Damon

La tenemos.

Vuelvo a leerlo sin creerme lo que mi inconsciente me grita, frunzo el ceño confundido ante el mensaje — ¿tienen qué? — suelto el celular dejándolo en el tablero del auto. Cierro los ojos recargando mi cabeza en el volante.

Luego de unos minutos en completo silencio decido ponerme en marcha a donde tendré mis respuestas.

Simplemente no me creo que esto esté pasando, que más tendrían si no es a ella, algo lo suficientemente importante como para avisarme que pasa, no es como si Matt fuera por la vida anunciando que encontró algo que perdió como sus llaves, las pierde demasiado, solo no pierde su cabeza porque la tiene pegada.

Matthew ha estado muchas veces a punto de ponerle rastreadores a sus cosas, es tan distraído que esa fue la mejor idea que tuvo y no dudo ya lo haya hecho con algunas de sus cosas ya, incluso con su hijo, podrá tener apenas unos meses pero las pocas veces que lo he visto me he dado cuenta de lo hiperactivo que es.

Cuando llego a la organización estaciono mi auto donde siempre y bajo azotando mi puerta algo nervioso, debo admitir, si no es lo que creo será... bueno solo espero no llevarme esa desilusión, en cuanto esté de nuevo bajo nuestro radar este sentimiento de culpa con suerte se ira y todo volverá a la normalidad, al menos ya no será mi problema su bienestar y con eso seré más que grato.

En cuanto doy un paso dentro del lugar llega el ayudante de mi padre —es como una secretaria pero le jode lo digamos, le hiere la hombría al parecer, es raro el hombre, mucho, pero sirve— el hombre comienza a apurarme jalándome tras él.

—Ey suelta, puede caminar yo solo —jalo mi brazo logrando que me suelte —ahora dime que pasa.

—No tengo muy claro cómo, todo lo que se es por palabras sueltas que he escuchado, mi fuente para enterarme de lo que sucede es Jen y bueno, ella...ya no —murmura con una mueca triste.

Creo que mi hermana y el tenían algo raro, basado en negar que pasa y miradas fugaces que ellos creían nadie notaba.

Ignorando la diferencia de edad siempre, se llevan como cinco años, pero Jen es mayor de edad y sabe lo que hace.

Lo malo en este caso es que el cree que Jen en realidad murió, no sabe cómo, solo mi familia y los involucrados en la misión para filtrarme conocen las razones y que fue mi culpa, pero en si el que Jen sigue viva solo mi familia lo sabe por seguridad tanto de ella como del plan que ahora parece fue para nada.

—Es el trabajo, no es tiempo de sentimientos —le recuerdo continuando el paso después que Kaden se detuviera perdido— sigue contándome —ordeno cuando me alcanza.

—Claro, perdón —se aclara la garganta y comienza su informe rápido— al parecer lograron dar con las coordenadas de la señorita Brown —me cuenta y en cuanto escucho el apellido de ella dejo de escuchar.

Y no sé cómo sentirme, debería estar aliviado, supongo, pero solo me embargó un sentimiento de ansiedad y molestia cuando caí en cuenta que todo el plan, meterme en la cueva del enemigo, casi matar a mi hermana, todos esos días encerrado en mi oficina, mi cuarto, estudiando los perfiles psicológicos de las cabecillas de la organización Lébedev, planos de un par de sitios que Liam consiguió con un par de contactos que tiene, o simplemente todas esas horas desperdiciadas planeando cada detalle para lograr justo esto y salir ileso, ya no sirven para nada.

Todo  comienza a dar vuelta, mareándome, encontré el talón de Aquiles de la misión que planeamos para ser perfecta, que lográramos la meta antes de tiempo y sin utilizar lo que sacaría de mis tiempos infiltrados.

Hace nada me aceptaron como uno de ellos, salirme ahora sería estúpido, me dejaría completamente al descubierto sobre mis verdaderas intenciones.

Las próximas horas solo estoy perdido en mí, lejos de donde mi hermano, padre y demás gente planea un rescate pronto, rápido y seguro, pero no logro poner atención en ningún momento y cuando mi padre cae en cuenta de ello de inmediato me obliga a salir del lugar y aunque por un momento me molestó por sacarme de los planes terminó entendiendo que es lo mejor, no le conviene a nadie, ni a mí, tenerme en ese rescate.

Camino fuera del lugar rendido a poder pensar algo congruente ahora y cuando recibo un mensaje del hombre de la otra noche aprieto los labios convencido que hoy no es mi día.

Luck

En estos momentos ya no encontramos que hacer, el estrés por el secreto que cargo, la verdad de lo que está pasando, pesa en mis hombros como nada me había pesado antes.

No puedo dejar de pensar en mi hermanita, solo quiero tenerla entre mis brazos de nuevo, saber que está sana y salva como tantas veces me prometí que cuidaría luego de que nos quedáramos huérfanos.

Llevo la cuenta de cada maldito día donde a duras penas logro dormir. Todo ha pasado a segundo plano, la angustia se atasca en mi garganta, pensando que un día llegarán mis tíos y aceptaran lo que tanto temo, que Gretchen ya no esté más, que ya no podre verla.

Su sonrisa.

Su brillante cabello castaño oscuro.

Sus ojos.

Sus tardes sentada en su ventana leyendo.

Verla y darme cuenta que sigue creciendo, que no es más la pequeña niña de Londres.

Escucharla hablar y que en momentos se le salga el acento de Inglaterra.

Que se burle que me llegue el acento a mí.

Sus molestias.

Incluso cuando es testaruda y me hace molestar.

Solo... yo no podría estar en un mundo donde ella no sea más parte, nunca pensé que tendría que preocuparme por ello.

Uno nunca piensa que perderá a sus seres queridos, a nadie le gusta pensar que ese día podría llegar.

Y peor aún que nuestro ultima convivencia habría sido una donde la dañe, la hice sentir mal con tristes recuerdos diciendo cosas que no debí sin conocer todo detrás.

Si ya no está, ese será nuestro último momento, yo no quiero que sea así, no puede quedarse de esa forma.

De nuevo las ganas de llorar me embargan hasta la medula y tengo que respirar repetidas veces, pestañeando y mirando al techo para contenerlas.

Es tan horrenda esta situación, la ansiedad de no saber cómo esta, extrañarla y ser un espectador en las peleas que constantemente ocurren con sus amigos.

Ella era como el pegamento que mantenía a todos unidos, ahora las chicas se pelean con los chicos constantemente o entre quien primero encuentren algo que gritarse, es extraño como a la falta de una persona todo se salió tanto de control.

Dylan, él es quien más alejado ha estado de nosotros, Gretchen era con quien mejor se ha llevado siempre y desde que desapareció el busca distraerse en lo que encuentre, si no era haciendo ejercicio, salía continuamente de la ciudad para visitar a sus familiares o simplemente prefería estar ahogando sus penas en alguna fiesta.

Nadie lograba hacerlo entrar en razón, ayudarlo a buscar formas menos desgastantes de preocuparse, pero no escucha y todos se rindieron ya.

Roxanne, ella se la pasa con Savannah y si no está con ella porque tiene alguna cosa que hacer o porque está conmigo Sav, desaparece.

Jaden, de él como de Savannah no hay mucho que decir, los dos constantemente parecen estar a punto de perder el control y romperse pero no se lo permiten, solo fingen tranquilidad y se pierden en sí mismos.

Jaden siempre sale corriendo, diciendo que necesita ir a su lugar y susurra algo de Gretchen después, temo este empezando a alucinar o algo y bueno Savannah solo duerme, no sé qué tan sano sea que duerma tanto o como lo hace tan aparentemente tranquila, pero es su forma de olvidarse de todo hasta ahora.

Todo es un completo caos, incluso mis pequeños primos están mal, Lía no es muy conciente de lo que pasa, lo que significa una desaparición como la de su prima, pero para Austin aunque finja que no, le remuerde.

Pero lo que más jode es cuando vamos a la escuela, muy pocos amigos de la universidad llegaron a conocer bien a Gretchen, además de Tyson, quien parece bastante preocupado, no sé que tanto salieron o como era su relación pero el ver a mi amigo rubio mal, me deja tranquilo que el iba enserio y no era un simple entretenimiento.

En fin, por mi parte son pocas las miradas de lástima que recibo, al parecer el chisme de alguna forma se corrió y desde que volvimos de vacaciones hace meses, los amigos de Gretchen son quienes más se quejan de la lastima y tacto que reciben de hasta maestros.

Y cuando mis tíos irrumpen en mi cuarto, donde intentaba copear a Savannah y dormir, todo comienza a sentirse como una mala broma, donde no quiero emocionarme, que pensé no era real y en verdad ya estaba dormido, soñando.

Todo fue tan rápido, en un momento estaba acostado acariciando la cabellera de mi novia y al siguiente mis tíos nos levantaban repitiendo lo mismo, una y otra vez.

Ya la tienen, vamos.

Y esas palabras se repetían en mi cabeza, solo podrían estar hablando de ella, que más los tendría tan felices.

— ¿De qué hablan? —cuestiono en voz baja negándome a ilusionarme y sin querer despertar a Savannah.

—Luck, la encontraron, no sé cómo está pero al menos se encuentra segura, con ellos —responde mi tía refiriéndose a las personas responsables de su búsqueda.

— ¿Están seguros?

—Sí, todo estará bien, anda levántense, podemos ir a ver como está —habla esta vez mi tío con una gran sonrisa abrazando a su esposa quien llora desde que soltó las palabras que llevo semanas, meses, queriendo escuchar.

En cuanto caigo en cuenta de lo que significan sus palabras me emociono y me levanto de golpe de la cama, ella necesitara cosas.

Camino apresurado a su cuarto, el que desde que desapareció no había querido abrir y ahora es momento, por lo que abro y tomando de su armario una mochila comienzo a meter ropa y todo lo que encuentro que creo podrá servirle.

Pero una mano se coloca sobre mi brazo deteniendo mi movimiento acelerado.

—Ey ya, amor, relájate —pide Savannah adormilada —solo deja estas cosas, primero vayamos a ver como esta luego habrá tiempo de cuidarla ¿ok?

Respiro hondo volteando a verla y se me desgarra el corazón cuando observo sus ojos rojos, no precisamente por despertar, si no por las lágrimas que caen sin cesar de sus ojos castaños.

Suelto la bolsa dándole la razón, ahora importa saber cómo está de salud, muero por verla.

—Todo parece tan irreal, ¿enserio está pasando? —le pregunto tomando sus manos.

—Si cariño, la encontraron —responde con la voz quebrada soltando mi agarre para llevar sus manos a mi rostro.

—No quiero que tod... —empiezo a decir pensando lo peor pero Savannah se pone en puntas para alcanzarme y me calla uniendo nuestros labios.

Luego de un par de segundos donde nuestro beso se vuelve salado por las lágrimas de alegría de los dos nos separamos.

—Anda vamos.

Y lo juro, este trayecto fue el más largo que he pasado en mi vida, bajo el deseo de que mi pequeña hermana este bien, saber que podré cuidarla, que ese momento que me atormenta no será el último, simplemente la felicidad que embarga el auto por la expectativa de saber de ella.

Cuando llegamos al hospital, el cual jamás había visto, supongo es solo para la gente que trabaja donde mis tíos y alguna vez mis padres lo hicieron. Cosa que me da algo de paz, estoy seguro la atenderán de lo mejor aquí y la cuidaran.

Al llegar la mujer de recepción nos manda a sentar asegurando que en cuanto tenga cualquier información de ella nos avisara, por lo que sin poder hacer más hacemos caso sentándonos en las incomodas sillas a la espera.

De inmediato luego de preguntarle a mis tíos si era una buena idea tener a otros tres jóvenes pululando por aquí ansiosos, tras recibir una confirmación de su parte Sav y yo llamamos a los demás, contándoles la noticia, pero solo Jaden podía venir ya que Rox y Dylan estaban fuera de la ciudad y no volverían hasta en tres y cuatro días cada uno.

Tras una media hora de silencio sepulcral donde cada uno estaba perdido en si llegó un jadeante Jaden, quien al no encontrar lugar cerca al parecer tuvo que correr varias cuadras.

Buscando en que distraerme me puse a ver a la gente, imaginándome que las traería a esta sala de espera y en el momento que una mujer de bata salió del área de urgencias acercándose a la recepcionista mi atención se quedó en ella, expectante de saber si había atinado el padecimiento del familiar de otra de estas personas.

Pero cuando se acercó a la sala de espera y pronunció:

Familiares de Gretchen Brown.

Mi mundo se paralizo.

Perdón por tardar en actualizar, entre a clases y estoy organizándome, además el cargador de mi computadora se descompuso y estuve unos días sin la misma, ya que estaba descargada y bueno, hasta hoy se me hizo escribir jaja, perdón.

En fin, gracias por el mockup publicitario a EditorialStellar me encantó, les recomiendo esta editorial de una vez, tiene muchas áreas y hace cosas súper bellas :))