Sin que ellos pudieran reaccionar, vieron al dios Cthulu acercarse a ellos, rugiendo ferozmente.

- ¡Mierda! ¿Qué hacemos? -dijo Lars.

- Kirk, ¿Cómo es que se mata a esa cosa? -preguntó James.

- Imposible, ¡No se puede matar a un dios! -le contradijo Kirk.

- ¿Y no hay alguna manera de huir de él? -dijo Lars.

- Solo correr.

- Entonces... ¡CORRAAAN! -gritó James.

Los tres empezaron a correr juntos a cualquier dirección, pero Cthulu no se movía, solo los observaba.

Hasta que rugió y azotó varios tentáculos contra el piso, lo que causó un temblor de mediana intensidad.

- ¡Es demasiado grande! ¡No podemos huir! ¡Nos alcanzará igual! -gritó James.

- ¿Entonces moriremos igual? -preguntó Lars.

- ¡Todo ésto es culpa de Kirk que leyó ese puto libro!

- ¿Qué? ¡Miles de personas han leído ese libro y no les ha pasado nada! -le reprochó Kirk.

- Dijiste que a Cliff le gustaba leer los libros de Cthulu, ¿y adivina qué? ¡También se murió!

- ¡Pero su muerte no tiene nada que ver!

- ¡Si que tiene!

- ¡Ya cállense! -los interrumpió Lars- Que Kirk haya leído ese puto libro no significa que tenga la culpa de que vayamos a morir. Y si lo fuera... ¿Qué tiene? Obviamente Kirk no sabía que iba a pasar ésto ¿o sí?

- ¡Obviamente que no! -gritó Kirk.

- Aparte echarle la culpa no va a evitar que esa cosa nos coma.

- Ok, lo que digas enano... -murmuró James.

- ¿Entonces éste es el fin? -preguntó Kirk poniendo una carita lastimera.

- Lamentablemente si... -murmuró Lars deprimido- ... Creo que no podemos hacer nada al respecto...

- ¡Si podemos! Digo... ¡Si puedo! -los interpuso James- ¡Iré a enfrentar a esa mierda!

- James, ya lo intentaste antes y ¡casi te mata! -le contradijo Lars.

- Solo me hundió, ¡puedo enfrentarlo solo!

- ¡James, no lo hagas!

James se separó de ellos y corrió hacia Cthulu, dio un salto y logró subirse a la gigantesca pata de la bestia, pero ésta lo pateó con la otra pata. Y mandó a James a volar, dejándolo tirado sobre una roca.

Kirk y Lars corrieron hacia él para socorrerlo.

James estaba con su boca sangrando feamente por el golpe que recibió contra la roca.

- ¿Estás bien, James? - preguntó Kirk.

- Uh... Creo que si. -James se sobó la boca y veía como la sangre se mezclaba con el agua de mar.

- No vuelvas a hacer eso, ¿ok? -lo regañó Lars.

- O-oigan... Chicos... -murmuró Kirk- debemos salir de aquí...

- No podemos salir -dijo James.

- Es que... Miren... -Kirk señaló que a lo lejos se veían varios tiburones se acercaban por el olor de la sangre de James.

- ¡A la mierda! -gritó Lars- ¡James hijo de puta que trajiste tiburones con tu puta sangre!

- ¿Cómo mierda vamos a huir de ellos?

No tuvieron que huir si quiera debido a que, el dios Cthulu, se acercó a la manada de tiburones e inmediatamente éstos se fueron.

- Wow, eso fue raro. -dijo Lars mirando hacia la gigantesca criatura.

- Definitivamente -agregó Kirk.

- Bueno, como iba haciendo antes... -murmuró James limpiándose las últimas gotas de sangre.

- ¿Ah? -dijieron Kirk y Lars sin entenderle.

- ¡Ahora si que voy a matarlo!

- No me jodas, James. -lo interrumpió Lars- ¡¿Viste cómo acabaste y aun asi vas a seguir haciendo el ridículo?!

- Si, tengo que ser el héroe, yo soy el más macho aquí, asi que...

- ¿Acaso insinuas que somos maricas?

- Eh... Si.

James corrió hacia Cthulu y ambos se miraron fijamente.

- ¡Tómame a mi y libera a mis compañero, por favor! -le gritó.

Como si el monstruo se estuviera riendo de él, dirigió varios tentáculos hacia él y lo levantaron. Para empezar a apretarlo. Los gritos de dolor de James no se hicieron esperar.

- ¡Te lo dije, idiota! -le gritó Lars.

- ¡Es imposible matar a un dios, James! - agregó Kirk.

- Bueno, ¡al menos ustedes sálvense, soquetes! -les contradijo James, con la poca voz que le quedaba.

La bestia lanzó lejos a James contra una mata de corales. Dejándolo inconsciente al instante.

- Lars... ¿Qué haremos? -murmuró Kirk temblando de miedo.

- Quedarnos juntos por ahora, sin James ahora estamos hechos mierda...

- ¿Crees que James esté bien? -Kirk señaló a James que a lo lejos estaba tirado con su nariz sangrando, unos cuántos moretones por la caída y la herida de su boca volviéndose a abrir.

- Eso espero...

El dios Cthulu se acercó por detrás de ellos y empezó a enrrollar lentamente un tentáculo alrededor de una pierna de Kirk.

- ¡LAARS! ¡AYÚDAME!

- Afírmate de mi, ¡yo te voy a salvar!

Kirk tomó del brazo a Lars y sintió como el tentáculo apretaba hasta la parte superior de su torso.

De una manera bruzca, el monstruo levantó a Kirk lo más alto posible, tratando de separarlo a Lars, sin embargo, Lars estaba súper apegado a Kirk, ya que si se soltaba, caería al vacío.

- ¡Lars, déjame! Si Cthulu me come te comerá a ti también.

- Me da igual, nosotros somos una banda unida, perdimos a Cliff, perdimos a James, si vamos a morir, que lo hagamos juntos.

- Pero de que te vas a morir, vas a morir igual.

- Prefiero morir con el orgullo de que intenté protegerte a verte morir y no haber hecho nada para salvarte.

- ¿Entonces nos encontraremos con James y Cliff? -preguntó estando al borde del llanto.

- Así es.

Ambos se abrazaron, soportando la intensa necesidad por querer llorar.

Obviamente a la criatura no le podía importar menos lo que sucedía.

Azotó aquel tentáculo contra una piedra, tratando de separarlos. No lo logró, los hizo girar varias veces por el aire, haciéndolos marear de una forma en la que debían aguantarse el vómito... Pero aún así ellos no se soltaban, ellos estaban más que seguros que iban a morir en cualquier segundo hasta que...

Una luz blanca logró penetrar las tinieblas de la ciudad de R'lyeh, y el potente sonido de un bajo eléctrico sonaba lanzando ondas sonoras por todas partes.

Este bajo no tocaba cualquier canción, tocaba "The Call of Cthulu" de Metallica.

Esa canción era de Cliff...

Cthulu lanzó un rugido de dolor al oir semejante sonido, y soltó a Kirk y a Lars.

Ambos cerraron los ojos, convenciéndose que una vez que toquen el suelo, su muerte sería instantanea.

Pero, pocos centímetros antes de chocar contra el piso, lograron flotar por un par de segundos y de ahí cayeron al piso, acabando los dos totalmente ilesos.

Se secaron las lágrimas al ver que de aquella luz, vendría su salvación, el verdadero héroe de su eterna pesadilla.