Capítulo 2: Tacos.mov.
Tras el incidente, Jason fue llevado al hospital, se cree que ahora está en coma por consumir tanto alcohol. Pero eso a nadie le importa en este capítulo, vamos a la trama y dejemos el rellenin de lado:
El rey Wachiturro consiguió la fórmula para volverse un titán cambiante -en plan Shingeki no Kyojin- y ahora está causando caos en las tierras pobladas por los metaleros.
- ¡Oh, no, por Dio mío! ¡El rey Wachiturro consiguió el suero de Grisha Jaeger para convertirse en titán y ahora nos comerán a todos! -exclamó con obviedad Kirk Hammett, impresionado- ¡Tenemos que conseguir los elementos de la armonía del metal para poder vencerlo! ¡James, debemos hallarlos!
- Ehh... -James bebió de su lata de cerveza, de las que le sobraron a Jason- *hip* Lo qke.... lo ke digazz hermanooo...
...
Kirk a lo lejos observó a Cliff a punto de entrar a su almacén, que era una casucha que quedaba en frente de la Metalli-mansión, se creía que siempre se encerraba allí para tocar el bajo todo volumen. El moreno se le acercó por detrás y quiso jugarle una broma... una broma gay, de las que se solía gastar con Lars. Lo punteó y Cliff frunció el ceño, dándole un martillazo en la frente. El castaño de bigote siempre llevaba en caso de emergencia un martillo para defenderse y bueno, ahí quedó atontado Hammett.
- Hey, hey, hey, ¡deja de tocarme con tu cosa!
- ¡Cliffie! -gritó cuando recobró la consciencia al cien por ciento- ¡Ayúdame a encontrar los elementos de la armonía del metal para poder vencer al titán!
- Hey, hey, hey... Claro que los he visto, pero ahora no... -abrió la puerta del almacén, sin dejar a la vista nada de su interior- ¡Aléjate de mi almacén!
Entró y dio un portazo, cerrando con llave la "residencia".
El moreno miró para todas partes y caminó hasta encontrarse con Lars.
- Oye, Lars, ayúdame a encontrar los elementos -ordenó con un tono de voz chillón.
- Nah, ¿por qué no me chupas mejor el pene, eh, perra negra? ¡SUAAAAJ!
*un mamón después ( ͡° ͜ʖ ͡°)*
- Oh -el de cabello rizado se limpió la cara-, ¡ya sé con quién hablar! ¡Robertito!
Tocó la puerta de su habitación en la Metalli-mansión.
- ¡ROBERTIITOOO! ¡TRAE TU GORDO TRASERO Y AYÚDAME A CONSEGUIR LOS ELEMENTOS!
- Ay, lo siento, wey -se disculpaba Robert-. Es que estoy en una reunión familiar.
Kirk se asomó por la puerta y se impresionó:
- ¿Tu familia son más de veinte mexicanos ilegales que preparan tacos?
- Ehhmm... es que vienen aquí a cocinar y están reunidos como si fueran una familia -forzó una sonrisa nerviosa-. Si Donald Trump me dejó la enseñanza de que los mejinarcos no son personas de verdad -levantó el pulgar.
- Pero... -el moreno frunció el ceño- Tú también eres mexicano.
- Oh, señor Roberto -decía un niño que se le acercó-, me duelen mucho los dedos tras preparar tantos tacos...
- Pues, sigue preparando que luego no los vas a sentir cuando se te entuman.
Buscó entre las cosas un platillo con un taco, abrió la puerta y empujó a Hammett y a Hetfield, para darle el aperitivo a Cliff que estaba en la residencia ya, cubierto entero de sangre.
- Oh, Cliff, te traje ésto de comer que si sigues métale con la marihuana te vas a morir desnutrido -le metió el taco a la boca a la fuerza.
- Hey, hey, hey -escupió y tomó con sus manos ensangrentadas el platillo-. ¡No se acerquen al almacén!
- Sip, ese soy yo, el más americano de raza pura here y... -se percató de que un mexicano mariachi de dos metros lo levantó en el aire.
*inserte música de mariachis aquí*
- Revolution -dijo casi escupiéndole en la cara.
- Lo siento, wey, te juro que no comprendo ese extraño idioma tuyo...
- Revolución -aclaró.
- Me temía que dijeras eso...
El sujeto se llevó a Trujillo hacia su habitación, cerró la puerta mientras que los miles de mexicanos le daban una paliza, todavía escuchándose el mariachi de fondo.
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