Un año después... Donde todo Metalville estaba destruido por culpa del Titán Wachiturro, los robots de Lars y el Titán no cambiante del infierno, todo sumergido en la horrible oscuridad. En un rincón, de cuclillas, Kirk se lamentaba en silencio por no poder haber hecho algo para cambiar este horrible final.

Por otra parte, Cliff era rehabilitado al cien por ciento del manicomio, siendo nombrado como una persona sana, saliendo de su antiguo hogar para dirigirse al refugio de Metalville.

Robert aprovechaba que todos los mexicanos mariachis estaban en peda, entonces, todo meado y rayado, escapó de su habitación en busca de libertad.

Mustaine estaba borracho y desnudo a las afueras de un motel, con una botella en mano que virtió al suelo porque se lamentaba de su horrible problema de alcoholismo, entretanto derramaba lágrimas.

Y... James estaba con una vara pinchándole la cara al cadáver de Lars negro con afro, sin esperanza de nada, por puro morbo molestaba a su muerto compañero.

Hasta que el fallecido frunció el ceño y despertó, lanzó un grito desgarrador con bastante retardo por la descarga eléctrica que sufrió el año pasado en los pezones. Hetfield apenas se percató de que el otro regresó a la vida, se asustó también y gritó en terror absoluto.

- ¡Joder, estás vivo! Oh, dios mío, ¿el experimento de Kirk te trajo de nuevo a la vida? -consultó el rubio impactado.

- ¡Nunca estuve muerto! -bufó- ¡Estaba en coma! -rodó los ojos- Gracias por enterrarme vivo, por cierto. 

- Ehhmm... sí, alguien debió haber tomado tu pulso o algo así -forzó una sonrisa nerviosa.

- Bien -se estiró y luego bostezó-. ¿De qué me perdí, marica?

- Ah, las cosas no han ido muy bien en verdad... -se rascó la nuca- El titán wachiturro aplastó toda la ciudad, Kirk invocó sin querer a otro titán que se le unió, una horda de robots iguales a ti andan lanzando rayos láser, tornados, incendios, un virus devora carne, mucha gente con ninfoma, meteoritos,  toda esta guerra civil entre los thrashers y los glammers... 

- ¿Dónde está mi negro Kirko? -interrumpió el de baja estatura.

James señaló un rincón, donde Hammett seguía lamentándose en silencio.

- Hey, negra, ¿qué cuentas, perra? ¿no te alegra verme? -gritó eufórico Lars, notó que no le hicieron caso- ¡Estoy vivo! ¿A qué no es genial? -le ignoraron de nuevo- Hey, adivina quién soy -hizo una cara triste-. ¿Quién soy, Kirk? -hubo un silencio- ¡Soy tú, maricona! -rió en voz alta.

- Quise salvar a Metalville.Hice todo lo posible por querer salvar a la humanidad y... fallé -murmuró el moreno de piel natural, el negro quemado le contempló curioso-. Robert, Cliff, Dave... ¡todos me abandonaron! Nadie me ayudó a buscar los elementos, ahora casi todos en Metalville están muertos...

- ¡Oh, vamos! -le abofeteó de manera afeminada la cara, luego le chocó el brazo con el codo, sonriendo de oreja a oreja- ¡No hay nada que la amistad no pueda resolver! -Kirk le miró feo- Ok, sí, eso sonó algo gay -hizo una mueca incómoda-. ¡Aún así te aseguro que no hay nada que un titán cambiante metalero como yo, no pueda hacer!

Con eso se mordió el dedo agresivamente, un enorme rayo emergió el cielo que los iluminó. El resto de los integrantes de la pandilla divisaron el enorme rayo, recordando la gran amistad que los unía...

El problema es que la cosa era demasiado jarcor, entonces, comenzaron a viajar en el tiempo, justo antes del día del secuestro de Robert.

Lars se había transformado en un enorme titán de quince metros, de la misma altura que el Rey Wachiturro, a diferencia de cualquier otro titán, éste tenía unas alas enormes... de relleno, obviamente, es una historia donde él es el héroe, así que debe destacar sobre los demás en alguna mierda de relleno innnecesaria, con un poder sobrenatural que ni sabe usar... Sigamos con la historia:

- ¡WACHITURROOO! -gritó a todo pulmón, éste volteó a observar al héroe- ¡Tú aplastaste esta ciudad, violaste nuestros hogares y cometiste grandes atrocidades en contra de la raza metalera! Que meritan inmediata justicia soberana, pero por culpa del programa de caballos de colores estamos obligados a sólo hacer paz y amistía, seré amable contigo para amenazar: Abandona esta ciudad o... muere.

El wachiturro gruñó en asco.

- Así me gusta -murmuró Ulrich en emoción porque comenzaría una pelea épica.

Corrió hacia él para lanzar un puñetazo que fue esquivado y viceversa, se daban golpes que eran esquivados con gran agilidad. Los demás integrantes de la pandilla subieron a un edificio para admirar mejor el espectáculo, sin dejar de asombrarse. Lars se distrajo observando a sus amigos, entonces, lo empujaron, haciendo que cayera al suelo y aplastara una vivienda.

- Oh, mierda, ¿maté a alguien? -se levantó y aprovechó de evadir el golpe que estuvo a punto de recibir.

Logró agarrar al Wachiturro del cuello para comenzar a estrangularlo, hasta que lo patearon en las bolas que no tenía (son titanes, par fabar, no tienen genitales), de todas formas le dolió y lo soltó, recibió un puñetazo en el hocico que lo hizo volar por los aires hasta aterrizar boca abajo. EL Wachiturro se sentó sobre su espalda para coger las alas y empezar a arrancarlas desde la raíz.

- El metal es para maricas -reprochó su contrincante entre dientes.

Mientras que Lars gritaba en agonía por el infinito dolor que eso causaba. Sus compañeros se tapaban los oídos y cerraban los ojos porque les dolía ver tal escena. Estuvo a punto de rendirse hasta que escuchó:

- ¡Enano hijo de puta! ¡Levántate, culiao! -gritó con mucho amor y paciencia James- ¡No por algo nosotros estamos parados como aweonaos y te dejamos pelear a vo', si tú tení' el poder, pelea! ¡Confiamos en ti!

Gruñó por lo bajo después de que sus alas fueran arrancadas en totalidad, apretó el puño y... se levantó, dio una patada como los caballo para enviar... A LA PUTA a su oponente, corrió para darle un puñete y bufó:

- ¡NADIE EMPUTA A LARS ULRICH!

El adversario estaba regenerándose tras los golpes, bastante aturdido, entonces...

- ¡Kirk, ahoraaa! -dio la señal para que Hammett hiciera el hechizo de magia negra.

El moreno asintió y junto a un libro de magia, recitó un par de palabras para que del cielo emergiera una enorme espada. Lars la cogió y se acercó por detrás al otro titán, se concentró al máximo para hacer la jugada final, y a modo de cábala de la suerte, pronunció en un susurro:

- ... Suaj.

Y realizó un corte perfecto en la nuca para asesinar al humano que estaba dentro, por ende, asesinó también al titán. El cuerpo explotó y la ciudad comenzó a inundarse por la enorme cantidad de sangre que se evaporaba. Ahora todos estaban a salvo.

Lars regresó a su faceta humana, dolorido por toda la pelea. Lo llevaron al hospital de inmediato, entretanto, varios grupos de metaleros se pusieron en campaña para levantar de nuevo la ciudad. Varios días más tarde, en el hospital, cuando todo ya estaba en la normalidad.

- Lars, ¡estuviste asombroso! -le felicitó Kirk.

- Fuiste al pedo, wey, neta -prosiguió Robert.

- Hey, hey, hey... ¡Puedes ir cuando quieras a mi almacén! -invitó Cliff, luego de un rato de silencio, se arrepintió- No, mejor no vayas a mi almacén...

- ¡Lardz, eres todo un valiente guerrero! -Mustaine levantó ambos pulgares en aprobación.

- Gracias por salvar a Metalville, eso creo... -murmuró de mala gana James.

- Oh, demonios, perdí mis alas... -se quejó Ulrich al ver los muñones en su espalda desnuda- Esas alas que no sirven para volar, em, como que igual no me servían en todo caso...

- Hey, hay algo que todavía no entiendo -todos menos Hetfield que se rascaba la nariz le prestaron atención al pelirrojo-. ¿Qué ocurrió con los elementos de la armonía del metal?

El otro siguió rascándose hasta sacar un montón de consoladores de su nariz.

- ¡Oh, miren! ¡Son los elementos! -comentó emocionado- ¡Estuvieron en mi nariz, toooodo el tiempo!

Miraron con asco hasta que dieron un salto marica del susto cuando un portal en medio de la sala se abrió, de ahí salió Jason Newsted.

- ¡Chicos, he vuelto de mis aventuras en otra diversión! -comentó muy alegre- He salvado el universo de...

- A nadie le importa, Newkid -interceptó el rubio.

- ¿Que a nadie le importa? Pero si he logrado...

- ¡A nadie le importa! -le gritaron los demás.

- Oh, maldita estúpida bestia inmunda, cállate, cállate. Cierra el puto hocico, cállate. O voy a matarte, por favor, cállate... -Jason empezó a llorar por las duras palabras de James- A nadie le importas.

- ¡Hey, ya estamos todos juntos otra vez! -cambió de tema Lars, abrazando a todo el grupo- Estamos juntos como, um, ¡una familia!

- Al final, la amistad si es mágica -dijo bien mariquita Kirk.

- ¡Aww! -exclamaron los demás.

- Ugh, que son gays... Necesito más amigos varones -se quejó Hetfield.

Al finalizar eso, el pueblo siguió trabajando con mucho esfuerzo para mejorar ciertos fallos en Metalville, viviendo en paz por mucho tiempo más gracias a la pandilla Metallica.