Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5

Gretchen

—Hola ceniciento ya es hora de irnos —le digo entrando a la cocina, encontrándolo lavando trastes.

—¿Ir a dónde?

—Iremos a las prácticas de americano del club donde mis tíos nos dieron membresía, quieren que hagamos ejercicio en vacaciones —respondo y bajo la mirada a mi estómago, sigo siendo delgada, viva la genética.

—Ah cierto, ya voy solo me seco las manos ve tomando las llaves si quieres es hora de que vayas practicando.

—Oyee, si se manejar que tan diferente puede ser una moto de un auto —el me mira como ¿es enserio? Y si, enserio incluso debe ser más difícil una moto — ya salgo, te espero en el auto —al entrar al auto prendo el radio y lo dejo en mi estación favorita.

—Vámonos chofer temporal —ordena Luck cuando entra al auto.

Al llegar a la cancha veo a un par de chicos hablando con las animadoras vaya este club tiene de todo.

Me siento con mi hermano en las gradas al medio para ver bien todo el entrenamiento.

—Que emocionante ¿no crees? —el asiente con la cabeza riendo —pero en los cuatro años que llevamos viviendo en Nueva York, teniendo entradas aca no habíamos visto los entrenamientos.

—No sabía que había equipo aquí, tal vez venga a ver un juego —observa a el equipo pensando.

—Suena bien —miro al campo y me doy cuenta de que el entrenador acaba de llegar —es hora de hacer de criticadores hermano mío.

El entrenamiento comienza, más bien es como una prueba para nuevos jugadores, porque no tienen un uniforme ellos pero en las gradas hasta abajo hay como siete chicos con su uniforme.

Mi hermano parece pensar lo mismo que yo —oye será que los de uniformes son jugadores "oficiales".

—Sí y los de la cancha son novatos, son pruebas más bien ¿no?

—Creo que recibimos información errónea a la entrada.

El entrenador empieza a hablar con los nuevos sobre entrenamientos y blah blah blah, hasta que se queda en silencio un momento y llama a los chicos que estaban sentados en las gradas para que se presenten pero dejamos de prestar atención Luck y yo al recibir una llamada de Rox.

— ¿Qué querrá esta chica? —pregunto al aire para luego contestar —Hola Rox.

Hola Gretchen, estas en altavoz ahora Sav te escucha.

—Hola chicas ¿qué pasa?

—Estamos aburridas y ahora estamos en el Starbucks frente al centro comercial, hace rato que salí y bueno ajá, no sabemos que hacer —al decir eso me percató del ruido de tazas —¿dónde estás?

—Llevamos como media hora en el club, mi tía nos pidió que viniéramos a hacer algo productivo y aquí estamos sentados viendo un entrenamiento.

¿Ya casi regresan?

—No, aún falta como una hora o más.

—Mmm, bueno, nos vemos en como cuarenta minutos en el club —responde Savannah.

—Ok aquí las veo nos vemos en el campo de americano -murmuro volteando a ver al campo.

—Ok nos vemos luego linda —Rox se despide de fondo.

Al terminar la llamada mi hermano me cuenta lo que paso mientras estaba distraída.

El resto de la práctica transcurrió normal y fue muy divertida ya que el entrenador les decía niñitas y provoco que muchos chicos o se molestaban o lloraban o simplemente ignoraban sus palabras pero por Dios hasta yo sé que todos los entrenadores de americano son así.

El entrenador les estaba dando instrucciones para saber si habían quedado y más cosas, pero yo deje de prestar atención porque vi a mis amigas caminando hacia aquí y bajamos a su encuentro.

—Hola chicas —las abrazo y ellas me devuelven el saludo.

—Hola Rox, y hola cariño —saluda Luck —chicas iré a la cafetería por un agua muero de calor ¿les traigo algo?

—Tráeme agua fría —le pido.

—Claro ¿y tú Rox?

—No, yo nada, gracias Luck.

—Te acompaño amor —Sav se va con mi hermano dejándonos a Rox y a mí.

—Vamos bajo ese árbol G, se ve fresco —miro a Rox y asiento de acuerdo.

—Si creo que me voy a derretir y...—se queda distraída mirando al frente— vaya mira a esos chicos son muy lindos me hubieras dicho y llego antes, que buena vista —Rox parece muy entretenida viendo a los chicos ahora sin camisa agotados.

—Hormonal —me burló negando con la cabeza— aunque debo admitir no están nada mal pero yo no vine a ver chicos lindos vine a juzgar al nuevo entrenador y ser productiva claro —nos quedamos viendo a los chicos.

—Ese chico te ha volteado a ver como tres veces —comenta señalando indiscretamente a un chico alto y rubio que justo en ese momento volteaba.

Abro los ojos con un ataque de nervios horrible bajando de un manotazo el brazo de mi amiga que aún no señala.

—Que está mal contigo, acaso tienes pena.

—No, vamos a saludar —se levanta luego de menos de cinco minutos de estar sentadas.

Empieza a caminar y se que va muy enserio, no puede quedarse en paz, sin buscar un estúpido ligue, me levanto para ir detrás.

—Ey no, Roxanne, no seas idiota —la intento detener casi colgando me de su brazo —yo si tengo pena así que no seas así.

—Hola, chicos —saluda ella con la mano desde lejos llamando está vez la atención de todos —uy ya nos vieron, ya que, hay que ser educadas y saludar.

La voy a matar.

Rox se acerca con una gran sonrisa enganchándose de mi brazo.

—Te odio en este momento —murmuro entre dientes.

—Cuando seas novia de ese chico lindo ya veremos —responde de la misma forma.

—Espera, ¿qué? Para tu tren.

Intento seguir cuestionando su frase pero me veo interrumpida por las presencias enormes de el equipo de americano al que me arrastro mi amiga.

—Hola.

Damon

—Ni siquiera sabemos que debe recordar.

—El doctor fue como ahora debe recordar todo lo que ha pasado o no se si podremos curar su corazón -empieza a relatar con un mal intento de la voz de el hombre de la serie.

-Lo sé, Liam, te encargaste de que no me moviera en todo lo que duro tu estúpida película, era demasiado irreal y sin argumentos -respondo dejándome caer en el pasto.

—Ahora me pregunto cómo es que lo harán acaso hay forma de quitarle la memoria a alguien, acaso lo llamarán en la próxima película y dirán "ey creo que la parte de memoria que te falta es la razón de tu mala salud, estás olvidando algo de alta importancia" —finge ahora una voz como de anciano, creo que intenta hacer de nuevo al doctor.

—Que malo eres imitando voces —me burlo riendo levemente.

—Pero te hice reír, ya puedo morir tranquilo, te volviste un viejo arisco desde que...—

—Cállate —lo interrumpo repentinamente molesto, odio que me lo recuerden.

—Oh vamos, han pasado más de seis años, debes pasar página, deja de culparte.

Lo ignoro levantándome listo para irme, ya acabe este estúpido trabajo, fue mi último día de niñera.

—Ey, no te enojes, estábamos pasándola bien, no seas amargado, perdóname —me persigue Liam y me contengo de voltearme y soltar insultos que no valen la pena gastar.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco.... —cuento mentalmente mientras camino a mi auto ignorando a Liam, pero llego al noventa y siete, de nada funciona, sigo con los puños tensados y cada persona que se me cruza se quita con algo de miedo, no les hare nada, pero mi altura y corpulencia es intimidante.

Me subo al auto pero cuando me estiro para cerrar la puerta una mano se interpone.

Levanto la mirada enojado y me topo con quien menos esperaba.

Bufo rodando los ojos mirando al cielo frustrado, sé que no he sido la mejor persona del mundo, ni de cerca, ¿pero no me merezco tranquilidad un jodido día?

— ¿Qué mierda quieres? ¿Y por qué me sigues? —le cuestiono queriendo terminar lo que sea que me quiera decir.

—Uy que humor, eso explica el Liam molesto y harto que me encontré cuando te buscaba.

—No estoy para jueguitos, dime a lo que viniste y lárgate.

—Le quitas la diversión a la vida, aun no acaba tu trabajo, me ayudaras con mi parte.

—Y porque crees que quiero hacerlo, yo ya acabo aquí este estúpido trabajo de niñera, era el trato.

—Oh —suelta una risita burlona —ya no vas a vigilar, yo haré todo, solo te necesito por esto —dice señalando mis brazos.

—Tú también tienes.

—Pero tú eres musculoso, podrías cargar una vaca si te lo propones.

— ¿Acaso te harás granjera y no me contaste? Te ensuciaras tus preciadas uñas y botas de marca —me burlo con un fingido puchero de pena.

—Jaja, no estoy para jueguitos —me copea seria, bipolar— tengo brazos, sí, pero necesitare cargar a la chica de quien eres niñera y claramente no puedo, nos caeríamos a los tres pasos.

— ¿Cuándo y por qué vas a cargar a la niñita caprichosa?

—Yo te diré cuándo, ahora te necesito para organizar el plan, no puede haber fallos y solo será un susto —responde con una sonrisita divertida subiendo al lado de copiloto— ya sabes a donde.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro