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Capitulo 13

Damon

Camino apresuradamente concentrado en los papeles que tengo entre las manos.

Pero el cuerpo de alguien chocando contra mí me hace perder el equilibrio más logro maniobrar y mantener el equilibrio, más la otra persona falla cayendo estrepitosamente.

Bajo el las carpetas para observar al idiota que se me cruzo encontrando un rostro desconocido.

Mis sentidos se alertan empujándolo de nuevo con mi pie al suelo pisando con todas mis fuerzas su pecho.

—¿Quién eres? -le pregunto buscando alguna familiaridad en su rostro.

El chico se mueve bajo mi bota intentando zafarse pero no se lo permito imponiendo más fuerza.

—No lo preguntare dos veces —vuelvo a hablar.

—Luck, Luck Brown —responde y es cuando me doy cuenta de quién es.

—Ah ya, el hermano de la desaparecida —digo fingiendo desinterés, como si el tema no llevara asfixiándome semanas.

El chico levanta su mano como si buscara apoyo para levantarse —¿pero este que me cree, su bastón?— lo miro mal para después seguir mi camino ignorando su ser.

—Ey espérame, necesito que me guíes —pide alcanzándome y de nuevo se gana una mala mirada de mi parte.

—Acaso tengo cara de guía turístico —cuestiono con una sonrisa sarcástica.

—No, solo acabo de llegar y no sé dónde están mis tíos, ya recorrí medio edificio, me gane varias reprimendas por entrar a cuartos que no, e interrumpir entrenamientos o juntas —me explica como si me interesara.

—Si crees que perderé mi tiempo ayudándote estas muy equivocado.

—No te hará daño ser un poco amable.

Me detengo abruptamente ante su comentario, volteando a verlo serio.

—Brown, no estoy de humor, no me conoces, ahórrate tus estúpidos comentarios y largo de mi vista.

El da un paso atrás claramente incómodo y algo atemorizado por mi reacción.

No soporto me juzguen de esa forma, puedo ser amable si quiero y ahora que estoy de tan mal humor prefiero estar solo, pero él no lo sabe e igual abrió la boca.

—Ey, tranquila bestia feroz —habla Liam llegando de quien sabe dónde, genial —discúlpalo últimamente su humor se basa en ser grosero y sarcástico, la mini Brown es como una patada en las bolas para él, si no es como cuando éramos como sus niñeros es porque ya no lo es y ahora esto, es un volcán esperando explotar —empieza a divagar recargandose en mi.

—Liam cierra la boca —le digo quitando su brazo de mis hombros, otro que me cree bastón.

—Soñar es gratis —sonríe burlón para luego dirigir su atención a Luck— anda, yo te guío.

Tomo eso como mi camino libre para salir de la escena y continuar mi camino a la oficina de el jefe.

Vuelvo a guardad las cosas que no pude seguir observando por la interrupción y camino aún más rápido, llego tarde.

Doy un par de toques a la puerta y al escuchar el "pase" del otro lado entro encontrando a mi padre con Matthew y Jen, el en su escritorio, mientras mis hermanos están sentados en el sofá dejando libre un espacio que no tardo en tomar.

—Llegas tarde —me riñe papá en cuanto me siento.

—Tuve un inconveniente de camino, se me cruzo el hermano mayor de los Brown y luego llegó Liam y no me lograba ir.

—Así que ya le contaron —murmura para sí mismo mi padre.

—Eso parece, supongo era necesario, solo es meditar un poco la situación, de hecho se tardaron, debieron decirles a los dos desde pequeños como a nosotros, crecimos sabiéndolo y estamos excelente —comenta Matt, con un asentimiento lo apoyamos Jen y yo.

—Pues... —responde alguien desde la puerta— ni tanto Matty, pero está bien soñar, su salud mental no está ligada a la física y seamos sinceras, tienen fallas por ahí.

— ¿Qué hace el aquí? —preguntamos los tres al unísono.

—Yo también los extrañe —responde irónico.

—No fué mutuo —le dice Jen.

—Ya déjenlo, es familia y se respeta a la familia, los eduqué de esa forma —nos riñe papá levantándose para recibir al hermano de mi difunta madre, Robie.

—Ese hombre no merece ser de la familia —murmuro.

—Y porque no, ilumíname Damon —se acerca Robie cruzándose de brazos serio.

—Cuando su hija y hermana desaparecieron usted estaba muy tranquilo como si fueran vacaciones mientras mi padre y sus cercanos se rompían la cabeza, luego cuando las encontraron decidió no ir a su funeral y solo aparece cuando se trata de trabajo, eres un desconocido —me levanto con la intención de salir de la escena pero mi padre no me lo permite sentándome de nuevo en donde estaba.

—Tú de aquí no te vas, si no quieren tratar bien a Robie por ser de la familia bien, pero al menos sean profesionales, él es un gran estratega y será de ayuda así que compórtense.

Los tres bufamos rendidos, tiene razón pero solo estar en la presencia de ese hombre es como si fuera de nuevo un pequeño asustado y ahogándose en culpabilidad por no saber dónde están su madre y prima.

Donde intente sostenerme de mi tío al no tener a mis hermanos, estaban encerrados en casa mientras yo tuve que estar en medio de los adultos ya que fui quien estubo en la escena, no hubo tiempo para más y mi padre no se quedaba quieto.

Por lo que solo quedo Robie, pero me dio la espalda, me dejo ahogarme en mi dolor.

Lo único que le puedo agradecer a ese hombre fue que me obligo a volverme fuerte a las malas, desde ese momento me negué a llorar, en vez de lágrimas y sollozos, mi dolor se convirtió en horas de entrenamiento hasta volverme la persona que soy.

Una hora después de estar solo en la oficina de mi padre sentados poniendo al día a Robie sobre todo lo que pasaba llevamos la conversación a la sala donde nos juntamos con los demás integrantes del equipo para esta misión, el rescate de Gretchen.

Jamás hubiera pensado que acabaría en esta situación, es difícil creer como todo se fue de control tan rápido, un día era niñero de una chica pretensiosa y hartante y al siguiente la secuestran, pobre.

Ya me imagino como debe estar de confundida, si no es que bueno, estamos llegando tarde, prefiero no profundizar ese pensamiento desagradable.

Pero hace pocos meses la asustamos con el secuestro falso, como una medida apresurada y forzada para que se asustara y con suerte se relajara en su casa, sin salir a el peligro o incluso mudarse pero no, hizo todo lo contrario, esa niña es dura de espantar.

En si el día que la tuvimos no fue más que algo mental, quizá manipularla un poco para que se diera cuenta del peligro que corre sin uso de la violencia claro, si le pusiéramos una mano encima a Gretchen ya estaríamos en camilla por el castigo que impondrían.

Los días pasaban volando, cada día lo sentía menos, era desesperante como pareciera que el tiempo corría apresurado, pero a la vez eran eternos los días, una combinación pésima y rara, pero yo así lo sentía.

Otros días me las pasaba en el gimnasio entrenando, sacando la frustración y culpa que me embargaban, peleaba con mis hermanos, Jen será mujer pero es una máquina de guerra por lo que estaba prohibido ser más gentil y suave con ella solo por ser una chica aparentemente débil.

Pero lo que más repetía en mis días eternos fue repasar el plan, estudiando el plan, las cabezas de la organización, siempre es bueno conocer el terreno. También buscaba cualquier punto débil que pudiera derribar todo, no me quiero arriesgar, después de todo seré el que hará la parte complicada y más larga.

Poco después ya teníamos todo estructurado perfectamente, no había forma de que algo saliera mal, me aseguré de ello, consideré hasta lo más sádico, idiota o impensable, solo debía hacer las cosas tal como estaban planteadas, conservarme impasible, nada se saldría de control, estoy seguro de ello.

El día había llegado, me reuniría con el hombre que me ayudaría a llegar a Gretchen, estaba esperándolo en un callejón cercano al edificio que tras estudiarlo días me lo sabía cómo la palma de mi mano.

Unos días antes la primer parte del plan fue realizada no era nada muy complicado, solo un pequeño teatro para lograr de una manera más sencilla que confiaran en mí, después de todo esa es la clave para llegar ileso a la meta.

Creamos un show en la calle con mi padre y hermano, de hecho todo comenzó como una pelea inventada donde daría entender que los odiaba pero una cosa explotó otra y terminó por ser una guerra de verdades a gritos donde enserio nos molestamos y llevó a que le gritara con más intensidad "detesto todo esto, estoy harto de sus mandos, ya acabe con ustedes".

Admito fue divertido y liberador, nada que no sepan ya ellos pero es agradable gritar, que fuera en público no fue mi cosa favorita, pero lo acepto, era la única forma.

Por supuesto terminó siendo bastante realista y quien sabíamos con antelación que se encontraba rondando por ahí recibió el mensaje claro.

Y como buena parte de la organización Lébedev, por lo que entendí una especie de guardaespaldas importante, no lo sé, iría con la noticia de la pelea.

Todo eso solo para que pensaran que en realidad me interesa formar parte de esto a "escondidas" de mi familia y vengarme, solo manipulamos un poco al guardaespaldas que llevó lo acontecido a oídos de quien necesitaba, pequeñas señales de mi supuesto plan de venganza contra mi gente por aquí y por allá, nada muy complicado de lograr.

Salgo de mis pensamientos cuando siento la presencia de una persona al final del callejón, levanto mi peso de la pared donde me encontraba recargado y camino a su encuentro.

—Así que tú eres el famoso Damon West, al fin te conozco al hijo rebelde de Emily —aprieto la mandíbula ante la mención de mi madre, como se atreve— últimamente eres la comidilla de mi organización —bingo, esto será aún más fácil de lo que pensaba, no son muy listos.

—El mismo.

—Nunca pensé que este encuentro sucedería, cuando el jefe me mandó casi me caigo de la silla.

—Les conviene tenerme —comienzo con una sonrisa torcida— el rencor maneja el mundo y quiero acabar con ellos, que mejor que con quienes más los odian.

—Ya, pero aún tenemos dudas así que necesitaremos algo para asegurarnos que no es una trampa.

El hombre empieza a caminar por mí alrededor con una postura elegante pero retadora, intentando ser intimidante.

—Lo que sea —respondo.

—Esperaba que lo dijeras —responde y hace una seña hacia las sombras.

De la oscuridad emergen dos hombres enormes y entre los dos siendo arrastrada está Jen, controlo mi expresión cuidando de no mostrar la sorpresa y preocupación por mi hermana menor, logrando fácilmente el continuar impasible, años de práctica y entrenamiento no podrían pasar desapercibidos.

Entre las cosas desagradables que me harían pasar por darles su ansiada garantía que mi intención es enserio claro que imagine esta situación, mas no estaba listo para vivirlo.

—Ella que —indago mirando a Jen.

—Es nuestra garantía que hablas enserio cuando mencionas que serás fiel y no es una trampa estúpida, porque créeme si resulta una mentira todo esto yo mismo te cazare hasta matarte de la manera más horrenda y desagradable —una sonrisa maquiavélica oscurece su rostro.

—No será necesario, temo que tu sueño no será.

—Las palabras no valen nada, mentir es una forma de respirar en este oficio, así que toma —me entrega una pistola y mueve mi mano hasta que le apunto a mi hermana—. Mátala y sabré que hablas con la verdad, ya no te importa tu familia, eso dijiste y ahora lo comprobaras. Hazlo y considérate de inmediato parte de la organización Lébedev.

Miro a mi hermana detenidamente pensando donde disparar, su cabello se mueve suavemente con el viento de la noche, sus mejillas, nariz y ojos están rojizos, lloró, pero la sonrisa apenas perceptible en su rostro me tranquilizan, lo hizo por engaño, está bien.

—No tenemos toda la noche West —me apresura el hombre mirándome con los brazos cruzados y haciendo un constante golpeteo con su pie ansiosamente.

—Deja de mover el pie, no me dejas concentrarme, ¿o acaso quieres que falle y de sin querer al pie de cierta persona? —amenazo fastidiado por el sonido molesto.

—Enserio harta —me apoya Jen rodando los ojos —al menos déjame morir en paz.

—La niña y el tienen razón —menciona uno de los grandulones —ya déjalo.

Los tres le prestan atención al hombre del tic en el pie, solo necesitaba una pequeña distracción para eliminar la ansiedad por Jen de mi cuerpo, es un medio para un fin, no hay más opción.

La pequeña discusión que comenzó enfrente de mí me da el tiempo que necesitaba.

Al fin se queda quieto luego de dudar un segundo y la atención vuelve a mí y Jen una vez más.

—Ya lo deje, hazlo de una vez.

Volteo de nuevo con Jen y dejo de darle tantas vueltas, levanto la pistola de nuevo apuntando a su pecho, será rápido, le dolerá un momento.

Gracias por la ilustración a SBersecker , me encanto, mis bbs Gretchen y Damon, ay que bello que es, si no lo vieron regresen al inicio, aprecien esa obra de arte :))


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