Capítulo 30: Skid Row y Mustaine.
- ¿Qué pasa? -consultó Zoe, cogiendo el teléfono.
- Zoe, quisiera regresar a casa como tú, no aguanto nada más.
- ¿Y quién dijo que estoy en casa? ¡Estoy trabajando!
- ¿Ah? ¡¿Qué?!
- Con Daniel -aclaró-, soy su asistente.
- ¿No regresaste a casa? ¡Joder, ya quería que me hicieras un espacio!
- ¿Por qué?
- Pensaba en escaparme...
- ¡Daniel, Audrey dice que...!
- ¡Joder, cállate!
- Ya.
- ¿Qué quieres a cambio de mi silencio?
- Que hagas bien las cosas -y colgó la llamada.
...
- ¡Sebastiaaaan! -llamó en un chillido Madison a su amigo- ¡Ya llegué! -y golpeó muy fuerte la puerta.
- ¡Madii! -gritó de vuelta él, abrió la puerta- Lo siento mucho, chiki, los chicos han salido.
- Puchis-hizo un puchero-, bueno, tú eres el líder de la banda... ¿no?
- Se podría decir que sí -asintió, no muy seguro del todo.
- Es que tengo una ofertita para todos, toditos... -sonrió, coqueta.
- Vale, pasa y me explicas.
Entró a la residencia, caminaron juntos hasta el comedor y tomaron asiento.
- ¿Todavía eres amigo de Larsito?
- ¿El de Metalca?
- Sí, sí.
- Ehh, claro, ¿por?
- ¿No le gustaría tocar con él de nuevo?
- ¿Tocar, qué?( ͡° ͜ʖ ͡°)
- Un concierto, cochinito ( ͡° ͜ʖ ͡°)
- ¿Tocar con Larsito un concierto cochinito? ( ͡° ͜ʖ ͡°)
- Shi ( ͡° ͜ o ͡ °)
- ¿Y el chocolatito de Kirko estará también? ( ͡° ͜ʖ ͡°)
- Shi, todos los de Metalca quieren tocar contigo y Skid Row ( ͡° ͜ o ͡ °)
- ¿Un concierto cochinito con Metalca? Okis ( ͡ ° ͜ʖ ͡ °✿)
- ¿Y esa florrrr?( ͡° ͜ o ͡ °)
- Es k me puse diba xd ( ͡ ° ͜ʖ ͡ ° ✿ )
- ...
- ...( ͡ ° ͜ʖ ͡ ° ✿ )
-... ¡DANNY! ¡ME DIJO QUE SHI!
Y en ese momento, entró Daniel para explicar más a fondo el asunto. Sí o sí Metallica debía quedar seleccionado porque lo prometieron. Audrey no podría escaparse, por nada de nada, eso no era justo. Sebastian Bach firmó. Llamó a sus compañeros para preguntar, aceptaban también.
Bebieron unos refrescos frente a la televisión para esperar que regresaran los glammers del mercadito, los ayudaron desempaquetar toda la compra y explicaron con lujo de detalles en qué consistía el evento. Con más detalles que a Pearl Jam, claro, porque en ese momento no había nada confirmado, ahora sí que lo había y todo el lugar estaba reservado, entretanto contrataban a diferentes personas para diversas labores.
Fueron varias horas de charla de negocios acerca de eso, hasta que Madison regresó muy cansada a su habitación de hotel, recibió una llamada y de nadie más, ni nadie menos que de Dave, Dave Mustaine.
- ¡AYYY DEIBII!
- Madison, Junior quiere su carterita.
- Ay, Dave, te tengo una cita, contigo no puedo salir porque tengo a mi Rachel de mi hamoreh.
- ¿De qué coño hablas?
- Que lo nuestro es historia, beibi. Si quieres te mando a una amiga que seguro quiere serzo sarbaje porque es una mal folláh.
- ¿Una "mal follada"? Ah, eso suena bien. Supongo, de ti sólo puedo esperarme lo peor...
- No creas, ¡es Audrey!
- Ah, la loca mojabragas que me hablaste el otro día, ya, me llevaré unas pruebas de VIH por si acaso.
...
- ¡AUDRIIIIII!
- Joder, Madi, qué fuerte gritas -se sobó la oreja la morena.
- Es que te conseguí un noviecito, una pija grande y colorada para ti.
- No tengo ganas de echarme novio, Slater, déjame en paz.
- ¿Y si te digo que es el Maruchan?
- ¿El qué? -puso cara de culo al oír eso.
- Dei Mostein.
- Ah, kheeeeee -chilló sin creer nada-. ¡Déjate de joder!
- ¡Ponte guapa que te pasa a buscar a las cinco mañana mismo!
- ¿Hablas en serio?
- Pos, claro. ¡No seas ridícula, negra!
- ¡No me digas así!
- Entonces, ponte guapa, vamos, que un papasote te espera 7u7
- Okay, ya.
Por las malas, sin nada de confianza en la alemana, se arregló a la rápida para la supuesta cita, aunque, dudada de que fuera verdad, se esperaba a que viniera un pelirrojo pecoso y nerd o cualquier vagabundo de la calle a que llegara Mustaine a ella.
Casi se desmayó al notar que no fue así, el verdadero David Scott Mustaine estaba parado frente a ella, frente a sus ojos.
- Wena, ¿tú eres la famosa mal follada de Audrey?
Apretó el puño, se esperaba un saludo mucho más romántico, de todas formas, maldijo para sus adentros porque la rubia le habló mal de ella a uno de sus amores.
- Soy Audrey -explicó-. Mucho gusto -y se dieron un beso en la mejilla.
- Igualmente -colocó su brazo sobre el hombro de la thrasher-. ¿A dónde sugieres que vayamos?
- No sé, sorpréndeme, Dave.
- Bien...
*medio segundo después*
- ¿Hot-dogs? -cruzó los brazos- ¡Me esperaba algo más romántico!
- Madison se robó la cartera de Junior y ahí estaban mis tarjetas de crédito, no puedo sacar más dinero, lo siento -hundió los hombros.
- ¿Eso? Creí que era lo OTRO.
- Ah, sí, también, ya sabes, lo típico, lo OTRO.
*Lo OTRO: los hombres pobres invitan en primera cita a comer Hot-dogs, helados sin cuchara y cosas de ese tipo para saber cuánto abre la boca la mina c': *
- Ah, no sé porqué no me sorprende -rodó los ojos.
- Oye, la mayoría de los hombres pobres lo hacemos, no sé porqué te escandalizas, si ya lo sabías, podrías hacer como todas las mujeres: hacerse las tontas y no abrir tanto la boca o hacerse la coqueta y abrir demasiado la boca -alzó ambas cejas.
Y recibió un bofetón de la hostia.
- ¡Oye! ¿Qué carajos te pasa? -se sobó la mejilla.
- ¡No era necesario decirme eso!
- Ya, se nota que Madison tenía razón. Por más peligrosa que ella sea, Madi es menos amargada y sabe tomarse con humor las cosas aunque me haya pasado de la raya.
- Qué pesado, ¿no? Es feo compararme con otras mujeres en una cita.
- Oye, tranquila, espero no seguir cagándola, porque al parecer, el que lo ha hecho todo mal soy yo.
- Claro -y rechinó los dientes.
Sonó una enorme bocina de un vehículo que parecía un carro monstruo, de los que compiten.
- ¡¡¡VERGAS, SÚBETE!!! -escuchó la muy irritante voz de Lars a lo lejos.
- ¿Qué mierda? ¿Conoces a ese idiota de Mierdallica?
Lo pensó bien antes de decir algo. Siempre oyó grandes maravillas de Dave por parte de las chicas que se inventaban historias que era un romántico de primera, muy sentimental, ahora que sabía la verdad y no era el máxima perfección, la decepción la tenía por los suelos. No dudó más de dos veces en levantarse y correr en dirección al carro monstruo que James conducía, saludó a los chicos de Metallica y entró al vehículo.
Tuvo que aprender que Kirk ya no la quería en su vida y que no fue una exageración. Así era. Así fue.
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