Capítulo 1: La droga desconocida.
Era un día cualquiera en la Metalli-mansión (si, ese es el nombre que le pusieron ellos a su casa) por ahí a mediados de octubre.
James y Lars habían salido de compras a distintas partes, mientras que Jason y Kirk estaban sentados en el living viendo televisión.
- Oye, Kirk -dijo de repente Jason- ¿Dónde fue James que aún no vuelve?
- Fue a comprar cerveza, ¿por?
- ¿No que la botillería quedaba en la calle de al frente?
- Si.
- ¿Y por qué se demora tanto?
- James siempre se toma como botella y media antes de llegar, deberías irte acostumbrando y a conocernos mejor, Jase.
- Si sé pero no soy adivino como para saber que cosas son las que James hace a cada hora del día.
- Ah, lo que digas. -respondió Kirk de forma cortante, mientras volvía a dirigir su mirada a la pantalla del televisor.
Desde que Jason entró a Metallica; hace dos años atrás, sus compañeros de banda lo trataban mal o simplemente lo ignoraban.
A Jason no le daba tanta importancia debido a que estaba viviendo con los integrantes de su banda favorita y eso lo hacía feliz.
- ¿Lars salió con James? -preguntó Jason.
- No, James y yo lo habíamos mandado a comprar droga.
- ¿Droga? -Jason quedó boquiabierto- Creí que Lars odiaba las drogas.
- Y las odia.
- ¿Entonces?
- Solamente lo mandamos para que James y yo consumamos, él no lo va a hacer.
- Pero... Mustaine...
- ¿Mustaine?
- Lars echó a Mustaine por drogadicto, sin embargo tu consumes drogas y Lars te llena de amor.
Kirk frunció el ceño y trató de buscar alguna explicación lógica para las palabras de Jason.
- Ese es el tipo de cosas inexplicables sobre Lars que nunca se le debe preguntar.
- ¿Por qué?
- Te va a matar.
- ¿No que el agresivo era James?
- Si pero... Lars no te va a matar de verdad, como máximo te va a hacer la vida imposible molestándote.
- Ah, ok ok...
Jason no obtuvo el tipo de respuesta que él quería y pero decidió quedarse callado de todas formas.
James entró a la casa cargando miles de bolsas con botellas de cerveza.
- ¡Cabros! Ya llegué. -dijo dejando las bolsas sobre la mesa, que estaba llena de trastos sucios- ¡Newkid! ¡te dije que lavaras los trastos mientras yo iba a comprar!
- Eh... -murmuró Jason acercándose a James- No lo dijiste...
- Bueno, yo creí que ibas a ser lo suficientemente educado como para tener en consideración lavar los trastos.
- Pero si siempre los tengo que lavar yo. ¿Nadie más puede hacerlo por mi aunque sea una vez?
- No, Newkid, no.
- Mi apellido es Newsted, James, NEWSTED - dijo Jason entonando fuerte y claro para que le entendiera.
- Lo sé, pero no me gusta llamarte por tu nombre y por eso te puse ese apodo.
- Pero a mi no me gusta...
- ¡Sólo vete a la cocina y lava los putos trastos! -gritó enojado.
Jason rápidamente tomó los trastos sucios y los llevó a la cocina.
Y James se acercó a Kirk.
- ¿El enano aún no regresa? -preguntó James.
- Debe venir en camino.
La puerta se abrió y entró Lars con una enorme bolsa de esas que parecen de grandes tiendas comerciales. Él tiró la bolsa lejos y cerró la puerta de golpe.
Habría estado corriendo de la policía.
- ¿Y a ti que mierda te pasó? -preguntó James.
- Que para la próxima, ¡tu compres la droga y yo el alcohol!
- ¿Te pillaron?
- Casi, tuve que salir corriendo.
- ¿Y qué nos trajiste? -preguntó Kirk.
Lars tomó la bolsa y le mostró un frasco de plástico con un contenido líquido.
- Según el tipo que me lo dio, es Liao. -dijo Lars.
- ¿Y qué carajo es eso? -preguntó James.
- Una droga de origen chino. - James y Kirk lo miraron confundidos- No me miren así, creí que la conocían.
- Nunca había oído de ella -dijo James.
- ¿No te habrán vendido veneno en ves de droga? -preguntó Kirk.
- Ni idea.
- A ver, ¿quién se atreve a tomarla?
- Yo soy el más macho. -dijo James- Yo lo haré.
Lars le entregó uno de los tantos frascos que habían en la bolsa.
James lo abrió y bebió todo su contenido.
A los pocos segundos, James se veía tan mareado que perdió el equilibrio y cayó.
- ¡Nooo! Chicos, ¡no se vayan! -gritó James desde el piso.
- Pero si no nos hemos movido de aquí. -dijo Lars.
- ¡Ayuuuda! la habitación... La habitación desaparece... Veo cosas... Cosas de varios colores... Veo a... ¡Hitler! -gritó desesperado.
- ¿Hitler? -dijieron Kirk y Lars confundidos.
- Hitler y Eva se van a casar... Veo a... Veo a Vladimir Lenin... No, mentira, es Leonardo Da Vinci... Mentira... Es Judas, no, es Jesús, no, es ... Es... ¡Es un dinosaurio!
James empezó a revolcarse por el piso mientras gritaba cosas en algún idioma inentendible.
Jason estuvo oyendo los gritos desesperados de James y rápidamente se dirigió al living.
- Chicos, ¿qué le pasó a James? -preguntó Jason preocupado.
- Tomó droga. -le respondió Kirk.
- ¿Creen que esté bien?
- Umm... -Kirk lo pensó un momento y se dirigió a Lars- ¿Estás seguro que eso no era veneno?
- El tipo me dijo droga, asi que es droga.
- ¡NEEWKIID! -gritó James, agarrándole de la pierna- El dinosaurio me va a comer... Ayuda... Por favor...
- Lars... -murmuró Kirk- Aveces la gente miente por ganar dinero solamente.
- Nah, eso es imposible - le contradijo Lars- a ver si lo logro despertar.
Lars fue al comedor y de la mesa tomó una botella de cerveza, la abrió, y se dirigió de nuevo a James para vaciar la cerveza en la cara de James.
-¡Despierta, hijo de puta! -Lars le dio una cachetada.
James cayó noqueado por unos y segundos y se levantó del piso, limpiándose la cara.
- Agh... -gruñó James- ¿Estoy vivo?
- Oh, dios santo, si. -dijo Jason más relajado que antes.
- Ese dinosaurio de mierda casi me mata.
- ¿Dinosaurio? -dijieron Kirk y Lars confundidos.
- Si, un dinosaurio gigante me estaba persiguiendo.
- Vaya, esa droga debe ser potente. -dijo Lars.
- No es la droga, enano, yo viajé en el tiempo.
- James, hasta el día de hoy se considera imposible para la ciencia viajar en el tiempo. -le contradijo Kirk.
James frunció el ceño porque estaba más que convencido de lo que vivió fue real.
- Entonces, beban de esa mierda y verán que no miento. -los desafió James, con el orgullo por las nubes.
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