3. Cambio
SEIS MESES ATRÁS.
-Keira, te presento a mi familia.
-Encantada, Sr. y Sra. Johnson. – Digo mientras estrecho sus manos.
El padre de Mateo es candidato a gobernador. Su mujer Helen es la perfecta mujer de político.
-Hola, siento el retraso, tuve problemas con el equipaje en el aeropuerto.
Un chico de unos veinticinco años entra al jardín de los Johnson. Ése debe de ser el hermano mayor de Mateo.
No veo similitudes entre ellos.
Mateo se parece a su madre. Es rubio de ojos claros, bastante alto. Su hermano Leo, es quizá un poco más alto que él, pero se parece a su padre, es moreno de ojos oscuros.
-¡Leo!, bienvenido. Ven, acércate te presento a mi novia Keira.
Le voy a dar la mano como hice con sus padres, pero él me acerca y me planta dos besos en ambas mejillas.
-Encantado de conocer al fin a la chica que trae de cabeza a mi hermano. ¿Seguro estás preparada para formar parte de esta familia? Aún estás a tiempo de huir.
Eso hace que me relaje un poco, no puedo evitar reírme.
-No hagas caso de mi hermano, es el payaso de la familia.
ACTUALIDAD.
-Leo....- digo en un susurro.
-Te favorece el nuevo look.
¡Mierda! Llevo mi brazo a mis pechos cubriéndolos, por desgracia no tengo mucho que cubrir.
Con la otra busco rápidamente en el armario cualquier cosa que me tape. Cojo un top cualquiera.
Leo se levantó de la silla. Y puedo ver que lleva una navaja en su mano derecha.
-Llevamos dos días buscándote Kei. ¿Dónde lo escondite?
¿Lo qué?, ¿de qué habla?
Se acerca a mí, amenazante. Doy uno, dos pasos atrás y me paro pues no tengo escapatoria.
Leo me saca unos quince centímetros en altura. Su mano libre va a mi cabeza y tira de mi pelo, hasta lograr que me duela.
-¡Ahhh!
Arrima su cara a la mía. Mientras me dice...
-Te vienes conmigo. Hablarás...
No tengo ni idea de lo que habla, pero sé que debo obedecer.
Bajamos las escaleras. Me tiene agarrada por el brazo, con fuerza.
Salimos a la calle.
-¡Suéltala!
Rash, sale de no sé dónde apuntando con un arma a Leo.
El muy capullo, de mi cuñado. Mierda, que no es mi cuñado.
Me utiliza de escudo y pone la navaja en mi cuello.
-No, no, no -dice Leo muy calmado -Me la llevo y tú nos dejarás marchar.
Golpe, golpe, golpe, mi corazón quiere salirse de mi pecho. Voy a morir...
-Rash. Iré con él. Estaré bien....
Ni yo misma creo en tal mentira. ¿Pero qué solución tengo?
-¿Ves?, Kei está feliz de venir conmigo. Dile a Jack que ni se le ocurra entrar en el territorio de los Johnson.
Leo camina hacia atrás conmigo. Nos metemos en el lateral de otra de las casas derruidas.
Dudo mucho que los Jonas Brothers, vivan ahora en este barrio.
-Métete en el coche.
Me tira en el asiento delantero. La adrenalina no me deja, ya es parte de mi sistema.
Leo entra en el coche.
-Dame tus manos, no me fío de ti.
Junta mis muñecas y las ata fuertemente con una cuerda.
Arranca el coche. Veo a Rash, plantado en mitad de la carretera apuntando al coche con su arma.
Con mi cabeza le digo que no.
Suelta una maldición y se aparta dejándonos pasar.
Leo no habla en todo el trayecto.
Miro por la ventana y lágrimas caen constantemente por mis mejillas, sin poder controlarlas. El grifo se abrió. No soy capaz de cerrarlo. Me limpio la cara con mis manos, al notar que llegamos a nuestro destino.
Leo baja del auto, da la vuelta y abre mi puerta. Soy arrastrada hasta entrar en otra casa. Me lanza en un cuartucho sin ventanas, solo un colchón en el suelo amortigua mi caída.
-¡Sin hacer ruido! Quiero dormir.
Cierra la puerta.
Sola, estoy sola...
Muerdo con desesperación la cuerda de mis manos. Debo intentar escapar... Me duelen las encías de tanto roer y roer. Escucho como Leo discute con otra persona. Todo esto me está sobrepasando.
Mi vida era fantástica... mi vida era estupenda...
-¿Qué coño te hice yo, eh? -Grito al techo del cuarto, si tenemos un destino, el mío esta jodido...
La puerta se abre.
-Mateo, dime que no vienes a matarme.
-Matt. Nadie me llama Mateo -sus ojos se convierten en finas rendijas - ¿Qué te ha pasado?, estás distinta.
Él sí que es distinto al que yo conozco.
Está mucho más fuerte... sus músculos... Ohhh Keira, ¡deja de babear!
-Larga historia.
-¿Dónde está? Si me lo dices te dejaré marchar, Kei.
-¡No sé a qué te refieres! -Grito desesperada.
-No te hagas la ignorante conmigo, no te pega. Sé que fuiste tú.
Sin poder evitarlo empiezo a llorar. No soy tan fuerte como para fingir que todo esto no me afecta. Matt se arrodilla a mi lado. Me mira con cara de desconcierto. Me limpia una lágrima que tengo en la mejilla.
-No caeré en tus mentiras.
Me sujeta el mentón para mirar a esos ojos claros, que hacen que me sobresalte.
La puerta se abre de golpe. Leo.
-¿Ya tienes la información?, Jack viene.
-¿Y los nuestros?
-Repartidos, buscándola. No llegarán a tiempo.
-Nos la llevamos –dice Matt mientras me ayuda a levantarme del suelo.
Al salir de la casa los chicos están allí apuntando con armas a Leo y Matt. Llegaron en sus motos ya que están aparcadas detrás de ellos
-Déjala, Matt -dice el chico rubio cuyo nombre aún desconozco.
-Si nos disparas Jack......a ella también.
Él es Jack. Miro a Matt a los ojos. Sentimientos encontrados pasan por mi mente.
No quiero que nadie muera.
-Déjame ir Matt. No te disparará.
-¿Qué dices Kei? Lo tengo a tiro.
-¡Nadie va a morir hoy!, ¿me escuchas? - No tengo ni idea de dónde salió eso. Pero no quiero ver herido a Mateo, digo Matt.
- ¡Vete!
-Esto no acaba aquí -me susurra al oído.
Por el rabillo del ojo veo a Rash levantar su arma y apuntar a Matt.
El sonido de un arma resuena- pum.
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Hola lokitos/as.
Les dejo la imagen de Leo.
¿Os ha gustado el nuevo capítulo?
Espero que así sea comenten....mucho. Y no olviden darle a la estrellita.
Nos leemos......
Besicos de vuestra loka.
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