˚.🍮ᵎᵎ Capítulo O9
꒰ Críticas y, ¿celo? ꒱
¡ O9 !
Su copa reposaba en la mesa, la conversación era bastante amena, y de vez en vez reía por las historias que contaba Taehyung de Jimin.
—¡Papi! —se escuchó un grito por las cuatro paredes de la casa.
Yoongi alarmado rápidamente se paró de su asiento, Jimin siguiéndolo por detrás.
Jongwoo estaba aún en el sillón, su peluche apretado en su pecho y lágrimas escurriendo por sus mejillas.
Yoongi corrió rápidamente a su lado, sentándose en el sillón y atrayendo a su hijo a su pecho.
—¿Qué pasa, bebé? —pregunta el pelinegro, pasando su mano de arriba a abajo en la espalda del niño.
Yoongi vio por la orilla de sus ojos a Jimin acercarse al sillón, sentándose a lado de él, pasando un brazo por sus hombros de forma reconfortante.
—Papi, tú no estabas —sollozó un poco el niño.
—Mi amor, papi nunca te dejaría solo —susurra Yoongi en su cabello.
El niño levantó su vista cuando se sintió observado, viendo a dos figuras observándolo atentamente.
Jungkook levantó sus labios en forma de sonrisa, haciendo que el niño se esconda otra vez en el hombro de su padre.
—Bravo, Jungkook, lo has espantado —Taehyung lo reprende golpeándolo.
—Idiota, no me golpees o verás las consecuencias — dice Jungkook golpeando de vuelta a su novio.
Estos empezando una pequeña pelea entre ellos, sin poner atención a los pequeños ojos observándoles desde lejos.
Yoongi se levanta del sillón, poniendo a Jongwoo en el suelo y sostiene la mano del pequeño.
—Jongwoo... —habla Yoongi atrayendo la atención del niño—, estos son Jungkook y Taehyung — apunta a cada uno.
—Hola —habla Jungkook acercándose—. Eres igual a tu padre Jongwoo —apunta Jungkook mientras el niño se esconde un poco detrás de Jimin.
—Papi es lindo —susurra Jongwoo.
—Sí que lo es —contesta Jimin tomando la otra mano del niño.
Jungkook estaba en algún lugar de la casa jugando a las escondidas con Jongwoo y Jimin, este quejándose un par de veces en cómo siempre le tocaba contar.
—Y dime, Yoongi... —comenzó la plática Taehyung sentándose en la barra de la cocina—, ¿cómo van las cosas entre tú y Jimin?
—Bien, todo es excelente con él —contesta Yoongi bebiendo de su copa.
—Debo de admitir que es la primera vez que lo veo así con alguien —susurra Taehyung.
—¿Jimin ha salido con alguien más? —pregunta Yoongi dejándose llevar.
—Un par de veces, nada duradero —Taehyung contesta—. ¿Y tu?
—Yo... —comienza a decir Yoongi, renuente en si decir la verdad o no.
—He notado la marca en tu cuello —habla Taehyung.
Yoongi se presiona ante eso, con miedo a ser rechazado.
Sus manos empezando a sudar y sus ojos sintiéndose un poco aguados.
Taehyung nota eso enseguida, sintiéndose mal.
—No lo dije con mala intención, Yoongi —habla Taehyung rápidamente.
—Lo siento... —se disculpa Yoongi sin saber por qué.
—No lo sientas —Taehyung dice, acercando su banco un poco más—. No te estoy juzgando, en realidad no creo que siquiera me encuentre en posición de juzgar.
—Tú y Jungkook son una linda pareja —habla Yoongi sintiendo el aire pesado esfumarse.
—Lo sé, es encantador —habla Taehyung con una sonrisa en el rostro—. No todo fue fácil para nosotros, a no todos les parece bien ver a dos alfas juntos.
—Entiendo... —contesta Yoongi—. Tampoco a muchos les parece ver a un omega con un hijo y un lazo roto.
Cuando Taehyung estaba por preguntar, Jungkook entró en la cocina cargando a Jongwoo, con Jimin siguiéndolos detrás.
—Papi, Kookie es divertido —ríe el niño mientras estira sus brazos pidiendo ser cargado.
—Kookie, me gusta ese apodo —dice Taehyung haciendo una cara divertida.
—Cállate —dice Jimin rápido, dándole un codazo.
Jimin se coloca a lado de Yoongi, envolviendo sus brazos en su cintura, plasmando un pequeño beso en su mejilla.
—¿Se divirtieron? —pregunta Yoongi sonriendo hacia Jimin, rápidamente cada pareja envuelta en su pequeña burbuja.
—Bastante, omega —contesta Jimin dejando un pequeño beso cerca del cuello del omega, provocando que este se estremezca.
Jongwoo envuelve sus brazos alrededor de Yoongi, recostando su cabeza en el cuello de Yoongi.
—¿Ya tiene sueño? —pregunta Jimin.
—Sí, hace eso cuando está cansado —contesta Yoongi acomodando a Jongwoo en su cintura.
—Dámelo, amor —habla Jimin quitando sus brazos de su cintura.
Yoongi se lo pasó a Jimin, el niño buscando confort en los brazos del alfa.
—Ya está bastante apegado a ti —habla Taehyung.
—Eso creo —contesta el alfa, peinando los cabellos del bebé, aún sosteniendo a su omega cerca.
Yoongi de repente empezó a sentir un poco de calor, de seguro sólo era la temperatura.
—Yo creo que deberíamos irnos, cariño —Jimin habló en dirección a Yoongi—. Ya es bastante tarde para Jongwoo.
—Sí, su hora de dormir fue hace una hora —Yoongi estuvo de acuerdo.
El omega tomó la mochila de Jongwoo del sillón, tomando su chaqueta al igual.
Todos se despidieron con un beso en la mejilla, Jungkook sufriendo un poco ya que no quería que el lindo bebé se fuera, como dijo este.
Jimin ayudó a acomodar a Jongwoo en su silla, la cual Seokjin le había dejado a Yoongi para que la colocaran en el auto del alfa después de que se enteró que su amigo salía más veces con este.
Cerró la puerta por Yoongi y se subió en el asiento del piloto.
Arrancó el auto, colocando su mano en el muslo del omega.
—¿Qué tal estuvo todo, omega? —preguntó Jimin con la vista en la calle.
—Jungkook y Taehyung son muy amables —contestó Yoongi sintiéndose abochornado.
Jimin volteó a verlo unos instantes, notando que el omega tenía las mejillas sonrojadas y sus ojos bastante dilatados.
Yoongi bajó la ventanilla del auto. —Sería bueno que algún día reunamos a Seokjin con ellos.
—Eso estaría excelente —rió Jimin—. Aunque creo que Taehyung y Seokjin se matarían un poco.
—Sí, eso creo —ríó Yoongi, ajustando su camisa que comenzaba a pegarse a su cuerpo.
—¿Te encuentras bien, amor? —preguntó Jimin, apretando ligeramente el muslo del omega.
Yoongi tomó la mano de Jimin en la suya, juntando sus dedos. —Todo bien, sólo tengo un poco de calor.
El auto estuvo en silencio por unos minutos hasta que Yoongi comenzó a quejarse, haciendo que el alfa de Jimin se agitara abruptamente.
—Omega... —Jimin comenzó a hablar, tratando de tranquilizar a su alfa, notando el embriagante olor que el omega desprendía—, ¿por qué estás quejándote, cariño?
Yoongi siguió con sus quejidos y llamados al alfa, que en ese momento eran inservibles porque no estaban enlazados.
—Jimin... —susurró Yoongi, removiéndose en el asiento—, c-creo que entré en celo.
Mierda...
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