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ᥴhᥲρtᥱr 005 - si no fuera por

CHAPTER FIVE,
capítulo cinco

𒈔ٍ⃛   nam joo-hyuk as
BAEK JEONG  ζ ✘

( the number twelve... ! )

" Debí haber sido yo "

୨୧

las luces de la habitación estaban completamente apagadas. el silencio reinaba el lugar.

los jugadores que habían sobrevivido estaban recostados en el suelo, otros unidos en grupo, sentados en las escaleras, en este momento todos teníamos una repentina visión negativa sobre los enmascarados, incluida yo.

el caso de el enmascarado con triángulo era diferente, complicado, me seguía provocando nervios, muchas dudas. no había alguien en quien confiar para contárselo.

yo simplemente estaba recostada en mi cama, mirando el techo de la cama de arriba, sumamente cansada. mientras me miraba las uñas.

con los pensamientos atormentando mi paz mental, decidí levantarme de mi cama de una vez, y tal vez, dirigirme a Myeong-gi, que se encontraba abajo.

lo menos que podía hacer es estar agradecida con él, se la debía ya dos veces, obviamente, pero realmente no sé de qué manera recompensarle, o como quiere él que le recompense.

— Myeong-gi — hablé una vez que ya estaba frente suyo, lo cuál lo hizo levantar la vista, me miró con una sonrisa a medias — son dos veces que, me encontré vulnerable, y tú me ayudaste. Gracias — hice una pequeña reverencia, comenzando mi recorrido hacía mi cama.

— ¿no me recompensarás algo por eso? — su repentina pregunta me hizo detener, dándole la espalda.

giré sobre mi nuca, sin saber que responder — se me ocurrirá algo en el próximo juego.

— no me digas que quieres seguir jugando...

nuestra conversación se interrumpió debido a que los dos dirigimos nuestra mirada a la gran puerta metálica, que había sido abierta, después de que las luces iluminaron el lugar, haciéndome entrecerrar los ojos. De inmediato, los enmascarados habían entrado.

la gente, que a diferencia cuando despertamos, no mostrabamos ningún miedo ante ellos, ahora todos estaban aterrorizados, suplicando por piedad, la diferencia era bastante. que incluso algunos comenzaban a subir y arrastrarse lejos de ellos.

— todos ustedes han logrado ganar el primer juego. muchas felicidades a todos — todos se inmutaban.

hasta unos hombres con máscara me felicitan más que mi papá.

— así que es hora de anunciarles los resultados de el primer juego  — dando entender el recuento de jugadores, con curiosidad, observé la gran pantalla.

456 jugadores, a lo que empezó el día, los números bajaron con rapidez.

— de los cuatrocientos cincuenta y seis jugadores, solo noventa y uno fueron eliminados, y trescientos sesenta y cinco completaron el primer juego.

¿saben lo más idiota que haría? pararme y decirle al cuadrado: sabe, señor, yo me moví cuando la muñeca miraba. reírme en sus caras y decir: son tan imbéciles que se les escapó una jugadora que tenía que estar muerta.

no, definitivamente no.

tal vez si tenía razón el horóscopo de que iba a tener suerte, claro quitando el hecho de que casi me fracturan una costilla y estuve en una cama por una semana donde me dolía el culo.

y volviendo a lo más idiota que haría, ¿que me dirían? Bravo señorita, ahora venga para que la fusilemos.

no me percaté que estaba disociando entre la gente con la mirada clavada en el piso, en una viaje astral al rededor de mi mente. Que reaccioné al instante, me había perdido un poco de lo que hablaban.

una señora, ya de mayor edad, junto a su hijo adulto, un hombre de lentes, estaban rogando por piedad ante ellos, de rodillas en el suelo —  señor, tenga piedad. La deuda que tiene mi hijo, yo voy a pagarla, ¡se lo suplico! ¡perdónanos la vida! — suplicó desesperada, con las dos manos entrelazadas, mientras indicaba a su hijo que hiciera lo mismo.

observé a su hijo con cautela, parecía tal vez un poco mayor que yo, lo cuál me sorprendía aparte de que era un mantenido, el hecho de que por su culpa su madre estaba ahí, me dió una punzada en el pecho.

¿mi madre también hubiera hecho lo mismo?

la única diferencia es que, yo no era una mantenida, tenía mi propio departamento.

que también por supuesto te lo van a desalojar.

aparte nunca pedí nada a mi madre, ni dinero, ni que me diera comida, o alojarme en su pequeña casa, lo cuál en mi corazón, me reconfortó un poco.

al ver tal escena, muchas personas empezaron a arrodillarse, algunos entre lágrimas, con unas voces mezcladas entre súplicas con terror de que los asesinaran en el próximo juego. me crucé de brazos, pero no hice lo mismo.

— jugadores, parece que estamos teniendo un malentendido — explicó el enmascarado de cuadrado, sin embargo, siguieron con sus súplicas — no queremos lastimarlos, ni tratamos de cobrarles sus deudas. Estamos aquí para darles una oportunidad.

"no queremos lastimarlos" recién me doy cuenta.

los enmascarados permanecían inmóviles, mientras tanto, mi mirada pasaba lentamente por los hombres formados, sabiendo que era inútil distinguir a un enmascarado en especial, todos eran completamente iguales, no tenían diferencias.

— ¡cláusula número tres! — de repente escuché el grito de 456, que bajaba por las escaleras — "los juegos pueden terminarse, solo si la mayoría está de acuerdo" ¿no es verdad?

mierda, las clausulas. con todo está situación ya me había olvidado de lo que decía.

— es verdad — el único que hablaba, el cuadrado, afirmó lo que estaba diciendo.

— déjenos votar como es nuestro derecho

el cuadrado se quedó en silencio, lo probable era que, él no esperaba que alguien se acordara. esta vez no tenía las palabras preparadas.

— por supuesto. Cómo viene en el acuerdo, respetamos su derecho a la libertad de expresión. Antes de votar, déjame anunciar la cantidad del premio.

el dinero es lo que te atrapa.

el cerdito de cristal que estaba en el techo había descendido, esta vez siendo iluminado, siendo la única luz que estaba en el lugar debido a que las luces se apagaron abruptamente, a la vez que todos levantabamos la vista hacía arriba.

de pronto, a la par que sonaba una música de videojuego, fardos de dinero comenzaron a caer, ni hablar de la cantidad, era bastante.

cómo si estuviéramos hipnotizados, nos acercábamos lentamente mientras el dinero seguía cayendo, embobados, cada uno deseaba ese dinero, incluida yo.

no tendría que preocuparme por nada nunca más.

bueno, agarramos un fierro de la cama y lo lanzamos, se rompe y todos felices.

cómo si fuera tan fácil conseguirlo.

se te está haciendo agua en el culo, Myeong-gi — bromee, mientras veía al pelinegro con la boca abierta, sin embargo, él estaba modo zombie que no me escuchaba, el dinero pareciera que no tenía un fin.

me ríe una vez más. Hasta que, un escalofrío recorrió mi cuerpo, alertandome, un hormigueo empezó a hacerse presente en mi estómago, me giré para ambos lados.

estaba siendo observada.

sin embargo, esta vez no era por un empleado.

cinco sentidos naturalmente, sí, pero tenía una intuición bastante buena.

la enorme cantidad de dinero había cesado, cada uno le correspondía 24 millones de wones.

lo cuál, sí, bajó completamente mi moral. no era ni la mitad de lo que debía a los prestamistas.



୨୧ ୨୧ ୨୧


en este momento, la enorme habitación estaba siendo iluminada por dos colores, rojo y azul. habían colocado dos botones en medio.

continuar o salir.

¿"se te hace agua en el culo, Myeong-gi?" — frunci los ceños al escuchar una voz atrás mía que imitaba hacer una ruidosamente aguda, bastante familiar.

cuando giré la cabeza sobre mi nuca, mi vista se topó con un ya conocido chico pelinegro con un piercing en la nariz que estaba entre mis recuerdos. Hyun-wook.

— ¿Hyun-wook? ¿Qué-? ¿Que mierda?

— buenos días para ti también — negó con la cabeza, cruzado de brazos. Él también tenía un número, 123.

— ¿por qué siempre tan condescendiente? — me quejé rodando los ojos — aparte de ambicioso, ¿por qué estás aquí si ya tienes la vida resuelta?

— ¿no te enteraste? la policía irrumpió mi casa y confiscó a mis gallos — explicó, mientras yo luchaba con las ganas de matarme de risa — ahora tengo una multa de 100 millones de wones, y debo a prestamistas que ya no puedo pagar.

— qué horror, ¿se llevaron también al Caballero carmelo?

ante lo mencionado, pareció chocarle bastante mi pregunta, a tal punto de poner sus dedos entre el puente de su nariz, y un suspiro largo saliendo de sus labios. era su gallo favorito.

— ¿qué vas a votar?

— ¿yo? bueno, tengo que pensarlo.

— pues no tienes mucho tiempo. — habló, al señalar en el momento que llamaron al jugador 456, avanzando decidido hacía los dos botones de distintos colores, el azul representaba el círculo y el rojo el equis, sin pensarlo dos veces, eligió el botón rojo y el número uno se hizo presente en la equis.

— jugadora cuatrocientos cincuenta cinco — tragué saliva súbitamente, solté un largo suspiro buscando tranquilizarme, donde mi ansiedad ahogaba mi conciencia.

la idea de morir aquí, realmente me hacía sentir aterrorizada,  prácticamente había probabilidades que sobreviva en el siguiente juego.

sin embargo, lo que más aterraba era volver con esa cantidad de dinero y recibir el triste rostro de mi madre al haberme desaparecido por quien sabe cuánto el tiempo que estuve sedada.

miré los dos botones mientras mordía mi labio inferior ansiosamente, sabiendo que cada uno tenía sus propias ventajas y desventajas.

suspiré con los ojos cerrados, decidida, acercando mi mano al botón azul. Círculo.

antes de regresar a mi sitio recibí la etiqueta azul que me distinguía y lo adheri a la parte derecha de mi casaca, en silencio, me convertí en el primer voto a favor de seguir el juego, siendo yo y 456 completamente separados por distintas luces, un grupo de personas soltaron un pequeño gruñido al verme, algunos tenían unos rostros decepcionados al saber mi decisión.

más ni siquiera me importó en lo absoluto, ninguno de ellos podía sentir y menos entender la desesperación que sentía en este momento, y mucho peor ahí afuera.

los jugadores siguieron siendo llamados por los enmascarados por orden de final hacía el principio, algunas personas se unieron a mi bando, los demás al contrario.

— jugador trescientos treinta tres — al escuchar captó mi atención por completo, levantando la mirada, mientras veía como caminaba hacia al frente.

círculo.

cuando llegó el turno del chico pelimorado, Thanos, ya había escuchado un poco las conversaciones de las chicas al ver un supuesto "famoso", el chico incluso daba pequeños saltos hacia los botones, como si estuviera decidido desde hace tiempo, apretó el círculo, seguido de colocarse su etiqueta con una sonrisa.

pero el acto se vio interrumpido cuando Gi-hun (456) se posicionó al frente saliendo de su bando "X" para que todos pudieran verlo, comenzando su discurso debido a que el círculo estaba ganando por mucha diferencia.

la gente comenzó a gritarle, recriminando de que repartía terror a las personas de que iba a morir.

lo cuál me hizo confundir bastante, y me enojaba de cierto modo, ya que gracias a él la gran mayoría no había muerto debido a que nos guío.

— ¡escuchen, yo ya estuve en estos juegos! — gritó en medio de la discusión, provocando que todos callaran de inmediato — ¡es por eso aue supe que nos iban a matar! ¡yo ya sobreviví a estos malditos juegos! Y los que estuvieron conmigo en los juegos... ¡murieron, cada uno de ellos!

— ¿es tu novio, verdad? — preguntó Hyun-wook con la voz ligeramente sorprendida, mirando a Myeong-gi.

— ¡qué! — agregué estupefacta, aquella pregunta me tomó por sorpresa, que negué con la cabeza frenéticamente — ¡No! No, no...

— al parecer hablan mucho. — arrugue las cejas, viéndolo, ¿de verdad hablamos mucho? hasta el momento que hablé con mi amigo, Myeong-gi había sido el único jugador con el que había hablado hasta ahora, pues me daba pánico comenzar una amistad.

— ¿me has estado viendo todo este momento, Hyun-wook? — pregunté enfadada. — y no te atreviste a acercarte.

— ¿qué querías que hiciera?

— no sé, ¡mínimo saludarme! "oh mira ahí está mi amiga con la que no he visto hace días" — intenté imitar su voz, ante su mirada ofendida — ¡estuve en un hospital, idiota!

mi rostro se teñio de un rojo fuerte de la furia, al igual que él.

— es grosero de tu parte que no me hayas visto. ¡podría pensar que estabas ignorandome!

— ¿acaso sabía que ibas a estar aquí?

— ¡me quitaron a mis gallos!

— ¡te las quitaron por imbécil!

dicho esto pareció enfurecerlo mucho peor, pues antes de que pudiera reaccionar o decir algo, ya me encontraba tumbada en el suelo con Hyun-wook encima mío, rodando por el piso con un palpitante dolor de cabeza, sin importarnos el dolor que había causado la caída, mientras cada uno nos proporcionabamos golpes en el rostro, lanzando gruñidos y quejidos de dolor de aquí para allá.

rodeé una vez más, estaba vez yo quedando encima de él, gruñi, apretando mis manos contra su cuello a la vez que su rostro se tornaba de un rojo tomate. ¡Cómo se atrevía a abalanzarse a mi de esa manera!

me quedé quieta, perpleja, en silencio, cuando miré de reojo y observé el arma apuntar hacía nosotros.

cuando giré mi rostro, se topó con un enmascarado al frente de nosotros apuntando el arma, mientras me miraba fijamente

sabía que no era un enmascarado cualquiera porque en ese momento, había sentido el mismo hormigueo y descarga eléctrica aquella vez después de luz verde, roja.

era el mismo.

atrás del empleado logré mirar el rostro de Myeong-gi, que nos estaba observando a mi encima de Hyun-wook con el entrecejo fruncido, ligeramente molesto y una expresión de desagrado.

por favor, que no haya malinterpretado las cosas.

igual, ¿por qué me preocupaba por eso?

— jugadores, a partir de ahora, no vamos a tolerar ningún comportamiento que interfiera en la votación.

me separé rápidamente de Hyun-wook y me puse de pie, dándome cuenta que también, le estaban apuntando a Gi-hun.

los demás se asustaron al ver los demás empleados levantar sus armas al ver el desastre que causabamos, por lo cuál todos volvieron a su sitio esperando la continuación de la votación.

— vuelves a hacer una mierda así y harás que nos maten. — le advertí al pelinegro de piercing, cruzada de brazos con determinación, arrugando las cejas.

— está bien, está bien...

— ¿pueden callarse? — preguntó Myeong-gi, ya irritado, delante de nosotros, girando a vernos.

tragué saliva, sin embargo, sentía un nudo en la garganta que no podía reprimir.

¿estaba enojado?

bajé mi cabeza, sobre pensé demasiado. la votación siguió su transcurso, mi amigo votó por círculo, blabla.

el equis y el círculo estuvieron casi en un empate, un solo voto y definiría el juego de una vez, por lo cuál mis latidos aumentaban de velocidad y buscaba morder mis uñas debido a que la ansiedad se adueñaba de mis sentidos.

— y por último, jugador uno.

puse mi total atención en el último jugador que quedaba, un hombre simplemente, que nadie parecía conocer, comenzando a caminar hacia los botones en paso decidido.

— hay que convencerlo. ¡Círculo, círculo!

lo mismo con los equis.

— ¡Equis, equis!

simplemente no decidí apoyar la causa, ya que nadie tenía derecho a intervenir en la decisión de alguien.

solté un largo suspiro cuando lo vi tocar, círculo.

los gritos de festejos aumentaron de volumen, todos estaban felices de tener una oportunidad más, incluida yo, pero eso no quitaba el hecho de que dentro de mí, tenía miedo de morir.

un juego más, Myeong-gi — me dirigí al chico que se encontraba un poco alejado, con una pequeña sonrisa en medio de las sonrisas y gritos, sin embargo, él me miró inexpresivo y rodó los ojos, ignorandome completamente.

bajé la mirada hacía abajo, cambiando totalmente mi estado de ánimo, comenzando a jugar con mis dedos sudorosos y una punzada en el pecho.

tenía talento para hacer sentir mal a uno.

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