—¡Jungkook, lo siento! 

La situación era la siguiente, Jungkook intentaba quitarse a un gigantesco titan con cara de bebé de su pierna, la cual tenía apresada completamente con su cuerpo, y no es que fuera cómodo tener quizás tu peso o más aferrada sin piedad contra tu delicada pierna de princesa.

—¡Yugyeom suéltame!

—¡Perdóname! ¡Yo no sabía que eras un sometido!

—¡SOMETIDA TU MADRE, MALDITO!

—¡Lo sientooooooo!~ Si hubiese sabido que eres casado no hago eso, pero es que eres, ¡taaaaaaaaaaaaaan lindo!

—Lo sé estúpido, pero no tenías el derecho de poner tus labios en los míos, ¡con o sin novio!

—¡Si! ¡Lo sé! ¡Perdóname! Te lo he dicho quizás cincuenta y ocho veces hoy, no, para. —Se alejó y comenzó a contar de a poco con sus dedos quién sabe que, Jungkook suspiró frustrado.

—Esta bien, te perdono, pero para que sepas Yoongi esta enojado conmigo por tu culpa.

—Me disculparé. —Yugyeom hizo un puchero entrelazando sus manos, Jungkook le observó y se cruzó de brazos, si, era jodidamente adorable lo que hacía. —¿Si?~

—Vale, vale.

Tras Jungkook, por un pasillo un poco más alejado, hacía presencia Min Yoongi alias novio enojado no me toques hasta que se me pase. Yugyeom observó curioso y sonrió maliciosamente.

—¿Un abrazote?

—No.

—Por favooooor~

—Agh, esta bien.

Jungkook abrazó a Yugyeom y este lo tomó de sus piernas subiéndolo.

—¡Yugyeom! —Comenzaron a dar vueltas y Jungkook no pudo evitar reír. —¡Que me bajes, idiota!

—Interesante, ¿no?

—Y-Yoongi...

—Eres increíble.

Yoongi dio medio vuelta y comenzó a caminar lejos, Jungkook miró rápidamente a Yugyeom de forma acusatoria, se encogió de hombros y le regaló una pequeña sonrisa culpable, Jeongguk chasqueó la lengua y fue tras su amado, dejando al rival de su pareja ideando un plan.

—¡Yoongi! ¡Yoongi para! ¡Déjame explicarte! —Corrió hasta alcanzarlo y se lanzó en su espalda, sujetándose como si de un koala se tratase, estuvo por caerse pero Yoongi sujetó sus piernas. —Osito...

—Bájate.

—No, si me sueltas me caigo, y te caerás conmigo. —Dijo con una ridícula voz que lograba suavizar un poco el corazón de su novio, pero él no cedería, comenzando a moverse para bajarle. Sin embargo Jungkook tampoco, apretó mucho más y besó el lóbulo de la oreja del mayor, haciendo que se le erizara la piel. —¿Puedes escucharme? —Prosiguió su labor de besar hasta llegar al cuello del pálido, sin más cedió y el menor bajó.

—Jeon.

—¡No me digas Jeon! Soy conejito.

—No, y no quiero escuchar tus excusas.

—No son excusas, es lo que paso, y lo que malinterpretas.

—Oh, mira, es Jimin.

—Me importa una mierda Jimin.

—¡Eh! ¡Jimin! ¡¿Almorzamos?! —Jimin a lo lejos movió su mano asintiendo felizmente.

—Yoongi...

—Iré a almorzar.

—Pero...

—Deberías hacer lo mismo. —Yoongi rodeó a Jungkook y caminó de a poco hacía Jimin.

—Yo...

—Y deberías invitarlo.

Jungkook no dijo más, al fin y al cabo Min le ignoraba mientras caminaba con Jimin hasta la salida de la universidad.

Rendido, subió las escaleras hasta el tercer piso, y se asomó de aula en aula, todas estaban vacías, obvio lo estarían, ¿quién estaría allí a las doce del medio día? Y, ¡oh! ¡Eureka! En la última, había una persona, en la esquina, con su frente apoyada en la pared, de cuclillas observando el suelo mientras decía una palabra totalmente extraña.

—Mouse, mouse, mouse, mouse, mouse.

—Ehem... —Fingió una tos falsa que sonaba más a un pájaro agonizando. —¿Hola?

—¡Oh, mi Jungkookie! —Taehyung giró su cabeza como si del propio exorcista se tratase. —Oh por todos los cielos, se me escapó Mouse. —Se levantó y sacudió su ropa regalándole una sonrisa a su mejor amigo, que le miraba confundido y... ¿asustado? —¿Y qué te trae por aquí? ¿Gustas tomar una tacita de café?

—Yo... —Jungkook miró a un lado y pudo ver a un ratón huir con todas sus fuerzas.

—¡Mouse se fue!

—Taehyung.

—¿Siii?~

—¿Tenías secuestrado al ratón?

—No era del todo un secuestro, fue máááás... Un interrogatorio.

—¿Por qué interrogaste a un ratón?

—Verás... ¿recuerdas a Homphi?

—¿El hámster obeso?

—Oye que no estaba obeso, el hacía ejercicio, solo tenía mucho cabello.

—Al punto Taehyung.

—Murió...

—Oh... Lo siento Tae, yo p...

—Fue asesinado. —Jungkook le observó extrañado ¿quién mata a un hámster? —Y estoy seguro que la pandilla de Mouse fue la responsable de la tragedia.

—¿Quién es Mouse?

—El ratón que dejaste escapar.

—Taehyung... ¿Ya fuiste al psiquiatra?

—Mamá esta buscando la cita. —Se balanceó de un lado a otro mirando divertido a su acompañante.

—Yoongi esta malinterpretando todo.

—¿Cómo así?

—El beso de Yugyeom, se lo expliqué y ayer no llegó a casa, hoy él me pidió disculpas, las acepté y hubo un abrazo... Justo cuando Yoongi apareció.

—Rayos, cuanta intensidad.

—No sé que hacer, se fue con el estúpido de Jimin.

—¿No le gustabas a Jimin?

—¡Ese mamaguevo nos persigue a los dos!

—Pero es su mejor amigo, Jungkook.

—¡Me da igual! ¡Ese macho es mío!

—Hipotéticamente no l...

—Cállate. ¿Y ahora qué hago?

—Hmuh... Ataca al enemigo cuando este distraído.

—... ¿Embestir?

—Oh si.

—¡Gracias, Tae, suerte buscando a Mosi!

—Es Mouse.

—Eso mismo.

Siguiendo el consejo de su amigo, corrió hacía el restaurante que seguidamente visitaban esos mejores amigos, y efectivamente estaban allí...

...

...

...

Pero Yoongi abrazaba cómodamente a su acompañante, su cabeza recostada en el hombro de él, y manos entrelazadas que encajaban perfectamente...

¿Para qué arruinar el momento?