Capítulo 4: Los Ángulos No Son Buenos.
James todavía seguía prescionando a Kirk para que soltara la verdad pero Kirk se negaba a toda costa.
- Oigan, chicos... -murmuró Jason- ¿Saben dónde fue Lars? Es que dejó tirado su documento pero no lo veo por aquí...
Kirk tomó rápidamente el documento pero James se lo arrebató.
- ¡Hey! Dámelo. -le dijo Kirk.
- No, ésto es de Lars por tanto no lo vas a romper.
- Pero este papel de mierda dice que soy un africano y judío... ¡Y eso es mentira! Para colmo, Lars lo firma para hacerlo legal.
- Ah, ¿entonces te molesta ser africano y judío, pero no te molesta estar comprometido con Lars?
Kirk sintió, como si de la nada, sus mejillas de un color rosado; aunque él no sabía con certeza si eso fue por rabia o de vergüenza ante tal situación.
- ¡James! Ese puto documento hace una gran burla hacia mi persona, por ESO quiero romperlo. -intentó cambiarle el tema.
- Kirk, lo sé, pero por más que se burle 'de tu persona', debemos conservarlo.
- ¿Y de qué nos va a servir?
- Si regresamos a Alemania, te van a ver y volverán a capturarte porque creerán que eres judío, pero con ese documento te dejarán libre.
- Agh... -gruñó y luego suspiró- Está bien.
- Chicos... -interrumpió Jason- Lars sigue sin aparecer...
- Bueno, habrá que buscarlo. -dijo James.
Mientras que James y Jason miraban por todos lados, Kirk en un par de segundos lo logró encontrar.
Lars estaba a un par de metros de unas horribles criaturas, pero éstas no lo percibían.
-Aww parece que vi a un lindo perrito -murmuró Lars tratando de imitar al canario Piolín.
Kirk se quedó en estado de shock, tratando de llamar la atención de James para que viera la situación en que se encontraba Lars.
Pero a Kirk no le salían las palabras y James le quedó mirando raro.
- ¿Qué te pasa, marica? -preguntó James.
- Lars... Los sabuesos de Tíndalo... ¡Sálvenlo! -fue lo único que logró pronunciar.
- ¿Qué? ¡Habla bien! Es que no se te entiende nada.
Kirk le agarró el rostro a James y lo hizo girar hacia un lado para que viera a Lars.
- Ah, sí. Lars cerca de unos perros. -dijo James desinteresado.
- Esos perros no se ven muy amigables... -añadió Jason.
- Y no lo son... -murmuró Kirk- N-no hay tiempo de explicaciones... Pero en serio... ¡Sálvenlo!
- ¿Y por qué no lo salvas tú? -le contradijo James- Digo... Si es tu 'prometido' -lo molestó riéndose.
- Hablo en serio... James... Tu eres más fuerte que nosotros, ve y tráelo de vuelta, ¿sí? -le dijo Kirk poniéndole su carita de perro degollado.
- Ok, Ok...
James se iba acercando a Lars y mientras más cerca iba, más detalladamente podía ver a los perros que parecían no tener pelo y sus pieles colgaban dejando ver claramente sus estructuras óseas. James sintió un tirón cerca del área baja de su espalda al ver que tipo de criatura y que tan idiota pueda ser Lars como para acercarse a éstas.
James se decidió y corrió rápidamente hacia Lars, lo tomó en brazos y antes de que Lars le gritara cualquier cosa, le tapó la boca. James corrió nuevamente hacia sus compañeros de banda y dejó a Lars sobre el suelo.
- Oye, James -dijo Lars- ¿Qué mierda te pas...?
James no le dejó a Lars terminar su queja porque lo cacheteó.
- Ok, Kirk, ahora explícanos a todos qué es lo que está pasando. -dijo James.
- ¿Ustedes querían saber en dónde estamos? -preguntó Kirk.
- Obvio, si eso te he estado preguntando todo el rato.
- Estamos donde, según lo que Frank Long definiría como la cuarta dimensión.
- ¿Y quién carajo es Frank Long?
- Un escritor de literatura lovecraftiana. Y escribió sobre esos perros.
- ¿En alguno de sus libros explica el origen de esas criaturas?
- Si, cuándo se consume la droga de Liao se viaja en el tiempo hasta llegar a la cuarta dimensión y los sabuesos de Tíndalo son quiénes se encargan de cazar a todo aquel que llegue aquí.
- ¿¡Sabías que ibamos a acabar con ésto y no nos decías nada!?
- Es que yo conocía a esa droga como droga Plutónica.
- ¡Primero casi nos mata Cthulu y ahora estos perros! ¡Kirk, hijo de puta!-gritó James, acción que no debió cometer.
Los perros escucharon el grito de James y lograron reconocer el olor a carne humana. La jauría de perros empezó a ladrar ferozmente mientras los perros se separaban en diferentes direcciones buscando a sus presas.
"Te cazaremos sin piedad alguna,
te cazaremos durante toda la pesadilla, siente nuestro aliento sobre tu rostro".
- ¡Excelente, James! -gritó Lars- Ahora si que nos vamos a morir.
- ¿Y no podemos huir a ningún lado? -propuso Jason.
- Si estamos en medio de la nada. ¿A dónde vamos?
- ¿Y si caminamos en retroceso?
- ¿Retroceso? -dijieron todos menos Jason sin entenderle.
- ¿Recuerdan todas las líneas rectas que atravesamos? Podemos ir en retroceso de las líneas.
Los demás asintieron positivamente y empezaron a correr en retroceso.
Uno de los perros lo percibió y ladró para que los demás pudieran localizar a sus presas.
- ¡Mierda, nos van a alcanzar! -gritó James.
- ¡No importa! ¡Solo sigan corriendo! -le dijo Jason.
Metallica corría a toda velocidad y en su visión empezó a proyectarse la siguiente imagen:
Las líneas curvas se iban desvaneciendo. Y los ángulos, triángulos y cuadrílateros se hacían más visibles.
Las imágenes que veían pasaban tan rápido que volvieron a viajar en el tiempo; tuvieron que cerrar los ojos para evitar marearse por la suma rapidez de su visión, todo ésto, mientras los sabuesos de Tíndalo los seguían persiguiendo.
- ¿Hacia dónde vamos? -preguntó James todavía con los ojos cerrados.
- ¡Solo sigan corriendo hacia delante y en línea recta! -gritó Jason.
Las imágenes se detuvieron en el siglo XVIII, en medio de la revolución Francesa.
Ellos abrieron sus ojos: Miles de personas protestando frente a la torre del reino de Luis XVI.
- ¿En dónde estamos? -preguntó Lars.
- Estamos en Francia, en el período de la Revolución - respondió Kirk, señalándole la torre.
- ¡Por la mierda! -exclamó James- ¡Miren lo que están haciendo los perros!
Los perros los habrían seguido hasta allí y estaban atacando a los campesinos franceses.
- ¿Qué hacemos aquí corriendo en círculos con la multitud como idiotas? - se quejó Lars.
- Deberíamos buscar algún lugar en dónde los perros no nos encuentren. -añadió Kirk.
- ¿Y ese lugar es...? -preguntó James.
- Tengo una idea... -murmuró Jason- No sé si sirva...
- A ver, suéltala.
- Un lugar lejano a esta multitud de gente sería ir hacia los campos de cultivos.
- ¿Pero no sería más fácil para los perros encontrarnos? -le contradijo Kirk.
- Podríamos escondernos entre las plantaciones. -sugirió James.
Emprendieron su carrera al campo de cultivos más cercano.
Lo más curioso es que todo el tiempo en que corrieron antes y después de llegar a Francia, las líneas rectas y los ángulos no desaparecían; seguían siendo visibles y aparecían más, de acuerdo a ellos corrían.
Al llegar, se detuvieron en una de las plantaciones.
Algo mucho más curioso, es que se detuvieron adentro de uno de los famosos 'círculos en los cultivos' que en aquella época eran considerados realizados por algún demonio.
Aunque en la actualidad se debate si esos círculos formados en la hierva son causado por seres extraterrestres o por los mismos campesinos.
Se detuvieron a descansar de su desenfrenada carrera y suspiraron aliviados ya que no había nadie.
Atroz error.
Los perros los siguieron pero se detuvieron en frente a los círculos, trataron de entrar pero por alguna extraña razón no lograban penetrar el campo redondo.
- ¡Miren! No pueden entrar en el círculo. -dijo Jason.
- Eso es porque ellos solo pueden atravesar los ángulos, pero no pueden viajar entre líneas curvas. -le explicó Kirk.
- Sabías eso ¿y no nos lo dijiste? -interrumpió James.
- Pero es que en la cuarta dimensión no habían líneas curvas.
- Vaya suerte tocamos de encontrar estos círculos -dijo Lars.
- Definitivamente. -le respondieron los demás a unisono.
Ellos se sentaron en el suelo, observando como los perros intentaban entrar pero no lo lograban.
Pasaron varias horas, y los perros aún no se iban.
- Oigan -dijo Lars- ¿cuándo mierda estas cosas se irán?
- Ni idea. -le dijo James.
James tomó una piedra y se la lanzó a los perros, tratando de herir a uno, pero no cosquillas le hizo.
- No podemos quedarnos aquí por siempre -continuó Lars- debe haber alguna manera de enfrentarlos.
- Por ahora solo debemos tener paciencia. -le dijo Jason.
- Yo no lo veo así... Creo que iré a enfrentarlos... -dijo James levantándose del suelo y acercándose a la orilla del círculo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro