Capítulo 10
Damon
Estúpida niña.
Me repito una y otra vez pasando la mano por mi cabello, frustrado, al igual que todos en esta sala aparentemente.
Gretchen decidió salir, de noche, ya estaba oscuro, no llevaba celular consigo al parecer y todo lo que sabemos es por medio de testigos en un vecindario de mala muerte.
Lleva casi seis días desaparecida, ayer la reportaron así su familia, apenas, agh estúpidos, en casi una semana no tienen idea de lo que le ha podido pasar, quizá esta muerta, enterrada en alguna zanja en Canadá o yo que mierda se.
Pensaron que no volvía por un aparentemente reciente pleito con su hermano o algo así, en cuanto salió la palabra desaparecida de la boca de la oficial al cargo del caso me perdí, solo se lo más superficial que alcance a escuchar detrás del constante pitido en mis oídos, escuchando mi conciencia gruñendo que había fallado, de nuevo.
Todos estos estúpidos meses persiguiéndola como su niñero/guardaespaldas, fueron en vano, Liam y yo dejamos de seguirla hace dos semanas atrás pensando que había captado la advertencia y tendría cuidado, pero no, hizo todo lo contrario.
Decidió hacer como que nada paso y siguió su vida igual.
Y ahora todo lo que estábamos buscando evitar sucedió, perdimos su rastro, lo último que sabemos es que Gretchen estaba en alguna especie de shock parada como vaca a media calle y la atropellaron, de ahí en más es como si hubieran jodido los recuerdos de los testigos, todos repiten la misma secuencia de palabras.
En shock, no se movió, la atropellan, se desmaya y de ahí nadie dice más, es desesperante y por ser una adolescente con casi dieciocho los oficiales le bajan la importancia, pensando que es un jodido acto de rebeldía o una mierda así.
Agarro una lámpara del escritorio en el que estaba investigando los posibles lugares donde la podrían tener.
Ya tenía el brazo levantado listo para lanzarla a la pared cuando una mano me toma de la muñeca deteniéndome.
—Pero que te pasa, estas cosas son caras hermanito, además no es tuya esta oficina es de papá y le gusta la lámpara —ruedo los ojos ante la voz de la moral alias Matthew, mi hermano mayor.
— ¿Qué haces aquí Matt?
— ¿Acaso no puedo venir a visitar a mi familia?
—Al fin te acuerdas de que tienes una además de tu esposa e hija, vaya, hoy se cae el cielo.
—Piensa lo que quieras pero déjalo ahora y cuéntame porque todo el lugar es un jodido caos —ordena serio.
Bufo guardándome mi respuesta, no quiero empezar a pelear.
—Gretchen...
—La hija de lo... —me interrumpe ganándose una mala mirada y mi interrupción.
—Si, ella, déjame acabar. Hace unos días se peleó con el hermano, escapó sola, llegó a un vecindario de mala muerte, abandonó la moto, la atropellaron y secuestraron —resumo.
—Oh, pobresita chica, le pasó de todo en una sola noche —comenta al aire— y con razón están así, esa niña es importante por aquí, ¿qué más saben hasta ahora?
—Solo datos que no llevan a ningún lado.
— ¿No llevaba celular?
—No, y aunque llevara, si es lo que pensamos esa gente sabía que hacían y se encargaron de no dejar rastro.
Dirijo mi mirada a la lámpara que por un principio me saco de la mano mi hermano. Enserio quiero romper esa cosa.
—Ni se te ocurra Terminator, si quieres romper algo vamos a un lugar que te den cosas viejas e inservibles.
—Y la lámpara muy nueva ha de ser. Podría jurar que la vi en casa de la abuela hace unos años.
—Con más razón, déjala ahí y levanta; vamos a entrenar para que te desestres, veremos que tanto has mejorado —habla burlón caminando a la puerta —si no, patearte un rato el trasero será para mi diversión.
Me quedo sentado tomando la carpeta donde están las descripciones del accidente y secuestro escritos por los testigos pero Matt me la arranca de las manos.
—Levántate, no va a aparecer información nueva mágicamente, deja que los expertos en rastreo la busquen. Hacer de esta oficina tu cueva, donde te volverás loco muy problemente no servirá para encontrarla, así que levántate y vamos, ya.
Bufo molesto sabiendo que tiene razón, cierro los ojos un momento intentando sacar todos los pensamientos relacionados de mi mente y cuando logro calmarme me levanto.
Salimos juntos de la oficina rumbo a los vestidores para cambiarnos a ropa más deportiva e ir al gimnasio.
No lo negare, me gusta pelear con Matt es bueno en ello, es excelente en varios tipos de artes marciales así que siempre salgo sabiendo algo nuevo; golpeado y adolorido pero relajado a fin de cuentas.
Gretchen
Silencio y oscuridad.
Esas dos cosas han sido mis compañeros los últimos días, no sé cuánto tiempo ha pasado, solo duermo y al despertar hay una botella de agua y una manzana en sus últimos días, al menos no me tienen muerta de hambre.
No tengo idea de donde estoy, es una especie de sótano, pero no hay nada, solo yo, unas escaleras en caracol en la esquina y al terminar de subirlas una puerta de metal.
La única luz que entra es por una pequeña ventana que permite el aire pasar, pero está hasta lo más alto de la pared, es imposible asomarse.
La ventana es polarizada, por lo que no ayuda mucho que digamos a diferenciar la hora.
Estoy asustada.
Además no he tenido ayuda médica, aún persiste el dolor de los golpes luego de atropellarme. Si su plan es que muera lenta y dolorosamente lo están logrando de la mejor manera.
El constante dolor en la cabeza es lo que más me preocupa, sé que no es migraña, recuerdo el momento en que me golpee al ser aventada por el auto, tengo miedo de que sea algo grave.
Me abrazo las piernas pegándome a la pared poniendo mi cabeza entre mis rodillas en posición fetal, asustada, solo llorando y rogando mentalmente que alguien me saque de aquí o ya me mate, el dolor está acabándome y tengo hambre.
Estoy a punto de enloquecer.
Y por primera vez en días escucho la puerta ser abierta de golpe, me debato entre voltear o mejor quedarme con los ojos cerrados pero un jalón en mi cabello me obliga a levantarme y al abrir los ojos siento como mi mirada se llena de lágrimas.
—Pero, tu... —me quedo quieta sin saber cómo reaccionar al ver a la persona frente a mi viéndome con odio —¿tu ayudaste a secuestrarme?
—Dah, quien mejor que yo para ayudar, además no está nada mal la remuneración, y será un honor ver cómo al fin pagas lo que ellos no pudieron —responde dejándome confundida.
—¿Qué? ¿De quién hablas? Pero tú eres mi ami... —me jala del pelo aventándome al suelo aturdiéndome al golpear mi cabeza.
—Calla, deja de hacerte la sufrida, no te soporto —suspira tocando sus sienes.
Me muevo hasta una esquina agarrando mi cabeza, duele, duele mucho.
— ¿Te duele? —cuestiona con diversión en la voz—. Revise el historial médico, ¿te cuento que es lo que tienes? —sin esperar respuesta sigue hablando —pequeño spoiler, con suerte mueres en uno o dos meses, es momento de ver que tan fuerte es la princesita —murmura con burla.
« — ¿Lo hacemos con demostración? Bien, empecemos por lo más simple —toma mi muñeca dejándola en el suelo y le da un pisotón provocando un alarido de dolor de mi parte— esguince en muñeca izquierda, no debiste meter la mano al caer —esta vez me patea las costillas y siento las lágrimas caer con más fuerza— costilla rota, aunque debo aceptar eso sucedió cuando llegaste y seguías desmayada, algo de diversión para el equipo —agrega tranquilamente. »
« —¿Seguimos? porque Gretchen, enserio te hiciste daño. Es divertido verte sufrir, de lo próximo no es dar demostración, ya debió de haber sanado, así que te lo digo sin más, contusión en la cadera, que buen golpe te pusiste tras atropellarte— miro a la persona al frente de mi asustada ¿estuvo en el coche?— se lo que te preguntas y si, no tuve el placer de ser la causante, pero iba de copiloto, ¿te divirtió volar después de golpe? A mi si, lo disfrutamos. Y deje lo mejor para el final, ¿adivinas? —vuelve a jalarme del cabello chocando mi cabeza con la pared con fuerza y siento como el grito de dolor me desgarra la garganta—contusión cerebral, me tome la libertad de investigar un poco, te contare de lo que me entere »
« Las contusiones cerebrales son lesiones traumáticas del cerebro, causadas por un impacto directo y violento en la cabeza, exacto tu bonito golpe luego de volar al chocarte, debió doler mucho —pausa su relato un momento viéndome agarrar mi cabeza con desespero, rogando que deje de doler, quiero vomitar —tu lesión puede provocar una disminución en la función mental a largo plazo y puede dar lugar a una hernia cerebral, una condición que amenaza tu cerebro y quizá en algún momento dañe un vaso sanguíneo provocándote la muerte y algún golpe más, pero nada que vaya a tardar mucho en curar, estuve estudiando —termina su relato poniéndose de cuclillas a mi lado -por la amistad que tuvimos antes de que supiera quien eras espero vengan a acabar tu sufrimiento pronto, solo estorbas y desperdicias oxígeno. »
— ¿Por qué haces esto? —cuestiono ignorando mis náuseas y que probable en cuanto abriera la boca vomitaria lo poco que he comido estos días.
—Ya lo sabrás —se levanta y veo como se aleja yéndose.
Pero cuando recapacito de lo que paso los últimos minutos estallo en llanto, no solo por el dolor físico, si no el de traición.
El dolor de ver que alguien que yo quería y apreciaba tanto sea parte de esto, confiaba tanto en esa persona y ahora me doy cuenta.
No importa los años que lleves conociendo a alguien, nunca la terminas de conocer o quizá nunca la conociste, solo conviviste con una farsa.
Luck
— ¡¿Luck?! —Gritan en mi busca desde la entrada de la casa— William, ¿seguro que si estaban en casa? —le cuestiona la preocupada voz de mi tía Daniela acercándose a la sala, donde estoy con Savannah.
—Claro que si, por algo estaba abierta la puerta y además lo llame cuando llegamos del aeropuerto, dijo que estaría aquí —contesta mi tío y es cuando los veo llegar.
—Hola, ¿qué tal el viaje? —pregunto levantándome del sillón para recibirlos junto con Sav.
—Corto, cansado pero bien, se logró lo que queríamos —comenta mi tío William.
Comenzamos a hablar sobre cómo les fue y lo que hicieron, saludamos a mis primos quienes llegan unos minutos después en un taxi del aeropuerto junto con quién los cuidaba.
Lía salió corriendo escaleras arriba en cuanto tuvo oportunidad y Austin solo se quedó parado en silencio.
—Si me permiten preguntar ¿cómo pueden estar tan calmados?. Estamos hablando de su sobrina, de tu hermana, su prima, como es que no están en crisis —cuestiona Sav y se me encoje el corazón al verla llorar —solo... no sabemos que le pasó, donde está. Podría estar pasándola horrible y... no estamos haciendo nada —a causa de los sollozos se le hace imposible acabar bien sus frases.
—Tranquila, no seamos pesimistas, seguro ella estará bien y con nosotros pronto, está en buenas manos la búsqueda —se acerca mi tía y la abraza dejándola llorar.
Consolándola con palabras optimistas.
—La policía es una mierda nunca la encontrarán bien —se mete en la conversación Austin.
Cuando lo volteo a ver tiene la cara roja, intentando contener su llanto, pero al no lograrlo se tapa el rostro.
—Austin, debías ir a tu cuarto con Lía, le afecto mucho saber que Gretchen estaba desaparecida, necesita el apoyo de su hermano —le pide su padre abrazándolo— necesito que seas fuerte por ella, no te preocupes por Gretchen, estará bien.
—¿Me lo prometes?
—Haremos lo posible campeón.
Austin sonríe suspirando y sale corriendo hacia el cuarto de Lía.
— ¿Sabes? si Gretchen estuviera aquí habría más ruido, se siente muy tranquilo, ojala solo este con algún conocido dándose un descanso, hace semanas la notaba mal —comenta Sav con la culpabilidad en la voz y quebrándose— se supone soy de sus mejores amigas... y solo ignore su pesar.
—Ey, no, no es tu culpa amor calma —susurro limpiando sus lágrimas cuidadosamente— todo va a estar bien, ya verás cómo dentro de unos días ella estará aquí quejándose de que no se puede mover, porque no lo hará sin que yo este con ella, no volverá a darnos sustos así —intento ser positivo, ella necesite que sea fuerte, no me puedo derrumbar.
Nos sentamos con ella en mis piernas desahogándose con su cabeza escondida en mi cuello y la abrazo hasta que para de llorar luego de un buen rato.
—Gracias por eso Luck, enserio lo necesitaba —susurra sin moverse de su lugar adormilada— soy muy afortunada de tenerte, te amo—sonrió dándole un beso en la cabeza cargándola hasta mi cuarto donde la dejo dormir.
Cuando vuelvo a la sala mis tíos están ahí sentados, serios, esperando aparentemente por mí ya que en cuanto me escuchan llegar voltean a verme invitándome a sentar.
Camino extrañado hasta el sillón frente a ellos y los miro curioso.
—Luck, creemos que ya es hora de que lo sepas —empieza mi tía.
— ¿Saber qué?
—No lo puedes saber todo, solo podemos explicarte partes, ellos deben acabar esta platica, mejor si es cuando Gretchen ya este sana y salva con nosotros, aunque si es quien creemos, solo espero que la alcancemos —comenta vagamente hacia mi tío.
—Sigo aquí y no entiendo, ¿de qué hablan?
—Estamos seguros que lo que le paso a Gretchen no fue un accidente.
—Pero, no puede ser. ¿Quién podría querer hacerle daño? es una buena persona, algunas veces como todos se equivoca y es terca como mula, pero nunca ha hecho tal mal como para que le hagan daño —respondo defendiendo a mi hermana, sigo confundido, pero solo, ella no.
—No es por algo que ella hiciera, va a algo más grande, que no nos corresponde responder a nosotros.
—Solo te diremos que está en buenas manos el caso, en muy buenas, si alguien la puede encontrar son ellos y por favor cuídate.
—¿Pero cuidarme de qué? Solo me han dado respuestas inconclusas —les digo frustrado.
—Luck...
Hola solo vengo a recordar que
es mi primera vez escribiendo escenas infringiendo dolor físico, así que cualquier sugerencia soy todo oídos.
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