—No quiero que piense que soy un pervertido necesitado, pero... Es que taaaanto tiempo juntos, de verdad quisiera compartir esto en especial con él.

—Te entiendo Kookie, Hobie y yo lo hicimos a los seis meses, no entiendo por qué tarda tanto.

Jungkook tembló, ¿seis meses? Ellos llevan más de año y medio, lo mucho que ha podido ocurrir entre ambos son caricias superficiales y besos fogosos, este tema le estaba preocupando; demasiado.

—Tae... Y si... Y si solo tal vez... ¿Le repugna mi cuerpo o algo parecido?

—¡Le parto la madre si piensa así! Tú eres completa y absolutamente perfecto, no quiero volver a escucharte decir eso, ¡¿entendido?!

—Esta bien Tae... —Y una puerta siendo abierta se escuchó. —Yoongi llegó, debo dejarte.

—Bien, hasta el Lunes Kookie.

—Hasta el Lunes.

Llamada finalizada

—¡Ositoooo!~ —Jungkook salió corriendo de la habitación y se lanzó sobre Yoongi, el cuál se tambaleó y casi tiraba las compras. —Bienvenido.

—Jungkookie.

—Ven, te ayudo.

—No, esta bien.

—Le enseñé un nuevo truco a Moon.

—¿Oh, sí? ¿Cuál? —Preguntó Yoongi dirigiéndose a la cocina para organizar las compras.

—Pues... Que de vueltas, aún le sale raro, pero hemos avanzado.

—Oh, es bueno.

Jeon bajó la mirada y mordió su labio inferior, se acercó de a poco rodeando el torso del mayor con sus brazos.

—Hyung...

—¿Qué ocurre, pequeño?

—¿Por qué no quieres... hacerlo conmigo?

Yoongi se paralizó, no de nuevo, él sabía que su Jungkook era un loco hormonal, y quizás ya era su momento, pero definitivamente no estaba listo para dar ese paso en especial.

—¿No te gusta mi cuerpo?

Y se giró bruscamente tomando a Jungkook de las manos, apretándolas con fuerza.

—¿Pero qué dices? Si es malditamente perfecto, ¡lo que daría yo por tu cuerpo, Jeon!

—Es que...

Tomó su rostro y plantó un beso en los labios del menor, acariciando las mejillas suavemente.

—No me siento preparado, no quiero hacerte daño.

—Pero, ¡no me harás daño! Tendremos cuidado, yo te avisaré si algo duele y tu irás despacio, todo saldrá bien.

—Soy inexperto con chicos, Jungkook.

—Lo sé, pero yo te haré cambiar eso.

Sonrió pícaramente y se tiró a atacar ferozmente los labios de su novio, no anduvo con rodeos, beso desesperadamente, y exigió paso a su boca, Min solo se dejó hacer, por ahora. Una vez dado el paso, la lengua del adverso saboreó cada uno de los rincones de la cavidad bucal contraria, unió salivas y el sabor era exquisito, Yoongi no se quedaría atrás, dar paso no significa quedarse inmóvil, introdujo sus manos por el sweater de Fuck me, uno de los favoritos del menor, y dejó caricias desde el abdomen hasta la espalda, lo que hizo que su compañero se estremeciera en cantidades industriales.

Yoongi cargó a Jungkook y lo dejó en la encimera de la cocina, ahora tenían una guerra entre sus lenguas, solo se escuchaban los chasquidos morbosos que soltaba el contacto de ambas, el pálido seguía con las caricias, con su otra mano, la cual estaba muy libre, acarició el muslo izquierdo del menor, y este dejó la boca para comenzar a bajar por el cuello dejando húmedos besos y lamidas, hasta que la camiseta de Yoongi y el sweater de Jungkook estaban siendo un estorbo, se mandaron miradas cómplices y de un momento a otro quién sabe en que parte de la habitación quedaron aquellas prendas. Las erecciones comenzaban a hacerse paso dando a entender lo bien que estaba yendo todo, Jungkook siguió en su labor de besar y lamer el cuello, hasta llegar a las clavículas blancas como la propia nieve, él se encargaría de decorarlos, y mediante unas cuantas chupadas y mordidas tenían un destaque hermoso; según Jeon. Yoongi fue el primero en percatarse lo levantada que estaba la tela del mono holgado de Kookie, sonrió y bajo dejando una lamida sobre la tela.

—¡Mierda! —Deslizó sus dedos una y otra vez por la extensión sobresaliente, haciéndole soltar pequeños suspiros. —Yoongi... Uhm... Me haces... —Mordió su labio inferior y observó la divertida cara de su novio.

—¿Te hago qué? ¿Eh?

—Sufrir... —Y Yoongi aplastó suavemente el miembro del menor. —¡Oh, joder! ¡Basta! Si harás algo hazlo de una vez. —Yoongi bajó su mono y bóxer, el trozo de carne salió disparado inmediatamente cual resorte.

—No me hables así... O... —Tomó la punta y apretó haciéndole soltar un pequeño gemido. —¿Qué quieres qué haga? —Jungkook bajó la mirada avergonzado, un rubor le cubría las mejillas y respiraba con dificultad gracias a la excitación.

—F-Felación...

—Oh... ¿Qué? —Preguntó burlonamente Yoongi.

—¡Felación, idiota! —Gritó desesperado.

—¿Quieres que te la chupe? —Acercó su rostro y lamió sus labios para provocar a Jungkook, lo cual sirvió a la perfección.

—¡Sí, mierda, sí! ¡Chupámela! ¡Lamela! Solo haz algo, mierda, ya esta doliendo mucho...

Y de una sola engullida el miembro de Jungkook estaba ocupando gran mayoría de la boca de Yoongi, y se sentía jodidamente rico. Comenzó a subir y bajar, mientras que con una mano acariciaba lo que no alcanzaba y con la otra jugaba con los testículos de su novio, el cual se sentía en el puto cielo, no sabía que se sentía tan bien, hubiese contratado una puta hace mucho solo para esto. Observaba atentamente como Yoongi disfrutaba tragarse su hombría, movió la lengua con habilidad alrededor y succiono, Jungkook echó la cabeza hacía atrás y sujetó el cabello de su hyung incitándole a aumentar la velocidad; y así lo hizo. Jungkook sentía esa sensación y sabía que significaba.

—M-Me, me voy a venir, Yoongi...

Eso solo hizo que aumentara lo más que pudiese el ritmo, solo unas subidas y bajadas bastaron para que termina en su boca, Yoongi tragó como pudo ese espeso líquido blanco, pasó su lengua por la comisura de sus labios quitándose un poco que había escapado, lo degustó, sonrió para Jungkook.

—Sabe raro, pero ya me acostumbraré.

—¿P... Piensas repetirlo? —Preguntó intentando obtener su respiración normal nuevamente.

—Oh, claro que si

—Sabía que esa boquita tuya era multifacética.

—Cállate idiota.

Y comenzaron a devorarse una vez más. Jungkook bajó el pantalón de Yoongi, luego el bóxer, y ahí fue donde perdió la confianza; él, NO SABÍA COMO TRATAR A UN CHICO EN EL SEXO.

Si bien hizo lo que Jimin dijo, vio vídeos de porno gay, y fue algo totalmente perturbador definitivamente solo Jungkook le gustaba; y excitaba, muuuy bien. En los pocos vio, observo como unos metían sus dedos de a poco, estimulando, supone Yoongi, pero en otros entraban directamente, y no sabía que hacer o elegir.

—Jungkook, intentaré algo.

El nombrado asintió y Yoongi fue directamente a la entrada del menor, introdujo un dedo y lo movió de espacio; apretaba. Pudo ver la cara de Jungkook, su ceño fruncido denotaba lo incómodo que estaba, y al mayor le entró pánico de que estuviese haciendo algo mal o peor, le hiciese daño.

—¿Lo quito? ¿te incómoda?

—No, no, esta bien, es así osito, si no estoy mal informado, ya me acostumbraré.

Respiró aliviado y agregó otro dígito, moviendo de a poco, simuló tijeras y estuvo un rato con esos dos, hasta que agregó un tercero y solo duró un minuto dentro, los retiró y colocó la cabeza de su miembro en la entrada.

—¿Listo, conejito? —Jungkook enredó sus manos en el cuello de Yoongi.

—Listo.

Y metió la punta, fue entrando de a poco, sabía que era la primera vez de Jeon y quería ser delicado.

Segundos después estaba completamente en el interior de su novio y le tenía hundido entre su hombro y cuello.

—¿Ya puedo moverme?

—Uhum...

Y comenzó a moverse, el castaño oscuro se sentía inmensamente incómodo pero no quería cortar el rollo, se veía que lo disfrutaba.

—Estás, tan... Apretado, ¡maldición!

De a poco aumentó las estocadas, y Jungkook sentía un dolor placentero, ¿era masoquista acaso?

—¡Yoongi! ¡Hmuh! M-más...

Con profesionalismo Min ya tenía a su Kookie recostado en la encimera y con una perfecta vista de la ancha y perfecta espalda del más pequeño, Jungkook se sostenía pero era restregado contra la lisa cerámica una y otra vez, estaba dando profundo y el desatendido pene de Jeon fue tomado por él mismo, dándose doble placer.

Estaban exhortos en excitación y lo muy bien que se sentía sacar y meter, Jungkook jamás pensó que esto sería tan maravilloso, el coño iba a dejar descansar a Yoongi ahora. El sudor bajaba y recorría los cuerpos de ambos, sus cabellos pegados en su frente, el sonido del choque de la pelvis del pálido contra el trasero de muerte del contrario, gemidos de ambos y gruñidos de Yoongi, todo era totalmente lujurioso.

—¡Maldita sea! ¡Y-Yoongi allí! ¡Párteme! ¡Párteme ahora! —Gritó a todo morbo.

Las estocadas eran estúpidamente precisas, daban en un punto en el que Jeongguk sentía que moriría. Yoongi lamió y besó la espalda del Jungkookie, que en seguida se corrió manchando su mano, se dejó caer agotado y a su hyung solo le faltaron unos segundos más para llenarle hasta el último espacio dejándose caer encima.

Ambos estaban intentando regular respiraciones, es como si hubiesen dejado de respirar todo este rato, aún dentro, Yoongi se acercó al rostro de él pequeño y beso sus labios tiernamente para salir de su interior.

—¿Quieres moverte?

—No, estoy cansado.

—Estás chorreando.

—Hmuh... Solo llévame a la cama... —Respondió con pereza.

Yoongi cargó como pudo a Jungkook, él también estaba cansado, agradeció que el departamento no fuera tan grande y una vez dentro del cuarto dejó a Kookie en la cama, encendió el aire y le hizo compañía, se abrazaron con posesividad y dieron un último beso.

—Te amo inmensamente, Min Yoongi.

—El sentimiento es tan mutuo, Jeon Jeongguk.