˚.🍮ᵎᵎ Capítulo O3
—De acuerdo —habló Yoongi empujando el carrito de compras, con Jongwoo siguiéndolo con un carrito más pequeño.
Hace más de una hora Yoongi había hablado con Jimin y lo había invitado a cenar, incluso ya le había mandado la dirección por mensaje.
Seokjin había acordado llevarlo al supermercado y como buen amigo que es le había prometido incluso ayudarle a preparar todo después de que fueran al supermercado.
—¿Qué debería cocinar? —preguntó Yoongi mordiendo sus uñas.
—Deberías cocinar pasta —comentó Seokjin—, a todos les gusta la pasta, es fácil y rápido.
—No lo sé... —dijo Yoongi, dudoso—. ¿Debería de cocinar algo sencillo?, o, ¿debería de hacer algo extravagante?
—Yoongi apenas y puedes hacer arroz sin quemarlo —contestó Seokjin.
—Papi debería de hacer pasta —habló Jongwoo jalando el pantalón de Yoongi—. Todos gustan pasta, papi —habló el pequeño niño fallando en algunas palabras.
—De acuerdo —contestó Yoongi, dirigiéndose hacia otro pasillo—. Tengo que apurarme en esto.
—Tienes que relajarte Yoongi —dijo Seokjin serio por primera vez en el día—, todo saldrá bien, literalmente él fue el que dijo que quería volver a verte —terminó de decir, observando sus uñas.
—Nadie nunca ha ido a mi casa y digamos que no es el lugar más grande, ni ordenado del mundo —contestó Yoongi tomando el espagueti de una de las repisas.
—Te ayudaré yo Yoongi —habló Seokjin—. ¿Qué tan mal puede ir?
—De acuerdo...—susurró Yoongi no muy convencido—. Haré esto y saldrá bien.
—Por fin lo dices —contestó Seokjin haciendo una expresión exagerada, alzando sus brazos.
Recorrieron los pasillos en busca de los ingredientes, de vez en cuando Seokjin agregaba más cosas al carrito y hasta Jongwoo se encargó de esconder dos chocolates en el carrito, uno para él y otro para su padre, y como Seokjin dijo que pagaría, Yoongi no podía negarle sus caprichos.
Seokjin manejó hacia casa de Yoongi, ya que se estaba haciendo de noche y Yoongi había insistido en que quería arreglar su casa un poco antes de que el alfa viniera al día siguiente por la tarde.
Llegaron a la pequeña casa pintada de color blanco y de un piso, ésta tenía algunas flores que Yoongi se encargaba de regar todas las mañanas.
Yoongi bajó del auto y abrió la puerta trasera, desabrochando el cinturón de la silla de Jongwoo, Yoongi no tenía auto y la única vez que subía a uno era en el de Seokjin, así que el omega mayor se había encargado de tener un asiento para el pequeño en su auto.
Bajaron las bolsas con sumo cuidado y Yoongi se encargó de abrir la puerta de madera.
Dentro de la casa, en la entrada se encontraba un sillón color marrón con una mesa en el centro y un gran librero, la casa aunque fuera pequeña daba un ambiente acogedor que Yoongi se había encargado de darle.
Dejó las bolsas en la pequeña barra de la cocina y comenzó a acomodar todo en los gabinetes.
—Me hiciste manejar como un loco hasta acá para poder limpiar tu casa y no hay nada que limpiar Yoongi —habló Seokjin, apuntando a Yoongi con el dedo—. Todo está perfectamente ordenado.
—Sólo quería asegurarme que todo estuviera ordenado antes de mañana —contestó Yoongi mientras sostenía los espaguetis en su mano.
—De acuerdo algo me dice que te gusta ese alfa —empezó a molestar Seokjin, sentándose en la barra de la cocina.
Yoongi rodó los ojos por séptima vez ese día.
—¿Cuántas veces te voy a tener que decir, Seokjin?, hablamos como personas civilizadas y ahora él y yo cenaremos como personas civilizadas —contestó Yoongi—. No creo que él quiera salir de esa manera conmigo, ¿sí? —Yoongi suspiró, bajando la vista.
—¿Sería precipitado llevar flores? —preguntó Jimin mirando un par de girasoles a lo lejos.
—¿Quién dijo que yo tengo otras intenciones?—imitó Taehyung la voz de Jimin mientras rodaba los ojos.
—Oh, basta —terminó de decir Jimin mientras caminaba lejos de Taehyung.
—¿Para qué quieres llevarle flores, Jimin? —preguntó Taehyung siguiendo a su amigo, que ya se encontraba mirando las flores de cerca.
—Sólo trato de ser amable —contestó el alfa, alzando sus hombros—. En realidad no sé... —contestó siendo sincero.
—¿Sólo lo has visto una vez y ya estás dispuesto a todo? —preguntó Taehyung mirándolo como si éste fuera un loco—. De verdad tiene que ser especial.
—¿Debería de llevarlas verdad? —preguntó Jimin ignorando totalmente la pregunta de su amigo—. Debería llevar algo para el pequeño también —contestó Jimin caminando hacia una sección llena de dulces.
—No puedo creer que me hayas hecho dejar mi serie a medias —comenzó a quejarse Taehyung—. Y le llevarás dulces y flores a un omega que apenas conoces y que te invitó a comer —siguió con sus quejas—, nunca haces eso cuando te invito a comer —dramatizo Taehyung, poniendo una mano en su pecho.
—Las flores son para él y los dulces para su hijo —contestó Jimin con las flores en mano y una caja con diferentes dulces dentro.
—De acuerdo, sí que estás loco —terminó de decir Taehyung mientras tomaba una caja de dulces para él.
—No te compraré dulces, Taehyung —Jimin volteó a verlo.
Taehyung lo miró mal y dejó la caja donde estaba.
Jimin se quedó pensado un rato mientras se dirigía a la caja del lugar, de verdad que no sabía la razón pero sentía que su corazón se aceleraba cada que pensaba en Yoongi, sabía que eso no era normal y eso era algo que nunca había sentido con anterioridad.
—De verdad que es la primera vez que haces estas cosas por alguien —Taehyung continuó con su discurso—. Primero, le diste tu número a un extraño y ahora irás a su casa y ni siquiera me invitaste.
—¿Querías que te invitara a mi cita? —preguntó Jimin incrédulo, ni siquiera sabía si era una cita, ¿lo era acaso?
—¿Entonces es una cita? —continuó molestando Taehyung—. Ni siquiera sabes si tiene un alfa y tú ya lo tomas como una cita, de verdad que has perdido la cabeza.
—De acuerdo, deja de molestar, Taehyung —pidió malhumorado.
—Perfecto, ahora enójate conmigo —comenzó de nuevo el alfa amigo de Jimin.
—De verdad que hoy estás insoportable —dijo Jimin rodando los ojos.
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