al mercado a informarle a mamá que algunas cosas ya habían en abundancia, para que no se gastara de más. Porque escuche hablar a la abuela Nelly, que "la Charo compra un montón de cosas y se despilfarra el dinero para hacer ese mísero plato de comida".

Lo cual me enojo, porque ella no es quien para hablar de despilfarrar el dinero si ella es peor.

—Quiero llegar y ver a donde la estafan, ahí si me voy a reír.—Murmure con enojo del momento, teniendo la nariz un poco tapada.

Abrí la puerta y la cerré con llave, ya que solo quedaba Jaimito en la casa, y ese niño es más movidito. El padre manual ya ha tenido varias quejas sobre el.

Por lo que la mejor opción es dejar cerrada la puerta, total solo estaré afuera durante máximo 20 o 25 minutos.

Camine hasta la esquina y gire por la vereda mirando hacia adelante sin pensar en nada mas que me quiero mejorar rápido, porque andar cubierta hasta el cuello de esas cremas y remedios caseros es asfixiante.

—Hola Grace.—Me saludaron, era un chico que ni siquiera note que venia caminando al otro lado de la calle.

—Hola, desconocido.—Murmure parpadeando confundida, sobre quien podría ser. Me gire levemente y solo puse ver su espalda y no su cara. ¿Quién será?, su voz se me hacia conocida pero no se de donde. 

Bueno ya no importa, me volvía al frente y seguí mi camino.

Me encontraba en mi habitación echada, sin nada mas que hacer, había vuelto del mercado hace ya mucho y me sentía agotada de tan solo caminar, tomar micro y volver.

—Quisiera ver algo, pero en la tele solo hay señal de cable.—Dije sin ganas, incluso el chavo del 8 se me hacia aburrido luego de verlo varias veces. Solo habían noticias, películas viejas y repetitivas y canales nada que ver conmigo.

Necesito ver algo, no me importaría si fuera una novela de esas que miraba la abuela.

¡Novelas, eso es!

Me levante de la cama con entusiasmo, casi saltando, pero de inmediato me arrepentí al sentir por un momento mi cabeza caliente y sentirme mareada.

—Debo de dejar de hacer eso..—Susurre, apoyándome en la cama.

Cerré mis ojos y respire hondo, los abrí de nueva cuenta y me enderece para empezar a caminar a la sala, donde se encontraba la televisión.

Mientras me acercaba a mitad del pasillo, se escucharon fuertes golpes desde la puerta de donde se entra a la casa. Confundida apresure mi paso, hasta llegar a la sala y notar una silueta en el cristal de la puerta.

—¡Grace!—Escuche la voz de la persona gritar mientras tocaba la puerta.

Me apresure hasta la puerta extrañada, ya que no lograba reconocer la voz por tanto golpe a la puerta.

Puse la llave y abrí la puerta, para luego ser apartada por.. ¿Verónica?, ¿Qué hacia aquí?

La mire girarse y cerrar la puerta sorprendida y extrañada, antes de que pudiera decir algo me abrazo mientras, ¿lloraba?

—Me dejo Grace.—Decía Mientras me abrazaba con fuerza.

Me quede sorprendida, ¿la dejo quien?, ¿acaso estaba con alguien? 

—¿Qué tienes Verónica?—Cuestione tratando sutilmente de alejarla.

—¡Nicolás es igual a todos!—Grito, dando un zapatazo, por fin dejándome de abrazar. 

Al escuchar lo que dijo rodé los ojos—Uy, pero que novedad.—Comente con sarcasmo.

—Imagínate que me lo encontré en el frente bien fresco, con una tipita cualquier cosa. Y le di la oportunidad de que me pidiera perdón por lo que hizo y, ¿sabes que me dijo?—Cuestiono mirándome.

No pude captar casi todo lo que dijo a esa velocidad, por lo que simplemente me acerque a ella que estaba sentada en las sillas de la mesa y me senté en la silla negando con mi cabeza.

¿Qué mas podía hacer?, ¿echarla?, o sea si pero-

—Ni siquiera me miro, no me dio excusas y no me pidió disculpas ni nada parecido. ¿Te imaginas?—Dijo interrumpiendo mis pensamientos, volviendo a decir todo eso muy rápido que casi ni la entiendo por completo.

Y espera, ¿ella dijo Nicolás?, ¿acaso ella y Nicolás andaban o algo?, pero no recuerdo.. aunque tampoco recuerdo cuales fueron las novias de Nicolás en todas las temporadas. 

—¿Y estabas con el en algo?—Cuestione queriendo aclarar mi confusión.

—Si pues Grace, ¿o porque e habría dado esos besos tan apasionados?—Me cuestiono a la defensiva, por lo que me sorprendí.

—No, yo solo.. Mejor dime que estaban haciendo ellos, según tu.—Pregunte, sacudiendo mi cabeza, olvidándome momentáneamente de mis dolores. Necesitaba acción, y esto también contaba como eso, chisme.

—No quiero ni pensar en eso.

Rodé los ojos, quería saber algo por lo menos, ver su reacción.—Ya, ¿pero quien era la chica?, ¿una rubia o castaña clara con ojos azules?—Pregunte, intentando recordar algo sobre la apariencia de Luciana.

—¿Para que querría a alguien así, si me tiene a mi?—Pregunto, con demasiado desagrado.

Solo suspire y mire hacia otro lado. 

—¿Cómo sabias que se veía así?—La escuche decirme, me gire a verla. Viendo que me estaba mirando con molestia y, ¿lastima?

—Pues porque..—Empecé a hablar, pero como le diría que se eso si ni siquiera me he topado aun con Luciana o Nicolás—. Los vi, la otra vez de reojo por la ventana, así que no estaba muy segura.

Me miro con la boca abierta, mirando la ventana para luego verme indignada.—¿Los viste y no me dijiste nada Grace?, que mal. ¡Eres una mala amiga!

—¡Oye tampoco me grites!, y no te dije porque no los vi bien.—Contradije, algo molesta sintiendo mis orejas calientes, y mi cuerpo sensible al frio de la mesa—. Te lo dije, ni siquiera estaba segura de que eran ellos, así que. ¿Por qué te diría eso sin estar segura? 

La mire, dejándola en silencio, su cara indignada paso a una triste casi, casi, apunto de llorar.

—Ay, Grace.. es que, perdóname. Eres tan buena amiga como yo.—Dijo, agarrado sus manos con las mías como consuelo.

Le di una sonrisa falsa, buena amiga ella, si claro. No diría nada aun.

—Si...amiga.—Murmure con mi voz algo forzada, ya que no entendía como esta chica se quería hacer mi amiga a la fuerza.

No le hablo, entonces me hablaba ella, la bloqueo y me reclama en otro numero. Hablamos en el instituto y se cree la mejor amiga de todos, cuando ya le deje en claro que si, podríamos ser amigos. Pero de vez en cuando, y que no éramos mejores amigas. 

—Es que no puedo creer que Nico me haya hecho esto, Grace.—Exclamo golpeando la mesa. 

Me sobresalte sorprendida al verle hacer eso—. entonces el y tu no estaban destinados a..—Mis palabras quedaron en el aire cuando ella se levanto con una mirada peligrosa—, ¿a donde vas?—Cuestione, pero me ignoro y se dirigió rápidamente a la puerta—. ¿Verónica a donde vas?!

Me levante rápidamente de la silla a seguirla, esta definitivamente iba a hacer una locura, conociéndola como es en este tiempo.

Sali de la casa, solo para ver a verónica gritando en la puerta de los Maldini, de vez en cuando tocando la puerta.

Sintiendo pena ajena me le acerque rápidamente y la agarre.—¡Verónica que haces!?, vámonos. Estas pasando vergüenza, no te rebajes por un chico.—Grite, agarrándola con la fuerza que me salió de quien sabe, mientras se quejaba y seguía gritando cosas para Nicolás.

Mientras la arrastraba, pude notar como varias personas nos miraban, esto era incomodo.— ¡Dios!, ¡verónica eres una tonta!—Grite, cuando logre arrastrarla hasta la puerta de la casa.

—Nicolás me debe una explicación Grace, ¡por nuestra relación!—Grito, acomodándose su cabello mientras sostenía su cartera—, y si eres mi amiga me vas a ayudar a que me pida disculpas.

—¿Disculpas?—Cuestione en shock, al ver que pensaba que yo la iba ayudar.

—Si, yo se que me ama.—Aseguro con tanta seguridad que me dio vergüenza oírla—. Vamos a su casa, tal vez si tu estas él abra la puerta.—Declaro con una sonrisa.

—Mira Verónica, yo ya pase mucha vergüenza al arrastrarte hasta aquí.—Exclame con molestia, sorprendiéndola—. No voy a pasar más de eso, además estoy enferma, chau.—Me despedí, casi gritando.

Me di la vuelta y saque mi llave, entrando a la casa. Cerrándola rápido detrás de mi, casi azotando la puerta. 

—Y yo que quería ver acción hoy, ¡pero no estar yo involucrada!—Comente, adentrándome en la casa haca mi cuarto, ignorado los gritos de verónica.

Sin duda, nunca se puede estar en paz en las lomas, ¡jamás!

29/01/2025 [1799 Palabras] [Escrito y corregido, o eso espero]

Holaa, espero y les guste :)

los amooo <3