—¿Qué mal es el que estoy pagando?!—Exclame frustrada luego de despertarme al día siguiente y no estar en mi casa.

—¿Por qué a mi?, ¿Qué he hecho?, ¡por que me castigan así!—Grite en voz baja revolcando me en la cama—. Y para fregarla más, en Grace González. ¡Grace González! ¿Me odias universo!?

Luego de descargar toda mi frustración, me invadió el miedo y la incertidumbre.

Me recosté en la cama mirando el techo por sabe quien cuantos minutos.

Pasaron horas y entre ese tiempo un médico me vino a revisar y hacer preguntas de todo tipo.

A las cual a veces ni respondía, no tenía ni ganas de nada. Simplemente miraba a la nada intentando procesar por completo, por que no se si lo saben pero aceptar que estas en otro cuerpo en muy difícil y raro, además de ser muy incomodo.

Ya que mientras más pensaba, más sentía las diferencias en cuanto a la respiración, cabello y sentidos y sensaciones.

La puerta se abrió y me gire viendo a quien entraba junto al doctor, Charo.

Se me acercó y pude ver que tenía los ojos un tanto rojos, lo que hizo que me sintiera rara y no me alejara de ella cuando se puso al lado de la cama.

—El doctor tiene algo que explicarte, hijita.—Me dijo y miro al doctor.

Fruncí un poco el ceño ante lo que dijo, ya que me sentí un tanto incómoda. Dicho esto, dirigí mi atención al doctor quien bajo su tabla de anotaciones, e hizo una mueca.

—Señora González, lamentablemente llegamos a la conclusión de que su hija padece de amnesia temporal.—Dijo y yo abrí mis ojos abriendo mi boca escuchando—. No presenta problemas para leer, hablar e incluso conoce como usar objetos básicos. Lo que quiero decir es que, tal parece que su hija perdió los recuerdos solo con ustedes.

Vaya, que gran discurso. Lo mire incómoda, ¿y que se supone que yo haga con eso?, no es que no los recuerde. No tengo recuerdos de ellos además de la novela.

De repente oí un sollozo al lado mío que me asustó y me gire dando un saltito.

Parpadee y me sentí muy mal, no me gustaba por alguna razón que Charo llorara. No me gustaba que nadie llorara cerca de mi, era súper incomodo y no sabría que hacer.

—Y.. Doctor ¿Hay algo que se pueda hacer para que ella recupere la memoria?

Trague saliva y me gire al doctor, sin saber que decir.

—No sabría decirle con certeza, lo siento. Lo que si le puedo decir es que, no la agobien o intenten que recuerde a la fuerza, eso solo haría que los recuerdos difícilmente regresen rápido.

—¿Ósea que tengo amnesia? —Pregunte, recibiendo un asentimiento por parte del doctor—, y tu eres mi.. ¿Madre?

Dije con dificultad, era raro decirle madre a otra persona.

—Puede que no te sepas sus nombres o caras, así que sería mejor si se presenta señora.—Le sugirió el doctor refiriéndose a Charo.

—Si, hijita. Me llamo Rosario pero en la casa y todo el mundo me dicen Charo, soy tu mamá.

Asentí en silencio, entendiendo, no sabía que más hacer.

—De hecho si me acuerdo de ustedes. —Comencé, con una idea en mi mente —. Pero no como usted cree, sino que los recuerdo como personas externas, a usted la recuerdo como 'Sra. Charo' y no como m-amá.—Explique, tratando que sonara convincente.

Mire unos segundos al doctor y a la Sra. Charo, quien se tapó la boca y le salieron más lágrimas. Dios, Charo no me la pones fácil, todo esto era difícil.

—Eso es un avance, significa que tus recuerdos siguen ahí, solo que no por el momento.—Explico el Doctor sonriendo.

Le devolví la sonrisa algo forzada, y mire discretamente a Charo e intente sonar lo más inocente que pudiera.

—¿Entonces eres mi mamá?—Ella asintió—, eres muy bonita.—Alague pero luego ladee mi cabeza—. Pareces joven, si yo tengo...

De repente me di cuenta de que no sabía que edad tenía Grace, y bueno, como lo voy a saber si estoy en el hospital además de que no recuerdo si mencionaban su edad en la novela. Casi nunca me daba cuenta de cuanto tiempo pasaba en cuanto a los capítulos.

—¿Cuántos años tengo?—Me atreví a preguntar.

—Diecisiete, Grace.

—Oh, esta bien. Gracias. —Dije asintiendo mi cabeza.

Diecisiete, digo.. oh wow, ¡soy dos años más joven ahora!

Si antes me lamentaba por que ya iba a entrar a los veinte, ahora tengo tres años de desfrutar mi adolescencia. ¡Oh Dios mío!

Una sonrisa resplandeciente creció en mi.., en el rostro de Grace, en mi ahora rostro. Tengo mucho por hacer. Definitivamente.

—¿y cuando me- nos podemos ir? —Pregunte sacudiendo mi cabeza alejando la ganas de chillar o hacer otra cosa.

—Si, doctor eso mismo le quería preguntar pero se me pasó.—Dijo la Sra. Charo.

—No hay problema con que se puedan ir hoy mismo, pero si desea reposar esta noche aquí no hay problema.

—No se preocupe Doctor, yo me la puedo llevar hoy. En la casa nos esperan.

No, ni mierda me voy a la casa de los González, espera.. Ahora que lo recuerdo. ¿Estoy en lima o donde antes vivían?

Abrí mis ojos al darme cuenta de que no sabía eso, ¡era lo más importante!

Muy bien Stefenie (ahora Grace), ¡haz la pregunta rápido!

—Eh.. Una consulta, ¿estamos en Lima, Cierto?—Pregunte arrastrando las palabras.

La Sra. Charo parpadeo y se limpio su cara y me miró con el ceño ligeramente fruncido.—Si hija, estamos en Lima.

Deje salir un suspiro aliviada, no me apetecía estar en ese tiempo.

Esto no me gusta nada.

Bajamos del taxi, Charo (mamá) me ayudo a salir del auto pidiéndome qué tuviera cuidado. Ni que estuviera invalida..

No, ni lo pienso, eso solo le pasara a la Grace original.

Cerro la puerta del taxi, y el auto se fue, dejándonos en medio de la calle.

Alce mis cejas al ver la casa de los Maldini, era en definitiva hermosa, se veía y reflejaba qué tenía dinero y sus plantas eran simplemente magnificas.

—Oh, esto es increíble...—Murmure, ya que ver la casa en vivo y en persona era totalmente diferente a verlo por pantalla.

Me gire y vi la casa de los González, si, no era la mejor de todas. Le faltaba la pintura, cerámica y-

—Oh demonios... —Susurre viendo que por la ventana Teresa me miraba como si fuera la cosa más impactante del mundo.

—¡Familia!

Si, en definitiva, el universo me odia.

Fue incómodo conocer a los González, ya que todos se me acercaron y me comenzaron a hablar al mismo tiempo.

Y eso me estaba agobiando, lo que al parecer la Sra. Charo (Mamá) noto, y grito llamando la atención de todos para luego explicar lo que el doctor nos había dicho.

Eso ayudo un poco por que todos soltaron un '¿Que?!' y se quedaron en silencio mirándome.

Luego de eso y mil preguntas sobre si me acordaba de ellos aunque sea un poco, me permitieron irme a la habitación acompañada de la Sra. Charo (Mamá).

Recorrer el pasillo fue algo emocionante, ya que podía ver las paredes y que todo era totalmente una casa, no como las escenas de la casa en pantalla.

Nos detuvimos en una puerta, qué por cierto, identifique al tiro, ya que estábamos cerca de donde había un espacio en círculo qué conectaba a las otras habitaciones y el baño, sino mal recuerdo.

Entre a la habitación que Grace compartía con.. Ya ni me acuerdo, en realidad.

Revise con mi vista todo el lugar analizando, me senté en una cama con algo de duda, sin saber si era o no la cama de Grace.

—Grace, tu cama es esa de ahí.—Me indicó la Sra. Charo (Mamá) apuntándome la cama al frente de donde me senté.

—Oh, ya. Si.. —Murmure y me fui a esa cama, sentado me en silencio.

La Sra. Charo parecía no querer agobiarme pero estar en silencio tampoco era muy cómodo que digamos. Era super incómodo..

—Así que.. Soy Grace González.—Repetí aplanando mis labios mientras la miraba—. Se que no tengo 'recuerdos' de ti, ¿así que porque no comenzamos conociéndonos?—Pregunte, se que obligatoriamente viviría con ellos así que debía de conocerlos.

—Ay hijita..—Ella murmuró mientras se tocaba el pecho, sentándose al lado mío.

Siento que vendrán cosas desagradables, nunca he sido de una familia grande.

Tendré que empezar a hacerme a la idea.

Obligadamente.

Holiiii, ¡que les pareciooo????'

Espero y les guste.

Los amo<3